Para poner en contexto la génesis de un proyecto como The Suicide Squad debemos remitirnos a dos hechos localizados en el pasado reciente de Hollywood. Por un lado el estreno de Escuadrón Suicida (2016), la primera película protagonizada por los personajes de DC Cómics con guion y dirección de David Ayer que no gustó a casi nadie (sólo a algún que otro descerebrado), y que ante la insatisfacción generalizada fue prácticamente obviada cuando Warner Bros y DC Entertainment decidieron poner en marcha una secuela gracias a la notable recaudación del film rodado por el director de Vidas al Límite (Harsh Times, 2005) o Bright (2017). Por otro tenemos el despido temporal de James Gunn de Disney y Marvel Studios en 2018 al ser recuperados unos polémicos tweets de su pasado que fueron usados por la productora como excusa para prescindir de sus servicios; acción que la «Distinguida Competencia» aprovechó para acoger con los brazos abiertos al director de Guardianes de la Galaxia Vol 1 y 2, precisamente para que se encargara de las nuevas correrías audiovisuales del grupo de supervillanos creado por Robert Kanigher y Ross Andru en 1959 y reinventados por John Ostrander y Luke McDonnell en 1987. La compañía de Mickey Mouse recapacitó y decidió volver a trabajar con el cineasta para la futura entrega de Guardians of the Galaxy, pero para entonces Gunn ya estaba inmerso en la producción de esta The Suicide Squad que llegaba ayer a cines españoles.
Una vez James Gunn se hizo cargo del proyecto quedó patente ya desde la pre producción la intencionalidad por parte de Warner Bros y DC Entertainment de dar la mayor libertad creativa posible al director. Algo que pudo notarse cuando sumó al proyecto a algunos de sus actores recurrentes como Michael Rooker, Nathan Fillion, Sean Gunn o Sylvester Stallone (aunque este sólo poniendo voz a King Shark) que compartirían plano con Margot Robbie, Joel Kinnaman, Jai Courtney y Viola Davis, únicos intérpretes que repiten con respecto al film previo, y una remesa de nuevos fichajes entre los que encontramos a Idris Elba, John Cena, David Dastmalchian, Peter Capaldi, Joaquín Cosío, Mayling Ng, Flula Borg, Peter Capaldi, Alice Braga e incluso nuestro Juan Diego Botto, que si bien ha hecho sus pinitos en producciones internacionales, hasta el momento era totalmente ajeno este tipo de superproducciones hollywoodienses. También en la incorporación de un buen puñado de personajes de las viñetas que no habían debutado en el DC Extended Universe se vislumbraba la notable manga ancha de los productores con respecto a que Gunn hiciera o deshiciera a su antojo.
Vaya por delante algo tan obvio como que The Suicide Squad es todo lo que debería haber sido su predecesora. La amalgama de tonos ajenos a su idiosincrasia como director y el recurso estilístico de tonos chillones y luces de neón sumados a un guion de considerable endeblez hundían cualquier posibilidad de que David Ayer hiciera de la primera película de los personajes de DC Comics un proyecto memorable, a pesar de algunos aciertos como el rol de Harley Quinn a manos de una adecuadísima Margot Robbie. En cambio James Gunn pone su mirada principalmente en el cómic y los personajes de John Ostrander y Luke McDonnell para hacerse con ellos y llevarlos a su propio terreno, el del gore, el salvajismo, el humor negro y la parodia. Porque es ineludible que la sombra de su versión de Guardianes de la Galaxia está presente a lo largo del metraje, pero con su último proyecto lo que consigue el realizador estadounidense es volver a sus raíces con proyectos más independientes y personales como la ya citada Slither (2006) o Super (2010).
Porque sí, The Suicide Squad es posiblemente la película superheróica más cafre y bestia salida de una de las majors hollywoodienses. A diferencia de la muy olvidable Aves de Presa (y la Fantabulosa Empancipación de Harley Quinn) el presente largometraje sí hace un buen uso de esa calificación moral R con la presencia recurrente de violencia explícita siempre exagerada y estructurada mediante gags humorísticos de contrastado gamberrismo, muy del gusto de su máximo responsable. Desde el memorable arranque James Gunn lo tiene claro, su intención es volar por los aires lugares comunes dentro del subgénero e incluso hacer mofa, no sólo con la película anterior de Escuadrón Suicida, sino con las de DC Entertainment, Marvel Studios y prácticamente todo el celuloide inspirado en cómics. Lo lleva a cabo sin hacer prisioneros a base de mala baba, sorna y una galería de personajes tan carismáticos como entrañables con los que es fácil, y poco conveniente, encariñarse.
