Es el villano más carismático -con permiso de Thanos- que hemos visto hasta la fecha en las películas de Marvel Studios. En apariencia, asistimos al desenlace de su historia en Vengadores: Infinity War, pero mediante una argucia narrativa el personaje interpretado en la ficción con Tom Hiddleston vuelve ahora a la acción en su nueva serie para Disney Plus. La producción de tan solo seis episodios nos presenta a Loki después de ser arrestado por una misteriosa organización llamada Agencia de Variación Temporal al robar el Cubo Cósmico durante los eventos de Vengadores: Endgame. El tercer episodio de esta miniserie creada por Michael Waldron tiene por título Lamentis-1 y nos tralada a una nueva situación de Apocalipsis en el futuro de 2077 donde Loki y su variante tendrán que sumar esfuerzos para escapar de la muerte. ¿Ya lo habéis visto? ¿Qué os ha parecido! ¡Comentad sin miedo, estúpidas criaturas!
Loki. Episodio 3 – Lamentis-1
Cada Loki con su tema, por Jordi T. Pardo
Hoy se produce por encima de nuestras posibilidades. Tenemos más contenidos de los que podemos ver. Las productoras nos avasallan con sus plataformas en streaming mientras los cines claman atención como unos moribundos. Y si hablamos de series crecen como hongos a nuestros paso aunque puede que hayamos pasado de la llamada edad dorada en la que nos sentíamos hace unos años a otra marcada por el simple y llano fast food. En un contexto así es muy importante saber administrar nuestro tiempo y no perderlo con productos que no nos están llenando. Es normal empezar series que abandonamos a los pocos episodios porque no consiguen mantener nuestro interés. Y tendríamos que preguntarnos qué episodios de margen daríamos a una serie como Loki si no supiésemos que se trata de una miniserie ligada a «un algo más grande».
El tercer episodio de Loki sigue los derroteros de los dos anteriores, con sus mismas virtudes y sus defectos. Por ahora, la ficción protagonizada por Tom Hiddleston se nos puede antojar algo corta dada su premisa. Al fin y al cabo, por ahora lo único que hemos visto es a Loki y una variante suya en escenarios bastante pobres y escasamente sugerentes. La excusa argumental de los apocalipsis ha hecho que los personajes se paseen por parajes casi desiertos la mayoría del tiempo y por los pasillos de la AVT. Dadas las posibilidades -ya no del subgénero de viajes en el tiempo- sino también de lo que hasta ahora Marvel Studios ha construido con su Universo Marvel esto empieza a resultar realmente insuficiente.
Si la semana pasada apenas entreveíamos la antigua Pompeya desde el dintel de una puerta, en esta ocasión nos trasladamos a una luna habitada situada en 2077 y en plena colisión con un planeta cercano. Lo más interesante que podemos detectar en este episodio es algún curioso guiño al Rompenieves de Bong Joon-ho y una escena final con un plano secuencia bastante interesante. Por lo demás, los personajes siguen en el mismo punto que hace siete días y más allá de habernos revelado el verdadero nombre de la variante de Loki las cartas siguen boca abajo. El tono de buddy movie que intenta imprimir la serie funciona mejor que el que pudimos ver en Falcon y el Soldado de Invierno, pero resulta bastante intrascendente a estas alturas de la película… o de la serie, mejor dicho.
Puede que en nuestra percepción este jugando una mala pasada el concepto de miniserie. La propuesta de Marvel Studios para la plataforma en streaming de Disney Plus no dejan de ser películas alargadas. Y una película de seis horas aproximadamente como la que nos propone Loki no es lo mismo que una serie que es consciente de sus tiempos y ritmos para mantener nuestra atención en cada episodio. En ese sentido, solo WandaVisión ha sabido jugar realmente con el formato, quizás porque su discurso interno giraba precisamente en torno a la televisión. Pero en Loki, el carisma de Hiddleston y su acompañante -por utilizar terminología de una serie Doctor Who de la que los productores de esta cabecera debería haber tomado más nota- interpretada por Sophia Di Martino, no están siendo un elemento suficiente para que la serie brille.
