En 1996 y después de haber coqueteado con la idea de colaborar juntos haciendo cine en Four Rooms o Desperado los directores, y amigos, Robert Rodríguez y Quentin Tarantino decidieron crear al alimón una película que el primero realizaría y el segundo escribiría a partir de un argumento ideado por Robert Kurtzman (famoso experto en maquillaje y efectos especiales de Hollywood junto a sus compañeros Greg Nicotero y Howard Berger). El resultado fue Abierto Hasta el Amanecer (From Dusk Till Dawn) una amalgama exploit que no sólo rendía tributo a distintas variantes genéricas mezclando el western de Sam Peckinpah con el terror de John Carpenter en una historia sobre criminales a la fuga y vampiros mileenarios, sino que también se puede considerar el germen de lo que en 2005 fue el proyecto Grindhouse que dio a luz los largometrajes Planet Terror y Death Proof, pero de eso hablaremos en otro momento. Estaba protagonizada por George Clooney y el mismo Quentin Tarantino que se veían acompañados por secundarios como Harvey Keitel, Juliette Lewis, John Hawkes, Michael Parks, Danny Trejo o una Salma Hayek que marcaría a fuego su carrera con el icónico baile de Satánico Pandemonium a ritmo del tema After Night de Tito & Tarántula. Aunque fue recibida con disparidad de opiniones por la crítica Abierto Hasta el Amanecer fue todo un éxito que dio lugar a dos secuelas, Abierto Hasta el Amanecer Hasta el Amanecer 2: Texas Blood Money y Abierto Hasta el Amanecer 3: La Hija del Verdugo, y a un merecido estatus de culto que nos lleva hasta el año 2014.
Con intención de incluir ficción de producción propia en su recién nacido canal de televisión, El Rey Network, creado en colaboración con Univisión y con contenido de género Robert Rodríguez decidió resucitar Abierto Hasta el Amanecer para llevarlo a la pequeña pantalla y así ofrecer a los espectadores un producto del que tuvieran alguna referencia previa y cierto renombre dentro del cine hollywoodiense que homenajea a subgéneros como el pulp. Como era de esperar y lógico los actores originales de la película de 1996 no iban a poder implicarse a la hora de repetir sus roles, de modo que el director de Sin City decidió elegir un variopinto cast de intérpretes poco conocidos para dar vida a los personajes que poblarán el relato. D.J. Cotrona (G.I. Joe: La Venganza) Zane Holtz (Las Ventajas de Ser Un Marginado), Eiza González (Baby Driver), Jesse García(Jarhead 2), Madison Davenport (Shameless), Brandon Soo Hoo (El Juego de Ender), Robert Patrick (Terminator 2: El Juicio Final) o Jake Busey (Starship Troopers) son los nombres de los actores que dan vida a los personajes principales de esta tanda de episodios inicial.
Robert Rodríguez, que ejerce como showrunner principal y asume labores de guionista o director de los primeros episodios, así como sus colaboradores toman el camino más fácil para no andarse con complicaciones con respecto a esta primera temporada y deciden realizar con las diez entregas que la componen un remake casi idéntico de la cinta de 1996 aferrándose a cierta inseguridad a la hora de abordar material nuevo, pero siendo inteligentes a la hora de que su primera toma de contacto con el público se sustente en un producto ya conocido que previamente funcionó con notable eficacia en pantalla grande. De esta manera lo que aquí encontramos es una revisión extendida y mucho más rudimentaria del film protagonizado por George Clooney y Quentin Tarantino al que se añaden más subtramas, nuevos personajes, un contexto espacial más definido y una mitología que ahonda mucho más en el origen de estos vampiros de origen azteca. Aunque su duración es notablemente mayor pocos de los pasajes de la película original son obviados en esta primera tanda de capítulos aunque asumiendo un presupuesto más exiguo, un lenguaje mucho menos malsonante que el que escribió el director de Jackie Brown para aquella obra y contando con un reparto de actores que no pasa de cumplidor.
