#ZNCine – Crítica de Creed. La Leyenda de Rocky, de Ryan Coogler

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Creed_Poster

Dirección: Ryan Coogler
Guion: Ryan Coogler, Aaron Covington
Dirección de Fotografía: Maryse Alberti
Música Ludwig Göransson
Reparto: Michael B. Jordan, Sylvester Stallone, Tessa Thompson, Phylicia Rashad, Will Blagrove, Juan-Pablo Veza, Andre Ward, Tony Bellew, Philip Greene, Manny Ayala, Cory Kastle, Vincent Cucuzza, Christopher Weite
Duración: 132 min
Productora: Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) / Warner Bros.

 

Me acerco al cine a ver Creed titubeante pero con ganas. Mi cariño por la primera Rocky (John G. Avildsen, 1976) viene de muy lejos en mi memoria y es una película que defiendo a muerte siempre que tengo ocasión, con más razón si cabe tras lo mucho que la denostaron las posteriores mediocres y horteras (pero más populares) secuelas. Antes de absurdas revanchas, de Mr. T. o de que a Paulie le regalasen un robot por su cumpleaños en la película definitiva sobre la propaganda cinematográfica durante la Guerra Fría, antes de todo aquello estuvo Rocky, una película modesta de bajo presupuesto que trataba sobre el fracaso y la superación no de un modo obvio ni por medio de monsergas, sino canalizada a través del personaje de Rocky Balboa, un boxeador que se parte la cara en combates realizados en tugurios por unos dólares mientras trabaja rompiendo pulgares como extorsionador para un mafioso local. Rocky, un Sylvester Stallone que nunca estaría igual de bien en pantalla, era un perdedor; no era muy inteligente, pero eso sí lo sabía y lo aceptaba. Cuando le ofrecen por casualidad enfrentarse al campeón, al gran Apollo Creed (Carl Weathers, el único hombre que puede chocar manos con Arnold Schwarzenegger), Rocky sólo quiere mantenerse en pie. Sabe que lo suyo sólo ha sido suerte, así que al menos quiere mantenerse como lo que siempre ha intentado ser: alguien pobre, estúpido y fracasado pero con dignidad. Al final no hay sorpresas, Apollo gana el combate pero Rocky ha aguantado de pie los doce sangrientos asaltos. Adoro Rocky. Toda la película se mueve entre la tristeza y la esperanza y tengo a algunas de sus escenas en los altares, como aquella en la que Mickey (un enorme Burgess Meredith) va a pedirle a Rocky a su cochambroso apartamento ser de nuevo su entrenador, y que tantos años después de verla por primera vez hace que se me salten las lágrimas. Años más tarde y con la saga por los suelos tras exprimirla al máximo, Stallone decidió dar carpetazo a la saga en 2006 con Rocky Balboa, en la que reivindicaba el legado de aquella primera película y que daba a los fans sus dosis de nostalgia y, sobre todo, una despedida digna con aquellos inolvidables créditos finales donde todos subíamos de nuevo las escaleras del Museo de Arte de Filadelfia al ritmo del Gonna Fly Now de Bill Conti para rendir homenaje al Potro Italiano. Con todo ello, me acerco a Creed con la religiosidad con la que Rocky se acercaba al ring de madrugada del día del combate en 1976 en una de tantas escenas que la hacían especial. Así que pongámonos los guantes y veamos cuántos asaltos aguanta esta Creed que tantos comentarios positivos ha despertado.

PRIMER ASALTO

No empieza bien el combate. Creed se mueve como un boxeador de tercera y sinceramente uno ve venir a la legua todos sus golpes. De todos modos dejo que se mueva un rato a ver qué tal su juego de piernas. Nada. Trastabilla y casi tropieza consigo misma al tratar de que empaticemos con Adonis Johnson, hijo ilegítimo de Apollo Creed que es adoptado tras la muerte de su madre por la esposa del fallecido boxeador, que recordemos murió a manos de Ivan Drago (Dolph Lundgren). Adonis vive en una mansión y tiene un buen trabajo, pero lo que quiere de verdad (no sabemos muy bien por qué) es boxear. Serán los genes. Así que en este primer asalto ya nos queda claro que Creed ha planteado muy mal su combate desde el principio, a pesar de los esfuerzos de un siempre competente Michael B. Jordan. Y es curioso, pero en un divertido ejercicio de tirar piedras contra su propio tejado, somos testigos de cómo Wood Harris (cómo olvidar a su Avon Barksdale en The Wire) le dice a la cara a Adonis que los boxeadores con los que tantas ganas tiene de combatir pelean para sobrevivir, no por capricho, hobby o mucho menos por legado. A Creed le salva la campana que es la aparición de Sylvester Stallone de caer noqueado ya en este primer asalto.

