#ZNCine – Construyendo la película «perfecta» de Batman

Hace tres años nuestro antiguo redactor Juan Sangrós publicaba un artículo en que compartía su visión de cómo a su juicio debería ser la película definitiva de Batman. Pero todos tenemos una imagen bastante concreta, y diferente a la de otros lectores y espectadores, de lo que nos gustaría ver en una superproducción del Caballero Oscuro. Los debates sobre dicha cuestión resurgen puntualmente con cada nuevo paseo de este longevo superhéroe por el cine, la televisión o incluso los videojuegos. No obstante, muchos aficionados sienten que ninguna encarnación del personaje ha satisfecho por completo sus requisitos personales a la hora de considerar como superior una interpretación por encima de otra y marcarlar con el . Está claro que todas ellas, tanto en cine como en televisión, y en imagen real o animación, han conservado retales del espíritu de la creación de Bill Finger y Bob Kane pero, igualmente, sus posibilidades no han sido exploradas todo lo que podrían haberlo hecho.

En #ZNCine, consciente de la dificultad de una tarea de este tipo, y pensando en la presente celebración del Batman Day, hemos tenido una disparatada idea para al menos pasar entretenidos un buen rato de la tarde del sábado. El juego se puede resumir en una pregunta: ¿y sí en lugar de intentar construir desde cero la película definitiva de Batman lo hacemos tomando esos distintos retales de las versiones que ya conocemos del personaje? El monstruo de Frankenstein resultante de este concepto es la propuesta que traemos hoy; para ello hemos buscado unas categorías generales propias de toda producción y otras subcategorías en las que tratar y definir más profundidad la mitología del Caballero Oscuro. La norma a seguir es que estas categorías y subcategorías estén representadas por la gran oferta de películas y series que el Caballero Oscuro ha protagonizado a lo largo de su historia. Nos hemos repartido estos puntos entre varios redactores, sin saber bien lo que los demás estaban ideando, y buscando construir en el camino -con mucha suerte- la película «definitiva» de Batman. La excepción a todo lo comentado -más allá de alguna «trampa» que ya descubriréis- es el apartado de dirección en el que hemos optado por salirnos del microcosmos batmanínaco pues volver a ver una película de Batman de Tim Burton o Christopher Nolan tendría más bien poco interés a estas alturas, ¿no? ¿Queréis ya comprobar los resultados de todo esto? Solo tienes que seguir leyendo.

Asignar a un personaje tan complejo como Batman a un director en concreto por encima de otro, significa sacrificar la potencialidad que el descartado puede aportar. ¿Cuál es el director más apropiado para el personaje? Depende de la visión que tengamos del personaje, o de lo que se pretenda transmitir con la película, puede variar ampliamente la gama. Pero si algo es Batman es un detective, y si hay algún género por el que se mueve más que por ningún otro ese es el negro, con sus calles sórdidas, su policía corrupta, sus criminales desquiciados, su ambigüedad moral, sus ambientes decadentes y atmosfera densa. Pero, si añadimos el factor de la iconicidad de un personaje como Batman y todo su repertorio de secundarios, necesitamos a un director que visualmente sepa también captar ese aspecto, y, de paso, diferenciarnos del Batman de Christopher Nolan. Y por esas razones nosotros seleccionaríamos a un director que sea una fuerza de la naturaleza a nivel formal y estético, pero que también aporte algo más que eso al espectador. Y una opción idónea para esa tarea no es otro que Nicolas Winding Refn. El director danés no deja de ser constantemente polémico, pocas concesiones deja al público con un barroquismo estilístico que lo definen como autor. Historias truculentas, que pueden incomodar y fascinar a la retina. Refn ha demostrado lograr hacer películas para un público masivo, como es Drive, sin perder sus señas, y, en lugar de seguir esa tendencia, traicionó a las expectativas del público desconocedor de su trabajo y apostó por una película divisoria y «anti-mainstream» como es Only God Forgives, toda una declaración de intenciones, otra más. Resultaría una fusión con una garra que podría suponer un paso adelante a la consolidación del género.