The Suicide Squad es como si la Troma Entertainment de Lloyd Kaufman en la que se curtió James Gunn rodara un remake multimillonario de Doce del Patíbulo (Dirty Dozen, Robert Aldrich, 1967) con antihéroes pasados de rosca y kaijus genocidas. James Gunn lo consigue parasitando la reformulación que John Ostrander hizo de la cabecera a finales de los 80 siendo brutalmente fiel a ella y sus conceptos estilísticos y narrativos, pero pasándola por su propio filtro en el que sobre todo impera el humor iconoclasta y la comicidad alocada. El proyecto también consigue salir airoso del envite por medio de un grupo de personajes que sin ser un ejemplo de tridimensionalidad psicológica tienen la suficiente profundidad en el papel para que los actores los acometan con convicción y esto sea transmitido adecuadamente al espectador. Pero no hablamos de un humor a lo «Marvel Studios Style», ni siquiera a lo Deadpool (aunque la influencia de las dos películas de Wade Wilson se dejan notar) sino burradas impropias en superproducciones de esta índole.
En el proceso Gunn mezcla géneros y nos lleva desde el thriller militar al político pasando por la comedia romántica o las monster movies sin parar de esputar veneno hacia un espectador que en pocas ocasiones bajará la guardia ante la sesión continua de chaladuras capturadas por su cámara. Sus mayores aliados son un reparto de actores entregados a la causa en el que hasta el menos importante de ellos o el de menos minutos en pantalla presume de su momento de gloria o línea de diálogo memorable. Destacables son las nuevas incorporaciones de Idris Elba como Bloodsport, John Cena dando vida a Peacemaker, Daniela Melchior poniendo físico a Ratcatcher 2, David Dastmalchian en la piel moteada de Polka-Dot Man, Peter Capaldi interpretando a The Thinker o Sylvester Stallone dando voz a King Shark, ese típico personaje demente y tierno que tan bien se le da a James Gunn. Pero si hay un rol y actriz que salen beneficiados de The Suicide Squad son Harley Quinn y Margot Robbie. No sólo porque es más Harley que nunca, sino porque Gunn le permite evolucionar emocionalmente, devorar el encuadre en casi todo momento o protagonizar pasajes divertidísimos, como los que comparte con un excelente Juan Diego Botto.
No todo son buenas palabras con respecto a The Suicide Squad, ya que esa barra libre que Warner Bros y DC Entertainment han proporcionado a James Gunn le incita a entregarse a la desmesura y el guion, que es de lo más procedimental y poco original, acusa algunos altibajos que menoscaban el adecuado proceder de sus 132 minutos de metraje. Por suerte nada más podemos echar en cara a la que es una de las películas más disfrutables y fruiciosas del 2021 o la enésima demostración de que si al contratar a un realizador los productores le permiten dar una visión fiel a lo previamente planteado el resultado a nivel artístico casi siempre será satisfactorio. Por el camino nos quedamos con momentos memorables como el expeditivo prólogo, el asalto al campamento, Harley en el palacio del general Luna, la química entre Idris Elba y Daniela Melchior, las coñas con la madre de Polka-Dot Man, cualquier intervención de King Shark, la simple existencia de Peacemaker, el giro ideológico que da el proyecto cuando todo se revela y el clímax final con Starro haciendo de las suyas en los suburbios de Corto Maltés. Diversión frenética y cine escapista de primer orden, que no es poco.
Dirección - 8.5
Guión - 7.5
Reparto - 8.5
Apartado visual - 8.5
Banda sonora - 8
8.2
Como si de una espora de Starro se tratara James Gunn parasita el cómic de John Ostrander con un festival de acción, humor negro, gore e inesperada crítica política que convierten su incursión en el DCEU en todo un triunfo.
Recién volvemos de verla, superdivertida, como si El Escuadrón Suicida lo hubiera escrito Giffen & DeMatteis en vez de Ostrander (atentos al cameo!). Queda clarísimo desde el primer momento que no hay que ponerse a pensar demasiado ni en el guión, ni en la profundidad de los personajes ni en el sentido de nada. A mi me encanta que no hayan gastado un segundo de más en presentar a los personajes, se presentan solos si hace falta. A diferencia de GotG 2, los chistes están bien distribuidos, la acción macarra es genial, y es superarchimegacomiquera, pero en la forma como Morrison cuando agarra la Silver Age: potenciando lo ridículo y chillón del género, sin pruritos, y adicionándole lo ridículo y chillón del cine de acción ultrayanki y macho de los´80 (sino para que querés a Stallone diciendo monosílabos?). Atentos a ciertos detalles (apuesto mi vida a que hay mucho argentino entre los utileros y asistentes…), y como dijo Gunn, que el cine de superheroes siga cambiando así, compitiendo por empujar los límites sin dejar de entretener, como era antes en las páginas.
