Es el villano más carismático -con permiso de Thanos- que hemos visto hasta la fecha en las películas de Marvel Studios. En apariencia, asistimos al desenlace de su historia en Vengadores: Infinity War, pero mediante una argucia narrativa el personaje interpretado en la ficción con Tom Hiddleston vuelve ahora a la acción en su nueva serie para Disney Plus. La producción de tan solo seis episodios nos presenta a Loki después de ser arrestado por una misteriosa organización llamada Agencia de Variación Temporal al robar el Cubo Cósmico durante los eventos de Vengadores: Endgame. El segundo episodio de esta miniserie creada por Michael Waldron tiene por título La variante y nos narra como Loki y el agente Mobius empiezan a trabajar juntos para detener a la peligrosa variante del asgardiano. ¿Ya lo habéis visto? ¿Qué os ha parecido! ¡Comentad sin miedo, estúpidas criaturas!
Loki. Episodio 2 – La variante
Primero fue Pompeya, por Ángel García
Después de un primer capítulo puramente introductorio (aunque con aspectos brillantes en lo que respecta al aprovechamiento de los recursos a disposición), tenemos un paso adelante en la trama. Una aventura a través del espacio y tiempo en la que Loki dará buena cuenta de sus cualidades y tejemanejes. Esto último con una particularidad: el personaje se ve subordinado a un tercero, debiendo trabajar siempre en una posición de inferioridad, algo a lo que no está en absoluto acostumbrado. La buena química entre Tom Hiddleston y Owen Wilson (Mobius) es el principal reclamo de la serie y el episodio. Ambos trabajan a la perfección en secuencias complicadas, en las que ha de existir equilibrio entre la comedia, misterio y acción.
Otro de los puntos positivos está en el modo de presentar las distintas preguntas sin resolver, desde los secretos relativos al funcionamiento de la TVA hasta la identidad de la némesis de Loki. De manera poco acelerada, dando espacio a que el espectador reflexione y dé sus propias conclusiones, haciendo que se sienta participe en la narración. En cuanto al elemento fundamental, la definición del tiempo, la organización y el libre albedrío, resulta satisfactorio el enfoque por el que se ha adoptado. Lejos de profundizar en exceso en conceptos tan complicados, que demandarían desarrollo de ser presentados de otra manera, se opta por quitarle importancia, reflejados en conversaciones casuales entre el dúo de protagonistas. Lo relevante no es la reflexión, el estudio filosófico, político y jurídico de una realidad que podría dar espacio para ello, sino el entretenimiento. Y el mismo es muy satisfactorio.
El viaje de los personajes, así como las escenas de enfrentamiento, resultan adecuados a la propuesta. El hermano de Thor está muy divertido en las mismas, resolviendo toda duda que pudiera haber acerca de sus posibilidades como protagonista. En resumen, tenemos un nuevo capítulo interesante, siguiendo la estela de trabajos de Marvel Studios, al que habrá que situar una vez la serie sea vista al completo para un análisis más completo.
Loki, el tiempo y todo lo demás, por Jordi T. Pardo
Es difícil valorar una propuesta como Loki. O más bien, decidir desde qué punto de vista la valoramos. ¿En relación a su importancia y aportación al desarrollo de la continuidad del Universo Marvel cinemático? Este es un punto que habrá que revisar al final de la miniserie. ¿En función de las propuestas seriéfilas que Disney Plus ha puesto sobre la mesa con anterioridad? En ese sentido, Loki todavía no nos ha dejado entrever todo su potencial, así que lo único que podemos aseverar es que su propuesta -por ahora- está en «sintonía estética» con lo presentado en WandaVisión y Falcon y el Soldado de Invierno. ¿Cómo historia ligada a la ciencia ficción y el subgénero de viajes en el tiempo? Por ahora, no es especialmente sorprendente la aportación que Loki hace en este aspecto, su planteamiento es un mejunje de referencias que van desde producciones cinematográficas como Brazil, Timecop, policía del futuro y la original Farenheit 451 o las novelas de Douglas Adams, hasta series como El ministerio del tiempo y los propios cómics de la Casa de las Ideas.
