#ZNCine – Las noticias de la semana – Edición Especial Navideña

Lo más destacado de la actualidad de cine y televisión: terrorismo internacional, familias disfuncionales, criaturas legendarias, apocalipsis, romanticismo y mucho más.

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CINE

Pues aquí estamos, en las semanas más aburridas en cuanto a novedades sobre cine y televisión; y es que estos días andamos entre vacaciones, árboles de navidad, celebraciones, incómodos encuentros familiares y atracones de guirnaldas, luces y turrones. Es por eso que hemos decidido, sin que sirva de precedente, acercarnos a las noticias más allá de la gran pantalla, para acercaros la actualidad de lo que está pasando en el mundo en estas fechas navideñas, que no es poco. Así que sed bienvenidos a nuestra edición especial de noticias navideñas, un ejercicio de periodismo que rivaliza con La Gente de Bart en rigor y espectacularidad.

Comenzamos nuestro repaso semanal, como no podía ser de otra manera, con el incidente que se ha producido la pasada Nochebuena en Los Angeles, en concreto en el edificio Nakatomi Plaza, donde una entrañable cena de empresa se convirtió en una pesadilla cuando unos presuntos terroristas se hicieron con el control de la fiesta para, aparentemente, pedir la liberación de otros viles compañeros de profesión alrededor del mundo. La confusión se adueñó de los alrededores del edificio, donde se desplegó un numeroso grupo de policías haciendo derrapar sus coches a su llegada al más puro estilo hollywoodiense, encabezados por el afable Al Powell, su desagradable jefe y unos arquetípicos agentes del FBI, el agente especial Johnson y el agente Johnson (no es broma, se llaman igual). La situación parecía desesperada, pero los asaltantes no contaban con la presencia del agente John McLane, un policía de Nueva York que estaba de visita en Los Angeles para ver a su aún esposa Holly Gennaro, trabajadora de la empresa Nakatomi. Según los informes, parece que McLane se habría escondido en el edificio, ejerciendo tanto de informante para la policía en el exterior como saboteador de las intenciones de los presuntos terroristas, que terminaron desvelándose como vulgares ladrones, siendo la cámara de seguridad del edificio repleta de bonos del tesoro, billetes de la lotería de Navidad premiados y bitcoins, su principal objetivo. Casi a medianoche, y tras la inutilidad patente de los agentes Johnson, una espectacular explosión en la azotea desencadenó el final de la crisis, con el malvado líder de los ladrones, Hans Gruber, cayendo drámaticamente al vacío. Mientras que el agente McLane ha declinado hacer declaraciones, su esposa (quien ha cambiado de nuevo su apellido) ha agredido en directo a un insoportable reportero, seguramente de Fox News, mientras que esperemos que el bueno de Al Powell sea ascendido tras demostrar ser el único competente de uniforme. Poco más se sabe de los misteriosos atacantes, salvo que su líder tiene un hermano con incluso más mala gaita que él. A pesar del triste fallecimiento de Joe Takagi, Harry Ellis (un tipo estupendo cuando está sobrio, según su camello), los agentes del FBI y el resto de la banda de ladrones, la noche acabó con una nota de humor, al declarar el chófer de McLane, de nombre Argyle, y acompañado de un oso de peluche gigante, lo siguiente: “si es así como pasa la Nochebuena, yo no me pierdo el Año Nuevo”. Dí que sí, Argyle. Eso sí, no esperamos que algo así vuelva a sucederle al bueno de McLane, y menos en Navidad, porque menuda casualidad sería, ¿verdad?

