Título: DOOM
Desarrolladora: id Software
Plataformas: PC/ PS4/ XBOX ONE
Idiomas: voces y textos en castellano
Ha vuelto
Hubo un juego que cambió los FPS (First Person Shooter) hace ya más de veinte años. Cuando el primer Doom apareció, el mundo del gaming se tomó un respiro para admirar qué estaba sucediendo. Bajo la batuta de John Carmack, este juego sentó las bases que después habrían de seguir algunas de las sagas más importantes de este género, tales como Quake o Call of Duty. Nos era frenético ya en su época. Hablamos de los primeros años de la década de los noventa, cuando los videojuegos aún se estaban probando a sí mismos, cuando el fenómeno aún era algo marginal que solo unos pocos comenzaban a considerar arte. Armados hasta los dientes y contemplando únicamente la mano del protagonista empuñando el cañón que significa la diferencia entre la vida y la muerte, Doom nos lanzaba a oscuros pasillos plagados de demonios que buscan nuestra dolorosa y sangrienta muerte.
Aunque al principio se lanzó para el sistema DOS, este clásico terminó por aparecer en la mayoría de consolas de sobremesa, a base de lanzamientos especiales acompañando las demás entregas de la saga y trayendo del pasado las puertas del infierno, abiertas una vez más. Es muy propicio, pues, que esta nueva entrega renuncie a la numeración y los subtítulos y ose presentarse a sí misma simplemente como Doom. El Doom de una nueva generación, el FPS por antonomasia despliega todo su potencial en las nuevas consolas y nuevas tarjetas gráficas con un aspecto clásico pero renovado; aunando lo mejor del pasado con lo mejor del futuro.
Vuelve el infierno.
Y trae más hambre que nunca.
Cerrando el círculo
Lo primero que hay que decir, es que este Doom no es un remake del clásico. Aunque tampoco habría mucha queja si lo fuera. En Doom se da prioridad a la acción frenética, olvidándose en parte del intento que tienen algunos juegos de esta corte de vendernos una historia profunda y llena de aristas donde perdernos entre tiroteo y tiroteo. Al menos en esto, Doom es honesto: corre, dispara y sobrevive. No hay que pensarlo mucho más, pues si te detienes un segundo, las hordas del infierno te darán alcance. El ritmo es verdaderamente frenético, bastante más parecido a lo que vimos en su día en el primero juego de la saga, pero ahora con gráficos de última generación y un derroche de arte y diseño que dejan de piedra al más pintado. Porque Doom alardea, y mucho, de poderío técnico. El juego se mueve con una fluidez que ya quisieran muchos, dando a la acción un cariz de rapidez y verosimilitud que muchas veces, tras una cruenta escaramuza, deberás pararte a respirar. La cantidad de enemigos y sus poderosos ataques es encomiable y el armamento no deja casi nada por ofrecer.
Pero el juego no se queda en la superficie del shooter clásico y decide ir un paso más lejos, incluyendo algunos elementos de RPG que, aunque escuetos, dan otro enfoque novedoso y nos permiten cierta sensación de libertad y estrategia. De este modo, podemos personalizar muchos de los aspectos de nuestra armadura, armas y habilidades. Y aunque la mayor parte del tiempo nos dedicaremos únicamente a disparar a muerte y correr de un lado para otro, la opción de tomarse un respiro y pensar en cómo potenciar nuestras habilidades de cara a pasarnos ese batallón de enemigos que nos esperan sedientos por nuestra sangre hace que la sensación jugable gane enteros.
La campaña de Doom, aunque parezca algo extraño de decir, es lo mejor del juego. Si bien en sagas como Call of Duty es el multijugador lo que le da al juego su razón de ser (ahora hablaremos del multijugador de Doom), aquí es el modo solitario lo que realmente divierta, lo que realmente supone un reto. Enfrentarse a las hordas demoníacas sin más ayuda que nuestra habilidad y nuestra sangre fría, rememorando lo que suponía jugar a esta emblemática saga a principios de los noventa. Por otro lado, el juego incluye una cantidad considerable de secretos y extras que desbloquear a los que accederemos mediante la exploración pura y dura de los escenarios (y aunque en principio puedan parecer escenarios simples y muy delimitados, es todo un reto explorarlos mientras te muelen a la palos los enemigos), algunos tan vistos como un modo de juego con el mapa clásico de Doom. Es una experiencia a la que enfrentarse en la oscuridad de la habitación, durante la noche, olvidándose del smartphone y de todos los elementos de distracción con los que jugamos hoy día; la campaña de Doom pretende llevarnos al pasado, a esa década de maravilla en que los videojuegos descubrían una senda todavía inexplorada. Y, si ponemos de nuestra parte, lo consigue.
