#ZNGames Overwatch, Blizzard se lía a tiros

 

Título: Overwatch
Desarrolladora: Blizzard
Plataformas: PC/ XBOX ONE/ PS4
Idiomas: voces y texto en castellano

 

Con el perdón por delante

Cuando Blizzard de repente aparece con un FPS, la emoción se palpa en el ambiente. Estamos ante la desarrolladora responsable de World of Warcraft y Diablo. Dos tiros que acertaron directamente en la diana, lo que le ha dado una carta blanca a la empresa para hacer lo que le de gana sin tener que demostrar nada ya. Blizzard es Blizzard y sabemos que eso significa estándares de calidad, sobre todo si hablamos del terreno masivo online. El estado de sus servidores, la accesibilidad, la corrección en errores del juego, la atención a sus jugadores. Por eso, vamos por delante perdonando todos los errores de Overwatch, que no son pocos. Y no hablamos de errores como bugs o glitches, sino errores de concepción que a otro juego le hubieran costado una bajísima nota en la mayoría de reviews. Pero vamos a atacar primero las cosas positivas:

Para empezar, Overwatch es un FPS masivo online de ciencia ficción que pone a nuestra disposición a 21 héroes, nada más y nada menos, para formar equipo y lanzarnos al campo de batalla a arrancarnos la yugular. Doce mapas y un arte magnífico, con estilo fluido y dedicado por entero al jugador, en un juego lleno de matices y aristas que es difícil llegar a dominar. Dos caras de una misma moneda, pues es fácil entrar a jugar pero difícil convertirse en un buen jugador. Cada héroe tiene sus propias armas, sus propias capacidades y la estrategia de equipo es la esencia del juego. Estamos ante un juego adictivo, con una acción frenética propia del mismísimo DOOM, para qué negarlo, y no nos olvidamos desde aquí que los juegos tienen que ser sobretodo divertidos. Vaya por delante que Overwatch es un juego divertido a más no poder.

Pero claro, nos encontramos con algunas cosas que son ciertamente incomprensibles. Por ejemplo, la escasez de modos de juego. Y es que podremos hacer muy pocas cosas: defender un vehículo que avanza a través de un escenario plagado de enemigos, matarnos entre nosotros y defender un punto clave. Claro, esto con la promesa de que pronto se incluirán nuevos modos (como el ansiado competitivo). Pero si a eso le sumamos que tampoco hay modo campaña, empezamos a ver nubes en el idílico cielo de Blizzard.

Y es que seamos claros, a otro juego se le fusilaría por ciertas cosas que Overwatch pone por delante sin ningún pudor. Sin ir más lejos, a Star Wars Battlefront se le fusiló públicamente en su día por la falta de campaña y por la, supuesta, escasez de modos de juego. 6 a 1 a favor del juego de DICE ambientado en la famosa saga. También en su día la crítica se cebó con Street Fighter V por no llegar con todos sus modos de juego disponibles desde el primera día y por ir sacando las cosas a cuenta gotas, por lo engorroso de desbloquear según qué recompensas y, en resúmen, por el «lanzamiento a medias». Lo mismo que Overwatch. ¿Por qué entonces a este se le perdona toda? Pues sencillamente porque no todos los juegos, y no todas las compañías, son iguales. Blizzard es sinónimo de muchos adjetivos positivos dentro de la industria, y sus lanzamientos recorren las páginas de las revistas y se fijan en los calendarios de los jugadores a fuego. No estamos diciendo que Overwatch sea ni un mal juego ni un mal lanzamiento, pero sí que debería haberse llevado algunas collejas que no se le están dando. Y nosotros, pues se las damos. Porque somos así.

Luchando a muerte

Si algo tiene Overwatch es un sistema de juego dinámico como pocos. Jugar es una verdadera delicia; aunando ciertos toques de estrategia con la acción pura y dura, la combinación de habilidades y la increíble cantidad de personajes elegibles, las batallas en este FPS suceden a una velocidad de vértigo. Este dinamismo es lo que otorga a los jugadores la sensación de vértigo que todo FPS debería tener para ser llamado tal. Las habilidades de los héroes están pensadas tanto para el combate puro y duro, como la estrategia en equipo. Overwatch tiene mucho de League of Legends, tanto que si nuestro equipo se encuentra falto de médicos o sobrado de francotiradores, el propia juego nos avisa por si queremos cambiar nuestra estrategia.

Los mapas son variados y están bien construidos, siendo de un tamaño considerable pero no demasiado como para perderse por ellos. En general la acción suele concentrarse en el centro del mismo y durante las primeras partidas es normal sentirse perdido. Como ya hemos dicho, es un juego algo que hay que echarle horas para entrar del todo en sus mecánicas, para profundizar en sus matices, una especie de Rocket League de los FPS en el que hay que perderse y dejarse arrastrar por la espiral de acción que promete.

La apuesta de Blizzard

Yo mismo soy de los que siempre pensé que Blizzard solo se arriesgaría con juegos de rol. La elección de un FPS es un riesgo y una declaración de intenciones al mismo tiempo: la evolución. Es muy positivo que una empresa como Blizzard, que perfectamente podría dedicarse a sacar expansión tras expansión de World of Warcraft y vivir de las rentas de ese juego durante las décadas venideras, se quiera arriesgar y ofrecer mucho más. Es encomiable que una empresa tan poderosa no se encuentra regida únicamente por hombres de negocios y aún se note ese entusiasmo por los videojuegos, porque en Overwatch se nota el entusiasmo por lo que se hace.

Claro que en contraposición a esto, se nota también cierta torpeza a la que no estamos acostumbrados por parte de Blizzard. La escasez de contenido, la limitación en muchos aspectos, el juego incompleto y la falta de campaña le pasan factura a un juego que va a tener que ir renovándose para continuar con su vida útil. Claro que la receta ya tiene buena pinta con los desarrolladores centrados en los jugadores, y con algunas perlas que son de sentido de común pero que pocos juegos incluyen, como votar al mejor jugador, las jugadas mejores de la partida que no son solo las de ataque, o la atención al detalle. El juego ha enganchado a una gran comunidad, pero tendrá que demostrar con el tiempo que está a la altura de las circunstancias.

Aunque en esto Blizzard sí que son verdaderos expertos y no dudamos de ellos.