#ZNSeries – Crisis in Six Scenes, de Woody Allen

La primera serie de televisión creada por Woody Allen nos muestra al genial cineasta en plena crisis creativa a lo largo de 6 episodios.

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Dirección:Woody Allen
Guión:Woody Allen
Fotografía:Eigil Bryld
Reparto:Woody Allen, Miley Cyrus, Elaine May, John Magaro, Rachel Brosnahan, Joy Behar, Mary Boyer, Marylouise Burke, Margaret Goodman, Julie Halston, Sondra James, Margaret Ladd, Rebecca Schull, Mary Shultz, Barbara Singer
Duración:6 capítulos de 23 minutos
Productora:Amazon Studios
Nacionalidad:Estados Unidos

 

Lo mejor que se puede decir de un artista es que siga probando nuevos medios de expresión. A sus 80 años, Woody Allen debutaba como creador de una serie televisiva: Crisis in Six Scenes. Esto es lo mejor y lo único positivo que tiene esta obra, porque el resto de elementos dejan mucho que desear. Antes de proseguir con mi análisis, me gustaría puntualizar que, si bien esta es la primera serie que Allen escribe y dirige, no es su primer contacto con la pequeña pantalla. Es más, su carrera profesional en el mundo audiovisual comenzó en los años 50, precisamente, como guionista de televisión. Además de esto, el cineasta neoyorquino sí que había dirigido tres de productos televisivos en el pasado: los cortos Men of Crisis: The Harvey Wallinger Story (1971) y Sounds from a Town I Love (2001); y el telefilme Los USA en zona rusa (1994), donde el propio Allen llevaba a la pequeña pantalla una obra de teatro firmada por el mismo.

No es casualidad que esta serie guarde mucha correlación con otro producto televisivo como Los USA en zona rusa. Esto es debido a que ambas se ambientan en épocas muy parejas en el tiempo. Si bien el telefilme se encuadraba en la era Kennedy; aquí nos encontramos con la América convulsa de finales de los 60 de la etapa Nixon. Y tampoco es casualidad que ambos productos comiencen con una voz en off y con imágenes de archivo que contextualizan a la historia. Pero en lo que más se diferencian es que en el telefilme, el contexto servía para generar el conflicto y los diálogos tenían variedad y la trama avanzaba. En cambio, en la serie la trama no avanza y los diálogos son cansinos, repetitivos y machacones. Todo el tiempo hablando de la revolución, del comunismo, del capitalismo, en un bucle infinito.

El principal problema de Crisis in Six Scenes, como ya avanzaba antes, es que su mayor mérito y también su mayor riesgo es ver a Woody Allen creando en otro elemento que no el suyo habitual. Sí, es así pero más allá de esto, Allen nos ofrece un producto ultraconservador. Permítanme el símil, pero Woody Allen es como ese jugador de fútbol que ya está mayor, que ya ha perdido la chispa, la velocidad. Ya no desborda y se le ve venir de lejos. Todos sabemos que jugada va a hacer para intentar irse del defensor. La misma de siempre porque no tiene otra. Y si antaño, siempre se iba es porque era un “portento físico” (en su caso, creativo), pero una vez perdida la magia que atesoraba en el pasado, lo que vamos a ver es, de forma errática y sin gracia, algo que ya hemos visto pero peor.

Al producto audiovisual que más me recuerda Crisis in Six Scenes de los últimos años es a Spectre. Una comparación que puede chocar un tanto a priori, pero recordemos que Allen había participado en la versión no canónica de Casino Royale como el sobrino de James Bond. Así que no es tan descabellado poner al genio neoyorquino y al agente británico en la misma frase. ¿Pero realmente en qué se parecen? Ambas obras son greatest hits fallidos destinados solo para fans. Un refrito de todo lo anterior con poco acierto. Y lo que es peor, es que ni siquiera funciona para los fans. Por lo menos, con un servidor ambos productos no funcionaron para nada.