Así que llegados a este punto solo nos queda valorar Loki como el simple producto de entretenimiento que resulta ser. Más allá de una trama cuyas ideas podrían servir para justificar casi cualquier dirección que en el futuro tome el universo cinematográfico de Marvel Studios, Loki se ha presentado en sus dos primeros episodios como una producción que renuncia a la acción para centrarse en extensos diálogos y peroratas de sus personajes. En parte, son interesantes porque es algo que no hemos visto desarrollar en las producciones de la Casa de las Ideas con anterioridad, pero como ya ocurría en el primer episodio, estas escenas -especialmente las que implican a Loki y Mobius- se antojan algo reiterativas. En cambio, en dos episodios -y pese a una premisa que nos podría llevar a visitar casi cualquier momento del pasado, el presente y el futuro- apenas hemos visitado unas pocas localizaciones, digamos, «poco estimulantes como destino veraniego».
En lo positivo, el misterio que plantea la serie sobre las intenciones de los distintos Loki en conflicto, el papel que juega «nuestro Loki» en todo ello y todo lo que envuelve a la figura de los Guardianes y su manera de controlar el tiempo, nos mantiene intrigados sobre por donde irán los tiros. Pero ya sabemos que Marvel Studios suele dar pasos muy pequeños y estudiados, por lo que «soñar en grande» es algo que al menos servidor ya ha aprendido a no hacer con estos productos. Esperemos a ver dónde nos lleva la aventura, pero no nos adelantemos al final… Sobre todo, teniendo en cuenta que esto no deja de ser una historia de viajes en el tiempo y muy raro seria que no acabase con un bucle temporal y/o cualquier otra argucia de las que son habituales en este tipo de relatos. No hay mucho margen para la innovación en estos casos y habrá que ver si Loki sale bien librado de este reto.
Por supuesto, Tom Hiddleston es puro carisma y su Loki es un personaje muy querido por los aficionados porque el actor sabe transmitir muy bien la pasión y las ganas que le pone a la hora de encarnarlo. En esta miniserie el simple hecho que todo gire a su alrededor ya mantiene nuestro interés, disfrutando de su pose socarrona, su ironía, verborrea, argucias e ingenio. Esto a pesar de las contradicciones que implica esta versión de Loki respecto a la que hasta ahora habíamos conocido y la variabilidad de sus poderes y fuerza que nos dejan más de una duda en estos episodios. Pero con este talante… ¿cómo podríamos dejar la miniserie a medias? Con el final de este episodio parece que las normas y el control darán paso al caos y ya sabemos que en este elemento Loki se encuentra en su salsa. Esperemos que eso también nos depare los mejores momentos de la serie.
Tiempo y Castigo, por Juan Luis Daza
Segundo episodio, titulado The Variant, en el que Loki comienza su interacción directa con el equipo de la AVT comandado por el agente Mobius de Owen Wilson. Continuista con respecto a la entrega anterior denota los mismos aciertos y carencias que aquella sin que se produzcan cambios sustanciales en su discurrir argumental hasta el cierre del capítulo que si se revela algo más prometedor. De nuevo el trabajo de guion peca de sobrexposición y si bien es cierto que es necesaria para contextualizar el núcleo del relato pasajes como el de la ensalada acaban volviéndose irritantes por excesivamente alargados en el tiempo y la ejecución de un humor bastante simplista. No eludiremos que en los cómic hemos visto al Dios del Engaño ejercer todo tipo de variopintos roles, pero el que por ahora representa en su serie es demasiado propenso a una comicidad no muy bien planteada reduciéndolo casi a un histrión al que sus enemigos de la AVT miran continuamente por encima del hombro.
