Nick Furia ha sido durante muchos años el aglutinante del universo cinematográfico de Marvel Studios. Ha estado ahí desde el principio velando por Los Vengadores y ha jugado un papel -más o menos destacado- en los principales eventos que estos y otros superhéroes han protagonizado en la gran pantalla. Pero al intrépido espía de la Casa de las Ideas interpretado por Samuel L. Jackson le ha faltado una producción propia en la que brillar y demostrar su verdadera valía dentro de este universo lleno de héroes, dioses y amenazas planetarias. Es a raíz de su participación en Capitana Marvel que su historia se ha ido relacionando con uno de los crossovers que más darían que hablar en los cómics en la primera década de este siglo XXI: Invasión Secreta, de Brian Michael Bendis y Leinil Francis Yu. Ese es el mismo título de la nueva miniserie de Disney Plus protagonizada por Jackson y en la que también regresan caras conocidas como las de Ben Mendelsohn, Cobie Smulders y Martin Freeman, entre otros muchos. La infiltración skrull en la Tierra es ya una realidad y Furia es quizás el único que podrá detenerla. Esta semana se ha estrenado el quinto y penúltimo episodio de esta producción titulado Cosecha y estás son nuestras primeras impresiones sobre lo que nos ha parecido en la redacción. ¿Qué os ha parecido a vosotros?
Invasión Secreta. Episodio 5 – Cosecha
No tema, le enterraremos, por Jordi T. Pardo
El episodio de esta semana de Invasión Secreta puede que sea el mejor de la producción que hemos visto hasta la fecha. Pero eso no es motivo de alegría a estas alturas, teniendo en cuenta que los problemas de esta miniserie están ya en su propia concepción y en la deriva argumental de una historia insulsa y falta de carisma desde su primera entrega. Los intentos de Furia en este episodio de explicar porque no ha contacto con Los Vengadores a estas alturas de la serie son una buena muestra de las carencias de unos guiones que no han sido realmente sopesados por sus responsables. Teniendo en cuenta lo construido desde 2008, Invasión Secreta falla porque parece renegar del universo compartido cinemático de Marvel Studios de una manera harto ridícula y explicaciones muy peregrinas.
Los personajes siguen dando tumbos por la trama sin mucho sentido. Puede que lo peor parte se la lleven unos villanos que no tienen ningún tipo de coherencia en sus acciones y que están dibujados con un exceso de brocha gorda. Para muestra, el enésimo encuentro entre Furia y «skrull-Rhodes» que vuelve a ser totalmente estéril y no aporta absolutamente nada a la historia volviendo a dejar a los personajes en el mismo punto que habían empezado. ¿Qué sentido tiene que Rhodes deje a Furia volver a escaparse cuando quieren conseguir la cosecha que él esconde? ¿Qué sentido tiene que Raava siga suplantado a Rhodes pudiendo asumir fácilmente la identidad del presidente de los Estados Unidos? ¿Qué sentido tiene nada de lo que hace Gravik? ¿Si tenía intención de construir un ejército de superskrulls porque no ha esperado a tenerlo para poner en marcha su plan? ¿Por qué ahora quiere volver a exponer a los skrulls?
Puede que esta serie de Disney Plus y Marvel Television sea de las que más complicado pone el rescatar algo bueno. Pero puestos a señalar algo positivo sería el papel de Sonya Falsworth interpretado por Olivia Colman. La actriz británica tira de tablas para construir al único personaje de la serie realmente atractivo añadiéndole una buena pátina de grises, cinismo y clase que bien le habrían sentado al Furia de Samuel L. Jackson. Es Colman la que se roba cada escena en la que aparece. Pero también es cierto que la serie no ha sabido sacarle jugo a un reparto en el que teníamos a nombres -al menos de partida- como Ben Mendelsohn, Cobie Smulders, Martin Freeman, Don Cheadle y el propio Samuel L. Jackson que podrían haber encontrado aquí el espacio para brillar que no habían tenido en sus apariciones en la gran pantalla.