Si rebuscamos un poco podemos sacar algún detalle positivo. Sin ir más lejos, la primera escena de la serie, el diálogo que mantienen Woody Allen y Max Casella (cualquier posible parentesco con quien suscribe estas palabras es pura coincidencia) en la barbería me pareció una genialidad. La serie arrancaba muy bien y para mí es la mejor escena de todas. Lamentablemente, todo lo que vendría después iba a ser mucho peor. Elaine May, que interpreta en la ficción a la mujer de Allen, está genial y sus escenas como terapeuta son muy divertidas. Una curiosidad del personaje de Woody Allen es que en la serie se llama Sidney J. Musinger, usando el mismo apellido que el personaje que hacía Louis C. K. en Blue Jasmine, Al Musinger. También me gustaría destacar un par de referencias que en la serie se hacen del mundo de los cómics: en una escena John Magaro le regala a Miley Cyrus el cómic The Life and Times of The Shmoo de Al Capp, que ella rechaza, por cierto. La segunda referencia la hace el propio Allen al comentar que ha estado saltando por las azoteas como si de Batman se tratara.

Una vez dicho todo esto, quiero centrarme en el aspecto más negativo de la serie. Y no es ni más ni menos que el casting. Ni siquiera un genio de la talla mundial como Allen puede remediar la presencia de Miley Cyrus. Me parece una de las decisiones de casting más horribles, lamentables y fallidas de los últimos años. No es que Cyrus sea una pésima actriz, que lo es, y mucho; es que verla como activista revolucionaria criticando al sistema capitalista de una forma reiterativa y pesada ha sido un suplicio. Ver a la otrora Hannah Montana, la princesita Disney, que no es más que un producto de consumo creado por la sociedad capitalista, interpretando un papel que ni siquiera me produce la más mínima ironía, no es muy recomendable. Es como ver a Ronald McDonald haciendo un discurso contra la comida basura. Sinceramente, esperpéntico. Pero es que lo peor es que no se acaba aquí la cosa. La próxima película de Woody Allen tiene en el reparto a Justin Timberlake, y la siguiente a Selena Gomez. A este ritmo, no sería descabellado ver a Justin Bieber al lado de Allen.

Que nadie se lleve a equívoco. Woody Allen es uno de mis directores favoritos de todos los tiempos, pero me duele verlo así. Su obra se divide en tres grandes etapas: Keaton, Farrow y Soon-Yi. De éstas, la última, y a la que pertenece esta serie, se ha caracterizado por tener obras menores, prescindibles o directamente malas: Un final made in Hollywood, Scoop, El sueño de Casandra, Vicky Cristina Barcelona (un auténtico despropósito), Conocerás al hombre de tus sueños, A Roma con amor e Irrational Man; por citar algunas de ellas. Sí que ha tenido fogonazos y destellos de genialidad en esta etapa. Sí, pero muy esporádicos. El ritmo de producción de una película por año unido al inexorable paso del tiempo ha mermado en la capacidad creativa del autor estadounidense. Lejos quedan los tiempos en los que compartía pantalla con la gran Diane Keaton. Uno nunca pierde la esperanza de que Allen nos puede regalar un nuevo Manhattan o Annie Hall en pleno siglo XXI, pero Crisis in Six Scenes está lejos, muy lejos de conseguir esto.

La serie surge del acuerdo alcanzado entre Allen y Amazon Studios que comenzó con la película Café Society (2016) y que además de esta serie, como mínimo, se extenderá en sus próximas dos películas: Wonder Wheel y una todavía sin título. Consta de 6 episodios de unos 23 minutos aproximadamente y básicamente lo que hace Allen es coger una película de poco más de dos horas y trocearla en seis partes. Se ve fácil y rápida la serie, así que no supondrá ningún esfuerzo por parte del espectador. Eso sí, su target es el fan de Allen de toda la vida. Dudo que alguien que no conozca la obra de este autor se aficione a él a raíz de esta serie.

