#ZNGames Playstation VR, Primera Parte

Ya está aquí, y parecía que la espera no iba a terminar nunca. La realidad virtual de Sony para su consola de sobremesa, ha llegado. A la venta el día 13 de Octubre, hemos podido probar el casco de VR desde hace algunos días y los juegos de lanzamiento que vienen con él, y os brindamos un análisis en dos partes, por un lado todo lo relacionado con el hardware y condiciones del aparato y por otro, el análisis de los juegos de lanzamiento. Ahora ya no hay medias tintas ni informaciones cruzadas, hemos jugado muchas horas con el casco de realidad virtual de Sony y esto es lo que hemos sacado en claro:

Unboxing e instalación

Playstation VR tiene más componentes que un mueble de Ikea, id haciéndoos a la idea de esto. Si sois un poco torpes a la hora de montar aparatos y de seguir instrucciones, quizás queráis tomaros un momento para coger aire. El primer consejo a la hora de instalar el componente es que tengáis espacio suficiente para cables y paciencia. Las gafas, que es un casco de considerables dimensiones, vienen acompañadas de 5 cables (se agradece mucho el detalle de que vengan numerados), un transformador, unos cascos y el Playstation Camera habrá que comprarlo por separado, esencial para poder jugar. Acompañando a las gafas la buena gente de Sony adjunta un folleto de 5 sencillos pasos para instalar toda la parafernalia, que tampoco debería darnos más quebraderos de cabeza, aunque es cierto que la experiencia, como ya hemos dicho, se parece bastante a montar un mueble de Ikea. No obstante, las instrucciones son nuestras aliadas: mirad de no colocar la Playstation Camera al revés ni de conectar las cosas donde no son. Este es el primer punto del que vamos a hablar, la cantidad de cables. A estas alturas del gaming, con mandos inalámbricos y de más enseres que parecen sacados de las obras de Asimov, nos choca bastante que las gafas de Sony recurran a tal cantidad de elementos para funcionar. Claro, tampoco esperábamos que fueran inalámbricas ni que funcionaran por arte de magia, pero 5 cables, una cámara y un transformador nos parece algo excesivo y nos obliga a tener bastante espacio para colocar todos los enseres y poder disfrutar de la experiencia.

El casco

El primer punto positivo se lo lleva el casco en sí. He tenido ocasión de probar todas las gafas de realidad virtual que se encuentran ahora en el mercado, desde la versión de Samsung hasta HTC Vive, y puedo asegurar que Playstation VR son las más cómodas y ergonómicas. Como ya sucediera con el mando de Playstation 4, la primera vez que tuve ocasión de probarlo, el diseño exterior del casco está pensado para la correcta adaptación al cuerpo humano. El casco se estira en su parte posterior para poder adaptarse al tamaño de la cabeza, y se ajusta de forma que el peso queda repartido por toda la diadema, no solo en las lentas, que suele ser lo más pesado y donde recae por completo el peso. De esta forma se consigue que realmente el peso quede distribuido y no nos moleste, nos resulte incómodo o nos tire del cuello. La diadema además puede regularse desde dos puntos, las propias gafas pueden acercarse y alejarse como se quiera para conseguir la óptima calidad en la imagen, y la porte posterior, como ya hemos dicho, para ajustarse al diámetro de nuestra cabeza. Colocando el cable que va de las gafas al transformador, y ajustando los cascos, podemos disfrutar de una buena experiencia olvidándonos de que llevamos puesto el visor.

Por otro lado, el casco tiene un controlador de volumen, micrófono y un botón de encendido y apagado a donde se enchufan los cascos y que se encuentra fácilmente al alcance de la mano, lo que facilita mucho el control de la consola mientras tengamos puesto el visor. La cámara, que no habíamos tenido ocasión de probar hasta ahora, tiene un rango bastante amplio de enfoque y capta los movimientos con muchísima precisión, cosa que nos ha sorprendido gratamente. En algunos juegos en que los movimientos de nuestra cabeza son esenciales (como ya veremos en la segunda parte de esta análisis), la precisión de la cámara en captar el casco de Playstation VR posibilita una experiencia realmente inmersiva donde los fallos de la máquina no justificarán lo malos que seamos en el juego.