Por suerte la dinámica entre Loki y Mobius funciona a muy buen rendimiento gracias al carisma de un Tom Hiddleston poseído por su personaje y a un Owen Wilson que personifica la bondad, la contención y una estimable infinita paciencia. El momento en el que Loki descubre la teoría de las catástrofes concerniente a la Variante con el consiguiente viaje a Pompeya la serie gana enteros y comienza a desplegar un abanico de oportunidades narrativas por ahora dando sus primeros pasos, pero que podrá depararnos más de una sorpresa siempre que Michael Waldron, Kate Herron y su equipo de colaboradores sepan sacarle partido, ya que la AVT ideada por el gran Walter Simonson y todo lo que relacionado con ella es lo suficientemente rico, no sólo para que Loki llegue a convertirse en un destacable producto de entretenimiento, sino que pulsando las teclas adecuadas puede llegar a extender de manera harto inteligente el Universo Cinematográfico Marvel y su conexión con ese multiverso que ya está a la vuelta de la esquina.
La sensación con este segundo episodio es muy parecida a la experimentada con en el primero la semana pasada. Nos encontramos con un proyecto con potencial, que se ve con agrado, contando con un grupo de personajes secundarios con posibilidades de destacar notablemente dentro de la cronología del UCM y un protagonista revelándose en todo momento como un maestro de ceremonias estimable, pero que debe ofrecer todavía su mejor perfil, el que vimos en varios de los largometrajes de Thor o Los Vengadores. La aparición de Lady Loki al cierre del episodio y la huida de Loki de Mobius, Hunter B-15 y el resto de componentes de la AVT aumenta el tamaño del tablero de juego y permitirá a partir de ahora añadir más piezas a la partida. Esperemos que el resultado sea satisfactorio y encarrile la serie a un ecuador lo suficientemente interesante como para mantener nuestra atención en una serie que por ahora no es demasiado reseñable.
Empieza la acción, por Mònica Rex
Después de un primer capítulo introductorio y por momentos sobre explicativo, la segunda entrega de Loki empieza a entrar en harina. Ataviado con traje y corbata, Loki juega a varias bandas: con Mobius y los agentes de la TVA, con su propia variante e, incluso, con los espectadores. De nuevo, estamos ante ese carismático personaje que no sabemos qué quiere realmente ni como pretende conseguirlo. Pero, de lo que no tenemos duda, es de que Loki conseguirá salir indemne de esta maraña de mentiras aunque no sea siguiendo el camino que a él le gustaría.
No era un secreto que en esta serie veríamos a la variante femenina de Loki, las imágenes se habían filtrado meses antes. Pero, lo que no sabíamos era si sería un papel puntual, apenas unas imágenes, o si sería la némesis de
La tercera y última pregunta que podemos hacernos a estas alturas de la serie es: ¿Quién es el otro analista de la TVA que trabaja con la jueza Ravonna? Hacia la primera mitad de capítulo tenemos una escena en que Mobius va al despacho de Ravonna y se citan diferentes objetos que no forman parte de las misiones que Mobius ha hecho para ella: un domo de nieve y un bolígrafo del instituto Franklin D. Roosevelt. De nuevo, lanzo mi teoría. Yo creo que es una variante del propio Mobius.
Y tú, ¿qué teorías tienes?
Loki Academia de Policía, por Samuel Secades
Llegamos a este segundo episodio de Loki de momento manteniendo las expectativas en una zona segura, y es que definitivamente el Dios del Engaño ha vuelto para quedarse en este MCU cada vez más imprevisible y expandido. Tras ponernos en situación y darnos todas las explicaciones pertinentes sobre el funcionamiento burocrático de la TVA (que hasta el propio Loki nos repite y subraya, reconociendo que leerse las reglas es lo más aburrido de comenzar un juego), ya podemos empezar a vislumbrar los enigmas que vamos a tener ante nosotros en los próximos cuatro epidosios. Puede que el 14 de julio, cuando se emita el sexto y último capítulo de la serie, podamos comprobar si ha sido un acierto o un error hacer una temporada tan corta en número de episodios, pero no cabe duda de que, con una duración cercana a la hora hasta el momento, Loki nos está saciando la sed con su visita semanal. Este segundo episodio ha tenido de todo (y todo bueno): dosis de acción, apertura de tramas e interrogantes, narrativa pausada donde era necesaria y un cliffhanger final de esos que te hacen maldecir la aparición de los títulos de crédito.
