Para los boomers y millennials nacidos en los 80, así como los centennials enganchados a La Voz Kids o la última edición de Operación Triunfo, lo primero que se viene a la mente al mencionar «La Quinta Estación» es la banda musical de la cantante madrileña Natalia Jiménez. Pero también es el nombre de la ganadora del Premio Hugo a la Mejor Novela en 2016, uno de los galardones más prestigiosos en la literatura de ciencia ficción y fantasía. Un premio tampoco significa nada, y todas las novelas son hijas de su tiempo.
Habrá quien piense que las novelas premiadas que valen la pena son las de décadas pasadas, y que a día de hoy ya no se siguen los mismos criterios estrictos que antaño. Otros pensarán que antes era más fácil conseguirlo porque había muchos menos autores, especialmente siendo el premio más antiguo en estos géneros literarios, y que actualmente tiene mucho más prestigio porque la competencia y la exigencia es mucho mayor. El caso que nos ocupa son premios recientes, por lo que veremos esta trilogía desde nuestra actual perspectiva.
Las historias que engloban esta trilogía llamada «Tierra Fragmentada» ocurren en La Quietud, un continente a lo Pangea pero habiendo seguido el camino inverso de nuestro super-continente. Hasta que empiezan las historias escritas en La Quinta Estación, donde se desata un evento tectónico que no sólo fractura dicho continente, desata el inicio de otra quinta estación. Una quinta estación es cuando por desastres naturales, se cancelan las cuatro estaciones naturales (primavera, verano, otoño, invierno) por una estación climática de catastróficas consecuencias para la vida que habita en La Quietud. Según la definición imperial, dicha estación ha de durar al menos medio año, y debería afectar a toda La Quietud, haciendo que en alguna ocasión dichos registros de quintas estaciones estén a debate. Hasta el inicio de la novela, han ocurrido 6 quintas estaciones desde la formación del Imperio, otra durante la formación del mismo, y otras 5 durante los milenios previos a su formación.
La primera protagonista, Essun, le tocará vivir el inicio de esta nueva quinta estación, tras el asesinato de su hijo Uche a manos de su marido Jija. Para completar la tragedia en la vida de Essun, también ha desaparecido su hija Nassun. Su tranquila vida durante los últimos 10 años en Tirimo se ha fragmentado en mil pedazos. Y aún con el duelo le tocará escapar de su vida en busca de respuestas y venganza, pero también para poder seguir viviendo. Porque Essun es una orogén, una humana con capacidades geomantes, seres repudiados por los habitantes de La Quietud, y la catástrofe que se ha producido bien la podría haber causado un maldito orograta.
Ser orogén/orógrata es el vínculo con todas las protagonistas. La segunda en aparecer en la novela es Damaya, una pequeña orogén que es encontrada por Schaffa, quien será su Guardián. Estos forman parte del Fulcro, una academia donde se entrenan a los orogenes para no sean un peligro para la sociedad, incluso puedan ser útiles. . En el Fulcro conocemos la tercera protagonista, la joven Sienita, quien nos muestra como son utilizados los orogenes por el Imperio. Ella tiene 4 anillos, siendo los anillos una muestra del nivel de control y poder mostrados por la orogenia. Tenemos tres historias, reflejando distintas etapas en la vida de una persona. Ser niño, ser adulto, ser madre. Vemos lo que significa tanto ser orogén/orograta como ser mujer en La Quietud.
Cada capítulo está dedicado a Essun, Damaya o Siena, siendo intercalados entre si según lo requiere el avance de sus tramas. Habrá quien no le guste que la historia esté fragmentada, pero en esta ocasión es coherente con las bases que plantea esta trilogía, al menos en este primer volumen donde todo nos resulta nuevo y desconocido. No os preocupéis si os cuestan recordar tanto dato nuevo, al final del libro hay un par de apéndices. El primero relata cuando y que ocurrió cada quinta estación, el segundo es un glosario de los diferentes términos de La Quietud, tales como funcionan los apellidos, cuales son las distintas regiones y sus habitantes o que es el pelo soplocinéreo.
Tras «La trilogía de sucesión» y los dos libros de «The Dreamblood«, la sexta novela larga de N.K. Jemisin es digna merecedora de todos los premios recibidos. No sólo hay un gran esmero para definir y dar una personalidad marcada a las distintas protagonistas, también cada secundario presentado importa y tiene su impacto en la trama. Y el universo no es el típico medieval fantástico, no estaríamos en una situación posapocalíptica, pero hay tecnología que da a entender que milenios atrás esta tierra había alcanzado el nivel tecnológico similar al nuestro. Quizás no tan avanzado, quizás mucho más avanzado, quizás más fantástico. Esto es algo que, quizás, descubriremos en las siguientes partes de la trilogía. Porque os advertimos que una vez empecéis a leer La Quinta Estación, lo único que habrá será la necesidad de saber el desenlace de la vida en La Quietud.
Interesante propuesta de ciencia-ficción, la apunto en pendientes. A mi me gustaría recomendar una de las mejores novelas que he leído: Nuestra parte de Noche de Mariana Enriquez, una prosa tan libre como salvaje, que aunque sea una novela de terror con todas sus letras vuela por encima de los géneros y lo tópicos, donde se dan cita los muertos, la sangre, los rituales, las mutilaciones y deformidades, el sexo, la familia, el poder, donde nos cuentan sin darnos cuentan treinta años de la historia de Argentina, desde la peor época de la Junta Militar hasta esa irregular democracia y crisis económica constante que sufren, donde los personajes respiran en mitad de la opresión de la selva, donde el calor y la humedad se te pegan al corazón, donde el miedo es un amante y un torturador, donde perdernos y dejar que nos pierda, donde cuando la empiezas a acabar ya la echas de menos. Un regalo de Mariana Enriquez, que se ha marcado una novela tan macabra como hermosa.
Os la recomiendo encarecidamente.
Esta obra y su autora, Jemisin, es la mayor promesa de la ciencia ficción americana en estos momentos. Ha ganado el premio Locus en 3 ocasiones consecutivas, cosa que jamás había pasado en la historia.
Este es un libro magnífico, e invito a todo el mundo a que lo lea. No creo que le decepcione.
Muchas gracias Vansalth por comentar. En las próximas semanas habrá reseña del resto de la trilogía, espero que las disfrutéis todas 🙂
Muchas gracias Volta por comentar y por la recomendación. Me la apunto para futuras compras, de caer seguro que habrá reseña en ZNLibros 😉
Gracias por la gran reseña, me encanta descubrir obras y autores nuevos. Sobre Nuestra parte de noche, sólo decir que es una gran novela, y que una de género, terror en este caso, gane el premio Herralde habla por si solo de su calidad.