CREERAS EN LA BONDAD
«¿No te cansas nunca de mirarlo?
No. Nunca. Supongo que nunca me cansaré.»
Superman probablemente sea uno de los personajes más complejos de escribir y también de representar a nivel gráfico. ¿De qué forma proyectas la grandeza del superhéroe más poderoso del universo sin dejar de lado su anclaje con la humanidad? Y es que no hay que olvidar que aunque su lugar de nacimiento sea Krypton estamos ante el héroe más humano de nuestro planeta tierra.
Esa búsqueda de las raíces, de porqué Clark Kent escogió ayudar al prójimo por encima de su interés personal hay que ubicarla en un pequeño pueblo de Kansas, Smallville, en el que se forjará la personalidad del pequeño Clark rodeado del amor de sus padres adoptivos, fue la que llevó a Jeph Loeb y Tim Sale a embarcarse en uno de sus proyectos más admirados, en él se esconden escenas de muchos quilates en la que definen la esencia de lo que significa ser alguien tan poderoso como Superman. Una historia que arranca en los años de instituto de un joven Clark y que va creciendo a la par que nuestro héroe hasta llevarnos a sus primeros días como corresponsal del Daily Planet en Metrópolis. Personajes como el viejo amor de juventud, Lana Lang, su colega Pete Ross y claro está, ma y pa forman un pilar importante de la historia, tanto o más que la propia Smallville. El ritmo es pausado, como ese café reposado que no querrías que acabase nunca y es que Superman Las cuatro estaciones es una obra que respira paz, armonía y en la que solo la fuerza naturaleza parece sacudir los cimientos con fuerza. Esos momentos de paz – al igual que los momentos de furia – son plasmados por con una harmoniosa delicadeza por parte de Tim Sale quien lleva a cabo uno de los mejores trabajos de toda su carrera.
Aunque buena parte de lo bien que funciona a nivel argumental se lo debemos a los inteligentes diálogos de Jeph Loeb lo cierto es que la estrella absoluta de esta historia, por encima incluso del superhéroe, es Tim Sale quien abandona esos juegos de luces y sombras a los que nos tenía acostumbrados en trabajos anteriores (Deathblow, Batman) para regalarnos un fresco más propio de los grandes maestros de la bd. Por momentos encontramos secuencias que perfectamente se podrían haber insertado sin desentonar en obras como Magasin General codeándose con Jean-Louis Tripp y Régis Loisel sin ningún rubor. Por desgracia, y por regla general, los autores en el mercado americano está atados a unas esclavas fechas de entrega que dificultan llegar a la excelencia con cada una de sus entregas, este trabajo de Tim Sale da la sensación de que rompe con esa dificultad y regala al lector una obra maestra digna de enmarcar con cada una de las secuencias, desde la más íntima hasta la más heróica. Si el color siempre es pieza capital en esta ocasión es que no se puede entender la obra sin él, Bjarne Hansen, José Villarubia y Mark Chiarrello jugando con tonos pastel consiguen emocionar al lector transmitiendo esa paz, esa calidez, esa sensación de que de existir Smallville esos serían sus colores al mirar a su tierra o cielo.
Cada uno de los cuatro episodios que conforman este proyecto cuenta con la singularidad de estar narrados por una persona distinta y capital en la vida de Clark Kent, de esta forma son ellos quienes describen o juzgan a Clark / Superman en base a su relación personal. En el primer capítulo, como no podía ser otra forma esta voz la pone Martha Kent, madre de Clark, será la joven periodista Lois Lane quien haga las veces de narrador en la segunda entrega, el archienemigo de Superman (y Clark) Lex Luthor el que lo haga en la tercera parte para cerrarla Lana Lang como narradora de la cuarta entrega. Esta forma de contarnos la historia porque a fin de cuentas no existimos como individualidades sino como el conjunto de cómo nos relacionamos con el resto del mundo siendo al final el todo el puzzle completo de nuestra personalidad.
Por obras como esta, Tim Sale nos ha regalado felicidad, emotivos momentos que llevaremos para siempre con nosotros, cuesta encontrar las palabras para despedirse de alguien que te ha acompañado a través de las viñeta durante tanto tiempo, siempre nos quedará su Smallville a la que volver cada poco tiempo.
La historia de Sam
El volumen publicado por ECC Ediciones de Superman Las Cuatro Estaciones incluye una emotiva historia de seis páginas protagonizada por Sam, amigo de infancia en la historia de Clark Kent. En ella asistimos en muy poco espacio al durísimo momento en que Clark, mediante sus poderes de rayos x, descubre que su amigo está muy enfermo de cáncer. Es una historia muy dura y que inevitablemente recuerda a la de El chico que coleccionaba Spiderman con una salvedad, este Sam realmente es Sam Loeb, hijo del guionista Jeph Loeb quien precisamente murió de cáncer a la edad de 17 años en junio de 2005. A modo de tributo, y pocos meses antes de morir participó como co-guionista en el episodio 26 de la serie Superman/Batman que por entonces escribía su padre. Esta historia, aquí incluida, escrita por su padre y dibujada por su buen amigo Tim Sale a buen seguro que fue uno de los retos más complicados a los que ambos tuvieron que hacer frente, Jeph Loeb, y esto lo digo como padre, seguro que tras casi veinte años desde la muerte de su hijo no se ha recuperado de tan duro golpe.
Lo mejor
• El trabajo de Tim Sale, uno de los autores que mejor han sabido interpretar a Clark Kent.
• El color de Bjarne Hansen, José Villarubia, Mark Chiarrello.
• La emotiva historia que construye Jeph Loeb
Guión - 9
Dibujo - 10
Interés - 9
9.3
Jeph Loeb y Tim Sale construyen un precioso fresco que se sumerge en las raices de los primeros años de adolescencia de Clark Kent
Hace poco me lo compre viendo que ECC lo reeditaba, era uno de esos comics que tenía pendiente de leer.
Que maravilla!! Junto con All-Star Superman probablemente sea de lo que más me ha gustado. A parte de tener un dibujo increíble, me encanta que cada estación este narrada por un personaje diferente.
Ojalá un reinicio en el cine de Superman tomando de referencia este tipo de obras en el que se ve y se entiende perfectamente como es el personaje.
No sabía que la historia de Sam era un añadido a la edición. Todo un acierto y nos enseña (a nosotros y a Clark) que por duro que sea, hay cosas en este mundo que ni El Hombre del Mañana puede evitar.