Es el villano más carismático -con permiso de Thanos- que hemos visto hasta la fecha en las películas de Marvel Studios. En apariencia, asistimos al desenlace de su historia en Vengadores: Infinity War, pero mediante una argucia narrativa el personaje interpretado en la ficción con Tom Hiddleston vuelve ahora a la acción en su nueva serie para Disney Plus. La producción de tan solo seis episodios nos presenta a Loki después de ser arrestado por una misteriosa organización llamada Agencia de Variación Temporal al robar el Cubo Cósmico durante los eventos de Vengadores: Endgame. El primer episodio de esta miniserie creada por Michael Waldron tiene por título Glorioso propósito y nos sirve para conocer a esta variante de Loki en una trama llena de acción, humor y viajes en el tiempo. ¿Ya lo habéis visto? ¿Qué os ha parecido! ¡Comentad sin miedo, estúpidas criaturas!
Loki. Episodio 1 – Glorioso propósito
Dando vueltas a lo Loki, por Jordi T. Pardo
Entre las propuestas que Marvel Studios y Disney Plus habían puesto sobre la mesa en relación a su universo compartido y expandido de películas y series para los próximos años no pocos nos había llamado la atención la presente Loki. El personaje interpretado por Tom Hiddleston en las producciones cinematográficas de Marvel Studios había sido bastante errática. Había pasado de personaje trágico shakesperiano en la primera Thor a un supervillano de opereta en Los Vengadores de Joss Whedon, para acabar expiando sus pecados en Thor: Ragnarok y Vengadores: Infinity War. En esta última, todos los espectadores supieron ver el cabo suelto que suponía ese viaje temporal de Los Vengadores que provocaba la huida del Dios de las mentiras. Su destino lo conocemos en los primeros minutos de esta serie en la que Hiddleston nos vuelve a enamorar desde el primer fotograma.
La propuesta apenas se nos introduce en este primer episodio que quizás peque de ser algo reiterativo en su exposición, aunque después de Falcon y el Soldado de Invierno se agradece que se intente profundizar en la psique de este personaje… ¡y se haga bien! Esa es la principal diferencia que podríamos mencionar tras el visionado de este primer episodio de Loki respecto a la serie anterior protagonizada por Anthony Mackie y Sebastian Stan, un elemento que la relaciona más con la superior WandaVisión. Lo demás en este episodio funciona como un manual de instrucciones para los casos prácticos que seguramente veremos en las próximas entregas. Con un aire a la surrealista Brazil de Terry Gilliam nos adentramos en las dependencias de la Agencia de Variación Temporal en la que el humor y las reflexiones sobre la libertad del individuo están a la orden del día.
El gran grueso del episodio está dedicado a la conversación entre Loki y el entrañable Mobius que encarna Owen Wilson para la serie. La finalidad es analizar porque el asgardiano hace lo que hace, haciendo balance de lo que ha supuesto su presencia en el universo cinematográfico hasta la fecha. Este es un reinicio para el personaje en toda regla y las posibilidades -como ya hemos visto en los cómics- son infinitas. Este primer contacto resulta prometedor, sobre todo para una serie más ligera, llena de acción y humor como la que parece que se nos viene encima en la que no habrá condicionantes de presupuesto. El primer episodio de Loki -como las anteriores miniseries ya citadas de Falcon y el Soldado de Invierno y WandaVisión– gozan de una factura que en nada tiene que envidiar a las producciones cinematográficas.
No obstante, esto último no es lo más relevante, al fin y al cabo series como Doctor Who -de la que parece Loki toma bastante inspiración- han sabido siempre hacer volar nuestra imaginación con más talento que dinero. Lo que esperamos los aficionados de este serie -al menos servidor- es pura diversión y aventuras. Si se cumple con esto, y teniendo la garantía de un protagonista como el encarnado por Tom Hiddleston, todo lo que venga asociado a Loki será bienvenido.
Héroes del tiempo, por Juan Luis Daza
Después de la magnífica WandaVision y la muy irregular The Falcon And The Winter Soldier llega la tercera serie de producción propia de Marvel Studios bajo el amparo de la plataforma Disney +. Como todos sabemos esta nueva incursión en el Universo Cinematográfico Marvel está protagonizada por el carismático y ya icónico Loki del actor británico Tom Hiddleston al que ya vimos brillar en las tres entregas en solitario de Thor y en varias de las películas de Los Vengadores. Aquí el Dios de las Mentiras es el protagonista absoluto, pero como viene sucediendo en estos nuevos productos auspiciados por Kevin Feige para las pequeñas pantallas la naturaleza coral de los mismos se deja notar con la inclusión de nuevos personajes secundarios. Mientras Michael Waldron ejerce de creador y showrunner del proyecto todos los capítulos, seis en total, contarán con dirección de Kate Herron (Sex Education) y dentro de los intérpretes que acompañarán al actor de Kong: La Isla Calavera (2017) encontramos a Owen Wilson (Midnight in Paris), Gugu Mbatha-Raw (The Morning Show) o Wunmi Mosaku (Lovecraft Country) entre otros que se irán desvelando a lo largo de los próximos episodios.
