#ZNCine – Crítica de Un lugar tranquilo, de John Krasinski

Reseña de la tercera película como realizador del popular intérprete que nos narra la historia de una familia que lucha por su supervivencia.

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1889
 

Dirección: John Krasinski
Guion: Scott Beck, John Krasinski, Bryan Woods (Historia: Bryan Woods, Scott Beck)
Música: Marco Beltrami
Fotografía: Charlotte Bruus Christensen
Reparto: John Krasinski, Emily Blunt, Noah Jupe, Millicent Simmonds, Cade Woodward, Evangelina Cavoli, Ezekiel Cavoli, Doris McCarthy
Duración: 95 minutos
Productora: Platinum Dunes / Sunday Night. Distribuida por Paramount Pictures
Nacionalidad: Estados Unidos

 

¿Quién nos iba a decir que John Krasinski iba a firmar una de las películas del año? En su tercera cinta como realizador da un salto enorme de calidad siendo su caso parecido al de James Franco con The Disaster Artist. Ambos actores metidos a directores de cine habían tenido unas discretas carreras detrás de las cámaras hasta que con sus últimos filmes han puesto su nombre en el firmamento de cineastas a tener en cuenta, aunque habría que matizar que Franco tiene una filmografía bastante más amplia que Krasinski como realizador. El cineasta que se dio a conocer como Jim Halpert en la versión americana de The Office no solo se contenta con dirigirla, sino que también la protagoniza, junto a su esposa Emily Blunt (también pareja en esta ficción), la coescribe y la produce.

Un lugar tranquilo coge elementos de sus dos anteriores cintas como director. Krasinski debutó en la dirección en 2009 con la discreta Brief Interviews with Hideous Men. Lo más destacable de esta ópera prima es que Krasinski no se quedaba en una realización acomodaticia y conservadora. Desde un primer momento, juega con las posibilidades narrativas que le ofrece el medio y eso es algo loable, aunque el resultado no fuera el esperado. En 2016 dirige Los Hollar, una cinta, ahora sí, bastante más de manual que se mueve por los trillados derroteros del cine independiente yanqui en la que lo más memorable era que el personaje que interpretaba Krasinski anhelaba ser dibujante de cómics. En esta ocasión, el cineasta hacía hincapié en la figura de la familia; de cómo ésta debía mantenerse unida pese a la adversidad. Recapitulando, tenemos por un lado un debut que experimenta con la narración y por otro lado una cinta que quiere reforzar la idea de familia. Así pues, si sumamos ambos filmes obtendremos Un lugar tranquilo. La gran diferencia es que ahora Krasinski da con la tecla y nos brinda una cinta llena de tensión, de emoción, de intensidad, en la que demuestra un dominio prodigioso para la narración audiovisual.

Un lugar tranquilo es una historia de supervivencia, y sí, seguro que ustedes han visto cientos de películas así, pero entonces ¿por qué destaca esta propuesta sobre otras? No impresiona el qué, sino el cómo. Krasinski hace todo lo que debería hacer un cineasta: narrar y no explicar; dejar que la historia avance por sí misma. Mediante unas potentes imágenes, un gran sentido del ritmo, una buena planificación con encuadres cuidados, pero sobre todo con uno de los usos más inteligentes que se hayan hecho del sonido en mucho tiempo, Krasinski consigue meternos de lleno en una historia que ya había comenzado antes del primer minuto del metraje. Con una introducción sublime, y gracias al cómo, lo que consigue el director es que el qué nos importe. Es decir, pese a ser un relato fantástico nos resulta creíble y cercano el drama familiar; sentimos y padecemos su incertidumbre y tenemos la sensación en todo momento de que el peligro es real y letal. Gracias también al buen trabajo actoral por parte de Krasinski y Blunt, la cinta consigue lo que busca y es que el espectador se ponga en la piel de éstos.

Hay que destacar que el filme tiene escenas muy logradas, que creo que pasarán a la historia del género de lo bien que están construidas y ejecutadas. Además de esto, es reseñable que muchos de los silencios de la cinta dicen más que muchas películas que son pura palabrería, pero nulas como narración. Es también memorable el plano final.



Un lugar tranquilo
es también otro Hollywood; un Hollywood más sostenible. Esta propuesta producida por Michael Bay (sí, el mismo Bay que ustedes están pensado) está más cercana al cine de Jason Blum que al del mastodóntico blockbuster. Es decir, películas de un presupuesto limitado que indudablemente son producciones comerciales, pero que, sin masivas campañas de marketing, ni abuso del CGI pueden llegar a triunfar en la taquilla, siendo, en algunas ocasiones, obras con un mayor nivel artístico que los estrenos del año de las majors americanas. Sin ir más lejos, este filme ha contado con un presupuesto de 17 millones de dólares y ya ha superado en la taquilla americana a Ready Player One que ha costado 10 veces más. El éxito en este caso en particular se debe a la suma de dos factores: el producto era de calidad + una inteligente campaña publicitaria por parte de Paramount que supo vender en el momento exacto este filme. Pese a ser una producción modesta, Paramount apostó por ella en la final de la Super Bowl y pasaron el tráiler en USA antes de las proyecciones de Liga de la Justicia y de Star Wars: Episodio VIII – Los últimos Jedi. Personalmente, creo que Hollywood debería de apostar más por este tipo de producciones que conllevan menos riesgos en la taquilla y que con más frecuencia de lo que parece, suelen convertirse en un éxito entre el público. Es decir, deberían de olvidarse de hacer películas como La Momia, Rey Arturo: La leyenda de Excalibur, la enésima entrega de Transformers o de Piratas del Caribe y centrarse más en cintas como Déjame salir, It o la propia Un lugar tranquilo.