Estamos ante una serie entretenida, fácil de digerir y de consumo rápido, con un planteamiento interesante, unos protagonistas carismáticos y unos efectos especiales que pese a sus carencias no son el problema… Sin embargo, en mi caso, todo esto es un aliciente que no se traduce en un enganche porque la propuesta -pese a todo lo dicho- se muestra realmente rácana en sus posibilidades y se boicotea a sí misma en este aspecto. Y es que esto se debe a «un algo más grande»…
Con todo Loki podía dar de sí esta serie, por Juan Luis Daza
Con el tercer episodio titulado Lamentis 1 llegamos al ecuador de una miniserie que por ahora, y no es plato de mi gusto admitirlo, no está cumpliendo las expectativas depositadas en ella, no pocas precisamente. El personaje de Sylvie entra de lleno en la ficción y este capítulo, dedicado enteramente a los primeros compases de su dinámica con Loki, está resuelto de una manera bastante pobre y rudimentaria. Es una pena que un actor tan carismático como Tom Hiddleston, el pilar maestro sobre el que se erige una ficción que no hace honor a su trabajo y versión del Dios del Engaño, y una intérprete tan resuelta como Sophia Di Martino tengan que desarrollar su química mutua con un primer episodio repleto de diálogos redundantes que no saben aprovechar el potencial de dos roles que podrían hacer saltar chispas cada vez que compartieran plano.
Mientras veía este tercer capítulo no podía evitar la sensación de estar asistiendo a una versión descafeinada o marca blanca de Firefly, la mítica y efímera serie en clave de space opera creada por Joss Whedon. Por efecto dominó se me antojaba inevitable elucubrar con qué podría haber hecho el autor de Buffy Cazavampiros o Los Vengadores con una serie como esta si no se hubiera enemistado con Marvel Studios por un lado y demostrado ser deleznable como persona por otro. Su timing para el humor, efectividad para ejecutar secuencias de acción y dirección de actores seguro que hubiera sacado mucho más partido a un proyecto como Loki. Después de lugares comunes, la habitual sobrexposición ya indivisible a la miniserie y la tibieza con la que está acometido el desarrollo sólo nos queda disfrutar del holgado diseño de producción y un potente falso plano secuencia final que esperemos apunte a una necesaria mejoría.
Por tercera vez volvemos a la casilla de salida, con ganas de que el potencial de un proyecto a priori tan prometedor esta Loki comience a desplegar de una vez por todas sus posibilidades narrativas, audiovisuales e interpretativas, esas que por ahora brillan por su ausencia . El problema es que se hace tarde, llegamos a la mitad del viaje y por ahora ni el trayecto ni las vistas están a la altura de lo esperado. The Falcon And The Winter Soldier nos demostró que no se puede arreglar en tres episodios un proyecto irregular que consta de sólo media docena de entregas. Esperemos que Loki al menos no caiga en las mismos fallos que su predecesora, como facturar un penúltimo episodio anticlimático que debería haberse revelado como el prólogo de un poderoso cierre final que no fue tal. Cada vez quedan menos esperanzas, pero intentaremos pensar en positivo hasta la próxima semana.