Me lo he pasado pipa, una estupenda memez.
A Gunn se le ve comodísimo jugando con los trastos más locos de DC, sea para rescatarlos del olvido (ideaza delirante Polka Dot Man), encontrarles el mejor tono (Harley Quinn mejora como personaje y le sienta incluso bien no ser la prota máxima) o sacando petróleo de personajes planos a priori (Ratcatcher 2 una agradable sorpresa y King Shark enorme en todos los sentidos).
Y optar por Starro el Conquistador como villanaco ya es de nota vamos.
A la segunda burrada o guiño camp se me ha apagado el botón de espíritu crítico aguafiestas, así debería pasar con todas las pelis del género veraniegas.
Repetiré visionado, que alguna referencia suelta se me habrá escapado.
Me ha embriagado la misma sensación que con ‘Guardianes’: esto sí que es un blockbuster como los de antes. Divertido, emocionante, carismático. Así da gusto que se hagan superproducciones.
La mejor peli de DC de largo y una de las mejores adaptaciones de cómic de los últimos años.
Este muerto está muy vivo! Cañonazo que se marca el Sr. Gunn. Peliculón y para casa.
El trailer no me llamó absolutamente la atención y durante mucho tiempo me dije a mi mismo que no la vería ya que ni me gustan las películas de Guardianes de Galaxia (¿alguien recuerda la segunda parte?) y por supuesto no me gustó nada la primera Escuadrón Suicida.
Pero al ver tantas críticas positivas me aventuré este Viernes a verla y la verdad es que fue una sorpresa muy grata.
En mi opinión ya es la mejor de DC con diferencia. Bueno, en mi opinión es la única buena ya que para mi todas son simplemente malas, incluso esa copia de «El Capitán América: El Primer Vengador» llamado «Wonder Woman». De la secuela con violación incluida mejor ni hablamos.
No voy a comentar nada de la película ya que básicamente estoy de acuerdo con todo lo que se dice en la crítica. Lo que si que me gustaría recalcar es que estoy seguro que estos días en las oficinas de Marvel se estarán dando de cabezazos contra la pared por la decisión absurda hace unos años de despedir a James Gunn por una tontería. Han perdido quizás a su mejor director y lo peor de todo es que se ha ido a la competencia donde le han dado manga ancha absoluta para hacer lo que él quiera con el tono que le de la gana. Algo que en Marvel no vamos a ver ni aunque la última película de Tarantino sea una de los X-Men.
Algo que demuestra el toque personal de James Gunn es también una de mis escenas favoritas fue la del casco que reflejaba una pelea entre dos personajes. No sé si lo sabéis pero esta escena no es otra cosa que un homenaje a una famosa escena de la película Extraños en un Tren de Alfred Hitchcock. Un caramelito para los espectadores más cinéfilos. No esperéis ver homenajes tan sesudos o currados en Marvel.
Y una observación final. El éxito (al menos en lo cinematográfico) de esta película creo que tiene un claro daño colateral y esta ha sido claramente Viuda Negra. Dos películas de super-heroes muy cercanas en estrenos pero muy distintas entre si. Esta es 100% cine de autor (comercial, muy comercial, pero en la que el director hace lo que le salga de las narices) frente a una película dirigida por encargo sin mayores ambiciones que la de seguir con exactamente la misma fórmula que se ha seguido en más de 20 películas y con un tramo final que ya hemos visto en al menos dos películas de la misma casa con alguna que otra variante. ¿Cuanto puede aguantar Marvel contándonos lo mismo una y otra vez? Quién sabe.
Por cierto. John Cena en gayumbos. Lo puñetero mejor. En serio. Buen actor como que no, pero si no se toma en serio a si mismo sus papeles mejoran una barbaridad.
Una pelicula bastante entretenida, una pena que parece que va a pagar los platos rotos por otras.
Me ha gustado bastante la película, pero tiene ciertos problemas que van a castigarla en taquilla y algunas cosas que a mi no me han gustado.