Quizás el mayor premio que hemos obtenido con este segundo episodio ha sido el regreso de Loki a un estado de plena forma, y eso se nota también en el propio Tom Hiddleston: rotas las cadenas que le ataban a ser la comparsa en la trama de su hermano (que también se lo está pasando en grande en su nueva etapa con Taika Waititi) o el villano de turno, al fin podemos disfrutar de un Loki manipulador y divertido algo más cercano a las viñetas (y a sus recientes reinterpretaciones) que a la bidimensionalidad de una película de dos horas. Es todo un gozo el ver a Hiddleston pasándoselo pipa alternando bandos con alegría, trazando planes que se ven venir (o no) o explicando sus poderes de transfiguración y sus diferentes matices (en una explicación argumental en mayúsculas cual tutorial para el espectador de cara a próximos capítulos). Aún así, se agradece que el episodio siga jugueteando con la complicidad entre Loki y Mobius al estilo de Límite: 48 horas, y tomándose su tiempo para escenas tan refrescantes como la explicación del Ragnarok con los aliños de una ensalada o esa alocada visita a Pompeya.
Sí, Loki va por muy buen camino, y de momento sigue muy bien acompañado por un diseño de producción que vuelve a dar la talla con la recreación de la TVA o las diferentes localizaciones, un fenomenal apartado musical (ese guiño a Se7en en la biblioteca…) y, aunque suene algo frívolo, mis títulos de crédito favoritos de cualquier producción Marvel (tenía que decirlo); y sobre ese giro final y las diferentes interpretaciones que ya están saliendo al respecto, creo que ya tenemos cierta experiencia con Marvel Studios para saber que es mejor no hacer teorías y dejarnos llevar. Al fin y al cabo, creo que lo mejor de Loki como personaje, algo que parece que los creadores de la serie han entendido a la perfección, es que el Hijo de Laufey tiene la maravillosa capacidad de ir varios pasos por delante de casi todo el mundo y a la vez varios pasos por detrás de sí mismo: una deliciosa cuadratura del círculo a la que yo también seguiría a través de cuantas líneas temporales hicieran falta. Ah, y ya como petición personal completamente fuera de tono, me gustaría que en algún momento de la serie viéramos de nuevo a Tom Hiddleston hacer su fantástica imitación de Owen Wilson como le recordaba al actor texano esta semana Jimmy Kimmel: es lo que tiene que Marvel me haya puesto en las narices las infinitas posibilidades del Multiverso.
Owen Wilson reacts to @TWHiddleston’s impression of him… 🤣 pic.twitter.com/CJ04lIe65E
— Jimmy Kimmel Live (@JimmyKimmelLive) June 16, 2021
Rick y Loki, por Sergio Fernández
Donde dije digo, digo Diego. Si el episodio piloto de
A pesar de haber explicado las reglas y el funcionamiento de la organización en la jornada inaugural, ha tocado repasar la lección por la complejidad que subyace la trama. Reiniciar eventos, destrucción de la línea temporal, diferentes variantes de un mismo ser o colapso de la realidad son conceptos que debemos interiorizar para ir encajando las piezas del poliédrico rompecabezas. En no pocos momentos de este episodio he tenido la sensación de estar viendo Rick & Morty en acción real. Además de la ciencia ficción y los viajes en el tiempo, ambos productos se caracterizan por estar protagonizados por genios del engaño…
Si ya la semana pasada alabé el trabajo de Tom Hiddleston, en esta solo puedo aplaudir más fuerte si cabe. El actor nacido en Westminster se encuentra en su salsa cuando el hijo adoptivo de Odín desata su arrolladora personalidad. Loki sería ese rival que siempre te gana a las cartas. Inquieto y travieso por naturaleza, este carismático personaje ha encontrado la horma de su zapato en Mobius. La química entre Hiddleston y Owen Wilson funciona a las mil maravillas y cada momento que comparten en pantalla es otro motivo más para desear que llegue el próximo capítulo.