El aspecto más delicado de una producción, y el que debe funcionar para que la película sea algo más que un simple reguero de efectos especiales y caras conocidas. No son pocos los que han creído que narrar una historia de Batman era un caso hecho, algo sencillo y rápido que se podía solventar con un par de giros de guion y algunas escenas de acción llamativas. La categoría de superproducción en la que siempre han recalado los filmes del personajes desde Tim Burton le han hecho un flaco favor a las historias que de él nos han querido contar algunos guionistas, pues a sus posibles carencias como autores y/o desconocimiento de sus particularidades se añaden las limitaciones impuestas por unos productores que siempre tienen voz y voto cuando se trata de administrar su dinero. Nosotros prometemos ser unos productores que respeten las decisiones creativas de los responsables del filme y, como solo queremos lo mejor, y el mejor Batman no siempre se ha visto en el cine, sino que también ha tenido grandes momentos en televisión, contar en el proyecto con un par de nombres destacados de este último medio como son Paul Dini y Bruce Timm puede ser de todo menos malo. En la serie animada de Batman en la que trabajaron esta pareja en los años noventa se evidencia sus destacados conocimientos del universo del Caballero Oscuro así que esta sería una manera de rescatar parte de la magia que ya utilizaron en su día en la serie de televisión y llevarla a la gran pantalla. Ellos nos asegurarían el tono ligero de la historia pero también una trama llena de matices y referencias a la mitología del personaje.

Hay filmes que pese a sus defectos muchas veces salvan la partida por su reparto bien escogido o simplemente carismático; un valor añadido para los espectadores que acuden a las salas de cine premiando ese reclamo y aunque luego la producción pueda decepcionarlos. Para nuestra película de Batman hemos tenido que decidir que personajes resultarían imprescindibles en una de sus historias. Está claro que lo primero es encontrar al intérprete de nuestro héroe o, en este caso, intérpretes, porque intentando distanciarnos de lo más obvio y habitual hemos decidido desdoblar considerar a Bruce Wayne y su álter ego Batman entidades distintas y complementarias que serán interpretadas por diferentes actores. Tampoco podemos renunciar a personajes como el Comisario Gordon, el entrañable Alfred, Catwoman y Robin, aunque este último funcionaría como figura introductoria y, posiblemente, con poca repercusión en la trama de la historia. Su papel sería más destacada en la previsible secuela, si nuestro experimento tuviese éxitoe y el público respondiese en taquilla. Finalmente, y cómo bien es sabido, lo importante en una producción de este tipo es tener un buen villano capaz de mantener una buena química con el héroe; para el filme nosotros optamos por un villano principal y otro villano secundario, para así tener más elementos en juego y una historia con más matices.

-Bruce Wayne

Es curioso, si uno piensa en el monólogo final de David Carradine en Kill Bill Vol.2 en el que hablaba de la dualidad Clark Kent/Superman y sobre cómo El Hombre de Acero era la verdadera cara del héroe, siendo la personalidad de Clark Kent un mero disfraz, lo mismo se podría aplicar en cierto modo a Bruce Wayne con respecto a Batman, con dos personalidades difuminándose la una en la otra; y es que ése es un concepto al que los cómics han dado muchas vueltas, el hecho de que Bruce Wayne está tan desequilibrado como cualquier paciente de Arkham, por lo que nuestro Bruce Wayne ideal debería ser alguien que realmente haya entendido el carácter enfermizo del personaje. Por supuesto que Christian Bale tuvo entre sus manos a un gran Bruce Wayne, pero sinceramente nos gustaría algo con más garra que las tribulaciones del Wayne trágico de Nolan, así que no podemos dejar de pensar en que aquel jovenzuelo Michael Keaton de la época de Tim Burton ha madurado de forma extraordinaria, poniéndonos en bandeja el proponer que su desequilibrado personaje de Birdman habite la mansión Wayne de nuevo y retome aquel Batman que, años después de salir cada noche, ha terminado volviéndose loco de remate. A este Bruce Wayne casi ni le haría falta disfrazarse de murciélago para aterrorizar a los criminales.

