#ZNGames Fire Emble Warriors

 

Título: Fire Emblem Warriors
Desarrolladora: Omega Force
Plataformas: Nintendo Switch/ Nintendo 3DS
Idiomas: voces en inglés y textos en castellano

 

El RPG y el Musou entran en Switch

Desde el país del sol naciente nos llegan RPGs y Musous como churros. No es de extrañar que en Nintendo Switch nos veamos por fin bombardeados por esto, y Fire Emblem Warriors supone un salto hacia delante en lo que a estas propuestas se refiere. Un juego complejo que llega a Nintendo Switch para exprimir el potencial de la consola híbrida. Lo he jugado durante horas con la perspectiva de que los musous ya cansan. De que estamos un poco saturados de la propuesta nipona por excelencia, pero cuyas variaciones jugables brillan por su ausencia. Sin embargo, Fire Emblem Warriors se desvía por la tangente y nos ofrece una fórmula ya consabida pero aprovecha la posibilidad de jugar en modo portátil para obligarnos a sentirnos poderosos aporreando botones, planeando estrategias y avanzando en unos escenarios que, si bien no se rompen la cabeza con un diseño de niveles apoteósico, sí que añaden variedad y un bonito diseño artístico.

La premisa de Fire Emblem Warriors es la de un reino en guerra, dos hermanos que huyen de la capital donde su madre, la Reina, se queda atrapada. Una invasión, unas fuerzas desconocidas y portales dimensionales que pueblan de enemigos monstruosos las pacíficas tierras en que nuestros protagonistas se han criado. La narrativa resulta ligera, espectacular en ocasiones y las cinemáticas son interesantes, ni demasiado frecuentes como para cansar ni demasiado escuetas como para no enterarnos de la historia. En esto, se nota la mano de Omega Force, los amos indiscutibles del género, pero también la buena producción de Nintendo, que nos trae el juego traducido al castellano, lo que sin duda motivará que las ventas superen a otros juegos de la compañía que vienen solo en inglés y echan para atrás a algunos jugadores.

El ritmo de Fire Emblem Warriors es trepidante; tiene algunos toques de estrategia, pudiendo desplegar nuestras tropas por el mapa antes de empezar la batalla, y durante el combate podremos alternar el control de los personajes, que se van desbloqueando a lo largo de la historia, terminando en un nada desdeñable plantel de personajes cuya historia y relación con los protagonistas es más que interesante. Dentro de las batallas tendremos miniquest, en los que deberemos salvar a alguien, vencer a algún soldado o minijefe en concreto, y también tendremos batallas contra bosses finales, todo aderezado con un ritmo loco que jugado en modo portátil resulta de lo más gratificante. Pero, como advertencia, recomiendo jugar en el modo más duro de dificultad, pues en los modos fáciles el juego es absurdamente fácil, hasta el punto en que la mayoría de enemigos ni siquiera te atacarán si no estás en los niveles más altos de dificultad. Algo que resulta difícil de entender, pues incluso en modo difícil ni siquiera resulta un reto demasiado estimulante para los que busquen un reto a la altura.

Los toques de RPG no dejan de ser sutiles, como en la mayoría de juegos que firma Omega Force, con diferentes armas que sustituir y algunas habilidades que mejorar, pero sin perder de vista la acción desenfrenada. Fire Emblem Warriors busca la adrenalina, la adicción, llenar el escenario de enemigos y que tengamos que pelear con locura para avanzar, destruir y terminar la historia a base de lucha. La combinación de Fire Emblem y Warriors resulta estimulante, aunque una franquicia se ha comido más a la otra. Y, sin duda, es Warriors la que más se ha comido a su partener.

Técnicamente el juego cumple: a nivel gráfico es vistoso, pero con una fuerte diferencia entre cinemáticas y el modo jugable. No deja de ser interesante y ser vistoso, pero la banda sonora suena repetitiva y el diseño artístico de algunos personajes difiere mucho con otros, creándose algún que otro desequilibrio. En general es un juego que, para ser jugado en el modo portátil de Nintendo Switch, es adictivo y divertido, pero que adolece de la misma sensación repetitiva que todos los musous. Y esto me lleva a reflexionar sobre si este no será, junto con la conducción y los deportes, el género que más necesite de alguna renovación, de un videojuego que se ponga por bandera en lo que innovación se refiere, como en su día fue la saga Final Fantasy para el JRPG o Grand Theft Auto para los mundos abiertos. Omega Force se ha aposentado en su comodidad, pero todas las grandes obras de los últimos tiempos han estado más allá de la zona de confort de sus desarrolladores.