Si os ha parecido surrealista lo acontecido en Los Angeles, esperad a oír los escalofriantes sucesos de Chicago durante la pasada semana, en la que el joven Kevin McCallister, de tan sólo ocho años, se tuvo que enfrentar a unos malvados ladrones tras ser, ojo, olvidado por su familia en las vacaciones de Navidad. Mientras la extensa y ruidosa familia de Kevin se embarcaba en un viaje para pasar las navidades en Francia, el más joven de la familia despertaba en la víspera de Nochebuena convencido de haberle sido concedido el deseo de deshacerse de su familia (algo perfectamente comprensible por un elevado porcentaje de la población mundial), cuando en realidad había sido olvidado dado el estatus de familia numerosa de los McCallister. El joven Kevin aprendió lo que es la vida independiente (cuando eres rico, eso sí), y fue de compras, se afeitó, huyó de la policía (y eso que es blanco y rubio) y, llegamos a lo mejor, preparó multitud de trampas, a cual más retorcida para un niño de ocho años, para una pareja de desafortunados ladrones que intentaban asaltar la vivienda vacía, dando la razón a tantas campañas de miedo de Securitas Direct en los matinales de nuestro país. Tras el regreso de la familia de Kevin, los supuestos asaltantes han denunciado al pequeño por agresión e intento de homicidio, mientras que el padre de Kevin está siendo investigado, y con razón, por el sospechoso y seguramente ilegal origen de su fortuna que le permitía llevar a toda la familia a Francia en plenas navidades. Preguntado por qué no intentó comunicarse mediante el móvil con su familia, el joven Kevin respondió que seguramente tendría el nuevo iPhone esperándole bajo el árbol, pero que le parecía mal abrir el regalo sin sus asquerosamente ricos familiares. Convertido en toda una celebridad mundial (en Latinoamérica ya le apodan «pobre angelito«), le auguramos al pequeño un futuro brillante alejado de las drogas y arropado por su familia, siendo el mismísimo Michael Jackson el primero en invitarle a su casa para pasar el rato y, según el cantante, «compartir experiencias traumáticas«. Al igual que en el caso de McLane, entendemos que es imposible que, después de lo sucedido, la familia vuelva a olvidarse las próximas navidades a este pequeño cabroncete.

No salimos de los extrañísimos y disfuncionales Estados Unidos para traeros la siguiente noticia, y es que el pueblo de Kingston Falls (de sospechoso parecido con otro pueblecito llamado Hill Valley, conocido por sus desajustes temporales) ha sufrido estas navidades el ataque de unas extrañas criaturas que han asolado la población. Todo comenzó, al parecer, con la compra del inventor y comerciante Rand Peltzer de una mascota para su hijo en el barrio de Chinatown de Nueva York, donde encontró un peluche animado que, bajo su inocente apariencia, escondía una terrible aversión al agua y la luz del día, así como un irrefrenable apetito después de medianoche, lo que lo convertiría en un típico adolescente estadounidense aficionado a la marihuana si no fuera por su inesperada transformación en, según cuentan los supervivientes al incidente, unos extraños gremlins que lo único que hicieron fue, de la manera más sana posible, dedicarse a pasárselo bien en los bares, cantar villancicos a las puertas de las casas de los ancianos, ir al cine o visitar las tiendas locales, lo que viene siendo ser personas normales en festividades. No pensaba lo mismo el conservador dueño de Mogwai, el hijo de Peltzer, un tal Billy que, en compañía de Kate, su increíblemente cargante proyecto de novia que no pararía de repetir sus traumas navideños a todo aquel que se cruzase en su camino, arruinó la diversión de las divertidas criaturas durante los festivos días navideños. Como víctima destacada de lo sucedido en la víspera de Navidad nos encontramos con el señor Futterman, quien siempre desconfió de los gremlins que los productos extranjeros ocultaban en su interior; como fiel votante de Trump, convencido de que nos fumigan, terraplanista y antivacunas, no echaremos de menos de ninguna manera al señor Futterman, y por supuesto que aplaudimos su sangriento final. Después del incidente, Peltzer senior intentó sin éxito devolver al Mogwai al comerciante asiático de Chinatown, quien no le proporcionó ticket ni factura de su compra e invalidó, por tanto, cualquier garantía sobre el producto. Como viene siendo habitual con los aguafiestas, tanto Billy como su novia Kate consiguieron trabajo en la Gran Manzana, donde esperemos no se les ocurra llevar al Mogwai. ¿Quién sabe qué tipo de caos desatarían las criaturas en un rascacielos de la ciudad? Ni de lejos mayor que sus vecinos gremlins de Wall Street, eso seguro.

