Durante años una «tercera película» de Mortal Kombat fue para los aficionados a la longeva franquicia de videojuegos de pelea el «Half Life 3» particular. La primera de 1995 sigue siendo para muchos la mejor adaptación de un videojuego a la gran pantalla, cosa no muy difícil con un listón más bien bajo, además de tener un tema más mítico que más de una docena de BSO de videojuegos de MK. La secuela hizo valer muchísimo lo de «segundas partes nunca fueron buenas» – tanto fue así que ni siquiera actores como Christopher Lambert repitieron su papel – lapidando cualquier regreso a la gran pantalla.
En la pequeña tuvimos una serie de animación basada en la tercera entrega de la saga y una serie de actores reales ubicada entre la derrota de Shang Tsung a manos del Gran Kung Lao hasta la aparición de Goro. La racha de victorias que obtendría a partir de allí nos llevaría al punto del primer videojuego, así como de la primera película. A principios del siglo XXI la productora Threshold parecía decidida a cumplir con una tercera entrega. El Huracan Katrina de 2005 arrasó teóricamente con todo el trabajo iniciado siendo el proyecto devuelto al Netherrealm – el reino del infierno del universo MK.
Los aficionados volvieron a soñar con una tercera entrega cuando apareció de la nada en 2010 un cortometraje titulado Mortal Kombat: Rebirth. Allí el director Kevin Tancharoen, quien hasta aquel entonces era principalmente conocido para ser director de videoclips musicales, re-interpretaba los personajes clásicos del Mortal Kombat en un universo mucho más «realista». No sirvió para reiniciar la franquicia pero es posible que fuera una de las inspiraciones para Zack Snyder para lo que sería su universo DC. La licencia había sido adquirida por Warner Bros tras la quiebra de Midway dando luz al reinicio de la saga con Mortal Kombat (2011). Eso dio alas al director Tancharoen a intentar hacer una serie online con actores reales con un presupuesto limitado llamada Mortal Kombat: Legacy contando los hechos que ocurrían antes del inicio del décimo torneo, base argumental de los MK1 y MK9. De ahí debía surgir el reinicio de la saga al cine pero constantes retrasos y recortes hicieron que el director se saliese del proyecto. Tampoco llegó a haber una tercera temporada de la serie, quedando todo nuevamente en punto muerto. Todo quedó tan maldito que tampoco llegó a progresar, para mal o para bien, una serie basada con los personajes del Mortal Kombat X de 2015.
Sin embargo Warner Bros no había descartado la idea de devolver la franquicia al cine. En 2015 contrató como productor a James Wan y en 2016 al director debutante Simon McQuoid. Sabemos por experiencia que Warner es especialista en iniciar muchos proyectos que mueren al cabo de los años. Este podría haber sido el caso de Mortal Kombat pues el guion original escrito por Oren Uziel parecía una versión cutre del «realismo oscuro» que había impregnado años atrás Kevin Tancharoen. Otra adaptación más de un videojuego que bien podía causar que estrellases tu mando contra la pantalla o bien negaras tener relación alguna con esta afición. La cosa cambió cuando la productora contrató a Greg Russo para que revisase el guion original. Este entendió que aunque se adaptase la franquicia al gran público había que contener cierta fidelidad a la esencia del videojuego. Con un nuevo guion más convincente Warner dio luz verde al proyecto.
Las comparaciones son odiosas y competir contra la nostalgia de la primera película de Robin Shou, Talisa Soto, Cary-Hiroyuki Tagawa y compañía iba a estar complicado. Por ello la apuesta es la misma que en Mortal Kombat: Legacy, contar todo lo que ocurre antes que oficialmente se celebre el torneo en el que el Reino de la Tierra puede perderlo todo frente al Outworld. A nivel de videojuegos ya se había explorado con spin-offs como Mortal Kombat Mythologies: Sub-Zero o Mortal Kombat: Special Forces. Incluso en el Mortal Kombat (2011) ya se mencionaba que el Outworld había intentado asesinar a guerreros del Earthrealm para justificar su presencia retroactiva en el momento del décimo torneo. Shang Tsung no ganaba únicamente por tener al Príncipe Goro como su campeón sino también por haber estado manipulando a su favor las reglas – fuera del torneo – en su favor. Porque en esta entrega de 2021 el protagonista no es Liu Kang. Tampoco Johnny Cage. Ni siquiera el novato Cole Young del cual hablaremos.
El protagonista y verdadero villano de esta primera entrega de Simon McQuoid y Greg Russo es Bi-Han, popularmente conocido como Sub-Zero. Scorpion y Sub-Zero es una rivalidad tan legendaria como la de Ryu y Ken en Street Fighter. Scorpion también es el personaje preferido del co-creador de la franquicia Ed Boon. Hace un año sacaron la película de animación Mortal Kombat: Scorpion’s Revenge donde Hanzo Hasashi/Scorpion se hacia con todo el protagonismo del filme. Ahora le tocaba brillar al Sub-Zero villano. El original, quien era un anti-héroe en Mortal Kombat Mythologies: Sub-Zero, moría a manos de Scorpion en venganza por haber sido asesinado durante el décimo torneo. A partir de este punto su hermano Kuai Liang adoptaría el manto de Sub-Zero en el resto de entregas de la saga, teniendo un Sub-Zero más heroico que establecería una relación de amigo-enemigo con Scorpion – llegando a un punto más que fraternal entre Kuai y Hanzo en el Mortal Kombat 11.
