#ZNGames Mass Effect: Andromeda

 

Título: Mass Effect Andromeda
Desarrolladora: BioWare
Plataformas: PC/ XBOX ONE/ PS4
Idiomas: voces en inglés textos en castellano

 

Una nueva galaxia

El espacio, la última frontera. Así solía ser. Sin embargo, Bioware decidió cambiar las tornas de la ciencia ficción arriesgando todo a una saga que recogiera lo mejor de la literatura y el cine de género, y volcarlo en un videojuego que pronto se convirtió en obra de culto. No necesitamos más presentaciones, ¿verdad? El resto, es historia: las historias de Shepard, que terminaron hace unos años en la anterior generación de consolas y PCs y que prometían un silencio cuantitativo. Y así ha sido. A mí, he de reconocerlo, me sorprendió el anuncio del inminente Mass Effect: Andromeda, como me sorprendió también su rápido estreno. A apenas unos días de la salida del juego, no terminaba de creerme que un nuevo título de la saga, una puerta a una galaxia completamente, a nuevos personajes y a nuevas historias, estuviera a punto de ver la luz. Tras unas semanas, he podido dedicarme a él y descubrir sus virtudes y sus defectos.

Mass Effect: Andromeda parte de un concepto totalmente nuevo a nivel de historia: la humanidad a puesto la vista en Andrómeda, la galaxia vecina, en busca de un nuevo mundo para nosotros. Los pioneros son los elegidos para este viaje de cientos de años que deberá culminar con el descubrimiento de un nuevo mundo habitable. Pero no todo es tan sencillo en un universo lleno de misterio, razas alienigenas y traiciones. Los hermanos Ryder deberán enfrentarse al caos y la muerte que una nueva raza enemiga está difundiendo por los planetas elegidos como habitables, y las posibilidades de triunfo para los humanos se van mermando a medida que descubrimos nuestro propio pasado y futuro.

Un punto de partida narrativo que busca claramente alejarse de lo que conocemos hasta ahora en Mass Effect, porque no es nada fácil olvidarse de dónde venimos. Bioware se la juega con nuevos personajes, nuevas historias y una galaxia totalmente nueva. Pero no pierde de vista el ambiente y el estilo que caracterizan a la saga; Mass Effect: Andromedasigue bebiendo de las mismas ricas fuentes de la ciencia ficción, con situaciones que recuerdan a lo leído en novelas de Dan Simmons y Robert Heinlein. La conquista de Andrómeda viene tintatada de una lucha de poder y descubrimiento; algo más parecido a conceptos como Destiny o No Man’s Sky, en que tendremos la oportunidad de explorar con cierta libertad varios planetas y estudiar su viabilidad, así como avanzar en la trama y en la infinidad de misiones secundarias.

De los aspectos mejor cuidados en el juego, sin duda la exploración es el que más me ha gustado. En su época, Mass Effect supuso un paso adelante en lo que a videojuegos de ciencia ficción se refiere, pero este Mass Effect: Andromeda se acerca un poco más al space opera, echando mano de nuestro sentido de la maravilla ante el descubrimiento de ruinas de otras civilizaciones, planetas con asombrosas propiedades, y paisajes imaginarios que nada tienen que envidiar al mejor cine de género. Durante la primera misión nos encontraremos en un planeta cuya gravedad afecta a las rocas, lo que hace que los cielos estén surcados por enormes rocas que se mueven sobre nuestras cabezas con la soltura de las nubes. En esto, el diseño artístico del juego nos aporta una de cal y otra de arena; pues mientras algunos escenarios son de un deleite visual absoluto, otros parecen terminados de forma apresurada y faltos de la imaginación de que el juego hace gala. Algunos conceptos y decisiones de diseño que confunden en escenarios con menos relevancia para la trama principal.

