De todos es sabido que en este Sancta Sanctorum llamado Zona Negativa, que sirve como punto de reunión para los amantes del noveno arte, somos grandes seguidores de la obra de Víctor Santos en general y de Polar en particular. Si queréis disfrutar del artista valenciano en todo su esplendor, os recomendamos el reciente podcast creado para la ocasión en el que mi compañero Pedro Monje hacía un repaso de la carrera del autor con la activa participación de este.
Para todo aquel que no lo conociera, el webcomic de
A pesar de que el cómic contenía un alto ritmo cinemático, Matt Kindt afirmaba que “Polar es puro cómic. Cada página es una demostración de lo que se puede hacer en este medio y no se puede hacer en ningún otro”. Viendo el resultado final de la película, debemos dar la razón a uno de los autores más prolíficos del universo Valiant. La nueva cinta de Netflix tiene aciertos, claro está, pero hay ciertos aspectos que lastran una experiencia que, dicho sea de paso, podía haber sido mucho mejor.
El encargado de ponerse detrás de las cámaras fue Jonas Åkerlund. El realizador sueco, antiguo miembro del grupo Bathory, procede del mundo del videoclip en el que ha trabajado con bandas como Metallica o Rammstein. Sin embargo, sigue sin dar con la tecla en el mundo del cine. En palabras de mi compañero Juan Luis Daza “vi su película Spun y me pareció Requiem por un sueño de marca blanca, horrible y con los actores sobreactuados”. Por desgracia, algo de esto tenemos en la nueva producción de Netflix.
Polar, con claro espíritu pulp, es deudora de la filmografía de Tarantino o Guy Ritchie. Pero más allá de las intenciones, su acabado dista mucho de la excelencia. Desde el prólogo en el que vemos al conjunto de la camarilla de asesinos ¿de elite? de Damocles, vemos que ni la estética ni el tono guardan relación con el comic de Santos. El libreto de Jayson Rothwell está trufado de secundarios estrafalarios y pintorescos que contrastan con la sobriedad de un Mads Mikkelsen en estado de gracia. El guion adapta el primer volumen titulado Surgido del frío y lo hace tomándose las licencias pertinentes para dotar de profundidad a la trama y darle un prólogo a la historia. Además, el personaje de Camille puede recordar al de Christy White de Ojo por Ojo y la presentación de los personajes es similar al que disfrutamos en Sin Piedad para la Hermana María. La relación entre Duncan (Aka Black Kaiser) y Camille es uno de los puntos fuertes de esta producción que desembocará en un desenlace poco esperado.
Como comentábamos anteriormente, lo mejor de este Polar cinematográfico es sin duda su protagonista. Mads Mikkelsen comenzó su carrera a mediados de los noventa de la mano de Nicolas Winding Refn con quien ha colaborado en cuatro películas. De mirada fría e inquietante, varios de sus trabajos han consistido en hacer de villano de la función (Casino Royale, Doctor Extraño). Pero tanto en La Caza, como su monumental interpretación en la serie Hannibal dando vida al canibal más célebre de la cultura popular, le situaron en la élite de intérpretes europeos. Podíamos pensar que, al encontrarse con un proyecto menor, Mikkelsen se dejaría llevar, pero nada más lejos de la verdad. Una vez vista Polar, no podemos imaginar una mejor elección para Duncan Vizla tanto en el aspecto físico como en el emocional. Desde que pudimos ver las primeras imágenes de Polar, se tendió a comparar este producto de acción con John Wick. Pero más allá del guiño del perro (magnífico todo hay que decirlo), cualquier parecido es mera coincidencia. En Polar tenemos barra libre de sangre y sexo, resultando excesivamente misógina en este aspecto mientras que la franquicia interpretada por Keanu Reeves resultaba ser una delicia visual merced a unas excelsas coreografías. Imagino Polar dirigida por Refn o Chad Stahelski y, aunque serían productos totalmente diferentes, la calidad cinematográfica subiría muchos enteros.
