«Cada vez más, temo que nada bueno puede venir de casi ninguna adaptación, y obviamente esto es dramático. Hay un par de adaptaciones que quizás sean tan buenas o mejores que la obra original. Pero la gran mayoría de ellas son inútiles». Alan Moore
Tuvimos que frotarnos los ojos para comprobar que no estábamos soñando. Finalmente,
TRÁILER FOX (2011)
TRÁILER NETFLIX (2020)
Durante un tiempo, Kurtzman y Orci siguieron empeñados en sacar el proyecto adelante aunque esto supusiera cambiar el formato. De esta forma, en la Comic Con de San Diego del año 2014, anunciaron, a bombo y platillo, una trilogía cinematográfica que nunca vería la luz. Ante tal cantidad de adversidades, Joe Hill decidió escribir un nuevo guion para el primer capítulo que pudiera llevarse a cabo en formato televisivo. En el año 2017, Andy Muschietti (It) se pone detrás de las cámaras del episodio piloto encargado por Hulu. Carlton Cuse, Scott Derrickson y Lindsey Springer ejercieron de showrunners mientras que el plantel estaba compuesto por Owen Teague, Danny Glover, Jackson Robert Scott y Nate Corddry. Hulu no acababa de verlo claro y decidió abandonar el proyecto. Un año después, Netflix dio luz verde a la primera temporada de Locke & Key, pero del anterior proyecto sólo sobrevivieron Carlton Cruse, que ejerció de mandamás junto a Meredith Averill (La maldición de Hill House), Muschietti (abandonando sus funciones en la dirección) como productor ejecutivo y el pequeño Jackson Robert Scott que volvió a meterse en la piel de Bode. Podíamos esperar que, después de tantos contratiempos, la serie crecería en plenitud. Ya sabéis, lo que no te mata te hace más fuerte. Nada más lejos de la realidad. Como analizaremos en el transcurso de esta reseña, la versión de Locke & Key que Netflix decidió llevar a buen puerto hace agua por todos los lados.
Como ya hemos hablado en Zona Negativa largo y tendido de Locke & Key, y suponiendo que si habéis llegado a este punto de la lectura estaréis familiarizados, al menos, con el cómic de Hill y Rodríguez, tan sólo haremos una breve sinopsis de su historia. Rendell Locke es asesinado y su familia se mudará a Lovecraft, pequeño pueblo de Massachusetts en el que se crió. Su mujer, Nina, y sus tres hijos, Tyler, Kinsey y Bode, pasarán su particular duelo en un hogar muy especial. La Casa de las Llaves es una mansión que guarda muchos secretos en su interior. Entre ellos, unas llaves con mágicas propiedades que convertirán la historia en una trepidante aventura llena de fantasía. Hasta aquí, salvando el cambio gratuito de nombre del pueblo (se prefiere homenajear a Richard Matheson que H.P. Lovecraft) las similitudes entre la obra original y el producto de la plataforma streaming son abundantes. Desgraciadamente, pronto tardamos en darnos cuenta de que todas las virtudes con las que disfrutamos en las viñetas no tienen lugar en su homólogo televisivo.
Vaya por delante que no debe de ser tarea sencilla trasladar una obra como Locke & Key a televisión. Se necesita mucho dinero y otro tanto de imaginación para conseguir estar a la altura de las expectativas. Esto será clave para que escenas en las que el CGI sea necesario resulten creíbles (¡Ay! Ese Bode fantasma…) o tengan que adaptarse a las circunstancias (como veremos más adelante con la Llave de la Cabeza). Lo que resulta sangrante es la falta de mimo al realizar esta adaptación. El tono sombrío brilla por su ausencia y cualquier elemento complejo ha sido borrado de la ecuación. Cuse y Averill han optado por tirar de clichés adolescentes dando prioridad a las subtramas románticas con un playlist musical que eleva la temperatura del bochorno hasta hacerlo inaguantable. Como pasara en el cómic, el drama familiar debería de ser el auténtico motor de esta serie a partir de una buena construcción de personajes y las complicadas relaciones que entre ellos mantienen. Exceptuando a Bode y, en ocasiones, Kinsey, el resto de personajes (tanto principales como secundarios) son una mala caricatura de los creados por Hill y Rodriguez.