What is love (Baby Don’t Loki), por Samuel Secades
Menuda sorpresa nos hemos llevado con este tercer capítulo de Loki, una serie que en mayor o menor medida estaba suscitando elogios casi unánimes y contando con un ritmo narrativo y expositivo constante, y que en este episodio decide frenar en seco y alejarnos de la TVA para llevarnos de viaje al fin del mundo junto con el protagonista y su nueva compañera de andanzas, Sylvie; una decisión arriesgada, máxime teniendo en cuenta que estamos en el ecuador de la serie, para los que creen que este episodio ha supuesto una pausa en la trama: las mismas dudas me asaltaron en los primeros compases del capítulo, con Loki y Sylvie lanzándose todo tipo de puyas una y mil veces vistas en las comedias románticas (o su equivalente en el género de acción testosterónica y homoerótica, las buddy movies); ahí es cuando surgieron los miedos como espectador a encontrarse con un nuevo sumidero de lugares comunes, pero por suerte el episodio logra remontar cuando los protagonistas (y la persona encargada de escribir el guion) parecen relajarse y, como los mismos personajes, tomarse una copita y encontrar el punto de un episodio destinado a establecer un vínculo entre Sylvie y Loki a través de peleas, malas ideas, canciones y metáforas sobre el amor.
Es ahí, en ese tren en el que a Loki no le gusta ir de espaldas (no estás solo en eso, amigo mío), en el que los dos personajes comienzan a hacerse confesiones aparentemente sinceras, aunque el que ambos sean dos dioses del engaño lo hace todo aún más delicioso; en ese aspecto, puede que este haya sido, paradójicamente, el episodio más trascendente de lo que llevamos de serie; después de toda la prosaica exposición de los dos capítulos anteriores, este Lamentis se siente como esa juerga que te corres al salir del burocrático trabajo, que no tiene que llevar necesariamente a ningún sitio más que a poder al fin soltarte la lengua y, quién sabe, conocer a alguna persona especial, una con la que compartir esa horrible (bueno, quizás no tanto) metáfora sobre las dagas, el reflejo en su hoja y el daño que hacen cuando se vuelven en tu contra.
No, no creo que Loki haya bajado el ritmo o el nivel; muy al contrario, creo que este episodio ha sido el más inolvidable de los tres que llevamos y el que ha estampado en la serie una personalidad única, deteniéndose para cuidar las relaciones entre dos personajes justo en el momento en el que todos esperábamos algo completamente diferente. Le quedan muchas locuras a esta Loki que, creo, aún no ha enseñado sus dientes, pero apostaría lo que fuera (aunque suelo ser un terrible apostador en estas cosas) a que dentro de unas semanas volveremos la vista hacia este episodio con otra perspectiva y, quizás, le daremos la importancia que se merece. Eso sí, no puedo dejar de pensar en cuánto bien les hubiera hecho un viaje en tren a dos personajes de cierta anterior serie de Marvel de cuyo nombre no me quiero acordar. De momento, nos han regalado un viaje por uno de tantos apocalipsis de un diosecillo venido a más, hedonista y sinvergüenza, intentando sobrevivir a cualquier precio en el espacio-tiempo y que se descubre quizás por primera vez invocando sin querer fuegos artificiales de su infancia en vez de armas. Qué queréis que os diga, muchísimo más interesante que su vida como funcionario.
Apocalokis Now, por Sergio Fernández
Ahora que está a punto de comenzar el Tour de Francia, llegamos al ecuador de la primera temporada de
La semana pasada me preguntaba, tras cruzar el anaranjado portal, el destino de esta extraña pareja. Como no podía ser de otra forma, la AVT era el escenario elegido. Sylvie trata de hacer uso de sus poderes, para darse cuenta de que no los puede utilizar. No obstante, esto no será un impedimento para que esta variante se deshaga de cuantos miembros de seguridad se crucen a su paso. En estas que aparece el Loki del MCU y, caprichos del destino, acaban en un viaje temporal que les transporta al 2077 en Lamentis 1.
Loki y su alter ego, nunca mejor dicho, se encuentran atrapados en un satélite que está a punto de sufrir el colapso de un planeta que amenaza con aniquilar al conjunto de su población. Para este nuevo entorno, que acabamos de conocer, el azul es el color elegido en la paleta de colores para que predomine en la fotografía. Como hiciera Ray Liotta en Escape de Absolom, la pareja protagonista (con permiso de Owen Wilson que en el capítulo de hoy ha descansado) deberá preparar un plan si quiere regatear al inminente apocalipsis.
