#ZNGames Slain: Back from Hell

 

Título:Slain: Back from Hell
Desarrolladora: Wolf Brew Games
Plataformas: PC/ XBOX ONE/ PS4/ NINTENDO SWITCH
Idiomas: voces en inglés y textos en castellano

 

Metroidvania al estilo rockero

Nintendo Switch es la consola que posiblemente mejor se presta al género de los “metroidvania”. Tirando de efectismo retro, en un clásico scroll lateral en 2D, Slain:Back From Hell usa la combinación de acción, buen diseño de niveles y de arte y una endiablada dificultad para ofrecer uno de estos efectos Dark Souls en la consola híbrida.

En el guión no hay grandes alardes: una mezcla de rock and roll y mitología de corte vikinga en que se despierta a un héroe para enfrentarse a las hordas malignas. Con este punto de partida, no queda más que darse de leches y destruir a los enemigos con toda la habilidad de que dispongamos.

Lo que más llama la atención de Slain: Back From Hell es sin duda su apartado artístico. Un diseño en pixel art que destaca por sus escenarios y sus personajes. No esconde las influencias que acusa del ya citado Dark Souls, tanto en su diseño como en la dificultad. Y en esto es donde el juego tiene algunos contrastes que desmerecen un poco el conjunto. Y es que hay niveles relativamente fáciles y otros que son exageradamente caros. Pasa también con los controles. Aunque la adaptación a los joy-con de Nintendo es bastante buena, es cierto que los ataques a veces pueden resultar imprecisos, así como algunas de las habilidades, por lo que muchas veces moriremos no por falta de pericia, sino por errores de control. La frustración dentro del juego no está tan bien balanceada como para que la curva de aprendizaje nos permita mejorar tras cada muerte, aprender de nuestros errores y comprender de mejor forma el comportamiento de los enemigos.

Slain:Back From Hell es un juego que puede llegar a ser adictivo, pero que no inventa demasiado en el género en el que se mueve. Aunque tampoco parece pretenderlo: un buen diseño y unos valores de producción suficiente componen un juego que se desenvuelve con soltura en su versión de Nintendo Switch, que es la que he podido probar. La banda sonora, puro heavy metal, podría estar mejor si no fuera tan “machacona” y poco inspirada. Slain: Back From Hell parece un refrito que podría haber destacado más; un juego al que le falta ambición a nivel de diseño, pero que sin duda tiene un ritmo endiablado y puede llegar a enganchar a los amantes de pasarlo mal con un videojuego que, sin ser una maravilla, termina por ser resultón.