La season finale de la próxima semana ya poco importa. Y menos porque el marketing de Marvel Studios nuevamente a vuelvo a jugar contra el espectáculo al recordarnos esta semana el estreno de la futura The Marvels que nos habla de acontecimientos posteriores a los de la presente Invasión Secreta. Y en esta Furia vuelve a tener un papel destacado así que sabemos que no nos tenemos que preocupar por la seguridad del protagonista de esta miniserie. El cliffhanger final de temporada debería ser estratosférico para que este viaje haya válido la pena. Esta semana -como la anterior- hemos tenido algunas escenas de acción que al menos hacen más llevadera la estancia frente a la pantalla. Espero que Disney y Marvel Studios tomen nota de lo que ha estado fallando en sus últimas e irregulares producciones y sepan enderezar el rumbo.
Nick Furia: La skrull que me achuchó, por Juan Luis Daza
Harvest supone el quinto y penúltimo episodio de Invasión secreta y ni siquiera la precipitación de hechos que conforman el guion escrito a cuatro manos por Michael Bihm y Brian Trucker consiguen desperezar al espectador que lleva adormecido con las insípidas aventuras skrulls de Nick Furia casi desde el primer episodio puesto a disposición por Disney Plus hace algo más de un mes. Al aproximarse el clímax final Ali Selim y su equipo tratan de acelerar el ritmo de las distintas tramas de la ficción, pero los cimientos de las mismas han sido tan endebles desde su misma génesis que a estas alturas poco nos importa lo que pueda acontecer en pantalla, porque no tenemos verdaderos personajes con los que empatizar y sentirnos idenfiticados.
Poco importa la subtrama centrada en la conspiración gubernamental con Furia, Rhodes y el presidente, la protagonizada por Sonya Falsworth o la traición sufrida por Gravik a manos de sus colaboradores entre otras, a estas alturas las esperanzas de gran número de las personas que semana a semana se enfrentan a la insípida producción de Marvel Studios lo hacen por inercia, completismo o deber con alguna web como la que nos ocupa, que sería mi caso, y me consta que el da alguno más de mis compañeros que están realizando el seguimiento del proyecto. Como apunte que no he dejado caer en las reseñas de los anteriores episodios me gustaría mencionar lo que terrible y postizo que me parece el maquillaje de los skrulls ya desde que debutaran en Capitana Marvel, me sacan totalmente de la historia cada vez que alguno de los actores lo porta en pantalla.
Una última secuencia en la que parece que Nick Furia volverá a ponerse en marcha para solucionar los problemas en los que se está viendo implicado desde el inicio de la ficción son el único asidero, no ya para que Invasión secreta pueda tener un clímax final memorable en contraposición a lo fallido que ha sido todo su desarrollo, sino para que nos regale uno decente que al menos nos transmita la falsaria sensación de que no hemos perdido totalmente el tiempo viendo esta adaptación, muy libre, del evento ideado por Brian Michal Bendis y Leinil Francis Yu en viñetas. Mirándolo por el lado bueno ya solo queda una cita más para terminar lo que, contra todo pronóstico y para mi decepción, está siendo la muerte lenta y dolorosa de una producción por la que casi no he sentido un atisbo de interés.
Para este Furia no hacía falta tanta alforja, por Samuel Secades
Ese del título fue el pensamiento que me asaltó tras ver (o padecer, más bien) el quinto y penúltimo episodio de esta Invasión Secreta cuyo visionado, sinceramente, está siendo un dolor de muelas semanal de lo (vamos a dejar las cosas claras) lo rematadamente mal hecha que está; y siendo sinceros, poca culpa hay que achacarles a los sufridos creadores o a un reparto que parece estar pasándolo igual de mal que el propio espectador con tal desaguisado; no, aquí las culpas se ve a la legua que corresponden a un nivel superior, al nivel de producción, organización y, en definitiva, a un estudio que mordió mucho más de lo que podía masticar con su departamento televisivo y que, una vez visto que no iba a dar los resultados esperados, ha decidido tirar los restos a la basura; porque, con la única esperanza de la segunda temporada de Loki y una Armor Wars ascendida a película, lo que queda del MCU televisivo reflejado en esta Secret Invasion es de todo menos esperanzador.