Da la sensación de que cualquier espectador que no se haya acercado al cómic de IDW tendrá serios problemas en seguir su narrativa atropellada. Parece mentira que a pesar de contar con un material original tan potente y bien hilvanado, el libreto de la serie sea tan deficiente. Ante la alarmante incapacidad de los guionistas por generar misterio, se cargan de un plumazo todo el suspense que se le presupone a la historia. Para más inri, poderes como la Llave de la Caja de Música se utilizan meramente como alivio ¿cómico? cuando podía haber tenido una mayor relevancia por puro pragmatismo. Es decir, no se necesita ningún tipo de efecto visual y podría haber dado muchísimo juego. De la misma forma, la Llave Temporal brilla por su ausencia. Algunos dirán que a lo mejor se la reservan para la siguiente temporada (deseamos encarecidamente que Netflix no siga adelante con ella), pero habría estado genial viajar al pasado para conocer la génesis de las llaves. Algo fácil de llevar a cabo y que le hubiese dado coherencia al relato… pero no. Hemos tenido diez episodios para poder comprobar que lo único que han diseñado es una trama deslavazada, protagonizada por unos personajes sinsorgos y un villan@ (la margarina de lo maligno si lo comparamos con el Dodge comiquero) de quien desconocemos cuales son sus motivaciones. Un auténtico desastre.
Las interpretaciones tampoco ayudan con el resultado final. Proponemos inaugurar los Razzie de la pequeña pantalla sólo para que Darby Stanchfield (Nina Locke) pueda conseguir el premio. A pesar de darle un protagonismo que en el cómic no tiene, la actriz parece empeñada en sacarnos del visionado con su interpretación del método. Del método Winona Ryder. Esto es, hacer gala de constantes muecas que poco o nada tienen que ver con el momento vital de su personaje. Nunca una borrachera nos dejó tan mal cuerpo. ¿Se puede hacer tan mal? Laysla De Oliveira y Felix Mallard son dos caras de una misma moneda. Ya sea como Dama del Pozo, Dodge o Lucas, la némesis de la familia Locke está tan mal diseñada por los creadores de Locke & Key que no sabemos hasta que punto no funciona por las carencias de sus andróginos intérpretes o, simplemente, era imposible construir un villano de entidad con el molde escogido. El guaperas Connor Jessup (una versión teen de Tom Hardy) es una sombra del Tyler primigenio, aunque peor parte se lleva Rendell Locke, su padre en la ficción. Bill Heck nos regala una serie de poses a lo largo de varios flashbacks para demostrarnos que, además de buenorro, es un primogénito molón. «Sugar Daddy» fue el mote para referirnos a él entre esas bambalinas de la comunicación llamada WhatsApp. Jackson Robert Scott y Emilia Jones, sin inventar la rueda, salvan el honor del colectivo actoral. Decir que el mejor personaje de Locke & Key en la serie de Netflix es la Casa de las Llaves es algo tan cierto como preocupante.
Locke & Key es un producto cobarde que no arriesga ni lo más mínimo. Mencionaba anteriormente el tema de la Llave de la Cabeza, probablemente una de las favoritas para la mayoría de los lectores. Cierto es que era difícil llevarlo a cabo de manera literal pero no menos cierto es que la plasmación en pantalla resulta fallida y descafeinada a partes iguales. Ni un símbolo o guiño en la mente de Bode que recuerde el brutal asesinato de su padre o la persistente amenaza de la mujer del pozo. Por si esto fuera poco, el interior de Kinsey tiene forma de centro comercial que poco o nada tiene que ver con la esencia del personaje. Eso por no hablar del sonrojante plagio a Inside Out (Del revés) con esas estanterías multicolor llenas de recuerdos. Sólo faltaba que de repente sonase un… ¡Hilo dental! ¿Y que podemos decir de Spider Jerusalem? O su alter ego adolescente Scot Kavanaugh que regalaba alguno de los momentos más hilarantes en el cómic escrito por el hijo de Stephen King. Pues que lo único que conserva es la T de su nombre y su marcado acento británico. Creedme, cualquier parecido más que podáis encontrar es pura coincidencia.
