En plena inestabilidad dentro del Universo Cinematográfico Marvel los Guardianes de la galaxia ideados por James Gunn vuelven una última vez bajo la tutela del ahora nuevo responsable de la producción audiovisual de la «Distinguida Competencia» con la intención de reflotar la ya no tan todopoderosa Marvel Studios que en los últimos meses ha encadenado varias producciones cinematográficas y televisivas incapaces de ofrecer los resultados esperados. En lo referido a la pantalla grande y habiendo superado la crisis surgida a partir de la pandemia mundial, Thor: Love and Thunder y Ant-Man y la Avispa: Quantumania no rendían adecuadamente de cara al espectador generalista cuando sus correspondientes predecesoras sí lo habían hecho, de manera que Kevin Feige y sus colaboradores necesitaban urgentemente un balón de óxigeno que ayudara a encarrilar lo que no hace mucho tiempo era una maquinaria perfectamente engrasada que amasaba millones de dólares y no pocos elogios por parte de una prensa especializada que ha empezado a darle la espalda. En Zona Negativa ya hemos podido ver la despedida del director de Slither de los personajes a los que dio fama mundial sacándolos del anonimato como outsiders solo conocidos por los seguidores de sus aventuras en Marvel Comics y convirtiéndolos en posiblemente los más queridos del UCM. Hasta el momento no podemos saber si va a ser un gran éxito u otro traspié, pero de lo que sí estamos seguros es de que es una gran película dentro del micricosmos ficcional al que se adscribe.
Guardianes de la Galaxia (2014) y los 773 millones de dólares que recaudó habiendo contando con un presupuesto de 232 supusieron el primer éxito de Marvel Studios a la hora de recuperar de las viñetas a personajes desconocidos para el gran público que acabarían ganándose el corazón de los espectadores como después también lo harían Ant-Man o Doctor Strange. Dejar recaer la responsabilidad en un cineasta como James Gunn curtido en la Troma Entertianment y con un concepto del cine de superheróico nada ortodoxo, en las atípodas del facturado por Marvel Studios, como pudimos ver en la brutalmente divertida Super (2010) supuso una jugada muy arriesgada por parte de Kevin Feige, pero el resultado no pudo ser más satisfactorio. Gunn llevó a su propio terreno a Star-Lord y compañía, pero ciñendo su humor irónico y sarcástico a los parámetros del Hollywood comercial y heredando el especial talento de su predecesor en el UCM, Joss Whedon, para perfilar personajes carismáticos cuyas interacciones personales se antojaban entrañables y empáticas.
Aunque su recaudación global fue incluso superior a la de la primera entrega Guardianes de la galaxia Vol.2 (2017) no fue tan bien recibida por crítica y público, ya que se acusó a James Gunn y su equipo de abusar de un humor infantilizado en demasía, convirtiendo a varios de sus personajes en una parodia de lo que fueron en la película anterior, mientras la inclusión de Kurt Russell dando vida a Ego se revelaba como uno de los mayores aciertos de una propuesta que un servidor considera mejor de lo que se dijo en su momento. En 2018 y 2019 los guardianes de la galaxia volvían a lo grande en el díptico dedicado a cerrar los diez primeros años del Universo Cinematográfico Marvel con Vengadores: Infinity War y Vengadores: Endgame, mientras que protagonizaban sus últimas apariciones dentro del UCM en el intrascendente y poco aprovechado Guardianes de la Galaxia: Especial Felices Fiestas (The Guardians of the Galaxy: Holiday Special, 2022) para Disney Plus cuya única relevancia reside en la revelación del parentesco entre Peter Quill y Mantis o en su breve cameo en Thor: Love and Thunder.
De esta manera llegamos a Guardianes de la galaxia Vol.3, cuyo guion estuvo apunto de ser rodado por otro director tras el despido de James Gunn por la polémica con los famosos tuits ofensivos de hace unos años que le llevó a rodar la secuela de Escuadrón suicida y El pacificador para DC Entertainment plantando así la simiente de lo que sería su futuro en Warner Bros como actual cabeza visible junto a Peter Safran. Disney reculó al ser consciente de que nadie podría llevar a la pantalla la última entrega de la trilogía de los Guardianes de la galaxia con mejor resultado que la persona que la diseñó y a los resultados nos remitimos. No sería una necedad pensar como espectador e incluso fan de estas películas que siendo consciente de sus días contados en Marvel Studios, James Gunn podía haber entregado un cierre simplemente cumplidor con la intención de quitarse de en medio un trabajo que ya no va a formar parte de su futuro inmediato vinculado a la otra gran compañía adscrita al cine superheróico. Pero nada más alejado de la realidad, Guardianes de la galaxia Vol.3 nos da todo y más de lo que pudiéramos desear.