Sin embargo, el atractivo principal del juego vuelve a ser la combinación de rol y acción. Quizás un rol más ligero, podríamos decir, menos metido en la progresión de personajes y el desarrollo de sus habilidades, aunque los poderes son espectaculares y hay una buena cantidad de ellos, y más enfocado al combate rápido, con algunos toques tácticos aunque muy ligeros. Lo que más vamos a hacer en este Mass Effect Andromeda es conversar y decidir, cosa que se agradece, pero el combate vuelve a ser la tercera pata del trípode. En esto, poco hemos variado desde la última entrega: el combate basado en coberturas, en utilizar correctamente nuestras habilidades y aprovechar al máximo el terreno, gana un poco en variedad gracias a la potencia de las nuevas consolas, pero en esencia sigue siendo lo mismo. La estrategia de los pelotones y el desarrollo de estos también está bastante calcado de anteriores entregas, por lo que Bioware se esfuerza en mantener la esencia de la saga y arriesga poco en este terreno. Pero el resultado vuelve a ser un juego lleno de acción, con pinceladas roleras que gustarán a los jugadores más afines a este aspecto, y con una exploración bien trabajada que amplía sus fronteras gracias al uso de vehículos.

Tecnología del futuro

El aspecto gráfico quizás es el que más dudas suscita de este lanzamiento. A estas alturas, y viniendo de juegos tan espectaculares como Horizon: Zero Dawn en Playstation o Quantum Break en Xbox y PC, Mass Effect: Andromeda parece ir un paso por detrás. Aunque el juego es bonito y ciertamente hay algunos escenarios y situaciones que despertarán nuestra pasión por los gráficos y la estética, tiene mucho camino que recorrer si quiere llegar a la altura de algunas de las grandes joyas gráficas de esta generación. El diseño de personajes es algo pobre y, aunque no he experimentado grandes bajadas de frame en la versión que he jugado (PS4), sí que he notado un exceso de popping y algunas texturas que tardan en cargar.

El gran problema, sin duda, han sido las expresiones faciales. Me temo que no podemos pasar por el análisis sin hablar de las horrendas caras y animaciones del juego. Lo más curioso de esto, que a estas alturas la mayoría de lectores ya conocerán, es que no todos los segmentos del juego aducen de estas carencias y no todos los personajes tienen estos problemas. Por ejemplo, si elegimos al personajes masculino en lugar del femenino, veremos que en general sus animaciones faciales están mucho mejor realizadas. Por esto mismo me dediqué a jugar con la hermana, porque algunos momentos dramáticos son realmente divertidos con las caras de psicópata colgada de éxtasis que pone la pionera Ryder. Y esto, me temo, es verídico. Claro que gracias al parche que se ha publicado esta misma semana, Bioware ha salvado un poco el tipo, pero aún hay cosas que no están bien. Es una lástima que un juego de la talla de Mass Effect tenga tantas carencias tecnológicas, y la lista suma y sigue. Una serie de bugs que, si bien no impiden el correcto funcionamiento del juego y el avance de la historia, sí que terminan convirtiendo algunas partidas en chabacanas sesiones de risas. Cosa que no debería ocurrir.

La banda sonora no está mal, pero echa demasiada mano de la sutileza y falto algo épico, algo que realmente nos haga temblar de pies a cabeza. La interpretación de las voces, curiosamente, también que desear en algunos momentos.

Es una pena pero a nivel tecnológico, el juego tiene carencias que, a estas alturas, no me explico.

Un nuevo comienzo

La saga Mass Effect parece que quiere volver a empezar, continuar con nuevas historias y nuevos comienzos. Pero este nuevo lanzamiento se queda a un par de pasos de sus antecesores y nos hace echar en falta demasiadas cosas. Tiene el estilo, la atmósfera y las buenas ideas, pero parece un lanzamiento apresurado y lleno de decisiones cuestionables. Aún así es un correcto punto de partida y Bioware aún sabe qué darle a los fans para que no se decepcionen.