-Batman

En la otra mitad de la ecuación tenemos a Batman, la entidad justiciera de Gotham que vela por los indefensos de la ciudad y castiga a los delincuentes, corruptos y villanos. Para esta categoría vamos a hacer una pequeña trampa pues nos vamos a decantar para el papel por el actor Armie Hammer. ¿Cuándo ha estado relacionado el intérprete con el Caballero Oscuro? Pues en la fallida Justice League: Mortal de George Miller que en su día tenía un casting de lo más interesante para llevar a este supergrupo a la gran pantalla. El proyecto se acabó cancelando pero nosotros nos quedamos con la curiosidad de lo que podría haber sido; así nada mejor que rescatar algo de aquella producción y ver como lo encajamos en nuestro filme. El propio Armie Hammer comentó en su día que seguramente hubiese sido un Batman «realmente horrible» porque en su opinión «era demasiado joven» y «nadie quiere ver a un Batman de 19 años.» Pero hoy con los 30 años cumplidos, y con el mentón bien desarrollado, estamos en una situación muy distinta y además su trabajo en la última adaptación de El Llanero Solitario de Gore Verbinski, o en Operación U.N.C.L.E. de Guy Ritchie, nos hacen pensar que esta no es una apuesta tan arriesgada y podría funcionar a la perfección.

-Comisario Gordon

Aunque lo cierto es que estamos deseando ver todo lo que pueda aportar alguien de la talla de J.K. Simmons (con esteroides) al papel, no menos lo es que, tal vez, la mejor caracterización ha tenido en el cine el personaje de James Gordon ha sido con Christopher Nolan, aun con sus peros. Las habilidades de hábil comisario eran similares a las de Batman como detective: escasas tirando a nulas. Pero, siendo positivos, este ha sido un Gordon que ha sabido mostrar la lealtad cuando ha sido necesaria y cuestionar a Batman cuando a este se le ha ido la mano. Es una relación de mutuo beneficio, unas veces más tensas que otras, pero Gary Oldman ha sabido dar al personaje lo que necesita y creo que es el Gordon más definido (con permiso del de Batman: The Animated Series, o de lo videojuegos de Rocksteady) y por esa razón su permanencia en esta búsqueda de la película «perfecta» debería ser del agrado de muchos.

-Alfred

Creo que nadie protestará en este punto si afirmamos que Michael Caine es el mejor actor que ha pasado por el papel de Alfred. Y es que como demostró un más bien desganado (aunque con poco espacio para lucirse) Jeremy Irons en Batman v Superman, no basta con los galones para dar tridimensionalidad a un personaje como sí hizo Caine en la trilogía de Christopher Nolan. Eso sí, para esta versión definitiva que queremos lograr necesitaríamos un cambio de rumbo para el personaje, anquilosado en su rol de estirado mayordomo de humor sarcástico, pero incluso para esa pequeña revolución, sir Michael Caine sigue siendo nuestra opción ideal, pero en su versión canalla de Alfie. Y es que, ¿os imagináis un Alfred siendo el auténtico playboy de la mansión Wayne y arrebatándole las conquistas al amo Bruce? No olvidemos que, en su juventud, Caine podía ser un cockney conquistador como en la citada Alfie, un maestro del disfraz como en La Huella o un Asesino Implacable como en la cinta homónima de 1971, las habilidades perfectas para el Alfred definitivo. Todo ello conservando, por supuesto, la socarronería innata de Michael Caine; y es que, al fin y al cabo, la relación entre Bruce Wayne y Alfred siempre ha estado más cercana a las desventuras de George y Mildred Roper que a un huérfano huraño y su resignado mayordomo.