El prólogo de Guardianes de la galaxia Vol.3 deja claras varias ideas y decisiones conceptuales en lo concerniente al tipo de proyecto que va a ser con respecto a sus predecesoras. Ese primer flashback sobre el origen de Rocket, subtrama que vertebrará toda la película, deja claro que en esta ocasión el mapache al que pone voz Bradley Cooper será el personaje más importante y que el tono global del largometraje será el más oscuro y dramático, no ya solo de la trilogía de los superhéroes reinventados para las viñetas por Dan Abnett y Andy Lanning, sino posiblemente de todo el Universo Cinematográgico Marvel. Con esto no queremos decir que la comedia propia de la franquicia y el perfil de James Gunn no tenga acto de presencia, que lo tiene y en no pocas cantidades, pero en esta ocasión es menor con respecto a los pasajes más desgarradores desarrollados por el guion del autor de Tromeo y Julieta (1996).
Ese drama que bascula la narración y con el que descubrimos cómo llegó Rocket a ser el personaje que todos conocemos sirve a James Gunn para incluir una pequeña, tierna y también cruel «película carcelaría» dentro de la misma Guardianes de la galaxia Vol.3 y a construir un poderoso e inesperado mensaje en favor de los animales y crítico con el uso de estos para experimentos, configurando algunas secuencias de difícil digestión para depende qué tipo de espectador, bordeando en alguna que otra ocasión una más que probable calificación R por el uso de la violencia explícita y la sangre; y regalándonos a tres entrañables secundarios como Lylla, Floor y Teefs, que parecieran haber sido arrancados, por su estética y algunas características de sus personalidades, del cómic We3 escrito pot Grant Morrison y dibujado por Frank Quitely para el añorado sello Vertigo. Se antoja casi imposible contener las lágrimas con todo lo referido a este flashback que recorre intermitentemente todo el metraje del film.
Porque, y es algo que quedó claro desde la primera entrega de la trilogía, a diferencia de otros directores que los utlizan como punching balls o cobayas a las que torturar on gratuidad James Gunn ama profundamente a estos personajes, como a casi todos los que pueblan su filmografía. Ese cariño y afán por hacerles justicia no solo se percibe en el guion o la dirección de actores, sino en la labor de estos delante de la cámara. Pareciera como si el casting también quisiera poner lo mejor de sí mismo antes de la gran despedida del maestro de ceremonias que los unió, de modo que todos y cada uno de los intérpretes aprovechan al máximo el tiempo que comparten en pantalla y las secuencias sabiamente diseminadas por el metraje en la que sus roles protagonizan el minuto de gloria de rigor, normalmente con secuencias adheridas a una emocionalidad sincera y cercana en la que gente como Chris Pratt, Karen Gillan o Bradley Cooper poniendo sus cuerdas vocales al servicio de Rocket dan lo mejor de sí mismos.
De las filas de The Pacemaker recluta James Gunn a Chukwudi Iwuji para ofrecer una contrapartida en imagen real de The High Evolutinary que afortunadamente está lo suficimiente bien escrita e interpretada para no caer en la balanza de los villanos olvidables e intrascendentes del Universo Cinematográfico Marvel. La trágica historia de Rocket no alcanzaría las cotas de fuerza de las que presume en pantalla si no fuera por su relación primero paternofilial y después de puro odio con el rol del personaje creado por Stan Lee y Jack Kirby en The Mighty Thor #134 allá por 1966. En honor a la verdad no elude cierto deje de villano de opereta pasado de rosca, pero el sadismo que carecteriza su psique y el patetismo detrás de sus aires de grandeza lo cofiguran como una némesis perfecta para nuestro mapache favorito. En el lado opuesto de la balanza tenemos al Adam Warlock de un esforzado Will Poulter que da la talla con su rotundidad física, pero que Gunn ha convertido en un innecesario secundario cómico en una cinta no demandante de más comedia.
James Gunn se despide a lo grande de los Guardianes de la galaxia en particular y Marvel Studios en general. Poniendo todos sus conocimientos audiovisuales en la que es la entrega más rotunda estéticamente de la trilogía, con pasajes de acción sencillamente espectaculares (ojo a ese falso plano secuencia a modo de batalla campal) y un corazón enorme que consolida al equipo de Peter Quill como el más querido del Universo Cinematográfico Marvel y a esta tercera entrega como una de las mejores películas de la compañía que esperemos funcione y ayude a la misma a encontrar el rumbo perdido. Ahora solo nos queda dirigir nuestra mirada hacia DC Studios y esa Superman: Legacy que el mismo Gunn escribirá y dirigirá con la complicada empresa de dar estabilidad al último hijo de Krypton tomando como principal referente esa obra maestra llamada All-Star Superman que esperemos ponga a los iconos de DC Comics en el lugar que merecen dentro del panorama cinematográfico.
