Formato: Playstation 4
Edición original: CAPCOM – septiembre 2017
Edición España: CAPCOM – septiembre 2017
Diseño: Norio Hirose, Mike Evans, Tsukasa Takenaka, Tsuyoshi Nagayama, Takashi Nishimura, Paul Gardner, Eishi Segawa
El pasado mes de septiembre salió al mercado en todo el mundo la nueva, esperada y anunciada entrega de la serie de encuentros entre personajes de Marvel y de CAPCOM. Meses de anticipos en la forma de vídeos tocaban a su fin y, después de cinco años, la afición tenía la oportunidad de echar nuevos combates con un grupo de los más populares personajes propiedad de dos compañías con reconocida trayectoria en el mundo del entretenimiento.
Antes de empezar, tengo que advertir que siempre he sido seguidor de la serie, como atestiguan las reseñas publicadas por aquí hace unos años, dedicadas a Marvel vs. Capcom 3: Fate of Two Worlds y a Ultimate Marvel vs. Capcom 3. La aparición de X-Men: Children of the Atom -en aquellos tiempos en los que la Sega Saturn y la Sony Playstation eran las consolas de última generación- supuso, desde cierto punto de vista, la conversión de un sueño en realidad ya que, si bien había habido múltiples adaptaciones del tebeo al videojuego, parecía que, por primera vez, teníamos entre manos el potencial técnico para unos productos en los el resultado estuviera más próximo al original. Después llegarían Marvel Superheroes y los títulos de enfrentamiento con el catálogo de personajes de Street Fighter, hasta que la malhadada Sega Dreamcast presentó en su catálogo el primer Marvel vs. Capcom. Hace casi veinte años, se sentaban las bases de un estilo de juego de lucha que, en lo esencial, han permanecido inalteradas hasta su última entrega. Más allá de las cuestiones estéticas, de los repartos de personajes, de las tramas (cuando las había) y de algún otro aspecto secundario, la serie Versus prometía unas partidas trepidantes y alocadas, en las que el enemigo final era un adversario de gran tamaño, poderes desmedidos y un alto grado de dificultad.
Esta reseña se basa en una toma de contacto preliminar, en la que se reflejan las primeras impresiones de un título que esperaba con sumo interés pero que, hasta cierto punto, me ha resultado decepcionante, aunque no tanto como Street Fighter V. En ambos casos, el nivel de expectativa fue tan elevado, que el resultado no estuvo a la altura, aunque Infinite no ha generado la sensación de tomadura de pelo que supuso para mí la citada quinta entrega. Este primer encuentro ha servido de reencuentro y de análisis de lo que ha dado de sí este lapso de cinco años.
Lo primero que me ha llamado la atención ha sido el reparto de personajes, del que desaparecen quienes fueran las estrellas que dieron lugar a la serie, los mutantes. El hecho de que la Patrulla-X (así como los Cuatro Fantásticos) estuvieran, en lo que a derechos cinematográficos respecta, fuera del control de Marvel, ha supuesto que un personaje como Lobezno -que había estado presente en todas las entregas anteriores- esté fuera de la alineación marveliana. En su lugar, está patente la influencia de la versión cinematográfica, pues son los Vengadores los que han tomado el relevo de los antaño todopoderosos mutantes. Esta impresión se refuerza por el hecho de que contemos con la presencia de Carol Danvers en su papel de Capitana Marvel, como reflejo de su futura película. Si en 2011 la división cinematográfica marveliana estaba en una fase de esperanzador desarrollo, hoy es una realidad consolidada que parece llevar la voz cantante de la empresa. El hecho de que la estética de los tebeos haya dejado paso a la del cine -tómese como ejemplo a Ojo de Halcón- remarca este hecho; el detalle de que entre los personajes descargables tengamos al Soldado de Invierno, Pantera Negra y la Viuda Negra, lo certifica.
