En septiembre de 2019 un servidor reseñó Here’s Johnny! Las Pesadillas de Stephen King Vol. 1 (1974-1989), primera entrega de un ensayo dedicado a desgranar la obra literaria y cinematográfica centrada en el famoso autor nacido en Maine. Publicado por la editorial Applehead Team Creaciones y escrito por el novelista malagueño Tony Jiménez abarcaba toda la carrera de Stephen King desde sus primeros pasos hasta finales de los años 80. Al término de aquella reseña confirmé que también publicaríamos una dedicada a la segunda y por ahora última parte del ensayo titulada ¡Todos Flotan! Las Pesadillas de Stephen King Vol. II (1990-2019). En esta entrada analizaremos este nuevo episodio en el que no sólo se abordan los veinte años posteriores dedicados a los libros, largometrajes y series televisivas adheridas a la autoría del creador de Carrie o El Misterio de Salem’s Lot, también haremos parada en otros medios en los que Stephen King ha dejado una huella indeleble e incluso en su legado, asumido este por, entre otros, una persona perteneciente a su propia familia.
En la ya citada reseña dedicada a Here’s Johnny! Las Pesadillas de Stephen King Vol. 1 (1974-1989) mencionamos que la lectura de aquel primer ensayo se asemejaba a mantener una distendida, interesante y dinámica conversación con un fan irredento de King cuya misión es, no sólo acercarnos toda su bibliografía y filmografía, sino hacerlo de manera cercana para poner a disposición de todo tipo de lectores la vida y milagros de uno de los autores más importante de la literatura contemporánea. Por un lado ¡Todos Flotan! Las Pesadillas de Stephen King Vol. II (1990-2019) mantiene, e incluso mejora, esa constante establecida en el trabajo anterior, pero por otro Tony Jiménez añade a esta secuela capítulos nuevos que analizan el sello de Stephen King más allá de la página escrita o el fotograma filmado, haciendo que esta entrega se muestre más enriquecedora tanto en contenido como en una conceptualidad, exigiendo profundizar más en la evolución de un profesional que en los años 90 sufrió un cambio notable con respecto al tipo de relatos que llevaba a cabo.
Ciertamente repasar el grueso de la obra de Stephen King durante los 90 es harto interesante ya que a lo largo de esos diez años la temática de sus obras cambió sustancialmente alejándose un poco del terror que cimentó su carrera y adentrándose en terrenos más cercanos al drama, la fantasía, la ciencia ficción e incluso la crítica social y política. Aunque, por otro lado, todos ellos han estado presentes, en mayor o menor mediada, en la impronta del novelista desde sus mismos inicios. Tony Jiménez es consciente de ello y en el repaso que realiza a los libros que cimentaron esta etapa de King incide en varias ocasiones en la evolución que supuso de cara a unos lectores que asistiendo a cómo piezas como El Resplandor, Cujo, Cementerio de Animales o Christine, adscritas a parámetros más ortodoxos del terror, dejaban paso a otras como Dolores Claiborne, El Juego de Gerald, Corazones en la Atlántida o las distintas entregas de la saga La Torre Oscura. Por consiguiente la disección de dichos trabajos es más profunda y minuciosa que en la primera parte del ensayo.
Después de un prologo a manos de Raúl Sánchez y una introducción de Luis Martínez Vallés el trabajo es retomado por Tony Jiménez siguiendo la misma estructura que en Here’s Johnny! Las Pesadillas de Stephen King Vol. 1 (1974-1989). Empezando por Las Cuatro Después de Medianoche (1990) y acabando por Elevation (2018) el ensayista recorre poco menos de veinte años de novelas, antologías, publicaciones digitales e incluso ensayos en los que Stephen King desplegó toda su sapiencia narrativa y cultural. También se mantiene la acertada decisión de incluir en los capítulos centrados en relatos que han sido adaptados al medio audiovisual la opinión de Jiménez sobre estos, sumergiéndose en los cambios sufridos durante la segunda mitad de los años 90 cuando dejaron de ser películas estrenadas en el cine a manos de directores consagrados como Stanley Kubrick, Brian de Palma, David Cronenberg y John Carpenter o reivindicables series B ejecutadas por humildes artesanos como Daniel Attias, Lewis Teague, Fritz Kiersch o Ralph S. Singleton a tv movies de bajo presupuesto no demasiado destacadas, a menos que estuvieran facturadas por Mick Garris.