En este episodio hemos asistido, de nuevo atónitos, a escenas sin sentido, giros incomprensibles y sólo achacables a un guion hecho a retazos, saltos espaciales y, en definitiva, un aluvión de insensateces que podríamos enumerar escena a escena, desde ese presidente convaleciente y prácticamente abandonado en el hospital que puede desatar la Tercera Guerra Mundial con sólo un asesor en la habitación, a la hija de Talos y la esposa de Furia haciendo de pareja de acción imposible, a una Olivia Colman que no sabe donde meterse y con muchas ganas de despedir a su agente y, en definitiva, a un Samuel L. Jackson que merecía mucho más si es que esto va a quedar como legado de su Nick Furia. Un detalle, eso sí, que decidiese como buen agente ordenado guardar cada parte de su equipo en un compartimento separado secretísimo y de alta tecnología, para conformar un uniforme que quería decir mucho más unos cuantos años atrás de lo que lo hace ahora.
Poco más hay que comentar de un desastre sin paliativos que es Invasión Secreta. Una decepción no sólo para el aficionado al MCU, sino para cualquier espectador casual que se atreva a acercarse a una serie basándose en el supuesto (y cada vez más menguante) prestigio de Marvel Studios y se encuentre una producción propia de un telefilm barato de fin de semana, pero mucho menos honesto. Porque, para más inri, esta Secret Invasion tiene ínfulas de gran acontecimiento, pero ni tiene héroes para ello, ni mucho menos villanos, y ni siquiera un acercamiento interesante al filón de los skrulls en la Tierra. Lo único de lo que puede presumir es de una intrascendencia creativa y narrativa que, en mi particular lista de series que menos he disfrutado, llega a hacer buena a Falcon y El Soldado de Invierno. No sabemos exactamente quién ni a qué nivel, pero alguien está (y lleva un tiempo) tomando muy malas decisiones con respecto al MCU post-Endgame, y productos como esta Secret Invasion que no dan la talla y que están asociados a una continuidad no hacen sino devaluar las expectativas de futuro de una Marvel Studios que necesita imperiosamente volver a tener las cosas claras.
Skrull Wars: Rebels, por Sergio Fernández
Visto lo visto, el fanatismo no es algo únicamente inherente al ser humano, sino también universal. No tenéis rostro, ni voz, ni voto. Los Skrulls han concedido plenos poderes a Gravik para que este les ningunee y haga lo que le plazca. La tiranía es intergaláctica, y no lo sabíamos. El diagnóstico es bastante Gravik… el poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente. Situándose entre el lado oscuro de la fuerza de Star Wars y un panfleto propagandístico de VOX, el líder de los Skrulls domina con mano dura nutriéndose de odio y procesándolo para repartir un mensaje en el que el miedo está presente en todo momento.
Ha sido tal el bajón que ha supuesto Invasión Secreta que, llegado este punto, apenas hemos hablado de la imagen de estos alienígenas metamorfos. No es que sea un problema, pero lo cierto es que el maquillaje utilizado para mostrarnos a esos seres de otro planeta (esto ya viene desde Capitana Marvel) nos retrotrae a series como Expediente X o Buffy Cazavampiros. Se echa en falta un poco más de chispa en su diseño, aunque hubiésemos preferido que hubiesen trabajado mucho más el tratamiento de la historia.
Españoles, Talos ha muerto. ¿Os acordais de Giah?, el personaje de Emilia Clarke había tenido una muerte anticlimática para, en un (¡oh, sorpresa!) gran giro de guion, revelar que sobrevivió aunque en realidad nos daba igual. En este quinto episodio ha dejado para la posteridad una gran frase “me alejé de mi padre porque sabía que perdería”. El premio a la hija del año cada vez está más cerca. Más allá de eso, G’iah ha formado Team-Up con Priscilla para ser protagonistas de la escena de acción del episodio mostrando una coordinación propia del universo John Wick.