-Catwoman

El personaje creado por Bill Finger (y el apoyo incondicional de Bob Kane) ha sido uno de los que más ha evolucionado a lo largo de las décadas siempre jugando ese interesante y ambiguo rol que la han identificado como villana pero también, en muchas ocasiones, como aliada de Batman. Esa dualidad la ha convertido en un personaje principal en la mitología del Caballero Oscuro, una actriz recurrente en sus historias que ha llegado a protagonizar sus propias series y cabeceras y también alguna olvidable película en la gran pantalla como la Catwoman de Pitof. Está claro que una de las versiones más populares de esta antiheroína fue la interpretada por Michelle Pfeiffer en el Batman Returns de Tim Burton pero no habría que olvidar a Julie Newmar de la serie de televisión de 1966 de Batman, Anne Hathaway en The Dark Knight Rises o la actual Camren Bicondova de la serie Gotham. Todas ellas podrían bien reflejar las diferentes edades del personaje y, a su manera, han sido, o están siendo, aportaciones interesantes al carácter. ¿Cuál nos quedamos nosotros? Pues con ninguna de ellas. Preferimos darle la oportunidad a Eartha Kitt, la actriz que interpretó a esta famosa ladrona en la mencionada serie de televisión de Batman de los sesenta sustituyendo a Julie Newmar y participando en tres único capítulos de la cabecera antes de su cancelación. Pocos para evaluar lo que en sus garras podría haber dado de sí el personaje pero suficientes para ser un antecedente a esas maniobras y cambios de lo que algunos aficionados llaman hoy como «cultura de lo políticamente correcto».

-Robin

Para algunos aficionados Robin sigue siendo una figura incómoda de la mitología de Batman; no por las insinuaciones que a propósito de él y su relación con Bruce Wayne se han hecho durante décadas, sino también porque a pesar de ser un gran complemento en los cómics su traslación a la gran pantalla ha sido hasta la fecha de todo menos acertada y apenas significativa. Ni Joel Schumacher en sus películas, en las que Chris O’Donnell encarnó a Dick Grayson, ni Christopher Nolan en la conclusión de su trilogía dedicada al Caballero Oscuro, dónde Joseph Gordon-Levitt fue el encargado de interpretar a la versión más realista y anodina del personaje, lograron salir airosos de sus aproximaciones al sidekick más famoso de todos los tiempos. En cambio, en el medio televisivo la situación cambia, las reglas no son tan estrictas y Robin ha tenido incluso oportunidad de volar en libre y lejos del oscuro manto de su protector. Para nuestra producción nosotros vamos a tirar la casa por la ventana y fichar al joven Dick Grayson líder de los Jóvenes Titanes del que podemos disfrutar en la serie animada de Teen Titans Go! y al que pone voz Scott Menville. Sí, esto puede ser un troleo en toda regla, pero puestos a innovar hay que tomar riesgos.

-Villano Principal

Si hay un villano legendario en todo el cosmos superheroico este es el Joker. Por derecho propio se ha convertido en la principal némesis del personaje, el extremo contrario, pero rozándose en algunos aspectos que al bueno de Batsy no le gusta reconocer. ¿Es el Joker producto de Batman? ¿Batman hubiera logrado acabar con toda esta masacre simplemente con no haber surgido? Lo que está claro es que uno no tiene sentido sin el otro, ni el otro sin el uno. Como una historia de amor deliciosamente idílica, pero perversa, Batman y el Joker son dos bailarines que danzan sobre los edificios de la decadente Gotham, son dos jugadores de una partida de ajedrez eterna apostando vidas en sus juegos. Batman no quiere acabar con el Joker, y el Joker solo quiere divertirse un poco con su oponente. Ha habido varios acercamientos audiovisuales al personaje del Joker, desde su versión evidentemente campy de Cesar Romero, pasando por el príncipe payaso al que dio vida un deshinibido Jack Nicholson, el verborreico agente del caos de Heath Ledger, o el pandillero gangsta de Jared Letto. Si tuviésemos que seleccionar alguno para este filme sería el Joker de Jack Nicholson, pero con su edad actual. Sería interesante ver una versión crepuscular del personaje, del mismo modo que Batman tuvo su DKR. ¿Repitiría chistes del pasado? ¿Y si el Joker fuese consciente de que esta será su última oportunidad de repartir alegría y la aprovechase al máximo? ¿Puede llegar a sentir el más mínimo atisbo de remordimiento al hacer un repaso de su pasado y con vistas cercanas a morir? Todo eso sin perder la sonrisa y las ganas de echar unas risotadas entre colegas, por supuesto. Este Joker llevaría a cabo un plan conscientemente naïf y absurdo, pero traerá como siempre, de cabeza, a su murcielaguito preferido hasta alcanzar un final trágico.

