Cyberpunk puro
Si Neuromante, de William Gibson, está catalogada como el inicio del cyberpunk, Snow Crash se merece se tratada como el refinamiento de esta tendencia. Con un mundo que absorbe y unos personajes protagonistas que tienen tanto de caricatura como de profundidad tridimensional, me he encontrado con una lectura que corta el aliento, tan llena de humor como de intensidad, tan delirante como sofisticada. Aunque ya conocía el título, que había gozado de anteriores previas en la editorial Gigamesh, reconozco que nunca me había acercado a leerlo. Ahora que el alumno estuvo preparado, apareció el maestro. Yo que me jacto de ser un amante de la ciencia ficción, tengo que humillar el gesto y reconocer que apenas sabía nada hasta haber leído esta maravilla. La palabra «imaginación» no hace justicia al ejercicio creativo que hace Neal Stephenson. Así de simple.
Como único punto negativo, que no atañe ni al autor, ni a la obra ni a la prosa, ataca a la terrible portada de esta edición. La misma que ya encontráramos hace años en el catálogo de la editorial, esta ¿ilustración? de Juan Miguel Aguilera me temo que no le hace justicia a la gran historia que abandera. Me hubiera gustado que se incluyera la primera portada de este título, si no me equivoco también obra de Juan Miguel Aguilera, que presentaba a un tipejo con cara de malas pulgas sobre una moto y los tonos iban más a lo oscuro, metálico y azul, que me parecen más apropiados para la historia.
No me cansaré tampoco de alabar la labor editorial de Gigamesh. Estas ediciones Omnium, que apenas llegan a los 10 euros de precio, ponen al alcance de todos los bolsillos unas obras maravillosas que van más allá de lo meramente mainstream. Si bien podemos encontrar en esta colección la saga Canción de Hielo y Fuego, también se están centrando en rescatar algunas maravillas del género como este Snow Crash, el ya reseñado en esta misma web La guerra de las salamandras y, próximamente, más obras que descubrir.
La portada es fea con ganas, la novela mola mil
La verdad es que leí este libro de pequeño y lo estoy volviendo a leer ahora.
Es sin duda alguna toda una obra maestra del género.
A ratos lees una novela completamente ligera y a otros te encuentras con una fuente de información, un cúmulo de comparaciones entre el lenguaje verbal, el informático, la religion, los siestemas informáticos, análisis flipantes acerca de la transmisión de datos… Que no sabes si estás leyendo una novela de fición o el resultado de una árdua investigación.
Una verdadera pena que en la actualidad la conozca tan poca gente, de verdad.
PD: Yo tambíen pienso que la portada es algo horrorosa, de hecho me hice mi propio sobrecubierta para taparla Os dejo una foto por twitter
Grandiosa novela, una de mis favoritas dentro del género cyberpunk. Mucho más accesible y asequible que las de Gibson, especialmente la trilogía del Sprawl, y sobre todo mucho más divertida y entretenida. Alguno dirá que tiene más de punk que de cyber, y quizás sea cierto, sobre todo en comparación con otras novelas del género o incluso del propio autor, pero aún con todo no creo que se descuide en ningún momento la temática, introduciendo conceptos bastante novedosos en ese momento y muy interesantes.
Lo dicho, una delicia recomendable y quizás menos conocida de lo que debería, así que gracias Francisco por traer la reseña a la web y darla a conocer a los lectores que aún no la hayan leído, porque merece verdaderamente la pena.
Excelente novela de un autor que tuvo bastante predicamento pero que ultimamente no lo tengo localizado.
En su día me hizo gracia que ese Metaverso que presenta la novela me recordara mucho a Second Life. Me resultó muy curioso comprobar como el mundo real podía acercarse a la fantasía de un autor y al mismo tiempo defraudarla de forma tan estrepitosa
La tengo por casa pendiente de leer,
si me gusta la mitad que el Criptonomicon del mismo autor ya me daré por satisfecho…
solo con mi nick supongo que ya se puede imaginar.