La película empieza en el Japón feudal presentándonos el conflicto entre los ninjas japoneses del clan Shirai Ryu frente al clan de asesinos chinos del Lin Kuei. El líder de los primeros es el padre de familia Hanzo Hasashi (Hiroyuki Sanada), quien en este universo cinematográfico ve a su mujer e hijo morir congelados antes de encontrar la muerte a manos de Bi-Han (Joe Taslim). En los juegos también era Bi-Han quien asesinaba a Hanzo pero la masacre de su familia y clan era una treta de un hechicero demonio para manipular el espectro Scorpion para sus intereses. En los juegos también ocurría un par de años antes del décimo torneo. Esto sirve sobretodo para darle una importancia a Sub-Zero quien se convierte en un peligroso enemigo al nivel del shokan Goro. Tras ello viajamos al presente para presenta a Cole Young (Lewis Tan). Como es habitual en muchas adaptaciones al cine los estudios ponen un «novato» para que sirva a los no-aficionados a la franquicia a introducirse en todo este complejo mundo, tal como veíamos por ejemplo en la primera de Hellboy de Guillermo del Toro. Una imposición de la productora que no gustará a los aficionados más acérrimos de la saga.
Este papel lo tenía Johnny Cage (Linden Ashby) en la primera película de Paul W. S. Anderson. A medida que esta se fue reivindicando con los años el personaje fue ganando más peso en la franquicia, quedando como el héroe principal del Earthrealm en el reinicio de la saga. Posiblemente involucionar al personaje para ajustarse a este papel no convenció al estudio para incluirlo en esta entrega de 2021. Es el único razonamiento que podemos hacer si bien otros personajes clásicos como Kitana tampoco aparecen. Es notorio su caso al si estar su clon Mileena (Sisi Stringer), algo que sólo ocurrió en la sexta entrega de videojuegos. El personaje de Lewis Tan es el hilo conductor de toda la trama ocurrida en el presente. Afortunadamente no acaba siendo ni el protagonista ni acaba siendo mucho más poderoso que el resto de guerreros bajo la protección de Lord Raiden (Tadanobu Asano).
Estos son Liu Kang (Ludi Lin) y Kung Lao (Max Huang) a los que se les unen Sonya Blade (Jessica McNamee), Jax Briggs (Mehcad Brooks) y Kano (Josh Lawson), así como Cole tras poner a salvo a su hija Emily (Matilda Kimber) y su mujer Alison (Laura Brent). En el Outworld los guerreros de Shang Tsung (Chin Han) se preparan para ganar el décimo torneo sin que haya participante alguno del Earthrealm. Los encargados para exterminar cualquier esperanza vemos a Mileena, Kabal (Daniel Nelson) – con voz de Damon Herriman -, el general Reiko (Nathan Jones), la vampiresa Nitara (Mel Jarnson) así como el reptiliano Syzoth – nombre dado en MKX al personaje clásico de Reptile -, liderados por el ahora llamado Sub-Zero e incluso el imbatible Goro – con voz de Angus Sampson.
La personalidad y rasgos característicos de todos los héroes están bien definidos, haciéndoles reconocibles incluso con ligeros cambios con respecto a sus contrapartidas en los videojuegos. En el caso de los villanos esta profundidad apenas es explorada en la mayoría de ellos. Es un clásico en los modos historia de la saga de videojuegos pero no por ello duele menos. En este sentido lo que no resta Cole Young con los buenos quizás lo resta Sub-Zero con la parte de los villanos. A nivel actoral la mayoría de nombres se harán entre poco y nulo conocidos. Esto se ha sacrificado en favor de tener un nivel de peleas mucho más realista a la par de espectacular. Hay una parte de los aficionados entre los que me encuentro donde lo que más valoramos de los juegos de peleas es su historia. La mayoría sólo busca hostias de calidad que es lo que ofrece esta película. El nivel de efectos especiales está muy logrado con lo que se siente que es un producto con sello de James Wan.
La película tiene un buen ritmo durante los 109 minutos de metraje. El punto más flojo sería la transición al tercer acto de la película donde da la impresión que podría haber sido más reposado ampliando historia a la par de dar al espectador más ganas de ver los enfrentamientos finales. Posiblemente sea uno de los efectos colaterales de las reescrituras del guion. De hecho el guion final parece que fue adaptado durante el proceso mismo de rodaje. Lo que no se ha visto afectado han sido los guiños a la franquicia de los videojuegos siendo su mejor parte los Fatalities. Pueden gustarte más o menos las muertes durante la película según el cariño que le tengas a cada personaje. Por parte de Warner se pueden haber marcado un Brutality este 2021 entre Godzilla vs King Kong y Mortal Kombat en lo que a cine de entretenimiento se refiere. Sus competidoras tendrán que sudar sangre para arrebatarle el podio. Lo que ya es incontestable es el Fatality al bajo listón que marcaban las adaptaciones de videojuegos al cine. Esperemos que esto sea un punto de inflexión y en los próximos años la tendencia vaya hacia arriba en vez de volver a caer en el Netherrealm.
Dirección - 7.5
Guión - 7
Reparto - 8
Apartado visual - 8
Banda sonora - 7
7.5
Mortal Kombat es una más que digna adaptación de la popular saga de videojuegos que se desmarca de las películas de los 90 para ofrecernos un producto más fiel a la esencia asiática y gore con la que nació la franquicia.