En definitiva, tenemos un drama familiar que cruza con acierto el terror con la ciencia ficción convirtiéndose en una película de culto de forma instantánea. Krasinski se matricula con nota como realizador haciendo que su cotización suba como la espuma, y es que a falta de cuatro meses para el estreno de la serie Jack Ryan protagonizada por él mismo, Amazon la ha renovado para una segunda temporada. Señoras y señores, recomiendo al 100% de ustedes el visionado de esta película. No se arrepentirán.

  Dirección: John Krasinski Guion: Scott Beck, John Krasinski, Bryan Woods (Historia: Bryan Woods, Scott Beck) Música: Marco Beltrami Fotografía: Charlotte Bruus Christensen Reparto: John Krasinski, Emily Blunt, Noah Jupe, Millicent Simmonds, Cade Woodward, Evangelina Cavoli, Ezekiel Cavoli, Doris McCarthy Duración: 95 minutos Productora: Platinum Dunes / Sunday Night. Distribuida…
Dirección - 8
Guion - 7
Reparto - 7
Apartado visual - 8
Sonido - 10

8

¡Chist!

Un lugar tranquilo nos deja pegados a la butaca, sin palabras ni aliento, siendo una de las experiencias cinematográficas más gratificantes que haya podido ver en pantalla grande en los últimos tiempos.

Vosotros puntuáis: 7.74 ( 6 votos)
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Alejandro Ugartondo
Autor
1 mayo, 2018 11:42

Una vez vista la película no acabo de entender el éxito y las alabanzas que está recibiendo. La premisa puede resultar interesante y alguna escena estar bien resuelta (la del parto, la mejor) pero el conjunto me ha parecido predecible y las situaciones bastante forzadas. Y lo que para mi es peor, a ratos es aburrida, algo imperdonable en una película que no dura ni 90 minutos. Una vez superada la novedad de película «muda», a la historia le cuesta llegar a la acción y el tramo central se hace pesado.
La única justificación que le encuentro al éxito que está teniendo la cinta es la necesidad que tiene el público de películas «más pequeñas» alejadas del blockbuster al uso.

Igverni
Lector
8 mayo, 2018 13:25

Gracias Giovanni por la crítica. Te la leo ahora tras ver la película aprovechando la Fiesta del Cine.

La película me ha gustado bastante, es muy entretenida y consigue mantenerte en tensión. Emily Blunt es un regalo con una interpretación excelente. John Krasinski como actor es correcto, sinceramente no veo el carisma que parece que todo el mundo dice que tiene. Sin embargo como director me ha parecido que tiene las ideas muy muy claras, y consigue que la película funcione perfectamente.

Sin embargo, por poner un pero, me ha recordado “La visita” de M. Night Shyamalan, en el sentido que la propia premisa conlleva una trampa de guión que no se puede evitar ya que sin ella no habría película. Y es que esta premisa aunque es muy resultona y llamativa, no da tanto de si. De hecho, la película dura 90 minutos por algo.

Aviso de Spoiler

1 año y medio escondidos y ¿no tuvieron narices a construir una habitación insonorizada? Obviamente, si hacen esto no hay película. Pero a pesar de que no hayan puertas, entiendo que para evitar el ruido de las bisagras, un tío que arregla audífonos y que dispone de todo ese equipo sin duda podría haber resulto el cómo. Que no lo hagan con un bebé en camino es una locura máxima.

O que no planteen una opción A y luego una opción B en caso de una emergencia, para que los niños estén localizados en todo momento y sepan donde dirigirse en situaciones de ataques de los bichos.

Y a todo esto… ¿por qué se suicida John Krasinski? Con tirar el hacha hacia otro lado y que haga ruido y despiste al bicho ya hubiera bastado, ¿no? Es un momento sin duda emotivo pero no que tenía mucho sentido si lo pensamos un minuto, dado que los dichos son ciegos.

Por no hablar que si saben que son ciegos y que se guían por el oído, como es que a nadie se le ocurre que precisamente ese es su punto débil. Aunque claro, para demostrarlo tendrían que haber puesto en marcha una trampa, lo que hubiera sido arriesgado. Pero tampoco llega a aclararse nunca el alcance de su oido, lo que lleva a situaciones “extrañas”. Resulta que van descalzo para no hacer ruido al caminar, un ruido super mínimo, por miedo que les escuchen a cientos de metros, pero el bicho está al lado de ellos y no oye sus corazones? Al final, ese detalle parece la excusa para la escena del clavo de Emily Blunt.

Estas cosas son en plan puntilloso, claro. Ya os digo que en general me gustó y me entretuvo, desde luego, una opción perfecta para ver por 2,90 €.