#ZNGames 7 Days to Die

 

Título: 7 Days to Die
Desarrolladora: The Fun Pimps Entertainment
Plataformas: PC/ PS4/ XBOX ONE
Idiomas: Textos en castellano

 

Siete días vivo

Los juegos de zombis ni se cansan ni parece que cansen al gran público; hasta Call of Duty está que se sale con su modo zombi (aunque más bien podríamos hablar de modo Lovecraft) en sus últimas entregas. De la mano de The Fun Pimps Entertainment nos llega este curioso juego que bien podría ser un mod de Mincraft en el que se han incluido criaturas no muertas para amenizar la velada. Salió adelante gracias a Kickstarter y es el único juego del estudio, pero ha sentado unas interesantes bases que lo convierten en uno de esos juegos que disfrutar en verano. Y ahora que el verano se acaba, la excusa de encerrarse en casa para cuando llegue el frío y jugar a la supervivencia está más que clara.

En 7 Days to Die podremos morir de mil maneras, como en el mundo real, y es que tendremos que atender a muchísimas cuestiones más allá de los zombis. Estamos ante un juego de supervivencia, y esto lo lleva por bandera hasta sus últimas consecuencias. De tal manera, las altas temperaturas del desierto nos obligarán a caminar casi desnudos para no sufrir de un golpe de calor, lo que nos volverá vulnerables debido a la carencia de armaduras si nos encontramos con alguna horda de muertos vivientes. La comida será necesaria en todo momento, así como el agua, pero comer cosas en mal estado o poco recomendables afectará a nuestra salud y puede llegar a enfermarnos y mermar nuestras posibilidades de sobrevivir. Por otro lado, tenemos las caídas, trampas ya los propios zombis, para lo que tendremos que echar mano del gigantesco inventario que presenta el juego y craftear elementos a nuestro alrededor para construir mejores armas, mejores herramientas y mejores refugios. Esta es la base y desarrollo del juego, simplificando al máximo cualquier tentativa de narrativa.

Es cierto que podemos encontrarnos con algunas «quest», aunque llamarlas así puede ser concederles demasiado. Nos encontraremos notas y pistas dejadas por personajes a los que nunca llegaremos a ver y que nos conducirán a tesoros escondidos, o a trampas mortales. Algunas de estas historias paralelas nos obligarán a matar a determinado número de zombis o a construir determinado número de cosas para que se desbloqueen de forma automática los accesos a los tesoros. Toda historia ha sido suprimida, por lo que nosotros no somos más que un superviviente en un mundo gigantesco (realmente gigantesco) y nuestro único fin será aguantar con vida. Claro que al séptimo día, las cosas se complican…

Existen dos modos de juego: en solitario y online. Si bien es cierto que el juego online está bastante trabajado y puede parecer el punto más apetecible del juego, con nuestro personaje teniendo que lidiar o aliarse con otros supervivientes que querrán lo que nosotros tenemos o querrán expulsarnos de su refugio, el modo solitario también presente una cantidad de atractivos que lo hacen muy disfrutable por sí mismo. El mapa preestablecido es realmente inmenso, tanto o más que los mapas de Minecraft, juego al que en jugabilidad se parece muchísimo, y las posibilidades de construcción y acopio de materiales son inmensas. Prácticamente cualquier objeto que te encuentres (hasta el propio suelo) es susceptible de ser crafteable y transformado en un recurso valioso.

En lo que a los enemigos se refiere, antes de iniciar una partida tenemos la posibilidad de ajustar los parámetros de dificultad del juego, lo que incluye si los zombis son rápidos o lentos. Esto se agradece ya que el juego en sí es bastante complicado, sobretodo en lo que a supervivencia se refiere. Podemos morir de muchas maneras, y los zombis aunque son la amenaza constante, no tienen porqué ser la razón última de nuestro fallecimiento. Aunque a partir del séptimo día, la cosa puede ponerse realmente seria con estos lacayos del infierno… Otra de las opciones que nos brinda el juego y que le da un plus de profundidad y puede ponernos muy a prueba es que los zombis sean lentos durante el día y rápidos durante la noche. Esta es la opción con la que hemos jugado en la redacción de Zona Negativa y es la que vamos a recomendar, por darle tanta sensación de evolución y de contrarreloj al título.

Aunque la nota negativa se la lleva en lo que se refiere al combate, que termina por ser torpe y poco preciso y muchas veces sufriremos daño injusto por culpa del sistema de apuntado del juego. Las armas a distancia son engorrosas y poco eficaces y las armas cuerpo a cuerpo no aciertan en la diana aunque estemos literalmente encima del oponente. Esto hace que sea más sencillo huir de los enemigos y tratar de acabar con ellos en la distancia que vernos rodeados y salir adelante por la fuerza. Con un par de ajustes, el combate podría haber sido muchísimo más eficaz y aportar un toque de acción que ahora mismo el título no tiene.

En definitiva, 7 Days to Die es un buen experimento, un juego que pone en jaque a los más pintados y un plus de originalidad por saber combinar de forma tan acertada elementos de muchos otros juegos. Una ópera prima que no dejará indiferente a nadie.