#ZNGames Call of Duty: WWII

 

Título: Call of Duty: WWII
Plataformas: PS4/ XBOX ONE/ PC
Desarrolladora: Sledgehammer Games
Idiomas: voces y textos en castellano

 

Vuelta al pasado

Call of Duty regresa a sus raíces buscando, quizás, el éxito que acuñara Battlefield 1 y la reconciliación con sus fans, que andaban ya algo confusos con la historia futurista y espacial en que estaba derivando la franquicia.

La Segunda Guerra Mundial fue el conflicto por excelencia. Europa sometida al terror fascista, no necesita más presentación. Desde el punto de vista del bloque aliado, Call of Duty: WWIIatraca en el panorama con una propuesta clásica, con una campaña que juega a la melancolía, a la crudeza, y a la inspiración cinematográfica. Y es que el juego arranca con algunas secuencias que nos van a resultar ya conocidas: una amalgama de cortes de diferentes cintas que, si bien funcionan como punto de partida, terminan por agotar a lo largo de una campaña no demasiado inspirada y demasiado estirada.

Call of Duty sabe que el grueso de sus seguidores quieren explotar el modo online y que se toman la campaña casi como un tutorial largo para adaptarse a armamento y controles, aunque parece que el esfuerzo de aportar un modo historia genuinamente inspirada, que se queda, desgraciadamente, en la anécdota y que no logra llegar a estándares que sentara Battlefield 1.

Sin embargo, el modo zombis viene a salvar, una vez más, el modo de juego más solitario y lineal de la saga. Esta vez con nazis zombis, tal y como pedía el cuerpo, pero con un diseño realmente inspirado y con una progresión que engancha y reta al jugador a superarse a sí mismo. Este es el problema que acusa Call of Duty desde hace tiempo: que da la sensación de no ser la visión de un equipo, sino un conjunto de retales de un montón de equipos diferentes, cada uno aportando el talento que puede, dando como resultado una montaña rusa en lo que a calidad de propuesta se refiere.

Claro, los fans de la franquicia van a estar encantados. Eso no podemos negarlo. Pero son los fans del sencillo fps los que verán en Call of Duty: WWII una mezcla de escenas muy conocidas; un intento de emular nuestras películas favoritas sobre el conflicto bélico más importante de Europa (y del mundo, probablemente) y, en general, un producto blockbuster que se esfuerza más bien poco en sorprendernos y aportar algo al género que ayudó a construir.

Yo nunca fui demasiado fan de Call of Duty, lo admito. Siempre fui más de Doom o Medal of Honor. Pero es cierto que hace ya una década, quizás más, que la saga revolucionó el concepto de narración bélica. Una frescura y una rapidez en su desarrollo, así como una atención al online que revolucionó el concepto de fps hicieron grande a la franquicia. Pero, tal y como pasara con otras sagas como Assassin’s Creed, le vendría bien tomarse un descanso. Buscar sus raíces, que no significa volver a temas que ya trataran los anteriores juegos en un intento por reenganchar a los fans perdidos; así como pensar realmente en su futuro. A nivel narrativo a mí, y esto es subjetivo, me interesaba mucho más el desarrollo de la exploración espacial y la lucha en gravedad cero. A nivel jugable y en lo que al modo online, la estrella de la corona de Activision, ninguna queja que presentar.

Call of Duty: WWII trata de enganchar a los fans de Battlefield 1 de una forma un tanto descarada, por eso puede que sea el juego de la saga que menos me ha interesado. Sí, divertirá a los fans, pero ya. A la saga le falta todavía la ambición de aportar algo realmente novedoso e interesante al género que representa.