Creed

QUINTO ASALTO

Hay que reconocer que Stallone mueve la película, que con él en pantalla logra conectar un par de jabs que a punto están de desequilibrarme. Ver al bueno de Stallone arrastrar el acento de Balboa de nuevo y oír hablar de ese tercer combate a puerta cerrada con Apollo le hace pensar a uno que quizás Creed sea mejor película de lo que parece pero pronto nos damos cuenta de que incluso el personaje de Rocky ya dio todo lo que podía dar en Rocky Balboa. La excusa de entrenar a Adonis por ser hijo de su amigo, aquel con el que se daba entusiastas abrazos en el mar, se presenta como una decisión extraña por parte de un personaje que ya había alcanzado su redención en su anterior película. De este modo avanza Creed, a golpe de decisiones absurdas e intentando copiar al dedillo el recorrido de la primera Rocky. Es aquí donde se revela qué clase de película es Creed, y desgraciadamente descubro que está más cerca de Jurassic World o Terminator Génesis de lo que hubiera pensado. Creed, a pesar de que repite constantemente que quiere construir su propio legado, se alimenta de Rocky tanto y tan descaradamente que acaba fagocitada por el recuerdo de aquella, llegando a cabrearme con escenas tan vergonzosas como la carrera de Adonis con las motos.

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OCTAVO ASALTO

Aquí es donde Creed cree que has bajado la guardia y se prepara para lanzar un gancho que pretende derribarte. Su golpe sorpresa es un chantaje emocional tan burdo que te recuerda que el director Ryan Coogler (elegido recientemente por Marvel Studios para llevar a la pantalla la adaptación de Pantera Negra) viene de la ovacionada pero lacrimógena y manipuladora Fruitvale Station (2013), donde el también guionista de Creed ya demostraba que lo suyo no son los matices a la hora de intentar emocionar al espectador. A estas alturas uno ya cree que está ante un telefilm al uso, pero más enervante si cabe debido a la retahíla de frases motivadoras de un Rocky Balboa reconvertido en Paulo Coelho o a la inclusión de una relación sentimental completamente prescindible y desesperadamente aburrida: de hecho, viendo la primera cita de Adonis con Bianca (Tessa Thompson), un auténtico despropósito de torpes planos y contraplanos, me vino a la mente la primera cita de Rocky y Adrian en la pista de hielo, donde Rocky le contaba a una tímida hasta el extremo Talia Shire mientras corría a su lado las cicatrices de su carrera como boxeador.

DUODÉCIMO ASALTO

Estoy harto de Creed. Ha aguantado tanto en pie porque no me gusta dejar películas sin terminar y porque creo que un buen final puede redimir en parte una película mediocre, pero esto no tiene sentido. Creed trabaja con fuegos de artificio, desde su banda sonora que busca motivarte a golpe de graves hasta personajes que verbalizan en todo momento cómo tienes que sentirte como espectador. Creed no sugiere, sólo te lanza sus consignas y espera que las sigas. Para terminar, empaña una de sus logros, el rodaje en plano secuencia del primer combate de Adonis en Estados Unidos (realmente conseguido), con un combate final contra un rival insoportable y que no tiene absolutamente nada que ver con un combate real de boxeo de tan ridículamente mal coreografiado que está con intercambios de golpes realmente absurdos.

Tras el combate vuelvo a casa. En el camino no hay pandilleros cantando en las esquinas Take you back al calor de una hoguera encendida en un cubo de basura. Normalmente me gusta escribir las críticas escuchando la banda sonora de la película de fondo pero en esta ocasión prefiero ponerme una vez más la desfasada música de Bill Conti y desear que tras aquel emotivo K.O. cinematográfico de Rocky Balboa no hubieran hecho que el Potro Italiano se levantase de nuevo. A veces, si no vas a mantenerte en pie con dignidad es mejor seguir en la lona y esperar el toque de campana.

 
Dirección - 4
Guion - 4
Reparto - 7.5
Aspecto Visual - 6
Banda Sonora - 4.5

5.2

Creed es una torpe y prescindible vuelta de tuerca a la saga de Rocky que sólo se salva por la actuación de un gran Sylvester Stallone en su (esperemos) despedida definitiva del personaje.

Vosotros puntuáis: 9.34 ( 33 votos)
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Damián González
Damián González
Lector
31 enero, 2016 16:58

Si lo hubiera dirigido y guionizado por Stallone otro gayo cantaría.

frankbanner49
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Lector
31 enero, 2016 20:36

te lo he dicho más de una vez,secades,y te lo vuelvo a repetir:me flipa mucho que personalices de esa manera tus criticas.lo prefiero un millón de veces a un rollo cultureta que no lleva a ninguna parte,y que solo busca dejar bien al que redacta dicho articulo.

de hecho,he picado con la critica antes,incluso,de haber visto lapelicula.cuando la vea ya veremos si coincidimos o no.lo cual tampoco tiene importancia,la disparidad de opiniones siempre mola,porque da lugar a buenos debates.

honestidad bien entendida.bravo.

y a damian gonzalez:¿en que sentido iba tu comentario?.¿bueno o malo?.

la última pelicula de rocky,filmada y escrita por stallone ,tuvo unas criticas bastante buenas,¿no?.

Igverni
Lector
31 enero, 2016 21:48

Pues a mi me gustó. Bastante, a pesar de ser ooooooootro remake encubierto.

Y van…