Como viene siendo habitual en la ficción de los tiempos que corren, varias menciones a la cultura popular harán acto de presencia con el fin de conectar con el aburrido espectador. Harry Potter, Las crónicas de Narnia, El Señor de los anillos… todos ellos se irán citando de manera poco sutil entre bostezo y bostezo de la desinteresada audiencia. Por ser justos, una broma combinando un peluche y Street Fighter es lo único que consiguió arrancarme una sonrisa en la primera temporada. Aunque para momento gracioso (por lo ridículo) la fotografía que Joe Ridgeway saca a Lucas Caravaggio desde la ventana de la casa de Ellie Whedon. Ridgeway: profesor de día, paparazzi de noche.
Esto que acabamos de comentar es un buen ejemplo de como los caminos paralelos que se han tomado con respecto a la obra original no han estado para nada elaborados. En el cómic, Dodge iba al instituto tratando de ganarse la confianza de los hermanos para tener acceso a las llaves y es allí donde Ridgeway le reconoce. Un buen planteamiento que tenía lógica (y funestas consecuencias). En la serie no había relación alguna entre el veterano docente y el villano transgénero. Bueno, en realidad sí. Con el triple salto mortal y doble tirabuzón que los juguetones creadores se habían guardado para el final, resulta que Gabe, con menos carisma que una lenteja y cuya relación con Kinsey desprendía antimateria, era también Dodge/Lucas. Un plan taaaan malvado que permitirá al enemigo de los Locke hincharse a gofres con extra de sirope de alce hasta el fin de los tiempos. ¿Será la insulina el arma definitiva para acabar con la glotona criatura?
En su afán por evitar momentos delicados, los guionistas de Locke & Key decidieron prescindir de la violación a Nina Locke. No sólo eso, sino que un personaje capital en la obra original como el discapacitado Rufus Whedon, aquí no es más que un mero comparsa al que le faltan cuatro hervores. La tóxica relación de Ellie Whedon con su madre o el abandono por parte del padre de Rufus, ni siquiera son mencionados. Todos los matices que nos podíamos encontrar en la lectura, son blanqueados hasta la saciedad para un visionado tan insípido como olvidable. Una vez más, no se atreven a dar el paso definitivo cambiando totalmente el final de las viñetas. La muerte, tan presente en el cómic, aquí apenas tiene lugar puesto que cada suceso se edulcora en exceso. Como no podía ser de otra manera, Vincezo Natali se une a este cúmulo de despropósitos dirigiendo los dos últimos capítulos. Ni rastro queda de aquel joven talento que, a sus 28 años, sorprendió con Cube en 1997. Cuando parecía que no íbamos a ver la icónica gorra de pesca que Tyler heredó de su padre, la serie de Netflix nos hace una concesión en los últimos instantes a modo de homenaje. No será el único guiño simpático. Como ya ocurriera en el cómic, Gabriel Rodriguez y Joe Hill aparecen haciendo un cameo como paramédicos.
Más allá del discutido CGI, el aspecto visual de Locke & Key no acaba de convencer. A medio camino entre un telefime y una película porno, su estética no ayuda a crear la atmósfera necesaria. Elementos añadidos como el espejo del reverso tenebroso (que recuerda de forma sospechosa al Nosotros de Jordan Peele) no acaban de aportar profundidad a la historia. Desafortunadamente, la serie creada por Carlton Cuse y Meredith Averill resulta ser un producto muy naif en el que obvian cualquier ápice de crueldad y se aleja todo lo posible del terror inherente al cómic de Hill y Rodriguez. Locke & Key es una licencia más que se quema sin remedio. Una oportunidad perdida. Una auténtica pena.
Dirección - 2
Guión - 1
Reparto - 4.5
Apartado visual - 5
Banda sonora - 4.5
3.4
CLOSE
Carlton Cuse y Meredith Averill encabezan una serie sin personalidad en la que absolutamente nada funciona como debería. En su búsqueda por ampliar su target objetvo, los guionistas de esta versión televisiva no están interesados en las múltiples aristas del cómic y optan por una cascada de convencionalismos que da como resultado la vulgaridad más ofensiva.