Si algo ha llamado la curiosidad de Loki (y de nosotros) son los misteriosos Guardianes del Tiempo. La Casa de las Ideas sigue expandiendo su universo en el plano audiovisual con pasos de gigante (de hielo) en una cuarta fase que se antoja clave en el devenir de los acontecimientos. La sagrada línea temporal ha sido dinamitada generando tantos afluentes que posibilita el tan esperado multiverso. Aunque este evento puede ser la clave que cambie la mitología del MCU tal y como la conocíamos hasta ahora, no cantemos victoria antes de tiempo. La aparición sorpresa de Evan Peters en WandaVision (y posterior troleo) ya nos advirtió de que la tendencia se debe consolidar para que hablemos de suceso con mayúsculas.
Esta segunda entrega ha servido también para ver en diálogo a Miss Minutes, una variante de la Marbú dorada, o ver el rostro que escondía el misterioso «time killer» encapuchado. Así pues, la versión femenina de Loki (para sorpresa de Nacho Vigalondo) era la responsable de los cronocrímenes. El personaje interpretado por Sophia Di Martino encontraba en los diferentes desastres naturales de la historia su particular lugar de escondite. De esta manera, el cine de catástrofes ha tenido su particular cuota de pantalla, aunque, como no podía ser de otra manera, el humor no ha faltado en ningún momento.
Gracias a la AVT, Loki ha podido ver tanto su final como el de Asgard. El embaucador cósmico no es un tipo de fiar y es probable que, como le ocurría a Casandra en el célebre mito, aunque augurase una gran verdad, pocos serían los que le creyesen. Cuando dices muchas veces lo de “que viene el lobo”, la etiqueta es irreversible. Quedan cuatro episodios para que la primera temporada de Loki eche el telón y el cliffhanger final no ha podido ser más mayúsculo. ¿Qué hay tras el portal cruzado? ¿Conseguirá la AVT arreglar el estropicio generado o será el acontecimiento que cambie el rumbo de Marvel Studios permitiendo la entrada de mutantes varios? Las respuestas ya las daba Ketama: “No estamos lokis, que sabemos lo que queremos. Vive la vida igual que si fuera un sueño pero que nunca termina, que se pierde con el tiempo…”
¡Es la hora de la encuesta!
¿Cuál es el plan de la variante de Loki....?
- Romper con la dictadura de la Sagrada Línea Temporal. (20%, 32 Votes)
- No sé, pero esto va a fastidiar al Doctor Extraño... (20%, 32 Votes)
- En realidad, aunque no lo sabe, sigue el plan del Loki "original". (17%, 26 Votes)
- Está confabulada con... ¿Kang el Conquistador? (13%, 20 Votes)
- Simple caos y destrucción. (11%, 17 Votes)
- Esto huele a futuras Secret Wars... (11%, 17 Votes)
- Derrocar a los Guardianes y asumir ella el poder que ostentan... (8%, 13 Votes)
Total Voters: 150
En capítulos anteriores…
Loki. Episodio 1 – Glorioso propósito
Ángel García - 7
Jordi T. Pardo - 7.5
Juan Luis Daza - 7.5
Mònica Rex - 8
Samuel Secades - 8.5
Sergio Fernández - 8.2
7.8
Temporal
La redacción sigue aprobando con nota la serie de Loki que con su segundo episodio sigue mostrándonos una vertienente del Universo Marvel desconocida para los espectadores. La serie mantiene sus interés por los misterios que pone sobre la mesa y por el trabajo de Tom Hiddleston pero quizás todavía es pronto para aventurarnos a lanzar las campanas al vuelo.
O esto acaba con todos ardiendo mientras Loki se toma una copa de vino viéndolos agonizar o no voy a reconocer al personaje. De momento aún no lo he hecho. Esto para mí es un prólogo a la próxima serie de What If…?
Creo que el debate es si el buenismo universal de Disney permite una serie protagonizada por un villano que tenga un mínimo de credibilidad. Y por credibilidad me refiero a que los villanos son villanos. Hacen el mal, matan gente… esas cosas.
Este capítulo es más aburrido que el anterior que ya es decir.