El problema para la taquilla principalmente es el gore y no es solo que lo muestren si no que se regodean con ello, ya que ni un comic de Gath Ennis. Esto puede tirar a la gente para atrás por ser demasiado explicito. La película tiene ciertos cambios de ritmo que no ayudan a darle una uniformidad. Me refiero a a las «Gunnadas» con las partes de Harley Quinn que se hacen insufribles o alguna tonteria con el Tiburón o Polka Dot, y las partes mas serias donde recuerdan a los 12 del Patíbulo que a mi me gustan mas. Las partes mas dramáticas de la película que no voy a destripar y que parecen sacadas de un comic de Ostrander. Se nota que el papel de Bloodsport era el de Deadshot reciclado ya que Will Smith no pudo participar y que adaptaron al papel de Elba.
O sea casi tienes dos tonos muy distintos en la misma película y se nota. Otra cosa que veo yo que apunta que el DC cinematográfico no va a despegar en la vida al contrario que Marvel es que en esta ultima han empezado a construir la casa por el techo y te importa un comino que villanos mueren o no porque casi todos los presentan en la cinta. En cambio aunque Marvel sea mas conservadora crea mas expectación al ir sacándote los villanos y otros personajes en cintas anteriores dándoles bagaje. Por eso si en un futuro sacan a unos Vengadores Oscuros o Thunderbolts que se ve que ya han reclutado al USAgente o Yelena Belova y otros futuros personajes van a dar mas expectación a los fans. Lo único bueno que tuviera este fracaso si se confirma como tal, es que hagan un reboot bien hecho y con calma. Empezando por la Liga y los héroes principales y poco a poco ir introduciendo villanos y mas héroes. También pese a quien pese es dar al UDC una narrativa mas uniforme a menos que sean personajes que apenas crucen caminos…
La vi el viernes pasado y me encantó, la vería de nuevo. Me parece muchísimo mejor que la anterior (que no me gustó nada) y directamente a años luz de Aves de Presa, que daba para abandonarla a la mitad. La carnicería de villanos le da imprevisibilidad y cierto ‘realismo’ a las misiones (aunque puedas intuir quienes seguro van a sobrevivir), el humor negro le sienta muy bien al tono general. En lo personal me sobran la ratita tierna (remedo de baby Groot) y algunos momentos edulcorados (Bloodsport con Ratcatcher, el colegueo en el bar, etc), al igual que la parte seudo romántica de Harley, creo que frenan el ritmo y desentonan bastante. Estos deberían ser psicópatas bien hijos de puta, no son buena gente, no son tiernos, pero bueno, es un tema de gustos y a fin de cuentas repito, el balance es positivo. Mi nota es un 8, probablemente la peli que más me gustó del UDC junto con Aquaman (8) y Joker (10), si le quitaran 20 minutos de metraje sacando los momentos emotivos, le pongo un 9. Como para comparar, la peli anterior es un 5 y Aves de Presa un 2 o 3. Con respecto a la trillada comparación con el UCM, a mi parecer Marvel tiene una ventaja que es a la vez desventaja: el ensamble de todas sus películas como un Universo único y coherente es espectacular, pero todas las películas están teniendo el mismo tono y un poco me está aburriendo. Espero con expectativas Thor: Love and Thunder y Spiderman por lo del multiverso, pero las series ni las miré y no sé si lo haré. Lo que te garantiza siempre es un piso de calidad y coherencia, que el UDC no; aunque tiene mayor variedad de tonos, lo lastran muchos aplazos que no pasan de 4 puntos (Liga de la Justicia de Whedon, Shazam, Aves de Presa, WW2).
Totalmente recomendable!! Una verdadera lástima que al venir precedida de engendros infumables como la primera parte, birds of prey o básicamente, cualquier otra película del dceu (aunque el mcu tampoco está como para presumir de nada con la ponzoña de black widow), se la haya pegado. Gunn y Waititi son los únicos directores q pueden hacerme ver una peli de superhéroes actualmente (a ver q hace raimi con Dr strange)… Pero, francamente, estoy más q preparado para verlos haciendo cosas q no tengan q ver con peña en skijamas…
Recién vengo de verla y me ha gustado mucho, pero mucho. Divertida, entretenida, buenos personajes, acción bien rodada… con ganas de ver la serie spin-off de “The Peacemaker”. La mejor película de superhéroes en años.
La vi ayer. Es tan disparatada, excesiva, bizarra y marciana que termina funcionando. Sólo así podía encajar un personaje como Starro en pantalla. Muy divertida y entretenida.
Eso sí, ni de lejos comparto el entusiasmo que veo que ha despertado por aquí. Es divertida, pero ni mucho menos un peliculón.
Pues yo ya la he visto y voy a volver a verla!