#ZNLibros El Océano al Final del Camino

 

Edición original: The Ocean at the End of the Lane (2013) (William Morrow)
Edición nacional/ España: El Océano al final de Camino (Roca Editorial)
Autor: Neil Gaiman
Páginas: 240
Formato: Tapa dura / blanda / digital
Precio: 12,30 euros / 8,50 euros / 7,99 euros digital

 

De entre todos los guionistas de cómic hay uno que destaca por su producción a la hora de dar el salto a la novela. Obras como Coraline, Nerverwhere, American Gods, gozan de un notable éxito editorial, incluso algunas han sido llevadas a otros medios como el cine o la televisión. Y es que Gaiman tiene un talento interior muy profundo, muy arraigado en la parte más primigenia de todos nosotros, siendo capaz de mostrárnoslo con cada nueva novela que llega al mercado con su firma. Tal vez por eso Gaiman sea el único autor que tiene en sus estanterías, luciendo orgullos los cuatro premios más prestigiosos que un escritor de ciencia ficción y fantasía puede tener: el Locus, el Stoker, el Nébula y el Hugo. Un palmarés que deja claro que Gaiman es uno de los grandes escritores de nuestro tiempo.

El Océano al Final del Camino iba a ser inicialmente un relato corto que acabó por ser una novela sobre el recuerdo, la magia y el poder de los cuentos. Una historia de lucha y supervivencia, donde el protagonista, un muchacho de siete años, descubrirá un mundo oculto sobrenatural encarnado en una familia vecina.

Gaiman nos mete de lleno en la historia y lo hace con extrema delicadeza. Desde el primer momento nos dejamos llevar por esa estampa que nos presenta, esa casa perdida y rodeada de bosques, cargada de esos característicos olores, llena de recuerdos familiares que se manifiestan en las cosas más pequeñas e insignificantes. Una tostada quemada, un rincón donde leer, una gata a la que acariciar. Simples acciones que desencadenan los mecanismos neuronales del recuerdo. Gaiman logra hacernos pensar en nuestro pasado y verlo con nuevos ojos y lo hace de la forma más simple y más cariñosa, con frases fluidas llenas de belleza.

El escritor se crea sus propias reglas para poder desarrollar la historia y lo hace de forma que todo resulte increíblemente verosímil. Cada acontecimiento está bien hilvanado y nada ocurre porque sí. La amenaza llega desde el interior, en un claro símil de nosotros mismos y nuestro lado oscuro, dejando espacio para que seamos capaces de enfrentarnos a nuestro peor yo y lleguemos a salir victoriosos. Toda la obra es eso, un llamamiento hacia nosotros mismos para que nunca nos traicionemos, que persigamos nuestros sueños y que hagamos que nuestras vidas valgan de verdad la pena.

La prosa que desarrolla Gaiman es fluida y humilde, sin retorcidas frases grandilocuentes cargadas de vocabulario rebuscado. Todo es muy sencillo, muy fácil de leer, elegante, poético casi, lo que ayuda a sentir más y mejor esa agradable atmósfera que, aun en los momentos más oscuros, no acaba por disiparse del todo. Es un libro que te arropa suavemente y te acaricia a cada página mientras el lector va no solo descubriendo la historia oculta tras cada párrafo, sino saboreando el desayuno que toman los protagonistas, sintiendo el agradable olor de la hierba mojada por el rocío de la mañana o la sensación que todos tenemos en algún momento de nuestras vidas en la que nos creemos diferentes al resto, fuera de lugar, luchando por ser algo que sabemos que nos somos pero que parecer ser es lo que se espera de nosotros. Un sinfín de emociones que convierten a este libro en toda una experiencia sensorial.

En definitiva, Gaiman nos transporta con mimo a su mundo infantil, un mundo tratado con el respeto que merece y nos deja explorar el lado más oculto de la realidad en la que vivimos. Un libro que se disfruta de principio a fin, se lee rápido y se recuerda sin esfuerzo. Una obra que puede ser el primer paso a la hora de descubrir a este autor y que sirve como rito iniciático a todo lector que desee dejarse llevar por el suave arrullo de las palabras de Gaiman.