The Light Brigade es la última novela de Kameron Hurley, publicada en nuestro país en 2019. En español la podemos encontrar como La Brigada de Luz (Alianza Editorial), y en catalán la podemos encontrar como La Brigada Lluminosa. Pese a que la reseña será en español, la edición leída ha sido la publicada por Mai Més, pero debería ser aplicable todo lo que se diga para ambas ediciones. Al menos debería, puesto que ambas lenguas pueden tener las mismas problemáticas con respecto al inglés, idioma original de la obra nominada a los Premios Hugo 2020 a la mejor novela.
La primera trilogía de Kameron Hurley fue del género de ciencia ficción futurista en una subrama/variante del cyberpunk. Su segunda trilogía se ubicaba más en el género grimdark, como en los títulos surgidos en los Nuevos 52 de DC Comics pero en la fantasía épica más clásica. Y la anterior novela larga a la que estamos reseñando llamada Las estrellas son legión es un aventura espacial apasionante. La Brigada Lluminosa también sería una novela de ciencia ficción aunque bastante terrenal y cercana a nuestros tiempos.
Las naciones como tal han muerto y en su lugar hay las grandes Corporaciones. En ellas o eres un ciudadano con tus derechos y privilegios, o eres carroña que no vale para nada. Sólo los privilegiados tienen su derecho a ser ciudadanos. Una parte de la población puede ganarse el derecho a ser ciudadano. El concepto clásico de «ciudadano o idiota» pero llevado al extremo de lo que a día de hoy muchos llamarían neoliberalismo.
Una de las formas de ganarse la ciudadanía es formar parte de los ejércitos corporativos en la guerra entre la Tierra y Marte. El gran planeta rojo fue colonizado y años más tarde se rebelaron contra la Tierra, con un ataque de luz que acabó con la vida de los 2 millones de personas que vivían por aquel entonces en São Paulo. El Fulgor. Allí vivía Dietz con su familia, y cuando no quedó nadie más vivo en su familia, se alistó en el ejército de su Corporación.
Con algunos ligeros retoques bien podría ser una secuela de Watchmen de Alan Moore y Dave Gibbons escrita por Robert A. Heinlein. Sin embargo lo que nos presenta la autora es una aventura con saltos en el tiempo. El cuerpo, los átomos, avanzan de forma lineal con cada salto que hace Dietz al convertirse en luz. Pero su mente, su esencia, es la que fluctúa por cada salto.
Esto hace que Dietz no entienda que está ocurriendo. ¿Porqué la misión ha cambiado de repente? ¿Quienes son estos nuevos integrantes en el escuadrón? ¿No vi a esta persona morir en el anterior desastre? Uno empieza a cuestionarse que es real y que no, si está siendo engañado o se engaña a si mismo por un problema genético o por su obsesión de ser un paladín. Ese ser de luz que lucha por la causa noble.
A partir de este punto, el resto de la reseña tendrá spoilers. Hay un tema tan importante por mi parte del que quiero hablar, que debo hacer esta excepción con esta reseña. No es algo negativo, de hecho mi intención es debatir sobre cierto aspecto de la novela.
Si no os importan los spoilers o ya habéis leído la novela, podéis saltar al siguiente párrafo. En caso contrario, cuando vuestro cuerpo se haya convertido en luz y se haya reconstruido, habréis retrocedido al principio. O habréis saltado hasta la caja de comentarios.
Bien, como decía Dietz quiere ser un paladín. Ser un paladín para ser un héroe. ¿Qué tienen en común ambas palabras? Ambas están en masculino. Ergo asumimos durante toda la novela que Dietz es un hombre. A fin de cuentas tuvo novia antes de ingresar. Con todo la gente siempre le hace referencia de forma genérica, ya sea por su rango como «Soldado» o simplemente Dietz.
¿Qué descubrimos al final de la novela? Que siempre fue una mujer. En inglés los artículos son genéricos, sin distinciones de sexo «el/la, uno/una». En español o en catalán no usamos por norma general ningún genérico.
De hecho a día de hoy sigue habiendo muchas burlas al lenguaje inclusivo. Entonces, diccionario académico en mano y respetando la obra original, los artículos masculinos para palabras como «paladín» o «héroe» son correctas. Rara vez hemos escuchado hablar de una paladín, y mucho menos paladina. No todas las palabras tienen una versión en femenino como podría ser héroe/heroína.
Dado que los artículos diferencian el género en ambos idiomas (español y catalán), ¿no sería igual de correcto decir «una héroe»? Por lo tanto, si sumamos que el genérico es el masculino, y que se trata de un ambiente militar donde claramente ha sido visto desde un enfoque masculino, no es incorrecto que ella al hacer referencia en estos roles sean en masculino.
Probablemente esta lógica puede causar una sorpresa mayor en las ediciones publicadas en España que en la original. En mi caso así lo fue, causándome algo de pena pues creía que tenía en Dietz un hombre bisexual. Seguramente muchos otros habrán aplicado el refrán de «en guerra todo agujero es trinchera» para omitir a Dietz cualquier «conducta homosexual» antes de descubrir su verdadero género.
El género de la protagonista de La Brigada Lluminosa al final tiene la importancia que quieras dársela como lector. Como dicen no es importante el destino sino el camino, y en esta novela tenemos un rompecabezas muy interesante con muchas piezas a encajar, donde nos vienen sin orden ni manual.
En catalán de momento sólo hay esta obra traducida, en español también podéis encontrar Las estrellas son legión y La revolución feminista geek. Esperemos en los próximos años que ambas editoriales nos traigan más material de Kameron Hurley, pues con esta obra parece establecerse como una de las nuevas voces de la ciencia ficción de nuestros tiempos.