Dirección: Richard Linklater Guión: Richard Linklater Música: Varios artistas Fotografía: Shane F. Kelly Reparto: Blake Jenner, Glen Powell, J. Quinton Johnson, Austin Amelio, Temple Baker, Juston Street, Ryan Guzman, Tyler Hoechlin, Wyatt Russell, Will Brittain, Zoey Deutch, Tanner Kalina, Forrest Vickery Duración: 116 minutos Productora: Annapurna Pictures Nacionalidad:.
Estados Unidos
Los 60 acabaron aquel día de 1978
Homer Simpson
Os confesaré una cosa: llevo desde que se estrenó en España el pasado 1 de julio deseando hablaros de la que, y entonces ya sabía que lo iba a ser, mejor película del verano de 2016. El que pueda hacerlo ahora, último día de agosto y fin del verano aunque el calendario no diga lo mismo, me viene de hecho mucho mejor que entonces, porque precisamente lo que nos cuenta la última película de Richard Linklater (Houston, 1960) son las andanzas de un grupo de estudiantes durante la semana anterior al comienzo de las clases en 1980, esos días que se arrastran sin piedad dirigiéndonos hacia la vuelta a la rutina y que junto con los lunes del resto del año son las fechas más odiadas por la mayoría de nosotros. Pero Everybody Wants Some!! (Todos queremos algo, una traducción española más aburrida y menos entusiasta que el título original, y que anula el homenaje a la canción homónima de Van Halen precisamente de 1980) no nos va a arrastrar a una nostalgia facilona ni tampoco pretende ser una mirada agridulce o pesimista sobre aquellos años, y no lo hace sencillamente porque Linklater no tiene intención alguna de rendir tributos ni homenajear al pasado: como el gran cineasta que es, uno de los más lúcidos de la presente generación sin lugar a dudas, va a hacer lo que mejor sabe: esconder la cámara y hacernos furtivos espectadores de vivencias ajenas, y hacernos sentirlas como si fueran nuestras. ¿No es al fin y al cabo de lo que realmente va esto del Cine? Así que si queréis afrontar la depresión del último día de agosto recordando esos veranos que nunca se olvidan, estáis en el sitio adecuado. Démonos prisa, que Sandy y Danny están a punto de despedirse en la playa, Chanquete se ha levantado con molestias y uno siente como que el Dúo Dinámico tiene ganas de arrancarse con algo. Aunque para hablar de Everybody Wants Some!! primero tenemos que hacerlo de otra cinta capital dentro de la filmografía de Linklater. Vamos allá.
Dazed and Confused: el primer día de verano
Dirección: Richard Linklater Guión: Richard Linklater Música: Varios artistas Fotografía: Lee Daniel Reparto: Jason London, Joey Lauren Adams, Milla Jovovich, Shawn Andrews, Rory Cochrane, Adam Goldberg, Anthony Rapp, Sasha Jenson, Michelle Burke, Cole Hauser, Ben Affleck, Parker Posey, Nicky Katt, Marissa Ribisi, Matthew McConaughey, Renée Zellweger, Wiley Wiggins Duración: 102 minutos Productora: Alphaville Año: 1993 Nacionalidad:
Estados Unidos
Lo que digo es que si comienzo a referirme a estos como los mejores años de mi vida, recordadme que me suicide.
Sólo con esta frase pronunciada por Pink (Jason London), Dazed and Confused (Movida del 76, otro hito más en las traducciones patrias y que de nuevo se pasa por el Arco del Triunfo la referencia al tema de Led Zeppelin) se aleja del concepto de nostalgia entrañable y mitificadora a la que nos hemos acostumbrado en los últimos tiempos. En la película, Linklater narra el último día de instituto en un pequeño pueblo de Texas en 1976 en el que se entremezclarán los veteranos que se gradúan y los novatos que sufrirán sus novatadas; ambos grupos tienen ante sí el comienzo de una nueva etapa en sus vidas pero sobre todo Linklater posará su mirada en dos de ellos: Randall “Pink” Floyd (el mencionado Jason London), el estudiante más popular del instituto y pieza clave en el equipo de fútbol y al que su entrenador quiere hacer firmar un documento en el que se comprometa a no beber ni tomar drogas, ante lo que Pink se rebela con la intención de dejar el equipo y tomar sus propias decisiones; y Mitch Kramer (Wiley Wiggins), hermano pequeño de una de las chicas veteranas y por tanto objeto con mayor énfasis de las novatadas de los veteranos, y quien comenzará el verano acudiendo a su primera fiesta con los mayores en la que vislumbrará el cambio que está a punto de vivir, ese extraño paso del colegio al instituto que marca la entrada a la adolescencia.
