#ZNCine – Crítica de Doctor Mordrid, de Albert y Charles Band

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Dirección: Albert Band, Charles Band
Guión: C. Courtney Joyner, Charles Band
Música: Richard Band
Fotografía: Adolfo Bartoli
Reparto: Jeffrey Combs, Yvette Nipar, Jay Acovone, Keith Coulouris, Ritch Brinkley, Brian Thompson, Murray Rubin, Jeff Austin, John Apicella
Duración: 74 minutos
Productora: Full Moon Entertainment
País: Estados Unidos

 

Hubo un tiempo en que las adaptaciones cinematográficas de las aventuras de los personajes marvelianos se contaban por fracasos. Los proyectos centrados en personajes principales no llegaban a concretarse o, directamente, terminaban en ese purgatorio conocido como salida directa a vídeo. Películas como The Punisher (Mark Goldblatt, 1989) o Captain America (Albert Pyun, 1990) son dos buenos ejemplos del bajísimo nivel al que rayaban las adaptaciones a la pantalla (no a la grande, porque todas acababan siendo carne de televisor, en unos días en los que eso era el equivalente a una condena). Habría que esperar unos años para encontrar en Blade (Stephen Norrington, 1998) una película aceptable protagonizada por un héroe de la casa de las ideas. Huelga decir que la envidia hacia las adaptaciones de Superman y Batman era tan grande como sana, así que no resulta cosa extraña que, desde la perspectiva de aquellos tiempos, una película como Doctor Mordrid se convirtiera en uno de los mejores representantes del potencial de las franquicias de Marvel Comics.

Pongámonos en situación: a principios de la década de los noventa del siglo pasado, lo mejor que había dado la casa de las ideas a la imagen real había sido la serie The Incredible Hulk. El regreso de las aventuras del gigante esmeralda a la caja tonta –concretado en tres telefilmes en la transición de la década- se había visto truncado por la muerte del actor y director Bill Bixby. Las incursiones catódicas de Spider-Man, el Doctor Extraño o el Capitán América no habían cosechado especial éxito entre la audiencia, así que no resulta extraño –valga la redundancia- que Marvel cediera los derechos para llevar a la pantalla al maestro de las artes místicas a la familia Band, una tribu de cineastas que se había hecho un nombre en la serie B de corte místico-terrorífico. En honor a la verdad, esta parte de la historia no está del todo claro pues, como suele decirse en el ámbito académico jurídico, la doctrina se divide en este punto: en algunas versiones, los Band y su productora, la Full Moon Entertainment, vieron concluir el período de vigencia de sus derechos de transformación de la idea original antes de tener lista la cinta; en otras, habían empezado la casa por el tejado al hacer la película con el fin de convencer a la casa de las ideas de que les cediera los derechos, con resultado negativo; algunas más indican que se trataba en todo momento de una versión apócrifa. Sea como fuere, el caso es que para quienes la vieron en su momento se trataba de una versión más fiel que el piloto televisivo de los años setenta y con toda seguridad, la mejor adaptación hasta el momento de las aventuras de un superhéroe marveliano.

El filme, de unos escasos setenta y cuatro minutos de duración, se presenta como un producto que bien podría haber servido para el mercado del «directo a vídeo» que como posible piloto para una malograda serie televisiva. Anton Mordrid (Jeffrey Combs) es un mago de procedencia extra-dimensional -¿extraterrestre, quizá?- que ha sido enviado por su mentor –un tal Monitor- para que escudriñe el planeta Tierra a la búsqueda de signos de actividad por parte de Kabal (Brian Thompson), otro mago con una relación muy cercana a Mordrid, que aspira a convertirse en una amenaza global. Entre vigilancia y vigilancia, don Anton aprovecha el tiempo para convertirse en el excéntrico casero de Samantha Hunt (Yvette Nipar), una analista de la policía cuyo camino se cruzará con el del buen Doctor, cuando la llegada de la amenaza empiece a anunciarse con diversos delitos.