-Villano Secundario

Como poseedor de la galería de villanos más interesante del universo del cómic, este apartado entraña cierta dificultad, y más si recordamos al Oswald Cobblepot/Pingüino de Danny DeVito (entendiendo al Max Schreck del gran Christopher Walken como villano principal de Batman Vuelve) o incluso la versión de Robin Lord Taylor en la irregular Gotham. Pero siendo sinceros, si hay un villano que nunca ha tenido la película que se merece ése ha sido Riddler; y es que, en un mismo caso de utilizar a un mismo actor en su madurez, necesitamos que Jim Carrey resurja de sus cenizas para traernos de nuevo el histrionismo de Edward Nigma y sus enrevesados acertijos, a la vez que podría darle al personaje ese poso de tristeza y bipolaridad que dejaba Carrey cuando aprendió a ponerse serio. Para el recuerdo queda aquel póster que os traemos a continuación realizado por un fan con El Acertijo de protagonista para una ficticia tercera parte de la trilogía de Nolan tras El Caballero Oscuro, demostrando que existe un término medio entre el traje verde chillón de Joel Schumacher y la gravedad de Nolan, un punto donde Riddler puede ser el gran villano en la sombra que está esperando Batman en la gran pantalla.

El apartado visual de una película es lo primero que nos entra por la vista; el primer encontronazo directo con el espectador. Hoy los efectos especiales por ordenador son capaces de casi cualquier cosa aunque una película de Batman, con un superhéroe de perfil urbano, con una galería de villanos con una dimensión tan humana, no debería abusar de estos recursos más allá de para recrear la atmósfera principal de la producción y también para ayudar a la caracterización del personaje y el mundo que le rodea. Esa es nuestra prioridad. Por lo tanto, para definir el apartado visual de nuestro filme nos hemos centrado en los elementos más característicos de la mitología de Batman, los que todo el mundo espera reconocer en una película protagonizada por el Caballero Oscuro. Para nosotros estos elementos son, por una parte, el batitraje, el batmóvil y la mansión Wayne/batcueva, lo mínimo para que Batman pueda realizar con un garantías su trabajo; y por otra parte, Gotham, el marco de acción principal de nuestro vigilante que siempre ha sido un personaje más de los cómics del superhéroe.

-Batmóvil

El coche utilitario del Batman es uno de los elementos que más intrínsecamente están relacionados con la iconicidad del personaje. Los ha habido de todos formas, con diseños más variados, desde las versiones imposibles de Tim Burton, que posteriormente lo hizo más excesivo Joel Schumacher, pasando por el tanque de Christopher Nolan, o una versión más estilizada como el que maneja Ben Affleck en Batman v Superman: El amanecer de la justicia, y sin olvidar el mítico batmobil de Batman: The Animated Series. Sin embargo, si hay uno realmente legendario ese es el del Batman de Adam West (inspirado en en un coche conceptual de Lincoln), con esos toques rojizos, esos gadgets tan obsoletos y ese encantador toque vintage. Podría ser épico ver a Batman llegar tarde a una misión porque el motor se le ha gripado, o verle cambiar una rueda a la vieja usanza, además de ver la cara de Alfred cuando el desquiciado maestro Wayne le pida que ponga a punto un coche que lleva medio siglo sin usar. Por no hablar de las frenéticas persecuciones que puede llegar a darse con semejante bólido.

-Batitraje

El característico uniforme de Batman no lo es tanto si pensamos en la multitud de veces que se ha cambiado y reajustado a lo largo de los años en los cómics. En la televisión la serie de Adam West y Burt Ward, con algunas licencias, tomaba como referencia los cómics originales del personaje y mostraba un traje que no se preocupaba por resaltar los atributos físicos del Caballero Oscuro. En la primera producción cinematográfica del personaje dirigida por Tim Burton esto cambio y su traje tomó unos tonos más oscuros resaltando su icónico símbolo en el pecho con fondo amarillo. Los músculos marcados en la misma gomaespuma no eran la mejor solución pero en esa época lograron convencer al público y nos convencieron de que Michael Keaton había nacido para el papel. El modelo se repitió en producción posteriores, siempre con limitaciones que hacían ver a Batman como un personaje que no destacaba precisamente por sus movimientos ágiles y rápidos. Ha sido la reciente Batman v Superman: El amanecer de la justicia la primera en ofrecernos la visión más creíble a la par que contundente del Caballero Oscuro interpretado en este caso por el antaño vilipendiado (y hoy un poco menos) Ben Affleck. El traje inspirado en los videojuegos de la saga Batman: Arkham Asylum, resultaba más ligero y fluido y nos ha permitido ver por primera vez a un Batman temible en el cuerpo al cuerpo: fuerte, rápido y ágil en los enfrentamientos con sus enemigos. Para nosotros no puede haber una elección mejor aunque hay pocos actores que puedan llenar el traje con Ben Affleck. ¿Podrá nuestro Armie Hammer?