Ambos estarán acompañados por personajes como el eterno repetidor Fred O’Bannion (un jovencísimo Ben Affleckpala en mano persiguiendo a novatos), el grupo de nerds en el que destaca un gran Adam Goldberg, quizás el personaje que más abiertamente plantea el conflicto de ese momento de sus vidas; y sin duda el David Wooderson de Matthew McConaughey en el que fue su primer papel (cuya repercusión le ha acompañado hasta cuando recibió el Oscar y repitió su ya mítico “All right, all right, all right”, la carta de presentación de Wooderson que basó en Jim Morrison durante un concierto en directo de The Doors -como el propio McConaughey cuenta aquí-) y que viene a representar el equivalente en cierto modo del John Milner de American Graffiti (George Lucas, 1973), un personaje de mayor edad que el resto que se quedó anclado en las juergas de instituto («That’s what I love about these high school girls, man. I get older, they stay the same age«); Woorderson nos dejará algunas de las mejores frases de la cinta, como el monólogo final en el que avisa a Pink de que ese trozo de papel es la primera de muchas restricciones que la sociedad comenzará a imponerle y simboliza mejor que nadie la opción por la libertad (o la ilusión de libertad, como Mitch tumbado en su cama escuchando música al volver de fiesta) que reivindica el final de Dazed and Confused, en el que todos los caminos quedan abiertos ante sus protagonistas.
Dazed and Confused se ha ido convirtiendo con el paso de los años en una cinta de culto, un reflejo de la hastiada juventud carente de rumbo en un país que había desangrado a su propia juventud en Vietnam y con ella la falsa inocencia como país y sociedad del ideal de los años 50 y que se refleja perfectamente en Dazed and Confused con esa arenga al finalizar la clase de Historia:
«Okay guys, one more thing, this summer when you’re being inundated with all this American bicentennial Fourth Of July brouhaha, don’t forget what you’re celebrating, and that’s the fact that a bunch of slave-owning, aristocratic, white males didn’t want to pay their taxes.»
“Vale chicos, una cosa más, este verano cuando os inunden con todo ese blablablá del Bicentenario Americano del 4 de Julio, no olvidéis lo que estáis celebrando, y es el hecho de que un puñado de aristócratas esclavistas hombres blancos no quisieron pagar sus impuestos”.
Everybody Wants Some!! – El final del verano
-It’s gonna be a long fucking day.
-Yeah, but a good year.
-I can tell, man.
Publicitada como la “secuela espiritual” de Dazed and Confused, Everybody Wants Some!! es en cierta medida una vuelta de tuerca al argumento de aquélla. Establecidos ahora en 1980 seguimos a Jake (Blake Jenner) a su llegada a una casa de estudiantes donde compartirá vida con sus compañeros deportistas universitarios durante el curso; la acción transcurre durante la última semana antes de comenzar las clases y veremos a Jake y compañía aprovechar (y de qué manera) los últimos días de verano. De nuevo, la mirada de Linklater nos sumerge en una época a través de la música y los diálogos como ya hiciera en Dazed and Confused (ambas bandas sonoras que son auténticas radiografías de los 70 y 80 con el buen gusto habitual en Linklater).
Y de nuevo también, la narrativa de Linklater (que como siempre no será del agrado de todo el mundo) repleta de largas escenas, conversaciones o anécdotas que nos van acercando no a los personajes ni a la historia, sino al momento; ese capturar el momento vital, la intimidad de una pareja o una pandilla de amigos, es un talento propio de un Linklater que ha practicado en joyas como la trilogía de Antes del Atardecer/Amanecer/Medianoche (a las que algún día espero dedicar un post propio, que se lo merecen) o en la reciente y premiada Boyhood. Como en la fantástica cinta de George Lucas (la mejor de su filmografía como director) la mencionada American Graffiti, recorreremos el final del verano pero sin el poso de gravedad o melancolía que tenía la película de Lucas y ahí reside el verdadero impacto de la mirada atrás alegre de Linklater, mucho más cercana a la del también melómano Cameron Crowe en su deliciosa Casi Famosos o su actual Roadies. En el caso de la obra de Lucas era uno de esos finales de verano que simbolizaba el final de muchas cosas y como tal dejaba ese poso amargo en el espectador, a sabiendas que en aquel 1962 sólo faltaba un año para que disparasen a Kennedy o que hacía sólo tres años que había “muerto la música” con el accidente de avión que nos dejaba huérfanos de Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Bopper, cuya tragedia marcaría para muchos el fin del rock’n roll y que daría letra al triste himno que fue el American Pie de Don McLean.