Dirección - 9
Guión - 9
Reparto - 9
Apartado visual - 9
Banda sonora - 9
9
Profesando amor incondicional por sus personajes James Gunn se despide de Marvel Studios con una de las mejores películas de la compañía, una descomunal space opera tragicómica en la que Rocket se erige como el corazón del grupo.
Me daba bastante pereza esta peli: auguraba una tercera parte de más de lo mismo (gracietas y música de los 80). Además últimamente empiezo a estar un poco empachado de pelis de superhéroes. (Jo, debo estar haciéndome viejo).
Pero en vista de la reseña creo que tengo que replanteármelo. Le daré una oportunidad a este Vol. 3 de los Guardianes.
Iba un poco reticente con esta película, no porque sea pesimista con el UCM, creo que las películas actuales se mantienen en el limbo típico de este universo desde que inició, películas entretenidas en su mayoría con algún despunte de buen hacer y con algún que otro tropiezo. Pero viendo lo caótica que fue su producción y que James Gunn había firmado con la distinguida competencia, tenía miedo que el «final» de este grupo se quedase a medio gas.
Pues bueno, quitando algún que otro fallo (Warlock o la duración) la película me ha gustado muchísimo. Soy fan de Gunn, las cosas por delante, entiendo que se le pueda criticar que los personajes que suele adaptar se alejan bastante de su contraparte en los comics, pero a mí me suele gustar como dirige sus películas tienen personalidad, se les coge cariño a los personajes y suelen ser bastante originales. Tal vez Guardianes 2 sea algo más irregular, pero Guardianes 1, El Escuadron Suicida y Guardianes 3 creo que son grandes películas palomiteras que tienen todo lo que se necesita para pasar un buen rato. Guardianes 3 es divertida, emocionante e incluso dramática y aunque haya chistes por todos lados, creo que no llega a pasarse de rosca (Thor Love and Thunder). Iba a destacar a algún personaje, pero creo que todos y cada uno de ellos tiene su momento de gloria en esta película, tal vez destacando lo bien que ha evolucionado Nébula. En general es un buen «final» para los mejores personajes del UCM.
Esta película creo que va a ser un punto de inflexión dentro del UCM. La gente se está cansando del cine de superhéroe y aunque sigue movilizando a la gente para ir al cine, ya no posee el poder de masas que tenía antes. Pero creo que con la marcha de varios directores claves dentro del UCM, la sobreproducción del género y los problemas internos de la empresa (sobre todo la explotación laboral que han sufrido los trabajadores de los efectos especiales) hace que la marcha de Gunn a DC sea antes y un después dentro del rumbo creativo. No sé hacia donde se dirige el nuevo UCM, pero no creo que vuelva a brillar como lo ha hecho antes.
«La gente se está cansando del cine de superhéroe y aunque sigue movilizando a la gente para ir al cine, ya no posee el poder de masas que tenía antes.»
Pues no sé, habrá que ver cuánto recauda esta película y la próxima de Batm, digo Flash. Al final los espectadores se van más a lo seguro y siempre Batman y Spider-Man van a ser éxitos. Esto es igual que los comics, la gente suele cansarse de lo mismo (vamos, Superman lleva mil años enfrentándose a Lex Luthor) pero hay un grupo que lo va a comprar igual. Al menos los Guardianes ofrecían algo nuevo y algo muy Marvel: superhéroes con superproblemas (o más aterrizado: héroes muy humanos, que solían fallar pero al final superan sus limitaciones para salvar el día).
Creo que el gran logro de Gunn con los Guardianes fue hacerlos cercanos a la gente, creíbles y humanos, aunque abusaba de ciertos clichés como el poco cerebro de Drax, la inocencia de Mantis. Por eso logra que nos emocionemos en un par de escenas con un personaje CGI, porque lo sentimos real y cercano. Creo que esa es la clave de cualquier película.
Vista recién. Coincido en la mayoría de las cosas, no se si en el 9 (es muuuy larga, le sobran un par de cosas, la BSO la más floja de las 3), pero funciona, es divertida, más que la 2. Pero no se si dan ganas de verla de vuelta, pero es un gran final.
Yo no creo que Ant Man 3 haya fallado, para mi tuvo la misma aceptación que la otras dos, el problema radica en que no es un personaje que tenga mucho para dar en una trilogía.
Tambien creo que el cine volvió a valores pre SW VII y por eso se hace un análisis erróneo porque si Thor es un fracaso, que queda para The Batman que hizo menos.
Respecto a la peli creo que es la mas redonda de las 3, ya que el villano en esta sentí que tiene un mejor final que Ronan (no por el actor, sino por el desarrollo hecho).
Otra cosa es que creo que el humor esta vez estuvo mucho mas equilibrado que en la 2