LA MASACRE DE WHITE PINES
«¿Lo escuchan? Es el silencio» Albert Rivera
Caminando por el bosque (laralala), en el suelo vi que había (uh a uh) una pierna ensangrentada (laralala) de setenta años hacía (uh a uh). La insoportable levedad del psycho killer: caminante no hay camino, se hace camino al matar.
A pesar de que el subgénero slasher parezca no tener demasiado margen de maniobra, Chris Nash ha llamado la atención de propios y extraños insuflando un poco de aire fresco. A diferencia de La noche de Halloween o Viernes 13, Nash nos hace seguir los pasos (literalmente) del asesino en buena parte del metraje. Carente de banda sonora, el sonido ambiente de la película (insectos, viento, agua…) goza de un gran protagonismo. Con alguna que otra licencia, el realizador norteamericano da la vuelta a la tortilla en De naturaleza violenta para que la visión coincida con la del carnicero. Gracias a este cambio de perspectiva, las diferentes conversaciones (prescindibles todas ellas) serán como piezas sueltas de un puzle que terminan en los oídos de John.
Y es que el bueno de Johnny, antes de convertirse en torturador profesional, era un niño con discapacidad intelectual acosado por trabajadores del bosque al servicio de su padre, jefe de la explotación maderera. Como no podía ser de otra forma, Johnny muere como consecuencia de este hostigamiento y, tras su muerte, tendrá lugar la masacre de White Pines. O eso cuenta la leyenda. Como sabéis, quienes se dedican al arte de la matanza tienden a ser muy escrupulosos con su trabajo y no dejan cabos suelto.
Si Spiderman tiene sentido arácnido, Johnny tiene un sentido de la orientación que ríete tú del GPS más avanzado. Al igual que en It Follows, Johnny persigue sin pausa pero sin prisa a todos aquellos seres vivos, con predilección humana, que se encuentren en cierto bosque boreal de Ontario. Lo que más se valora es la tranquilidad.
Nash opta por un formato 4:3 que no es óbice para que destaque la bellísima fotografía que muestra el entorno natural en todo su esplendor. Ya sea durante el amanecer, a mediodía, en la puesta de sol o en la oscuridad de la noche, acompañamos al matarife como si de un videojuego en tercera persona se tratara. La experiencia, aunque inmersiva, se cocina a tan baja temperatura que su visionado no será plato de buen gusto para buena parte de la audiencia. De naturaleza violenta requiere paciencia por parte del espectador resultando la experiencia más contemplativa que terrorífica.
La creatividad siempre ha sido virtud en todo buen asesino en serie que se precie. Johnny da muestra de toda su brutalidad cuando acaba con la vida de su presa. Ni piedad, ni clemencia, el protagonista de la cinta dirigida por Chris Nash avanza de manera constante en lo profundo del bosque. Mátame despacio que tengo prisa. Ningún obstáculo puede frenar al bueno de John. Ni el agua del lago ni las mismísimas balas pueden con él. Este sucesor de Jason o Michael Myers posee una paciencia infinita y una determinación fuera de toda duda.
La belleza del ecosistema contrasta con la casquería que ensucia árboles, hierba y barro. En ocasiones tenemos muertes fuera de plano mientras que otras veces se recrean en el exterminio. Los amantes del gore disfrutarán con alguna que otra muerte digna de ser recordada. Destino final. Como no podía ser de otra forma, De naturaleza violenta no escapa de los tópicos del slasher. Las principales víctimas de John son un grupo de jóvenes que caen fatal desde el primer momento. Es más sencillo empatizar con el causante de las matanzas que con quienes acabarán descuartizados. Se siente cierta incomodidad al descubrir que, como espectador, estás deseando que sufran. Seamos honestos, por muy impertinentes que sean, no parece que merezcan ser asesinados de forma tan grotesca. ¿Se puede sacar una cabeza por la columna vertebral?
De naturaleza violenta genera tensión in crescendo, dejando lo mejor para el último acto con la única superviviente en permanente estado de alerta. A diferencia de buena parte de las películas de terror que se producen hoy en día, De naturaleza violenta carece de sustos repentinos. Al igual que un buen whiskey de alta graduación, el trabajo de Chris Nash es un filme seco, fuerte y que golpea directo en la boca del estómago.
Como si de la mismísima momia se tratara, la maldición de Johnny se activa al llevarse una de sus futuras víctimas el medallón que le regaló su madre. Un medallón que vincula el alma de Johnny con el descanso eterno. Precisamente, en el acto final tiene lugar cierta conversación que, de manera simbólica, resulta bastante reveladora. De naturaleza violenta se presenta como un ejercicio de estilo poderoso. Pese a su tempo lento, Chris Nash ha conseguido un slasher con solera que podemos denominar, desde ya, como de culto. Apoyado en la estupenda fotografía de Pierce Derks, Nash muestra sus credenciales al mundo. Gracias a su buen hacer, su futuro se dibuja exitoso mientras que De naturaleza violenta puede ser la primera piedra de una franquicia de largo recorrido.
Ry Barrett encarna a Johnny, un asesino sobrenatural cuya poderosa figura culmina en un rostro que parece sacado de The Walking Dead. Cuestión, esta, que se soluciona con una buena máscara de bombero. El resto del reparto compuesto por Andrea Pavlovic, Cameron Love, Reece Presley, Liam Leone, Charlotte Creaghan, Lea Rose Sebastianis y compañía no deja de ser carnaza que se comporta como tal. A diferencia de su director/guionista, no auguramos triunfos cinematográficos próximos en la carrera de ninguno de ellos. Lo que queda claro es que este 2024 se está consolidando como una de las mejores cosechas en cuanto al género de terror se refiere. Lo mejor está por venir aunque cada paso, como el de Johnny, sea lento pero constante.
LO MEJOR
+ Lo original de su propuesta con ese particular punto de vista.
+ El talento de Chris Nash detrás de las cámaras.
+ La tensión generada únicamente con el sonido ambiente.
LO PEOR
– A pesar de sus virtudes, la cinta acumula un buen número de clichés.
– Los diálogos e interpretaciones de las víctimas dejan mucho que desear.
– En ocasiones se rompe «la regla» de seguir los pasos de Johnny.
Dirección - 8.5
Guión - 5
Reparto - 5
Apartado visual - 8.5
Arte de matar - 10
7.4
AIEEEEE!
Chris Nash se presenta en sociedad con De naturaleza violenta, slasher de culto que juega con un particular cambio de vista. Sin banda sonora y con pocos diálogos, De naturaleza violenta destaca por su tempo lento y su extrema brutalidad.
