#ZNGames Persona 5

 

Título: Persona 5
Desarrolladora: P-Studio
Plataformas: PS3/PS4
Idiomas: voces y textos en inglés

 

La ficción que se come la realidad

Ha levantado mucho polvo este Persona 5; muchas atenciones, muchas expectativas. Lo cierto es que nunca he sido un seguidor de la saga, tanto como me hubiera gustado, por la irregularidad de sus lanzamientos en Europa y su salto de una consola a otra. Mi primera toma de contacto fue durante el cuarto episodio, aparecido en la segunda portátil de Sony. El JRPG tiene una bandera, y esa es Persona, no cabe duda. Sin embargo, me ha sorprendido ver la atención que ha levantado en concreto este. Por el tiempo que ha tardado en aparecer, por la calidad de sus anteriores entregas y porque, aunque se mantienen los temas y algunos giros recurrentes, cada episodio, como ya hiciera la saga Final Fantasy, es autoconclusivo. Y la historia de Persona 5 prometía una dualidad entre fantasía y realismo de lo más interesante.

Las máscaras y lo que ocultan; el poder que otorgan. Este es el tema que nos encontraremos de bruces al iniciar esta aventura que nos llevará a sondear el alma de diferentes personajes que conoceremos en el mundo real; en ese Japón inspirado en la estética manga, sacado de contexto y lleno de tópicos que tanto amamos y tan entrañable nos parecerá, hasta que el horror se vaya abriendo camino lentamente. Y es que Persona 5 ahonda en los temas humanos y lo hace a través del horror y la fantasía: cada uno de nosotros tiene «palacios» en su mente; estancias donde nuestros anhelos se vuelven reales, y un cambio en ese mundo onírico es capaz de propiciar un cambio en el mundo real. Dos estudiantes de un estricto instituto japonés descubren la manera de viajar a esos «palacios» y, acompañados de sus «personas», luchar contra las bajezas humanas.

Con este argumento, es difícil no pensar en que este será un gran videojuego a nivel de guión, y no os equivocáis. La historia de Persona 5 es un dechado de secuencias surrealistas, de momentos desquiciantes y de bandazos hacia uno y otro lado. Un guión que me ha recordado por momentos, en cuanto a su estilo, no a su contenido, a otra gran obra de estilo anime de la pasada generación, el siempre confuso pero brillante Catherine. Por un lado, llevar la vida de un estudiante normal que se ve metido en problemas con la policía y debe demostrar que no es un lastre para la sociedad japonesa, tan estricta y juzgadora para unas cosas y tan laxa para otra, mientras descubrimos los barrios y secretos de estos; por el otro, abrirnos paso por ese mundo de fantasía en que deberemos luchas contra demonios y seres de pesadilla a medida que superamos los «palacios» y nos adentramos en una historia llena de saltos adelante y atrás en el tiempo. Una delicia de caos que nos agarra por el cuello y nos mete de lleno en su mundo en apenas unos segundos de juego.

Diseño y tecnología

Si bien Persona 5 es resultón a nivel gráfico, con un estilo cell shading atemporal, es su diseño gráfico lo que me ha dejado realmente a cuadros. Tantos los menús, como las pantallas de carga, como los árboles de habilidades o los menús de combate tienen un diseño tan particular, tan trabajado y con tantos matices que es imposible no quedarse embobado ante la pantalla y olvidarse de lo que teníamos que hacer. P-Studio, los desarrolladores del título, han pensado en todos los detalles. Incluso las pantallas de carga son diferente y aportan algo al conjunto, de tal manera que si montamos en un el metro y debemos esperar (pocos segundos) a que cargue el siguiente mapa, la animación que veremos en pantalla será la de un montón de figuras de personas en blanco sobre fondo negro, esperando dentro del vagón de tren. Al terminar un combate, los personajes echarán a correr como si pretendieran volver al punto en que la pantalla cambió del modo de exploración a la pantalla de lucha, y por el camino (en lo que dura la animación) aparecerán en pantalla nuestras estadísticas y recompensas del combate.

Son estos pequeños detalles los que impactan en Persona 5. Cierto que son nimiedades, pero que rara vez están tan bien pensadas en un juego. Propician que un juego que podría resultar lento y difícil de enganchar en sus inicios por la irregularidad de su linea temporal y la cantidad de horas que pasaremos viviendo en el mundo real como un estudiante más, sea vertiginoso. Es muy difícil encontrar un momento de pausa total en el juego, pues la pantalla siempre andará llena de detalles que contemplar. Es la primera vez que me encuentro un diseño gráfico tan bien pensado en un juego, y la experiencia no podría ser mejor.

Por otro lado, la banda sonora es sencillamente increíble. Con un aire techno o de jpop, pero sin olvidar algunos cortes clásicos y oscuros en los momentos en que el horror toma forma y nos obliga a tomar partido. Esto sumado a las geniales cinemáticas de animación pura y dura, que convierten estos cortes en una buena cinta anime, elevan la calidad tecnológica a grandes niveles. Además no he experimentado una sola bajada de frames, ningún bug reseñable ni el juego ha renqueado en ningún momento. Persona 5 se comporta con la fluidez de un gran título.

El mejor JRPG

Pues este año ha empezado realmente fuerte, con una cantidad de títulos buenos que abruma. Pero sin duda, en lo que a rol se refiere, Persona 5 se lleva la palma. Si hablamos de rol japonés, tendremos que hablar de este increíble título. Y si hablamos de rol a secas, también. Este título coge todas las fórmulas que ya conocíamos (combate por turnos, misterio, progresión de personajes, invocaciones) y lo lleva al siguiente nivel, ofreciendo frescura tecnológica y profundidad de guión. Un acierto de producción en el que se nota que se han invertido muchas horas de trabajo, como horas y más horas hay que invertir en completarlo. Una auténtica gozada y la razón para hacerte con una PS4 o una PS3 si aún no te has decidido.