En el resto del reparto destacaremos dos nombres: Vanessa Hugens y Katheryn Winnick. La primera construye el personaje dramático de la película y funciona como catalizador para humanizar a Vizla. Esta actriz californiana se dio a conocer al gran público con filmes como Sucker Punch o Spring Breakers y lo cierto es que no ha acabado de consolidarse en la gran pantalla. Por su parte, Winnick se doctoró cum laude en la serie Vikingos y aquí interpreta a una contenida Vivian que, desafortunadamente, tiene menos peso del que requiere la historia. En lugar de colocar a su personaje como el rival a batir de Black Kaiser, se decidió poner al estrafalario Blut (Matt Lucas) un ridículo villano de opereta, como mandamás de la organización. En general, la caricaturización de Damocles, no le hace ningún bien a Polar si bien es cierto que cierta escena de tortura que nos retrotrae a las viñetas de Santos llega a incomodar e, incluso, sirve para contar una nueva génesis del parche en el ojo de nuestro protagonista. El veterano Richard Dreyfuss cubre el cupo de veteranos de la película, pero su pequeño papel no pasa de anecdótico.
La trama nos presenta a un Black Kaiser que está poniendo a punto su jubilación. Al cumplir los cincuenta años, todos los miembros de la organización pasan a cobrar una merecida pensión que han ido acumulando en su época activa. Sin embargo, el pérfido Blut, acuciado por las deudas, tiene otros planes para todos ellos y, de esta forma, el dinero irá de vuelta a Damocles. Por el camino irán aconteciendo todo tipo de muertes truculentas que irán engordando el gran globo de la venganza.
En definitiva, si conocéis la obra de Víctor Santos, disfrutaréis de Mads Mikkelsen como el mejor Black Kaiser posible. Polar es una cinta de acción sin pretensiones que nos entretendrá durante dos horas pero que no quedará para el recuerdo. Una lástima si tenemos en cuenta la calidad del material original, pero algo previsible teniendo en cuenta las pocas tablas de Jonas Akerlund. Desde luego que hay mejores opciones dentro del género pero, si aún no lo habéis hecho, disfrutad con los comics de Norma Editorial. Son una maravilla que esperan ser descubiertos. Por nuestra parte, esperamos tener nuevas aventuras (preferiblemente localizadas en Europa) de Vizla en la pequeña o gran pantalla.
Dirección - 4
Guión - 5
Reparto - 6.5
Apartado visual - 5.5
Banda sonora - 6
5.4
Pese a contar con un punto de partida inmejorable como es la obra creada por Víctor Santos y con un enorme Mads Mikkelsen dando vida a Black Kaiser, Polar se presenta como una oportunidad perdida por culpa de una dirección que no está a la altura de las circunstancias.
Gracias por la crítica. Qué bajona! Le tenía ganas a esto y leyéndote parece que se ha quedado en un poco meh!
Antes de nada, recordad que es una reseña a título personal. Tengo compañeros a los que les ha gustado la cinta. Te recomiendo que la veas y saques tus propias conclusiones. Nos encantará que luego las compartas con nosotros 😉
Vaya, qué pena la crítica.
Espero aún así que tenga un éxito relativo y le retribuya al bueno de Víctor unos cuantos dineros para poder seguir disfrutando de su arte muchos años más, es un tío majísimo que se merece que le pasen cosas buenas!
Víctor Santos es uno de los mayores talentos de este país y, al margen de mi opinión sobre la calidad de la película, me alegra muchísimo que una de sus obras se haya convertido en largometraje. A pesar de que no me guste esta versión, sólo por Víctor y Mads Mikkelsen (por el que tengo cierta debilidad personal) espero que funcione lo bastante como para que pueda tener continuidad. Como he comentado, creo que cambiando algunos elementos nos encontramos ante un producto de mucho potencial.
A mi me ha gustado bastante. Que en vez de un popurri de los comis podrian haber hecho algo mejor? Pues claro, pero no esta mal. Me ha recordado a John Wick, aunque sin llegar a su nivel. Le sobra sexo y el villano.
Una pena, ya que la peli en si tenia un potencial increible. Y si a Wick le daria un 8, a esta un 6,5 y gracias (el 0,5 es porque en la segunda parte mejora mucho en comparacion con una primera parte malilla).
Sin duda el último tercio de metraje es lo mejor de la película. Le comentaba el otro día a un compañero que hasta pienso que Polar habría quedado mejor sin diálogos. De esta forma, nos hubiésemos librado de algunas de las estridencias de los villanos. Una propuesta arriesgada en lo comercial, pero que hubiese recogido mejor el espíritu del cómic.