Como conclusión, al final de la serie, Musinger (Allen) se cuestiona si debería pasar de escribir “esa chorrada de serie para la televisión” para, en su lugar, escribir un libro tan bueno como el de Salinger. Allen se ríe de sí mismo consciente que lo que está haciendo es eso, “una chorrada”. Como dice el refranero popular: “El que tuvo, retuvo”. Un pequeño destello de genialidad de un genio en horas bajas.

  Dirección:Woody Allen Guión:Woody Allen Fotografía:Eigil Bryld Reparto:Woody Allen, Miley Cyrus, Elaine May, John Magaro, Rachel Brosnahan, Joy Behar, Mary Boyer, Marylouise Burke, Margaret Goodman, Julie Halston, Sondra James, Margaret Ladd, Rebecca Schull, Mary Shultz, Barbara Singer Duración:6 capítulos de 23 minutos Productora:Amazon Studios Nacionalidad:Estados Unidos   Lo mejor que…
Dirección - 5
Guión - 4
Reparto - 2
Apartado visual - 5
Banda sonora - 7

4.6

Una lástima

Mucho me temo que Allen no volverá a la televisión después de esta decepcionante serie.

Vosotros puntuáis: 9.8 ( 1 votos)
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AlbierZot
AlbierZot
Lector
12 septiembre, 2017 21:54

A mí me ha gustado mucho. Y conste que me horrorizó Café Society, para mí su peor peli, eso sí que es una flojera de horas bajas.
Un final made in… e Irrational Man están muy bien, tienen una mala uva exquisita. Y con estas Six Scenes me he reído bien a gusto. Sólo recordar la escena de la peluquería (just give it your best shot!), un hipocondríaco a la cena, el guacamole, las mil maneras de morir asaltado, la novia a la medida del niño (juas), el venerable club de lectura, los panteras, el camarote de los hermanos marx, la bomba!.. Muero. Recuerda a Los USA en Zona Rusa, otro slapstick descacharrante, más ágil y alocado pero algo cargante, y un poco a Misterioso asesinato… (otra joya).
Me parece increible cómo este ancianito balbuceante puede escribir, dirigir y protagonizar una comedia de tres horazas de este nivel. Y que dure!

Ianu
Lector
En respuesta a  Giovanni Casella
13 septiembre, 2017 9:55

Quizá te hayas olvidado de Vicky Cristina Barcelona.

thanos616
thanos616
Lector
13 septiembre, 2017 7:51

Estimado nos volvemos a encontrar en una critica y creo que tenes razón en base a que Woody Allen se esta repitiendo, va es lo que pasa a todos cuando se tiene tanta obra y se sigue sacando con el pasar de los tiempos (aunque para mi desde los 90 que se viene repitiendo). Respecto a la serie no la vi todavía y tal vez algún día la vea.

Ianu
Lector
13 septiembre, 2017 10:05

Yo soy de la opinión de que lo peor de Allen es mejor que lo mejor de la mayoría de los directores de EEUU. Esta serie no es la excepción. ¿No es lo mejor de Allen? No. ¿Repite sus clichés? Como siempre.

No estoy de acuerdo en la mayor parte de la crítica. Miley Cyrus no es exactamente un producto. Lo fue, sí, pero no hay que olvidar que en su país está (estaba) considerada una figura de peso dentro de la música country, como su padre. A mí no sólo me pareció solvente en su papel, sino que me gustó la contradicción entre lo que ella puede representar y su personaje.

Me alucina que sentencies que Scoop y El sueño de Casandra son obras menores y que las juntes con Vicky Cristina Barcelona. La primera es una muy buena comedia de enredo, de ritmo más rápido de lo que acostumbra Allen, y la segunda es un thriller a-la-Hichcock de quitarse el sombrero.

En fin, está claro que es tu análisis basado en tus gustos.