Desde hace tiempo a Netflix le interesa más la cantidad que la calidad.
¿No os está pasando que, cuando oís que van a daptar un cómic a serie, lo primero que pensáis es algo así como «ojalá sea de Amazon o de la HBO»?
¿Soy solo yo o series como Chernobyl o Watchmen (en mi opnión las mejores del año pasado) me es imposible imaginarlas realizadas por Netflix?
¿Soy el único que piensa que la serie de Netflix de Cowboy Bebop da bastante miedito pero dicho miedo desaparecería en gran parte si lo hicieran las otras dos grandes del sector?
Pues cuidado que se viene The Sandman…
Impecable la crítica, Sergio. No le quito una coma, si acaso aún me cebaría más con esta lobotomizada versión de Locke & Key. No hay ningún cariño por la historias, los personajes ni nada que tenga que ver con la obra original.
Un saludo,
Jajajajaja. Si solo fuera Sandman…
Jupiter’s Legacy, The Magic Order, Renacida, Empress (si, todas las de Millarworld), Ghost in the Shell: SAC_2045…
My body isn’t ready.
Totalmente de acuerdo con lo que comentas, Oreades. Lo preocupante es que varias de las licencias que adquieren son muy potentes y lo único que hacen es quemarlas para que sus competidoras no se cuelguen la medalla. HBO se ha caracterizado siempre por su buen hacer, pero ahí tenemos también el ejemplo de Prime Video. La ruta que ha marcado Amazon con The Boys, es el camino a seguir. Independientemente de la literalidad que tenga su adaptación, estos productos deben tener personalidad propia. Como todo, luego ya nos puede gustar el resultado o no hacerlo. El problema es que Netflix utiliza el mismo filtro para todo lo que hace. O cambia el modelo, o tiene muchas papeletas para perder la guerra de las plataformas de streaming.
Hace poco HBO y Netflix estaban pujando por la adaptación a serie la película Parásitos.
Ganó HBO.
MENOS MAL.
Hay que decirlo. En Netflix hay una total desgana a la hora de hacer series. Si, hacen cosa buenas, pero esas salen por simple estadística. Sacan tantas cosas nuevas al mes que a la fuerza alguna ha de ser potable.
Pues menos mal que Paper Girls y Lazarus van a ser adaptadas por Amazon.
A mi The Witcher me gustó pero ves Carnival Row de Amazon, y el nivel de calidad en la producción entre una y otra se nota mucho. Netflix debería gastarse más dinero en sus series y menos en publicidad.
Lazarus llevan años diciendo que lo van a adaptar pero todavía no se sabe nada.
Y si, menos mal que lo va a adaptar Amazon. El problema que tiene Netflix es que al año se gasta una enorme millonada en decenas y decenas de series y películas. Es sin duda la productora que más gasta en cines y series pero es que tiene tantas cosas para estrenar que le toca poco dinero a cada una, esperando a que el hecho de estar basada en un cómic lo que le salve de la quema.
Hay otro problema con Netflix y es que la mayoría de sus series empiezan a estar cortadas con un mismo patrón o plantilla. No sabría decir cuál es pero todas salvo contadísimas excepciones (Mindhunter por ejemplo) tienen ese toque «Netflix». Es más, Mindhunter parece hecho por y para la HBO. Supongo que será por eso que la han cancelado.
En resumen. Netflix es más cantidad, menos calidad.
Veremos a ver lo que hacen en Abril con Ghost in the Shell: SAC_2045. Ay, ay, ay… me temo que lo que le van a hacer a mi querida Motoko Kusanagi nmo va a tener nombre.
Joder, menudo hostion. Siendo así la cosa igual ni la veo en el gimnasio.