Por lo que a CAPCOM respecta, tenemos la representación habitual de viejos conocidos de la serie, sacados de franquicias como Street Fighter, Darkstalkers, Strider, Mega Man, Devil May Cry, Final Fight, Resident Evil o Ghost’n’Goblins, entre otras. Así, tendremos ocasión de volver a seleccionar a Ryu, Chun-Li, Morrigan, Dante, Strider Hiryu o Megaman X. La suma de una y otra alineaciones arroja una treintena de personajes, a los que hay que sumar seis más que se pueden descargar, dos de la compañía nipona y los cuatro citados en el párrafo anterior, de la editorial estadounidense.
La historia evoca -una vez más- la idea de una amenaza común que afecta a los universos de Marvel y CAPCOM (si se puede considerar que esta última tiene un escenario cohesionado para todas sus franquicias). Como las gemas del infinito y Thanos vuelven a estar de moda, merced a las próximas películas de los Vengadores, se retoman unas y otro -que fueron el hilo conductor y enemigo final de Marvel Superheroes- y se plantea la premisa de que los dos universos han sido fusionados. Los villanos, en esta ocasión, son Ultrón (por parte de Marvel) y Sigma (por parte de CAPCOM) que se hacen con dos de las piedras e inician una carrera con las fuerzas coaligadas de ambas realidades por la posesión de las cuatro restantes. En esta empresa, habrá personajes con sus propios planes -como el citado Thanos o Jedah Dohma- y, conforme vayamos superando combates, escenas cinemáticas nos irán revelando las causas auténticas de la fusión, hasta la conclusión final. La premisa de la unión y las mezclas resultantes, recuerdan mucho al universo amalgamado que, durante unos años, presentaron puntualmente Marvel y DC, dando algunos conceptos ciertamente interesantes.
Si pasamos a la parte de los combates, veremos que tenemos, como se anticipó previamente, un poco lo de siempre: combates por equipos -en esta ocasión, dúos- un tanto atolondrados en los que el primitivo personaje de acompañamiento ha sido cambiado por el acompañamiento de las gemas del infinito, las cuales plantean efectos y posibilidades distntas en función de la piedra y del personaje. Por otra parte, el modo historia impone la necesidad de que, en cada fase, utilicemos a personajes distintos, hasta completar el catálogo disponible. Más allá del aspecto gráfico, es menester advertir que los caracteres conocidos siguen manejándose como siempre, con todo lo que ello supone de positivo y de negativo.
La conclusión de este primer contacto es la de un título que prometía mucho más de lo que da y que deja patente que los tebeos ya no constituye el núcleo duro de las franquicias marvelianas.
Coincido plenamente en que es un juego totalmente decepcionante. Una involución del 3 que ya de por si me pareció más flojo que el 2. El diseño de personajes me parece bastante malo para un juego que debería ser espectacular. El modo historia es una auténtica chorrada, quizás solo salvaría la inclusión de las gemas del infinito que le dan un plus en la jugabilidad. Por suerte este año tenemos Dragon Ball Fighterz que tiene todo lo que debería tener este, un apartado técnico y artístico brutal, animaciones calcadas del anime, jugabilidad ideal tanto para novatos como para los que quieran sacarle el máximo partido al juego, ya que aunque no lo parezca en un principio, el juego es bastante exigente para dominarlo a la perfección. Espero que Capcom aprenda de sus dos batacazos con Street Figther V y este MvC Infinite y vuelva a crear un juego digno de estas dos licencias.
Demasiado bueno has sido dándole un 6,8. Yo le daría un 4,2.
Juego sin ganas y sin alma. Diseño de menus y personajes tristes, sin pasión, desganados. Rooster de personajes patético y flojísimo y por no hablar que muchos son corta y pega del ultimate 3. Por no hablar que los únicos personajes nuevos son los vía DLC, algo habitual en capcom. Penoso y si lo comparas ya con el mejor juego de lucha de esta generación; Injustice 2 o Killer Instinct… Se acabó, hasta tal punto que no estará en el evo 2018. Evento al que acudían desde el año 2000. Muchísima nota veo yo aquí, tal vez por el amor a la saga de lo que fue y ya no es.
Por suerte, existe aún el ultimate Marvel vs capcom 3 remasterizado a 1080P y 60 FPS. Pura delicia.