#ZNGames Deus Ex: Mankind Divided

 

Título: Deus Ex: Mankind Divided
Desarroladora: Eidos Montreal
Plataformas: PC/ XBOX ONE/ PS4
Idiomas: Voces y textos en castellano

 

El cyberpunk más distópico

Vuelve Adam Jensen y vuelve la saga que ha ido evolucionando y perfeccionando su propuesta hasta encandilar a propios y ajenos con el pasado Deus Ex: Human Revolution. Los fans de la saga venían deseando hincarle el diente a esta nueva obra de Square Enix, que se aleja de los clásicos del estudio y se adentra en un terreno mucho más occidental; en una concepción de los FPS y de la narrativa mucho más a la americana.

Es difícil hablar de la historia de este Deux Ex sin caer en el spoiler, por lo que solo diremos que arranca justo donde terminó la anterior entrega y de esto se encarga el juego de tenernos al tanto con una video de introducción que resumen Deus Ex: Human Revolution, que dura la friolera de diez minutos y no puede saltarse. Empezamos mal, la verdad. A lo largo del juego, Deus Ex: Mankind Divided abusará de cinemáticas poco inspiradas, diálogos demasiado largos y tutoriales extenuantes. En esto, se le nota la producción japonesa, aunque Eidos Montreal sea quien lleve la voz cantante en el asunto. Imaginamos a los desarrolladores poniéndoles el juego a los nipones responsables de sagas como Final Fantasy y teniendo que implementar algunas ideas de bombero que veremos a lo largo de este análisis.

El caso es que para los que no hayáis jugado la anterior entrega y os iniciéis en la saga con esta nueva entrega, incluso con el gran video explicativo que deberéis sufrir ver para acceder al juego, estaréis un poco perdidos al principio. Deus Ex: Mankind Divided se desarrolla en una sociedad en que los implantes para mejorar las habilidades humanas está a punto de dividir sin remedio a la humanidad. A medida que nos adentramos en el juego, nos veremos inmersos en una trama de engaños y traiciones enmarcada en el ámbito cyberpunk, eficientemente contada y con personajes con cierta profundidad, pero que peca de ingenuidad y parece un poco centrado en parecerse a la saga Metal Gear.

La sana mezcla de infiltración y acción con ciertos toques de rol sigue muy presente en esta nueva entrega, quizás demasiado. Y es que Deus Ex: Mankind Divided apenas difiera a nivel jugable en nada con su antecesor. Esto es quizás lo que los fans de la saga más pueden odiar o más pueden amar: el sistema de juego y las posibilidades, así como el desarrollo de habilidades, los efectos narrativos y la esencia del combate son prácticamente iguales a Deus Ex: Human Revolution. Claro que muchos pensarán: ¿si algo es bueno, para qué cambiarlo? Y tendrán mucha razón. Aunque este nuevo título no innova en casi nada, refina la fórmula: la posibilidad de elegir la manera en que afrontamos un nivel determinado dependiendo de nuestro estilo de juego o nuestras habilidades en ese momento; la importancia de la narrativa tanto directa como indirecta. Claro que hay ciertas cosas que parecen quedarse a medio gas: aunque el guión recoge el testigo lo dejó la anterior entrega, pero el guión es un poco más torpe, los diálogos son algo burdos y el doblaje en castellano que recuerda demasiado a los Call of Duty y a esa forma impostada de habla, como de generalde Vietnam, no ayuda a entrar en el mundo.

El juego permite que juguemos a nuestros ritmo y que vayamos a la batalla dando tiros y gritando como posesos, pero sutilmente nos irán empujando hacia la infiltración, que es realmente la manera de juego para la que está pensado, y esto se nota en el diseño de niveles. La acción como tal, si queremos jugar al estilo shooter, nos encontraremos con los mismos problemas que en su anterior entrega: el control es torpe, los tiroteos son imprecisos y la cámara y el movimiento no ayudan lo más mínimo. En cuanto a las habilidades, se ejecución es correcta pero no están realmente inspiradas, no dejan de ser las clásicas habilidades de cualquier juego con magia o con implantes metahumanos. No encontramos originalidad en su concepción, y este es uno de los principales problemas del juego. La IA de los enemigos es bastante escueta y limitada; cometerán errores que nos pondrán fáciles sus muertes y las incongruencias en escenas en las que nos encontraremos acorralados pueden desembocar en absurdas muertes.

El balance entre misiones secundarias y principales es bastante bueno y el diseño de niveles, muy ajustado a la infiltración, es bastante bueno y da una sensación de libertad bastante loable. Al juego le falta algo de ritmo, culpa de diálogos muy largos y escenas con poco ritmo; la gestión del inventario, sin embargo, es uno de los puntos más fuertes del título. Tanto lo que tiene que ver con el desarrollo del personaje y sus habilidades, como la creación de objetos nuevos a través de componentes que vamos recogiendo, o la mejora de armas.

Para finalizar, cuenta con otra modalidad de juego llamado Breach y que aporta novedad y frescura, pero que no pasa de ser una especie de minijuego. Goza de ritmo y cierta sensación de inmediatez y desafío arcade, pero que sin ser más que un minijuego acaba enganchando y hemos pasado mucho tiempo jugando a esta modalidad. Un extra que aporta mucho al conjunto, pero que nos hace pensar por qué no se han incluido más mejoras en el juego principal y más cambios.

Gráficamente, el juego se lleva buena nota. La banda sonora y los efectos de sonido son épicos, aunque no tanto el doblaje al castellano, que exagera demasiado en algunos momentos y no da la suficiente tensión o drama en otros. Aconsejamos sin duda jugarlo en versión original. Sin hacer enormes alardes de poderío técnico, el motor gráfico cumple y la sensación es la de una superproducción en toda regla. Pero incluso en este aspecto no podemos evitar darle un pequeño tirón de orejas a Eidos Montreal, con un arte muy poco inspirado que recuerda demasiado a su antecesor, que no asume riesgos y se queda en la comodidad. Da la sensación de que hubiera pasado un año de desarrollo entre entregas, en lugar de seis.

Hay sagas que saben evolucionar e incluir nuevo contenido y nuevas maneras de jugar, como el mismísimo The Wicher o Metal Gear, pero Deus Ex parece haber tenido miedo a hacerlo y se ha quedado en una continuación escueta en forma de shooter de infiltración y que se queda a medio gas.