Si quemas calorías al ritmo que me quemé yo viéndola, a lo mejor te compensa xD
Jajajajajajajaja, pues igual no es mala idea
Últimamente las series de Netflix que son adaptaciones libres de sus bases originales dan miedo. La suerte que han tenido con Witcher que esta muy mal narrada y con capítulos que dan vergüenza ajena debido al presupuesto… o bien se ponen a lo políticamente correcto y se cargan cosas de Carbono Alterado para darle un toque mas culebrón. Yo si fuera dueño de alguna obra de culto haría como la JK Rowling y vigilaría con detalle la adaptación que se estuvieran desarrollando. Una cosa es una adaptación libre que de nuevos matices a la historia y otra es cargarte lo que la hace especial para transformarla en algo del monton. En caso de Lock and Key quieren hacer la típica historia fantástica teen y quitar los momentos escabrosos y psicológicamente chungos que bien saben transmitir los dos King
Todo esto no es de extrañar, Netflix siempre le va a poner el tono teeneager a sus series, es el publico que ve mas potencial y cosas como el exito de por 13 razones les da la razón, serie que por cierto sufrió la censura de su propia plataforma porque los ofendidos de EEUU veían mal una escena de suicido en una serie que gira sobre ese suicidio.
Por eso Netflix esta como esta, ya no se podrá fumar en Stranger things, en cuanto algo tenga un poco de polémica lo censuraran y tienen que obedecer a la diversidad a pesar de que el material original te diga todo lo contrario.
Vi el primer capítulo y me quedé un poco chafado. Realmente no tenia muy buena pinta.
Gracias por la reseña. Pasaré de verla.
Sea como sea, es fascinante y digno de admiración ver cómo se puede hacer una serie tan floja con un material tan bueno.
Gracias a tí. Es un buen tema de debate. Cambian el tono para tener un publico más amplio, pero realmente… ¿a quién va dirigida esta serie? Es un producto mediocre que palidece si se compara con la obra original. Es un Locke & Key de AliExpress
Pues yo venía a decir que, estando de acuerdo con gran parte de lo expuesto, a mí me estaba resultando suficientemente entretenida como para terminar de verla. Me parecía que como serie no estaba mal aunque fallara estrepitosamente como adaptación (por los incontables cambios en la historia y el nuevo tono de la serie, deshaciéndose de la parte más terrorífica y gore y añadiendo en su lugar grandes dosis de drama adolescente que no logra interesarme demasiado).
Y digo ‘venía’, en pasado, porque ayer vi el séptimo episodio… y mi opinión ha cambiado un poquito.
Spoilers incoming…
¡Es un completo desastre como episodio! Y diría que lo es, en esencia, por culpa del pésimo guión. Un absoluto sinsentido. Cada cinco minutos mi pareja y yo nos mirábamos y decíamos: «¿Pero qué están haciendo?». Todo, todo, todo, ¡¡¡una completa gilip*&%!@#ez!!! Tienes un material de partida bastante robusto y bien hilado a lo largo de decenas de tebeos. ¡Si no lo vas a usar, remplázalo con algo mejor, no con esta porquería!
Pequeño resumen de estupideces del episodio, recogidas cronológicamente:
– Dogde deja la llave de doquiera prácticamente a la vista para que la coja Tyler. Esto esconde otro despropósito. Al descubrirse tan rápido que Dodge es la mujer del pozo, la sub-trama del acercamiento de ésta a Tyler se interrumpe tras apenas haber comenzado. Nos quedamos sin saber que maquinaba y como pretendía utilizarle para sus planes.
– Ben llega a la casa en busca de las llave de la cabeza… ¿¡ y a Kinsey (quién se ha convertido en una imbécil desde que se deshizo de sus miedos) no se le ocurre usar la caja de música !? En lugar de eso,
– le entregan la llave de la caja de música y prácticamente todas las demás.
– El plan de Kinsey de ir al bosque es estúpido en un inicio y la forma en que lo muestran en pantalla parece aún más estúpido. Coge el cuchillo y … ¿permanece inmóvil esperando a que se lo quiten?
– Cuando sus miedos atacan a Ben, Kinsey decide no coger ni la pistola ni el cuchillo… ¿Para qué?