La trama arranca durante el pasaje de Vengadores: Endgame en el que los personajes viajaban al año 2012, justo en el clímax final de la primera película del grupo de superhéroes dirigida por Joss Whedon, cuando Loki se apodera del teseracto y desaparece. A partir de ese momento nuestro protagonista se convierte en una «variante» y la Time Variance Authority (TVA), organización encargada del buen discurrir de la «Sagrada línea temporal», va en su busca y captura. Una vez apresado las oficinas de la TVA son un continuo discurrir de referencias a series como Doctor Who y a películas de Terry Gilliam como Brazil (1985), Héroes del Tiempo (Time Bandits, 1981) o 12 Monos (1995) con las que comparte su predilección por la comedia absurda, el retrofutirismo, y lo barroco. En este contexto se localiza espaciotemporalmente dónde se encuentra el rol de Tom Hiddleston, se asientan las bases de la dinámica que mantendrá con el agente Mobius M. Mobius de un entrañable Owen Wilson y se hace un repaso al futuro alternativo, el real para nosotros como espectadores, para añadir bagaje dramático a la propuesta.
Aunque todo lo que expone a priori se antoja tan interesante como prometedor este primer episodio todavía no profundiza en sus planteamientos narrativos y audiovisuales como para que podamos hacernos una idea global de hacia dónde se encaminará su trama central. A fallos como un excesivo de expositivismo y demasiada cháchara en lugar de presentarnos el entorno de la TVA se anteponen aciertos como el tono entre cómico y dramático del proyecto, el carisma de un Tom Hiddleston en todo su apogeo, lo prometedor de su próxima interacción con el personaje de Owen Wilson, esas animaciones a lo Hannah-Barbera y que tras la naturaleza más procedimental de The Falcon And The Winter Soldier volvemos, en cierta manera, al terreno de lo imprevisible y elucubrativo con guiños y pistas, una vez más relacionadas con Mephisto, como las que desplegaron Jac Schaeffer y Matt Shakman en WandaVision. La semana que viene veremos con más claridad qué es lo que puede ofrecernos esta Loki que sin haber mostrado todas sus cartas ya promete más de una sorpresa.
The Good Place, por Samuel Secades
Mucho ha llovido desde aquella Comic-Con de San Diego de 2013 en la que Tom Hiddleston apareció por sorpresa durante el panel de Thor: El Mundo Oscuro caracterizado como Loki, en un impagable momento con la audiencia coreando su nombre y entregada al personaje que nos hizo darnos cuenta hasta qué punto había calado en el público el villano de Los Vengadores; estábamos acostumbrados a ver a Robert Downey Jr. comportarse como Tony Stark en las entrevistas (un poco como el reparto de Friends obligados a ser también continuamente sus personajes por petición popular), pero Hiddleston fue el único actor del Universo Cinematográfico Marvel (que yo recuerde) que abrazó al personaje de esa manera públicamente: un Loki con ansias de poder que, como en tantas historias de las viñetas, escondía más un ansia de reconocimiento familiar y afectivo; el MCU hizo un buen trabajo en ir dotando a Loki de un carisma y un corazón más allá de sus engaños y traiciones para que el chasquido de su cuello a manos del Titán Loco en Infinity War nos doliera casi tanto como a su hermano Thor. Poco habíamos explorado a Loki hasta entonces, y encontrarnos ahora con el personaje en su momento álgido de villanía y despecho tras el fallido ataque a Nueva York, pero a la vez sabiendo lo que hubiera tenido por delante, me parece uno de los puntos de arranque más estimulantes para un personaje como el Dios del Engaño.