El multijugador (o como quise, pero no pude)
Es una verdadera lástima que el multijugador no esté a la altura. Ya en la beta que hubo hace poco, los comentarios de los jugadores apuntaban en esta dirección, pero es cierto que el multiugador de Doom, sin ser aburrido ni tener problemas técnicos, no está inspirado. Es genérico y tras unas cuantas partidas, terminará por aburrir. No está a la altura del conjunto del juego, aunque está bien que Bethesda lo relegue a un añadido y no trate de venderlo como la parte central del juego (tal y como sucede en la saga Call of Duty), pero hubiera estado bien que tuviera algo más de contenido, más modos de juegos y que desplegase un poco más de la imaginación que el modo campaña sí que despliega.
Por otro lado, si vamos a la raíz del problema entendemos muchas cosas. Y es que el modo multijugador, curiosamente, no está desarrollado por el mismo estudio que desarrolla la campaña. Esto es algo que muchos podrían catalogar de tontería, pues si no quieres hacer modo multijugador, directamente no lo hagas. Pero aquí Doom se convierte en víctima de su época, cosa que no tuvo que sufrir su predecesor de mismo nombre: hoy día, un juego sin multijugador es menos competitivo a nivel de mercado que uno que sí lo tiene. Desde las compañías vemos cómo obligan a jugadores a jugar online, pero también tenemos algunos ejemplos de cómo se presiona a las desarrolladoras para que sus juegos incluyan estos modos de juego. Pero claro, no a cualquier precio. Si el modo multijugador va a aportar algo, entonces perfecto; si va a ser perjudicial para el juego, es mejor ni planteárselo.
Aunque también tenemos el editor de mapar, Snapmap, un modo creativo para jugadores que incluye diferentes modos de juego y la posibilidad de editar y compartir mapas de creación propia. Es un editor bastante sencillo de utilizar, intuitivo y con variedad, aunque está bastante limitado en algunas características y no pasa de ser un modo de juego solo para los más pintados, amantes de los mods y los editores en general. El fan medio, probablemente muestra un escueto interés por Snapmap.
¿Todo lo que prometió?
Lo cierto es que es muy difícil estar a la altura de la propia leyenda; una saga que cambió todo un género como lo es Doom se la juega en cada nuevo episodio. Los jugadores tenemos suerte de que no hayan tomado (todavía) la determinación de sacarnos un título al año variando lo más mínimo, y también de ver que aunque cambie de manos, tiene muy presente su legado y lo que los fans buscan.
Doom mira hacia el pasado pero con el futuro muy presente; es un juego que recoge lo mejor de sus antecesores y que se atreve a innovar, ofreciendo horas de diversión en su modo campaña; una acogida más bien tibia en su modo multijugador y una cantidad de secretos y extras jugosos que elevan las horas de duración. Una compra segura para todo fan de la saga y para aquellos fans de los FPS que están cansados de las sagas anuales.
Título: DOOM Desarrolladora: id Software Plataformas: PC/ PS4/ XBOX ONE Idiomas: voces y textos en castellano Ha vuelto Hubo un juego que cambió los FPS (First Person Shooter) hace ya más de veinte años. Cuando el primer Doom apareció, el mundo del gaming se tomó un respiro para…
#ZNGames DOOM, condenado a sufrir
#ZNGames DOOM, condenado a sufrir
2016-05-20
Francisco Miguel Espinosa
Gráficos - 9
Jugabilidad - 8.5
Historia - 7
Sonido - 8
81
8.1
Valoración
No cabe duda de que Doom es un buen juego, con algunas carencias más enfocadas a su modo online, pero que agradará a los incondicionales de la saga.
Vosotros puntuáis: 7.1 ( 2 votos)
a mi la beta me ha convencido pero es que mucho, Benthesta se ha dejado lo cuernos en recrear y ampliar la saga para que todos estemos agusto en esta nueva re-encarnacion del gran clásico de los shotters y parece que lo ha conseguido.
En camino.
Hace millones de años y aún puedo oir la musiquilla inquietante y el rugido de los monstruos al recibir la recortada a bocajarro… He leído que la experiencia es aún mejor que la de los últimos dos Wolfenstein, y a mí me han parecido una obra maestra ambos… veremos… Lo que parece claro es la intención se recuperar sensaciones en un back to the basics encomiable.
Bienvenido a mi realidad. No he durado ni 10 sec en la primera arena marciana. Las tres veces. Estos ametrallamientos circulares no son como los de antes… Lo peor es que no sé si a estas alturas aún tengo curva de aprendizaje XDD
Doom recuerda a Far Cry 3 en que sus mecánicas consiguen narrar mucho más que la propia historia. Creo que fue Jim Sterling el que lo mencionó primero, pero el script del Doom Marine destrozando los núcleos de energía Argent es la puta mejor vivencia de un personaje que he tenido en un triple A en mucho.
Porque cuando coges un arma estás viviendo la experiencia de un humano atormentado que odia a los demonios con toda su ira. Por eso los tiros, la motosierra y la instakill es tan cruda: porque es un reflejo de tu personaje. Por eso los segmentos de hustoria del propio personaje y la jugabilidad hermanan tan bien.
En este sentido han conseguido hacer avanzar un peldaño más al padre de los shooters, un enorme logro para un título que, con solo mantenerse, hubiese arrasado.