Quizás hoy sienta uno nostalgia de esa nostalgia (ricemos el rizo, ya puestos) que reivincida el cine de Richard Linklater: se podría decir que estamos instalados en una extraña nostalgia sin ir más lejos hacia los años 80 que también representa esta Everybody Wants Some!! y que ha sido capitalizada este verano por Stranger Thingsque en su propuesta temporal recorre el camino inverso al cine de Linklater: universalizar lo ficticio de los 80 que idealizaron Spielberg y Amblin. No digo de ningún modo que Stranger Things sea una mala serie (de hecho me ha gustado muchísimo como fan de ese Spielberg idealizador o del Stephen King de It o Cuenta Conmigo, ambos obsesionados con el trauma y a la vez reivindiación infantil) sino que curiosamente es en los mecanismos de la accesoria nostalgia donde la serie más flaquea y más se le ven las costuras de tener un falso referente como son los 80 de los dichosos Goonies con los que mi generación ha machacado al mundo entero durante los últimos tiempos, reescribiendo la Historia como si cada VHS fuera una joya o cada nota sonara mejor pasada por el sintetizador. No encontraremos tal cosa en Everybody Wants Some!!, sino una mirada emocionante sobre el final del verano, de un verano, de ese verano donde te diste cuenta de aquello. Tú me entiendes. Así que si hay una película que debes elegir para despedir este agosto salido de otra época repleto de Star Treks, Cazafantasmas, Tortugas Ninja y niños pedaleando en bicis de sillín para dos (cómo me gustaban esas bicis), ésa es Everybody Wants Some!! Uno de los consejos más extraños salidos de un póster puede verse en el cartel de Dazed and Confused, que rezaba “See it with a bud” (“Mírala con un colega”), en un intento de vender la película como una más de juergas universitarias y desenfreno; en el caso de Everybody Wants Some!! sólo puedo recomendar humildemente que hagáis como con el resto de películas de Richard Linklater, solos o en compañía: recuerda mientras la veas tus propias experiencias, tu propia vida, en la que nunca ha habido extraterrestres perdidos o sucesos paranormales pero sí aquella persona por la que te colaste aquel verano; o aquel día que dormiste por primera vez fuera de casa de tus padres al ir a estudiar fuera y comprobaste el placer de hacer lo que te diera la real gana; el estudiar algo sin saber si es lo que realmente querías; el preguntarte qué es lo que realmente quieres y no saberlo; el vértigo en la boca del estómago ante el futuro curado con la diversión de salir esa noche. Si lo haces y mezclas todas esas cosas con algo como Everybody Wants Some!!, sinceramente no puedo imaginar experiencia más satisfactoria para rematar agosto. Ya me contaréis.
Gran película y gran reseña, la vi con un amigo y salimos encantados los dos.
JH
Lector
31 agosto, 2016 10:27
La reseña que he leído en Zona Negativa con la que estoy más de acuerdo. Es la mejor película del verano, Linklater es un genio incontestable (para mí el mejor director de la actualidad) y es una pena que pase de tapadillo por los cines. Para amantes del buen cine.
Sí, porque aquí en Tenerife, ni siquiera ha llegado, al menos que yo sepa.
Como casi todo cuanto hace Linklater, caerá en Blu ray si o sí, porque la obra de este señor me parece estimulante y de mayor calado que muchas obras que se anuncian a bombo y platillo y que luego se olvidan a los cinco minutos de haberlas visto.
Gran película y gran reseña, la vi con un amigo y salimos encantados los dos.
La reseña que he leído en Zona Negativa con la que estoy más de acuerdo. Es la mejor película del verano, Linklater es un genio incontestable (para mí el mejor director de la actualidad) y es una pena que pase de tapadillo por los cines. Para amantes del buen cine.
Seguro que la habían estrenado en más cines.
Sí, porque aquí en Tenerife, ni siquiera ha llegado, al menos que yo sepa.
Como casi todo cuanto hace Linklater, caerá en Blu ray si o sí, porque la obra de este señor me parece estimulante y de mayor calado que muchas obras que se anuncian a bombo y platillo y que luego se olvidan a los cinco minutos de haberlas visto.