Y es que la serie de Loki ha arrancado con fuerza, regalándonos un primer episodio que nos resume muy hábilmente el status quo de este Loki y nos coloca en el centro de la trama en apenas diez minutos, presentándonos un concepto tan peliagudo (por lo que implica para el MCU) como la Autoridad de la Variante Temporal de manera directa y entretenida (esos anuncios de animación retro me ganaron desde el primer minuto); la TVA es sin duda una enorme baza narrativa, que no sólo cambia la forma en la que Loki ve su propia vida y la escala de poder en su Universo, sino que nos abre como espectadores una puerta difícil de cerrar de infinitas posibilidades de cara al futuro universo cinematográfico y televisivo de Marvel, que quizás (quién sabe) comience poco a poco a desligarse de las anquilosadas Fases para traernos adaptaciones más libres y no tan dependientes unas de otras.
Hay que reconocerle a este primer episodio de Loki que va al grano, aunque a veces parezca que se anda con rodeos; en muchos comentarios se lee eso de que el capítulo tiene demasiada exposición, pero también que tiene un marcado valle a mitad de historia, en concreto en esa larga conversación que mantienen Tom Hiddleston y ese truhan robaescenas de acento arrastrado que es Owen Wilson como el funcionario estándar de bigote de la TVA con ese aire (como no podía ser de otra manera) a Mark Gruenwald que vi como lector por primera vez en aquel What If? que guardo como oro en paño en el que el mismísimo Vigilante se enfrentaba a la desesperante burocracia de la agencia. Ambas críticas al episodio son perfectamente válidas, y ya depende de cómo lo haya enfocado cada uno o de sus expectativas previas el que las consideremos negativas o positivas; yo me posiciono sin duda en el segundo grupo, y es que esa retrospectiva (y amarga mirada hacia el futuro que será, pero no para nuestro Loki), nos sirve prácticamente como un reseteo del personaje y a la vez como una sesión exprés de terapia: lo que dioses o cubos cósmicos no consiguieron, unas piedras de colores guardadas en un cajón (junto con cromos de incalculable valor o fichas de casino) y usadas como pisapapeles, sirven como resorte para colocar a Loki en una nueva y emocionante casilla de salida, donde el destino del personaje vuelve a ser tan esquivo como sus intenciones. Con tan solo cinco episodios por delante, parece que Loki va a ser mucho más directa y contundente que sus predecesoras, que o bien jugaban a esconder sus cartas (WandaVision) o a repartirlas torpemente (Falcon y el Soldado de Invierno): parece que con esta Loki al fin nos hemos topado con un confiado jugador de poker, de esos que no necesitan ocultarse tras unas gafas de sol como D.B. Cooper para saltar de un avión con el botín a la espalda. Mucho tiene que estropearse la cosa (Odín no lo quiera) para que el mezclar al Dios del Engaño con una conspiración temporal tan bien como nos lo han presentado en este primer episodio de Loki no nos regale los mejores momentos de Marvel Studios en la pequeña pantalla. Aunque pensándolo bien y moderando el entusiasmo, torres más altas han caído; que se lo digan a Asgard tras cada Ragnarok.
La variante asgardiana: vacunando a contrarreloj, por Sergio Fernández
Fruto de la casualidad, el mismo día que
La tercera serie del MCU en la plataforma de Mickey Mouse se postulaba como la primera con un protagonista en solitario. Para más inri, Loki está en las antípodas del superheroísmo más naif. No debemos olvidar que, hasta la llegada de Thanos, el hijo adoptivo de Odín había sido el mejor villano de La Casa de las Ideas en pantalla grande si bien es cierto que, con el tiempo, ha ido coqueteando con el lado luminoso.
No se puede negar que Loki es uno de los personajes más carismáticos de Marvel Studios. Su ambivalencia siempre le ha permitido posicionarse en un espectro de centro no muy concurrido en historias claramente maniqueístas. Sin lugar a duda, que Tom Hiddleston fuese el elegido para su interpretación fue uno de los principales aciertos de Kevin Feige y compañía. El actor británico, que a lo largo de su carrera ha trabajado con directores de la talla de Steven Spielberg, Woody Allen, Jim Jarmush o Guillermo del Toro, tiene un magnetismo especial, siendo capaz de dotar al hermano de Thor de una personalidad única, pero también de una profunda vulnerabilidad.
En el particular juego de las relaciones, tras el visionado de Glorious Purpose, mi cerebro ha fusionado dos series que poco tienen que ver entre sí pero que guardan cierta relación con el episodio dirigido por Kate Herron. Creada por Noah Hawley, hasta el momento Legion era una rara avis. Sin embargo, Loki parece tomar como referente a nivel ambiental aquel producto protagonizado por Dan Stevens. La estética retro, sus estrambóticos secundarios e incluso la narrativa nos retrotrae a las desventuras de David Haller, sin locura de por medio. Por otro lado, Loki tiene vasos comunicantes con El ministerio del tiempo. Lo que pasó, pasó y por eso tiene que haber quien se encargue de que las cosas sigan su curso, Angustias.