-Mansión Wayne/Batcueva

La Mansión Wayne nunca ha sido mejor retratada que en las películas de Tim Burton, un auténtico espacio que hace creíble la posición casi nobiliaria de Bruce Wayne, con una estilo antiguo y anclado en el tiempo lleno de recuerdos y sorpresas en cada una de sus esquinas. La inmensidad de sus estancias las utilizó Tim Burton de forma muy inteligente para acrecentar la personalidad misteriosa y solitaria de su propietario. Era pues en su interior una clara metáfora de lo que representa Bruce Wayne, en contraste con lo que el exterior del edificio, oscuro y sinuoso como un castillo, refleja del mismo Batman. En las profundidades de su localizción tenemos la batcueva, el centro de operaciones del Caballero Oscuro, un lugar de sombras y secretos para el que nos decantamos por la estética que nos enseñó Joel Schumacher en sus películas en los años noventa, una versión que tomaba como referencia la de Tim Burton pero le otorgaba un aura aun más monumental y estlizado, con unas luces apagadas que resaltaban los puentes y paredes de una estancia que no podía ocultar su naturaleza. ¿Quién iba a pensar que encontraríamos algo que rescatar de esta producciones tan denostadas?

-Gotham

En las primeras notas del guion del Batman de Tim Burton, Gotham era descrita por Sam Hamm como “si el infierno hubiera atravesado el pavimento y crecido”; Burton trasladó la frase al encargado de hacerla realidad, así que el diseñador británico Anton Furst puso todo su empeño en el que era su primer trabajo en Hollywood construyendo la Gotham que se ha quedado en el subconsciente colectivo cuando nos referimos a la ciudad del Hombre Murciélago, un trabajo por el cual ganaría el Oscar y que, en cierto modo, le llevaría a un trágico suicidio en 1991, derrotado como tantos otros creadores por la presión a veces inhumana de la máquina hollywoodiense que le había tentado a abandonar su trabajo en Europa tal y como cuentan en este gran artículo del diario The Independent. Ante el descomunal trabajo de Furst no podemos más que rendirnos ante su visión de Gotham que encajaba de manera magistral con la propia visión estética de Tim Burton.

Ya, ya sabemos que muchos idolatráis el monumental trabajo que Hans Zimmer llevó a cabo poniendo música a la trilogía de Nolan, especialmente en El Caballero Oscuro o despidiéndose por todo lo alto con el final de The Dark Knight Rises; pero la mítica composición de Danny Elfman aún sigue siendo imbatible, forjando uno de los mejores títulos de crédito iniciales que podíamos haber soñado para una película de Batman (por no hablar de ese apoteósico final elevándonos entre los edificios de Gotham para terminar con Batman entrecortado en las sombras mirando su señal en el cielo). Aunque siendo valientes, cogeríamos esa épica de Zimmer y Elfman y le añadiríamos el toque pulp que Neal Hefti convirtió en un clásico para la serie de 1966. Al fin y al cabo, Batman no siempre tendrá trágicos enfrentamientos con el Joker: también tendría que vérselas tarde o temprano con, por ejemplo, el Jefe de Excursionistas.

El resultado final una producción con un sello de identidad principal de reconocible factura burtoniana pero igualmente con influencias de algunas de las principales producciones que han acogido al Caballero Ocuro. Tan curiosa como imposible:

50% Tim Burton
20% Christopher Nolan
15% Joel Schumacher
13% Batman (1966)
2% Zack Snyder

Próximamente en los mejores cines. O puede que en ninguno. Ya se verá.