La pantalla y la experiencia

Una de las cosas que más me ha gustado de Playstation VR es la pantalla. Al ponerse las gafas, uno ve como si fuera una pantalla de cine el menú de la consola y todo lo que veríamos si nuestra Playstation 4 estuviera conectada al televisor en vez de al casco de realidad virtual. Esto quiere decir que también podremos jugar a nuestros juegos de siempre que no tienen soporte de VR en una pantalla enorme, como si de un cine se tratara, o ver nuestras películas o incluso televisión si disponemos en la consola del servicio Netflix o Wuaki TV. Esto es un añadido que no hay que dejar pasar por alto, pues una vez estemos acostumbrados a utilizar las gafas y sin exceder el tiempo máximo de juego diario que se recomienda (creo recordar que es quince minutos de descanso por cada hora de juego), podremos utilizar este periférico para muchas más cosas de las que pensamos en un principio. De hecho, de momento esta es posiblemente la característica que más hemos utilizado. La pantalla digital se puede centrar frente a nuestro visor apretando durante unos segundos el botón de OPTIONS en nuestra mando, da igual hacia dónde estemos enfocando las gafas, y puede ajustarse su tamaño. La experiencia, gracias a que los cascos incluídos son bastante buenos, es muy similar a la de jugar a nuestros juegos en un cine. Un añadido que da sentido al conjunto, con los detalles muy cuidados, como ya suele ser común en la marca Sony.

Los cascos

Como ya adelantábamos, los cascos incluidos son sencillos pero eficientes. No hará falta un despliegue económico para mejores cascos a menos que se quiera echar mano de cascos acolchados, o que estos resulten incómodos. El sonido es francamente bueno y los cascos no resultan incómodos, haciendo gala de un sonido envolvente que sirve incluso para ver películas y que no pierdan nada de calidad auditiva. Viene incluidos con las gafas.

Relación calidad precio

Con un precio de venta al público de 399’99 €(sin incluir los mandos de movimiento), Playstation VR parece la opción más viable en lo que a realidad virtual de calidad se refiere. Aunque los materiales puedan parecer simples y de poca calidad al principio, lo cierto es que el casco y sus componentes funcionan a las mil maravillas, sin problemas de recalentamiento o roturas. Si bien durante mucho tiempo se dijo que este iba a ser un producto de gama más baja que sus competidores directos, Oculus Rift y HTC Vive, no estamos seguros de que esta afirmación siga vigente.

La experiencia con Playstation VR es realmente buena y la ergonomía de su casco y sus funciones nos han dejado realmente satisfechos. Frente a otras extrañas elecciones de diseño en las demás gafas del mercado (las tiras de velcro de Oculus Rift), Playstation VR se muestra trabajado y pensado para los jugadores de Sony, que priman la comodidad y la adaptabilidad del dispositivo frente a las supuestas carencias en el software. Aunque es pronto para decirlo, Playstation VR se postula como una muy firme amenaza para sus competidores, por la relación calidad precio, por el precio frente a Oculus o HTC y por la experiencia en sí. Los gráficos de los juegos se ven realmente bien y la experiencia inmersiva no deja nada que desear, transportándonos a mundos que creíamos imposibles de dilucidar. Una tecnología bien resuelta que acerca la posibilidad de una realidad virtual de calidad a los usuarios.

Nuestro veredicto es que Playstation VR merece mucho la pena. Esta es la puerta a experiencias que antes no habías podido ni imaginar, y créeme cuando te digo que cambiará por completo la forma en que te relacionas con tu Playstation 4. Es una forma de juego a la que vamos a tener que acostumbrarnos, porque las posibilidades parecen ilimitadas. Con un catálogo algo escueto en principio, la inversión en una Playstation VR se ve recompensada con un buen sistema, una calidad a la altura de Sony y la promesa de que jugar con nuestra consola de sobremesa no volverá jamás a ser lo mismo.

No os perdáis mañana la segunda parte del análisis