#ZNGames Watch Dogs 2

 

Título: Watch Dogs 2
Desarrolladora: Ubisoft Montreal
Plataformas: PC/ PS4/ XBOX ONE
Idiomas: voces y textos en castellano

 

Hackea2

Watch Dogs, ese primer paso que dio Ubisoft hace unos años para iniciar una nueva franquicia, supuso para muchos una decepción, para otros traición, para la mayoría un escándalo y para unos pocos, una interesante propuesta. Me cuento entre estos últimos. Lo cierto es que el juego no tenía más carencias de las que tiene un Assassin’s Creed o incluso los reverenciados (y sobrestimados) GTA. Un mundo abierto con la posibilidad de piratear una ciudad domotizada: la propuesta no podía empezar con mejor pie. Pero ay, el downgrade, los falsos videos in game que son en realidad cinemáticas movidas por un PC de la NASA y que engañaban hace unos años en las ferias más importantes. Gracias a casos como el de Watch Dogs ya no nos creemos ni media de lo que vemos hasta que lo jugamos en nuestra propia casa, pero lo cierto es que la franquicia empezó con mal pie. No vamos a entrar a valorar lo lícito o no de aquello que ocurrió, ni si es correcto vilipendiar esta saga y no la reverenciada (y con mucha razón) The Witcher por su tremendo downgrade que no fue ni la mitad de sonado. Lo cierto es que yo disfruté muchísimo con la primera entrega de Watch Dogs: en un futuro en que las ciudades pueden hackearse, Ubisoft se esforzó en contarnos una historia adulta, llena de matices, de sombras, con un personaje que se alejaba mucho de lo que uno podría imaginar de un friki de la tecnología y con la venganza como bandera. Una historia amarga y llena de grises, con un apartado técnico más que bueno pese al downgrade y con posibilidades que abrían la puerta a una gran saga.

Pero los jugadores parecen no perdonar, y a esta secuela le está costando arrancar.

Watch Dogs 2 cambia de aires y nos transporta a San Francisco, una ciudad sometida al mismo sistema de domotizado que su gemela Chicago en el primer juego, con la diferencia de que ahora la seguridad es un poco mejor y hay muchas más funciones y objetos que controlar con nuestro teléfono. Y es que nuestras habilidades de hacker también han crecido, pues ahora controlamos a Marcus, aka Retro, un gran hacker que trabaja codo con codo con DedSec para desestabilizar la corporación tras el Ctos, el sistema que controla la ciudad y a sus ciudadanos. Un grupo de hackers más juvenil, más macarra y con una misión muy clara (y abstracta): la liberación del sistema utilizando las propias armas del sistema. Mucho se ha comentado, y con razón, que este argumento y este diseño de personajes está más en sintonía con lo que se podría esperar de un videojuego que te deja la libertad de piratear la ciudad a nuestro gusto. Parece que Ubisoft escuchó algunas de las quejas y ha decidido darle al público lo que quiere sin preocuparse en experimentar. El resultado es una secuela con más good feeling, con colorido y humor y lleno de situaciones locas. Lo cierto es que esto está muy bien, aunque a mí me gustara el rollo oscuro del primero, sobretodo porque sin uno no podría existir el otro. Creo que lo realmente acertado de esto es haber sacado primero el oscuro y adulto para desmarcarse ahora con la versión más trillada que, curiosamente tras lo visto anteriormente, es la que innova.

A nivel de juego, nos vamos a encontrar todo lo que vimos en la primera parte, pero mejor. No solo las misiones están mejor escritas, sino que la propia interfaz, los menús de selección de misión, de mejora de habilidades, compra y aplicaciones es una verdadera gozada. El pirateo se eleva hasta cotas insospechadas, pudiendo controlar una gran cantidad de elementos de la ciudad, incluso los coches enemigos, haciendo que arranquen, se detengan, vayan marcha atrás. Esto se agradece porque, aparte de la gran cantidad de vehículos que tenemos a nuestra disposición, hay una buena cantidad de misiones sobre ruedas y la conducción no está todo lo pulida que nos gustaría. Por ejemplo es sencillo manejar los vehículos de dos ruedas, pero hay vehículos grandes que nos pondrán las cosas tan difíciles a la hora de maniobrar que preferiremos bajarnos y seguir a pie. El menú de pirateo también se ha mejorado, empleando más botones pero de una forma más intuitiva, más sencilla, pulsando un gatillo (en la versión de consolas, que es la que hemos podido probar) se abre un submenú con diferentes opciones de pirateo dependiendo del objeto y nuestras habilidades. Por otro lado, el sistema de combate se ha visto muy simplificado, llegando a poder pasarnos casi todo utilizando el sigilo, las habilidades de pirateo y los drones.

Y ese es un añadido que merece un aparte: los drones. Se incluyen en esta secuela con muchísima fuerza todo tipo de aparatos a control remoto que podremos utilizar para acceder a sitios muy vigilados o incluso sobrevolándolos. Los drones nos ayudan también distrayendo enemigos, pirateando sistemas e incluso dejando inconscientes a enemigos. Además el control de estos es sencillo, intuitivo y se les otorga bastante libertad, pudiendo controlarlos hasta una distancia realmente larga y disfrutando nosotros sentados mientras con el dron hacemos el trabajo sucio.

Tecnología

A nivel técnico, el juego no es un derroche pero tampoco se queda corto. En esto, Ubisoft sabe perfectamente lo que se hace. El escenario, la ciudad de San Francisco, está bellamente recreado, la paleta de colores es menos oscura que el anterior, por lo que resulta más vistosa, y aunque los gráficos apenas varían de su predecesor y todo tiene ese aire reciclado que suelen tener las sagas de la gran U, es un juego con un motor poderoso, que saca músculo en algunos momentos realmente épicos del juego y con un maravilloso doblaje al castellano. Lo que más destaca es el diseño gráfico, todo lo relativo a los menús y el dispositivo móvil, con unas animaciones y un diseño verdaderamente llamativo que brilla con luz propia. El juego adquiere así una identidad propia, un sentido mucho más allá de lo que logró el primero juego, y no deja de ser curioso que esto lo logre tirando precisamente de los clichés del mundo del hackeo.

Por otro lado, los tiempos de carga son correctos, no excesivos, la banda sonora es muy buena y no hemos encontrado en la versión de consolas tantos bugs como parece que ha habido en la versión de PC, cosa que siempre suele ocurrir con esta plataforma.

A la segunda, va la vencida

Como dije al comenzar este análisis, yo disfruté realmente de la primera entrega de Watch Dogs y he disfrutado mucho de esta segunda. Es una secuela que innova, que arriesga menos pero que sabe dónde apuntar para dar en el blanco. Un juego que nos sumergirá en un mundo divertido, macarra, con su punto reivindicativo un poco punk y que nos otorga horas y horas de juego. Una apuesta segura, conservadora, pero que sabe muy bien lo que se hace.