De esta manera se hace más que notable que son los pasajes originales de la Abierto Hasta el Amanecer primigenia los que mejor lucen en pantalla en esta versión televisiva, aunque Robert Rodríguez imprime una puesta en escena demasiado academicista e impersonal impropia de su potente look visual. Por culpa de esta decisión estética en la que la realización de la serie no destaca en ningún apartado pero se muestra cumplidora en todos ellos y la necesidad de extender un guión que se amoldaba a la perfección a un metraje cinematográfico de 110 minutos a casi diez horas de recorrido se muestran algunas de las mayores flaquezas del producto. En lo referido a esto último no todo son desaciertos ya que la idea de profundizar más en el microcosmos creado alrededor de los «Culebras» (nombre que reciben los vampiros que pueblan la serie) y la inclusión de algunos nuevos secundarios como el ranger Freddie González añaden nuevos matices y subtramas interesantes a la narración, pero esa necesidad de alargar artificialmente una trama que no da más de sí juega en contra del proyecto, porque si bien nunca llega a aburrir al espectador este sí percibe que en ocasiones los guionistas comienzan a dar vueltas sobre situaciones que podían haber sido ejecutadas de manera mucho más expeditiva transmitiendo la sensación de que la temporada no comienza a tomar vuelo hasta pasado el ecuador de la misma, justo cuando los personajes llegan al mítico antro Titty Twister.
En lo referente al reparto tampoco podemos echar precisamente las campanas al vuelo aunque podemos encontrar algún actor que destaca por encima de sus compañeros de rodaje. Error garrafal darle el papel de Seth Gecko a un actor tan inexpresivo y poco carismático como D.J. Cotrona y más si tenemos en cuenta que el otro referente que tenemos a la hora de pensar en el personaje es un George Clooney pletórico a la hora de dar vida uno de sus pocos roles de criminal perdonavidas. El intérprete de Querido John se esfuerza y en un plano físico se entrega, pero su bisoñez y escasa personalidad quedan patentes en cada una de sus intervenciones demostrando que el papel, realmente ningún dechado de complejidad, le viene considerablemente grande. Algo mejor es la elección de Zane Holtz dando vida a Richie Gecko, demostrando más registros a la hora de abordar un personaje que al haber sido expuesto de una manera más tridimensional desde el guión se aleja notablemente de la incorrección política de la versión escrita e interpretada por Quentin Tarantino que pasa de ser un depravado sexual y asesino a sangre fría con el que llegábamos a empatizar a una especie de figura mesiánica que tiene visiones inducidas por Santanico Pandemonium la vampiresa azteca a la que da vida una tan atractiva como hierática Eiza González que en ningún momento nos permite olvidar a Salma Hayek y su mítico baile que hace que el de la actriz de la futura Alita: Ángel de Combate palidezca en comparación.
Dentro del reparto de secundarios encontramos a una serie de actores que ocupan el lugar de los que dieron vida a esos mismos roles en la cinta de 1996, unos con más acierto que otros, destacando principalmente la familia Fuller que es secuestrada por los hermanos Gecko. El que tirando de tablas y veteranía realiza una labor más meritoria es Robert Patrick que teniendo que vérselas con un papel interpretado anteriormente por un animal interpretativo como Harvey Keitel sabe salvar la papeleta adecuadamente. Madison Davenport toma el relevo de Juliette Lewis haciendo que su Kate Fuller, mucho más cándida que la de la protagonista de Asesinos Natos (Natural Born Killers), resulte creíble e interactúe con Richie Gecko dando forma a una interesante relación que se aleja del matiz puramente sexualizado de la cinta de los años 90. Jake Busey se mete en la piel del Sex Machine de Tom Savini sin demasiadas estridencias y Jesse García protagoniza la subtrama más destacada de la serie con su ranger Freddie González, una personaje inventado para esta versión catódica de Abierto Hasta el Amanecer que ejerce de ayudante del sheriff Earl McGraw que aquí tiene la voz y el físico de un notable Don Johnson que a pesar de realizar muy bien su trabajo queda a años luz del soberbio Michael Parks que ofrecía magistrales lecciones de interpretación junto a John Hawkes en el inicio de la película original de Robert Rodríguez, pasaje este rodado con un control de la tensión y el tempo narrativo que su émulo catódico no consigue ni al 25% de efectividad y eso que está ejecutado por el mismo responsable.