La película tiene todos los ingredientes necesarios para un buen título de la serie B: reparto poco conocido más allá de algunas apariciones puntuales, metraje no excesivamente largo y efectos especiales hechos con mucho arte y poco dinero. Si se observa la cinta con los ojos de estos años, es evidente que no resiste la comparación ni con las producciones cinematográficas de los últimos años ni con las televisivas. Sin embargo, hay que remontarse un cuarto de siglo y comprender lo mucho que se hizo con un magro presupuesto. La familia Band –otro pariente también se encargó de la banda sonora y todo quedó en casa- se cuidó muy mucho de cambiar todo aquello que pudiera sonar al Doctor Extraño y su mundillo. Así, los orígenes del protagonista y su posible interés romántico se invierten: Mordrid es el ser extradimensional, en tanto que Hunt es la terrestre. El Anciano, mentor del Doctor, es sustituido por un tal Monitor y la dimensión oscura por una cuarta dimensión que definitivamente, no es el tiempo. Kabal podría ser una mezcla rubio-oxigenada del Barón Mordo y un disminuido Dormammu y, como decía el Peláez de Gomaespuma, «asín sucesivamente». Pese a todo, el aspecto de Mordrid en uniforme –o disfraz carnavalero del todo a un euro- evoca directamente a un Extraño en sus primeras apariciones, como puede comprobarse en la imagen promocional de la película. El héroe es un ser solitario que ha decidido proteger a una humanidad que le ve con suspicacia y que le mataría de saber su origen. Un poco lo de siempre de entonces.

El resultado final fue una película que, a día de hoy, queda como curiosidad de un tiempo en el que Superman y Batman reinaban supremos e incontestables y la tecnología fílmica aún estaba muy lejos de enfrentarse a los desafíos que, a día de hoy, parecen cosa cotidiana. Por su brevedad, bien merece un visionado desprejuiciado, con el fin de comprobar que no cualquier tiempo pasado fue necesariamente mejor.

  Dirección: Albert Band, Charles Band Guión: C. Courtney Joyner, Charles Band Música: Richard Band Fotografía: Adolfo Bartoli Reparto: Jeffrey Combs, Yvette Nipar, Jay Acovone, Keith Coulouris, Ritch Brinkley, Brian Thompson, Murray Rubin, Jeff Austin, John Apicella Duración: 74 minutos Productora: Full Moon Entertainment País: Estados Unidos   Hubo un…
Dirección - 7
Guión - 6.9
Reparto - 6
Apartado visual - 6.9
Banda sonora - 5

6.4

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Lector
12 diciembre, 2016 22:27

No he visto la de MORDRID, pero es verdad que ,a veces , el material apócrifo puede ser más reconocible que la cinta oficial. recuerdo pensar en el Richard Hurt de PERDIDOS EN EL ESPACIO como un Reed richards cojonudo.

Sobre la pre-marvel,recuerdo ver en cine de «ñajo» las pelis de hulk y spiderman ( con sus telarañas en forma de redes de pesca).
no sé si funcionaron mejor o peor.creo que en nuestro país si que funcionaron más o menos bien, estas dos. sobre la versión del doc extraño de 1978 (cuyo piloto televisivo,dicen,recogía los 5 primeros números de la serie de cómics. a saber) algo escuché por ahí sobre que el doc no llegó a tener serie en la CBS porque su sitio ya estaba copado por spiderman,hulk y wonder woman.
encima ,dicen, que lo de la magia no parecía ser algo que atrajese demasiado,y que el coste de los efectos la hacia carilla de mantener como serie.

https://www.youtube.com/watch?v=DR9Q0uQcnMQ

el 78 fue una gran añada,por cierto. mención especial para Stark que ya poseía un carisma muy especial entonces. 😀

https://www.youtube.com/watch?v=vWRqu1J-CL0

yo solo puedo decir que me alegro que el «yayo» lee pueda disfrutar de lo que disfrutamos los fans a día de hoy.

que no todo van a ser disgustos.

hammanu
hammanu
Lector
13 diciembre, 2016 10:41

Je, je que tiempos aquellos me acuerdo que la alquile cuando salio en videoclub y «era» la peli del Dr Extraño que no existía, le tengo bastante cariño a esta película a pesar que va un mundo a otro comparado con lo que hay ahora. Recuerdo también que esperaba en EGB que estrenaran el Castigador- Vengador en los cines (incluso la anunciaron por la tele) y al final cayo en video también.

De todas maneras te equivocas Luis Javier y si que hay una película con mas parecido al buen Doctor y esta es The Raven o el Cuervo de Roger Corman, siendo el gran Vicent Price un calco del personaje sobretodo en los primeros números a este y que casualidad que peli y personaje aparecieron el mismo año. Asi que dale un visionado y veras porque lo digo….