Una vez terminado dicho recorrido la segunda parte del libro supone una agradable sorpresa para el que suscribe, tristemente no demasiado cultivado en los ensayos serializados. Entre la publicación de Here’s Johnny! Las Pesadillas de Stephen King Vol. 1 (1974-1989) y la de ¡Todos Flotan! Las Pesadillas de Stephen King Vol. II (1990-2019) pasaron casi tres años y en ese periodo de tiempo se estrenaron varias adaptaciones cinematográficas y televisivas de novelas de King ya analizadas en el primer trabajo de Tony Jiménez dedicado al marido de Tabitha King. De manera que en este segundo se añaden las opiniones de dichos proyectos entre los que encontramos It: Capítulo 1, la nueva versión de Cementerio de Animales, Los Chicos del Maiz: La Huida o las series La Niebla y Castle Rock, de Spike y Hulu, respectivamente. Con un esfuerzo hercúleo por facturar un producto lo más actualizado posible Tony Jiménez suma las reseñas de dichas traslaciones audiovisuales a las de las más recientes novelas de King intentando abarcar todo el material relacionado con el estadounidense e incluso mostrando un adelanto de la, por aquel entonces, todavía no estrenada It: Capítulo 2.
El tercer capítulo, Cómics y videojuegos, se centra, como su título indica, en las colaboraciones o inspiraciones de King en el arte secuencial y el mundo del entretenimiento virtual. Con los cómics dedicados a su obra sucede como con la mayoría de las películas. Mucha gente asume que él se encuentra detrás del desarrollo y creación de los mismos, cuando son casos aislados en los que eso sucede. Por ello podemos encontrar adaptaciones como la de El Cortador de Césped a manos de Walter Simonson, la de la saga La Torre Oscura en la que Peter David, Jae Lee y Richard Isanove formaban equipo o Apocalipsis (The Stand) donde Robert Aguirre Sacasa y Mike Perkins hacían lo propio, todas inspiradas en las obras de King, pero sin su intervención directa en ellas. Aunque también otras en las que sí escribía los guiones como el brillante cómic de Creepshow (George A. Romero, 1982) o el segundo arco argumental de American Vampire, la serie del sello Vertigo que co creó junto a Scott Snyder y Rafael Albuquerque con el vampiro Skinner Sweet como uno de sus protagonistas. Estos y otros trabajos son acometidos por Jiménez con abundante información sobre sus ideólogos y las editoriales, estadounidenses y españolas, que los movieron por el mercado.
El último capítulo, Homenajes y Legado, hace un recorrido por todas las referencias a King o su obra en la cultura pop con especial hincapié, como no podía ser menos, en las televisivas acontecidas en Los Simpson y Padre de Familia. También las bandas de rock y metal que han dedicado letras a las criaturas o historias del novelista como Blind Guardian, Demons & Wizards, Black Sabbath o Pennywise y Randall Flagg. Por último los films que han rendido tributo a su universo literario, resaltando aquella obra maestra titulada En la Boca del Miedo (In the Mouth of Madness, John Carpenter, 1995) en la que la impronta del de Maine se fusionaba con la de H.P. Lovecraft. Pero dentro de este último capítulo es de recibo mencionar la decisión de Tony Jiménez por acercarnos a Joe Hill, el segundo hijo de King convertido desde hace años en otro autor de best sellers. El malagueño se adentra en las novelas de Hill como El Traje del Muerto, Fantasmas, Fuego, Cuernos y NOS4A2, los cómics que ha escrito como Locke & Key o The Cape e incluso las adaptaciones cinematográficas y televisivas de los mismos. Un digno heredero del manto de su padre que ya está haciéndose un nombre en el mundo de la letra escrita.
Tras una última reflexión por parte del autor, el epílogo escrito por Asier Menéndez Marín y agradecimientos varios termina ¡Todos Flotan! Las Pesadillas de Stephen King Vol. II (1990-2019), la segunda parte de este ensayo dedicado al autor con el que muchos lectores, un servidor entre ellos, empezamos a introducirnos en el mundo literario y el cine de terror. Cuando acabamos la lectura del trabajo, poco más de seiscientas páginas que no pesan en ningún momento, hemos recorrido una de las etapas más interesantes de la bibliografía de un profesional indispensable para entender la actual narrativa estadounidense y hemos asistido a cómo el medio audiovisual se adapta y retroalimenta para seguir trasladando a imagen real la obra de un escritor que siempre es sinónimo de éxito. Teniendo en cuenta que no hay año en el que Stephen King no publique al menos una novela o las productoras cinematográficas y plataformas de streaming no adapten varios de sus relatos a la pantalla grande o pequeña se antoja lógico que Tony Jiménez tenga la intención de seguir con esta serie de libros indispensables para los fans del maestro del terror. Ahora sólo queda que el malagueño se anime a hacer lo propio con Joe Hill en otra serie de ensayos. Algo que no estaría nada mal.