Esta primera temporada de Abierto Hasta el Amanecer no deja de ser una producción mediocre que no incita a nada que no sea pasar un rato entretenido viéndola. A años luz de la visceralidad, el tono de Serie B, la malicia y la personalidad de la cinta de Robert Rodríguez y Quentin Tarantino esta versión para la pequeña pantalla no tiene nada que hacer en una parrilla como la de la televisión americana que cuenta con ficciones de mucha más calidad que este intento por reverdecer laureles que en lo referente a aceptación por parte del público consiguió su cometido si nos atenemos a que ya cuenta con tres temporadas, las mismas que aquí también serán reseñadas próximamente. Por ahora sólo podemos hablar de un show que teniendo todos los ingredientes para ofrecer una propuesta atractiva se queda a medio gas asentando unas bases que puede que en un futuro ofrezcan dinámicas más interesantes, pero por ahora los intentos del autor de The Faculty por integrar flashbacks para que conozcamos el pasado de los hermanos Gecko o su idea de crear un universo para su inmimente explotación ficcional no son suficientes ingredientes para recomendar From Dusk Till Dawn como la excelente serie que podría ser y no es, por tomarse demasiado en serio y haber pecado de conservadora desde sus inicios. No le pedimos a sus artífices los niveles de locura de los ideólogos de Ash vs. Evil Dead, pero sí haber entregado algo más sugerente que lo visto en esta primera temporada y que espero sí encontrar en las otras dos.
Dirección - 5.5
Guión - 5
Reparto - 5.5
Apartado visual - 5
Banda sonora - 5.5
5.3
Mediocre primera temporada de Abierto Hasta el Amanecer que no deja de ser un descafeinado remake extendido de la película original de Robert Rodríguez y Quentin Tarantino.
De primeras, hacer una serie de Abierto hasta el Amanecer es un error de concepto. Desconocia las secuelas, pero tienen pinta de ser bastante malas (acabo de comprobarlo y asi es).
Segun he visto el trailer veia que esto deberia parecerse mas a Vampiros de John Carpenter que a Abierto hasta el Amanecer. Y si, como dice el señor Daza, Carpenter propicio Abierto… y a su vez esta hizo lo mismo con Vampiros…. Pero mientras que una es autoconclusiva, la otra da mas juego a una serie.
¡Hola Batlander, gracias por tu comentario!
Yo creo que tanto Abierto Hasta el Amanecer como Vampiros son productos que pueden serializarse, ambos contienen una imaginería y mitología relacionada con el vampirismo que puede aprovecharse si se utiliza adecuadamante, de hecho ambos films tienen dos secuelas cada uno de ellos, muy inferiores, lógicamente.
Con respecto a Abierto Hasta el Amanecer no puedo hablar de las temporadas dos y tres, pero esta primera es insatisfactoria por acomodaticia e impersonal, cuando Rodríguez conoce perfectamente el material que tiene entre manos y puede darle nueva vida en la pequeña pantalla con total control artístico si tenemos en cuenta que está diseñando la serie bajo El Rey Network, un canal del que él es uno de los máximos responsables. Por desgracia en estos primeros compases el resultado es mediocre y no está a la altura, ya veremos si con las siguientes entregas sucede lo mismo.
¡Un saludo!
No estoy del todo de acuerdo en que ambas pueden serializarse. Abierto si no recuerdo mal terminaba con todos los vampiros muertos (o casi todos, no se) y dejaba bastante cerrado el tema con lo de la piramide azteca(se supone que no habra una en cada pueblo).
Mientras que Vampiros no deja de ser un «»»Buffy»»». O sea, que los cazadores estaban antes y despues de la peli.
Ovbiamente una serie puedes hacerlo de casi cualquier cosa, pero creo que justo esta no es la que mejor han elegido el tema.