Sylvie y Loki están condenados a entenderse a pesar de sus rencillas iniciales. De esta manera, el Arca se postula como imprescindible vehículo de huida. Este Arca recuerda sobremanera al Rompenieves de Jean-Marc Rochette y Jacques Loeb. Los ricos tienen garantizados sus billetes mientras los más necesitados ven como su única esperanza marcha de manera irremediable. El breve trayecto servirá para conocerse un poco mejor mutuamente y para demostrar que ambos son menos malos de lo que parecen. Con Loki las apariencias siempre engañan.
A pesar de que ha podido pasar desapercibido, una de las grandes revelaciones de este episodio ha sido saber que los trabajadores de la AVT no son conscientes de su verdadero origen. La esclavitud sobrevuela en el ambiente y tocará esclarecer en lo que queda de temporada cuál es el funcionamiento real de esta organización.
Loki saca su vena más vividora en el tren lo que provoca (alcohol y cantos mediante) que tanto él como Sylvie acaben fuera del transporte con el dispositivo que permite abrir portales destrozado. La única opción que les queda es alcanzar nuevamente el tren y salir antes de la colisión. El abrupto final nos ha mostrado una ciudad con ecos a ¿Sueñan los androides con androides eléctricas? La lluvia de meteoritos destruye con fiereza la urbe en una escena trepidante en la que vemos a Loki hacer buen uso de sus poderes. ¿Cómo se librarán de esta papeleta? ¿Aparecerá Mobius en el último momento? De momento la carrera está siendo irregular…
¡Es la hora de la encuesta!
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- Buena. Está entretenida pero le falta un algo... (41%, 84 Votes)
- Regular. No me está entusiasmando la verdad... (27%, 55 Votes)
- Notable. Está entre lo mejor que ha parido Marvel Studios. (18%, 37 Votes)
- Excelente. La cosa va in crescendo y me flipan los protagonistas. (12%, 24 Votes)
- Mala. Me bajé después del primer episodio. (3%, 7 Votes)
Total Voters: 207
En capítulos anteriores…
Loki. Episodio 1 – Glorioso propósito
Loki. Episodio 2 – La variante
Jordi T. Pardo - 6.5
Juan Luis Daza - 6.5
Samuel Secades - 8.5
Sergio Fernández - 6.4
7
Rudimentaria
El tercer episodio de Loki empieza a generar dudas entre nuestros redactores. La premisa de la historia y las expectativas juegan en contra de un producto que no es capaz de salvarse con el simple carisma de Tom Hiddleston y compañía. Los escenarios y situaciones que nos deja la serie son algo pobres y estando en el ecuador de la producción esto nos deja un espectáculo simplmente simpático.
Gracias por las críticas tan puntuales, ZN!
La serie empezó prometedora, pero no acaba de entenderse que gasten ya una de sus seis cartas/capítulos en un fill-in tan evidente y poco productivo. No avanza la trama, literalmente pues están fuera de tiempo y a la espera de alguna solución deus ex machina. Tampoco progresa la construcción de personajes pues poco más sabemos de Sylvie (con la que de momento cuesta empatizar, no sé si por un problema de actuación, tono o por ser un capítulo con diálogos muy flojos, vuelve Owen!).
A veces da la impresión de que Marvel Studios trabaje con cierta inercia, sabiendo que cualquier producto que haga, sea bueno o malo, cae siempre entre los algodones de la crítica y el fandom. Un poco más de riesgo y atrevimiento podría darnos algún bendito accidente al que adorar o detestar, o al menos desperezar a productora y espectadores (yo el primero, esta serie ya la acabaré por el piloto automático y por el embudito del sello Marvel :)).
A mí este capítulo me ha decepcionado un poco. No sé, me daba la impresión de que era más un capítulo de Agentes de SHIELD que de una serie de gran presupuesto.