Pero para caos, el que se ha montado en Madrid esta Nochebuena, donde la paz habitual formada por el colapso en el transporte público, la invasión de las hordas de familias domingueras y las colas en Doña Manolita, se ha visto empañada por los desagradables y paganos sucesos desencadenados por el sacerdote Ángel Berriatúa, quien, nublado en su juicio católico, arribó a la capital en busca del mismísimo Anticristo. Aliado con un heavy de Carabanchel aficionado al death metal y de nombre Jose María, el inesperado dúo de presuntos delincuentes terminó secuestrando y torturando a un presentador televisivo de lo oculto (todos esperábamos que fuese Iker Jiménez, pero se encontraba fuera de casa en una manifestación contra el Gobierno); dándose cuenta de que el verdadero programa de ciencias oscuras era El Hormiguero y afrontando su fracaso, el sacerdote con recortada dejaba varias víctimas en una pensión del centro reconvertida como casi todos los edificios del centro en pisos turísticos de Airbnb. Según todas las investigaciones en curso sobre el Anticristo, el Apocalipsis y el Mal encarnado, el verdadero objetivo del padre Ángel era la mismísima presidenta de la Comunidad, quien ha declarado que los orígenes vascos del sacerdote lo convierten, por supuesto, en «etarra, comunista y votante de Pedro Sánchez«.

Para terminar el repaso de la actualidad más real alejada de lo cinematográfico, tenemos una curiosa cadena de coincidencias y casualidades de lo más románticas en Londres durante estas pasadas fiestas navideñas, que han desencadenado en la detención del Primer Ministro británico por acoso laboral a una de sus empleadas en Downing Street a la que ha atraído a una función escolar en la que ha intentado aprovecharse de su cargo para meterle mano entre bastidores. La confesión del Primer Ministro, a quien se le vio los días pasados manteniendo una actitud extraña en su residencia bailando al ritmo de Jump (For My Love) de las Pointer Sisters, ha explotado descubriendo toda una trama de comportamientos aberrantes dentro de la sociedad británica, y se ha extendido a sus círculos de conocidos, desde la infidelidad a su hermana aficionada a Joni Mitchell por parte de un sosias de Severus Snape haciendo acercamientos inapropiados a su secretaria dentro de su entorno laboral, al acoso sistemático de un joven hacia la prometida de su mejor amigo, pasando por la proposición de matrimonio de un afamado escritor a su asistenta portuguesa de la noche a la mañana o la detención por terrorismo de un joven de diez años que se saltó los controles aeroportuarios (en Estados Unidos ese niño estaría ya acribillado) para confesar su amor no correspondido por una compañera de colegio menor de edad. Ya sabíamos lo raritos que son los británicos con esto del amor (que se lo pregunten al príncipe Carlos o a Bridget Jones), pero consideramos que esto es excesivo incluso para la Pérfida Albión. Eso sí, no habiendo terroristas, criaturas o entidades demoníacas involucradas, consideramos a esta noticia como la mejor de estas navidades, así que terminamos nuestro repaso deseándoos las mejores fiestas y esperando que os pongáis vuestra película navideña favorita en la próxima entrada del año nuevo para olvidar esta desagradable realidad repleta de lo peor de la raza humana. ¡Hasta la semana (y el año) que viene!

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Dr Kadok
Dr Kadok
Lector
28 diciembre, 2023 18:58

Como dirian en el día de la bestia, se jodió la noche buena, se jodió la navidad, se jodió todo! Felicidades

Ziggy
Ziggy
Lector
En respuesta a  Dr Kadok
28 diciembre, 2023 20:50

Y paz en la tierra para los hombres de buena voluntad.
Hombres, dije. Y en tierra.

Sith
Sith
Lector
28 diciembre, 2023 21:35

Cuando crees que las cosas van muy mal en tu país defendiendo la libertad mientras te quitan derechos… llegas a esta sección y te das cuenta que el mundo es un lugar hermoso.

Enrique Doblas
Autor
29 diciembre, 2023 1:22

Jajajajaja, buenísimooooo!! Gracias por ponernos al día!!