El que siembra viento recoge tempestades. En este caso no es tempestad, sino cosecha lo que busca ansiadamente Gravik. Pasándose la ley de protección de datos por el forro de su parche, Furia mandó recolectar ADN vengador en el último campo de batalla. Así pues, podríamos resumir que todo este desaguisado que tiene lugar en el Planeta Azul es responsabilidad del otrora mandamás de S.H.I.E.L.D. Llegado este punto es la propia Sonya Falsworth quien pregunta a Furia el motivo por el cual no ha traído a ninguno de sus amigos para poner orden en el asunto. Independientemente de la respuesta dada (esto tiene que arreglarlo el propio Nick Furia, aunque todo se vaya al carajo podríamos añadir), todos sabemos que es un tema presupuestario. En este punto el cómic siempre tendrá las de ganar en comparación con sus adaptaciones en acción real. Algo que ya traje a colación hablando sobre la última cinta animada de nuestro amigo y vecino Spiderman. En viñetas, el único límite que nos encontramos es la imaginación de sus creadores (vaaaale, y también la continuidad), pero en una serie televisiva como Invasión Secreta, a pesar del estupendo cast con el que cuenta, la rigidez está ahí.
Y hablando de Sonya, qué buen personaje y qué bien interpretado está por Olivia Colman. Por favor, póngame tres tazas. La actriz británica es una de las pocas cosas salvables en una serie que nadie recordará. Para más inri, su presencia en pantalla ha sido más bien escueta. Veremos que nos depara la traca final. Por otra parte, ha tenido que ser suplantado por un alien metamorfo para que Máquina de Guerra haga honor a su nombre. Tanto va el cántaro a la fuente que la WWIII acabará llegando. Eso si no nos extinguimos antes. ¿Está siendo este el producto en el que más peso está teniendo el bueno de Don Cheadle tras años y años recordando al Donny de El gran Lebowski? Desgraciadamente su momento ha llegado en pleno gatillazo creativo de Marvel Studios.
En fin, ¿os imagináis que en nuestra realidad los Boris Johnson, Trump, Abascal, Bolsonaro, Feijoo y compañía fueran Skrulls? ¿Os imagináis que engañaran a la gente para generar enfrentamiento? ¿Os imagináis que consiguieran plantar ese odio para que ciertos conflictos se eternizasen y no nos dejaran ver el bosque? Por suerte, solo son imaginaciones mías.
En capítulos anteriores…
Invasión Secreta. Episodio 1 – Resurrección
Invasión Secreta. Episodio 2 – Promesas
Invasión Secreta. Episodio 3 – Traicionado
Invasión Secreta. Episodio 4 – Amado
Jordi T. Pardo - 4.5
Juan Luis Daza - 4.5
Samuel Secades - 4
Sergio Fernández - 4.5
4.4
Ni uno solo de nuestos redactores niega que Invasión secreta está siendo un sonoro fracaso por parte de Marvel Studios y Disney Plus a la espera de un clímax que al menos despierte algo de interés por los próximos proyectos del UCM
No es ya que no tenga sentido que Rhodes deje escapar a Furia cuando necesita el vial, es que en capítulos anteriores habían ordenado su asesinato. ¿Cómo pensaban los Skrulls dar con el vial con Furia muerto? Otro agujero en la trama que demuestra las chapuceras reescrituras y regrabaciones que ha tenido la serie.
Marvel no consigue dar con la tecla en sus series, salvo Wandavision todas han sido entre aceptables y desastrosas. Al final esta está haciendo buena a Falcon y el Soldado de invierno.
Es que encima han calcado el argumento de Falcon y Soldado, porque aquí también va de desplazados que la lían parda en Europa del Este. Falta Zemo bailando.
Más allá de la dudosa calidad que tienen los productos del MCU desde hace varios años, una cuestión que no deja de llamarme la atención es como le erran con los desarrollos de los villanos, salvo muy pocas excepciones la mayoría son más que discutibles.
Si hay algo en las películas de Super Heroes o series que tiene que sobresalir son los villanos, es aglo indispensable pero acá se da lo contrario, parece no les importa eso.