Este primer episodio ha servido para situar las piezas en el tablero del juego. Marvel vuelve a subrayar la importancia del Multiverso y las diferentes líneas temporales de cara a los eventos venideros. La Fase Cuatro promete convertirse en una especie de cruce de caminos que permita formar parte en la ecuación a viejos y anhelados conocidos. Los Cuatro Fantásticos y los mutantes siguen esperando su turno en el banquillo mientras van poniendo a punto las tablas sobre las que se situarán. En Vengadores: Endgame ya se demostró que los viajes temporales, más allá del fanservice, pueden dar mucho juego. Loki lleva mano ganadora en este aspecto, aunque en este primer episodio no lo haya aprovechado. Apenas un par de saltos muy poco vistosos para mostrarnos que un asesino en serie anda suelto. ¿Será este misterioso individuo Loki, tal y como ha afirmado Mobius?
En definitiva, pese a las expectativas generadas, el episodio piloto de Loki ha sido un tanto decepcionante. Más allá de exponer el funcionamiento de la AVT y las reglas temporales, la sensación de tedio se ha hecho notar por culpa de una trama un tanto estirada en una localización orwelliana que nos ha impedido viajar a sitios y tiempos remotos.
¡Es la hora de la encuesta!
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- Excelente. ¡Esto pinta fetén! Misterios, viajes temporales y Tom Hiddleston (35%, 68 Votes)
- Bien. Pero la vería aunque fuese mala solo por Tom Hiddleston (16%, 31 Votes)
- Regular. Por ahora no me parece gran cosa la propuesta... (5%, 10 Votes)
- Mala. Cuando se empiezan con estas maniobras es que se han acabado las ideas (3%, 6 Votes)
Total Voters: 196
Jordi T. Pardo - 7.5
Juan Luis Daza - 7.5
Samuel Secades - 9
Sergio Fernández - 6.2
7.6
Correcto
El primer episodio de Loki ha resultado agradable a nuestros redactores. La propuesta parece tener potencial y Tom Hiddleston está en su salsa, pero como presentación se antoja algo estirada y reiterativa. Nos ha faltado algo más de aventura y saltos temporales y eso es lo que esperamos en el futuro de la serie.
Muy entretenida y en mi caso no he notado una especial sobreexposición argumental: al espectador medio o sin bagaje le irá muy bien este buen repaso de la historia de Loki y de las reglas propias de estos polis temporales («El fin de la eternidad» de Asimov sería otro buen complemento ya puestos).
Sentadas las muy prometedoras bases, por lo que he leído en reseñas americanas el capítulo 1×2 despega definitivamente, así que ahí estaremos.
Buen comienzo, depende de cómo vaya avanzando la trama podemos encontrarnos con una gran serie.
Recién visto muy bueno. Más allá de Kafka, Orwell y Gilliam, creo que es hora de que los autores de series de los últimos años le den todo su dinero a David Lynch!!! Y una vez más Marvel me da un lamento DCita: totalmente innecesaria una adaptación de Booster Gold después de esto…
La agencia temporal de Simonson, qué buen gusto! Poco que añadir sobre el argumento, pura diversión. El capítulo tiene una factura visual impecable…. el plano final con los minutemen enfrentando al misterioso ‘variante’ es una pasada. Muy bien.
Me molesta enormemente que cualquier mindundi le vacile al Dios de las Mentiras. Este no es Loki, sino un pagafantas cualquiera. Me gustaría algo más de respeto hacia el personaje.
Coincido pero no lo subestimes. Mira lo que logró y como trató a la Hunter B-15. Y admitamos que existan entidades a la altura de su ingenio y vileza
Se supone que en la TVA no tiene ningún tipo de poder. Aun así como ha dicho AlbierZot, termina por aprovechar la mínima oportunidad que tiene para hacerles el lío a todos. Habían prometido que en esta serie Loki iba a exhibir poderes que nunca se habían visto.
Como apuntan en el artículo, esto va a ser el Ministerio del Tiempo con Loki, pero -teniendo en cuenta el rico campo sin abonar que tiene Marvel con toda su historia pasada y el indiscutible carisma del personaje- puede resultar muy entretenido.
El personaje de Mobius, por lo que tiene de homenaje al gran Mark, siempre me ha resultado entrañable, aunque Owen Wilson es un actor que me carga. Veremos hacia donde lo llevan.