– El plan de Tyler y su mamá para ¿derrotar? a Ben no tiene sentido (al menos, del forma en que está grabado). Ella sorprende a Ben por la espalda clavándole unas tijeras. En primer lugar, ¿por qué unas tijeras? ¿por qué no un cuchillo o un martillo como en su primer encuentro? ¿Por qué no tratar de acabar con él directamente? Han oído disparos, tal vez sus haya matado a Kinsey y Bode… El plan, aparentemente, continuaba con Tyler usando en Ben la llave de la cabeza. Sin embargo, la escena ha sido grabada de tal manera que Ben tiene el tiempo de girarse e intercambiar unas palabras con la madre. Habría tenido tiempo de sobra para matarla varias veces antes de la aparición de Tyler.
– La mamá, que debe tener los mismos problemas que yo para planificar tareas, decide en un momento que tiene que echar un vistazo a la puerta de la cabeza de Ben en lugar de concentrarse en detenerlo completamente, lo que aprovecha Ben para ‘sacarse’ la llave.
– Hablar de la conversación sobre su amistad que Ben y Tyler tienen a continuación es hablar de vergüenza ajena. ¡Es el tipo que ha matado a su padre y ha tratado de matar a toda su familia! ¡Tal vez Bode y Kinsey ya estén muertos! Todo es absurdo.
– Dodge, sin arma ni llave alguna en su poder, llega a la casa dispuesta a recuperar ella misma la llave de la cabeza. Hablo de memoria, pero creo que salvo su maldad infinita, los demonios no tenían ningún poder sin las llaves en nuestro mundo. No tiene ningún sentido, no sabe lo que se va a encontrar… Pero lo solucionamos con otro sinsentido,
– Dodge tumba a Tyler de un golpe y desarma a la inútil de la mamá sin problemas… Y se hace con todas las llaves.
– Me parece tb bastante estúpido qe se dejaran la llave fantasma olvidada.
En fin, creo que la terminaré pero mi chica decidió al término del episodio que «se bajaba» de la serie.
Creo que va de mal en peor. Si con el séptimo has flipado, espera a ver el último.
La terminé anoche… Confirmo lo que comentabas y creo que me bajo aquí.
Destacar el plan sin fisuras de enviar a Ellie y Rufus a por la llave de la corona de sombras… solos. A la casa en la que precisamente está viviendo Dodge, a quién temen y cuyo paradero desconocen, y llevando consigo la corona de sombras (y creo que todas las demás llaves). ¿Qué podría salir mal?
Del último ni siquiera sé que decir. Que podría haber sido peor, podría haber tenido una duración doble o algo así…
Seré franco: he empezado a ver la serie sin haber visto el comic y me quedan solo los 2 últimos episodios. En este sentido la serie me parece imaginativa y bastante entretenida. Salvo algunos momentos donde abusan del tono teen el enfoque dark fantasy de la serie me resulta atractivo.
Pero resulta que ahora he empezado a leerme el comic de Joe Hill, y llevando hasta ahora solo un par de números leidos, ya me doy cuenta de que como adaptación es limitada y pobre, precisamente porque hecho en falta ese tomo más oscuro y gore del cómic (esta adaptación televisiva es bastante covarde en ese aspecto) y la mismo tiempo una más cuidada descripción de los personajes. En el de Tyler, por ejemplo, se pone más enfasis es un angustia existencial tras el brutal asesinato de su padre en el comic, mientras que el tono chulesco de su versión televisiva lo hace un tanto irritante.
Pero ahora, para más INRI, veo el trailer de lo que iba a ser el primer piloto producido por FOX y es muy superior a lo que estamos viendo en la adaptación de Netflix. No solo está mi adorada Miranda Otto, sino que reconozco en este trailer al Tyler el comic, veo una Dodge muchísimo más inquietante, agradezco el enfoque más oscuro y terrorífico e incluso me despierta más simpatía del Bode de esta otra versión, más vulnerable que no el a veces «marisabidillo» de la versión Netflix. ¿PORQUÉ NO HAN CONTINUADO CON ESTA ADAPTACIÓN?
En fin, acabaré de ver la adaptación de Netflix, que hasta ahora estaba disfrutando como un producto simpático e inócuo, pero ahora lo haré con un sabor agridulce, sabiendo que podríamos haber tenido un mejor producto y un adaptación mucho más fiel, y tendremos que conformarnos con un remedo descafeinado para un público adolescente.