#ZNSeries – Ms. Marvel. Episodio 1 – La generación por qué

Khamala que son las comparaciones, por Jordi T. Pardo

Ha sido una constante, por parte de algunos aficionados y medios, el calificar a muchas de las producciones recientes de Disney Plus relacionadas con el universo cinematográfico compartido de Marvel Studios como «la mejor serie desde WandaVisión «. Esto nos habla por un lado del impacto que produjo la historia de la Bruja Escarlata y Visión en el imaginario colectivo pro-marvelita, pero también de la calidad de muchos productos posteriores que no han estado a la altura -pese a poder considerarse propuestas de lo más entretenidas- a esta cabecera. El recurrir a este recurso en el que todos podemos caer, acaba siendo injusto e impide valorar con objetividad la evolución de este tipo de historias. Las comparaciones son siempre malas, por no decir odiosas. Porque si utilizamos siempre esta coletilla constante, se puede acabar produciendo un efecto «Pedro y el Lobo» y perder credibilidad a la hora de hablar de -por ejemplo- la presente Ms. Marvel. Una serie que en su primer episodio nos traslada muchas buenas vibraciones y que a nivel narrativo y visual si intenta alo diferente al resto de series que hemos visto en el último año.

En los tráileres de esta cabecera ya se apuntaba que se había buscado un tono más fresco y juvenil acorde con la personalidad de su protagonista, pero faltaba corroborarlo en su estreno. Finalmente, el resultado es incluso mejor de lo esperado, con una serie con un montaje modélico y una puesta en escena tan cuqui como -hasta cierto punto- original. Esa primera toma de contacto animada con la que abre este primer episodio supone toda una declaración de intenciones que lejos de quedarse en un brindis al sol se convierte en una constante que define la propuesta más juvenil -a excepción de las películas del arácnido interpretado por Tom Holland– que Marvel Studios nos ha ofrecido hasta la fecha. Es toda una oda la generación millenial -o la «generación por qué» como precisamente la nombra este primer episodio- que tiene una conexión muy especial con las viñetas y que exhibe un espíritu que la emparenta con una propuesta también reciente como Heartstopper con la que comparte esa voluntad por buscar recursos visuales diferentes a los convencionales.

Está claro que Ms. Marvel apela a un público más joven, pero también que su idiosincrasia no se entiende sin todo lo que hemos vivido a nivel audiovisual en los últimos años y que uno de sus puntos fuertes es el retrato generacional que nos ofrece. La debutante Iman Vellani hace suyo el papel de Kamala Khan. En ella reconocemos fácilmente a esa pizpireta, imaginativa y friki adoradora de la Capitana Marvel que debe intentar lidiar consigo misma, con su faceta como superheroína y con una familia que no acaba de comprenderla. El retrato de la familia de Kamala Khan nos permite -como en su momento el cómic de G. Willow Wilson y Adrian Alphona– acercarnos a otra realidad: la de una adolescente estadounidense-paquistaní de Nueva Jersey que debe lidiar con las contradicciones y conflictos de los diversos mundos por los que se mueve. Un tipo de historia que hasta hace poco no se prodigaban en la ficción, pero que cada vez son más habituales, hay tenemos también los ejemplos de Shang-Chi y la leyenda de los Diez Anillos y esa locura multiversal de Todo a la vez en todas las partes.

En términos de estructura, Ms. Marvel es una historia de origen a la vieja usanza -como hacía tiempo que no veíamos en el cine- y que aquí funciona por el elemento meta que comporta y por la reflexión que el propio personaje principal realiza respecto al género superheroico. En cuestión de adaptación, los elementos clave del personaje en cuanto a personajes y contexto están presentes siendo la ya comentado cuestión de sus poderes la que se aleja -por ahora- de su homóloga de las viñetas. En este primer episodio apenas podemos ver un adelanto de los mismos en pantalla, por lo que todavía es prematuro juzgar como lucen y el juego que pueden dar en la serie y la posterior película en la que Ms. Marvel se reunirá con su adorada Capitana Marvel. En definitiva, un episodio muy bien planteado, con una narrativa fresca y divertida y un reparto que parece entregado a la función. No hace falta más por ahora para darle una oportunidad a este caramelito para el corazón.

Khamala persona hay que ser para no disfrutar un primer episodio como este, por Juan Luis Daza

No nos dan respiro. Marvel Studios sigue a toda máquina con su Universo Cinematográfico Marvel y es que si pocos días después de subirse a Disney Plus el último episido de El Caballero Luna protagonizado por Óscar Isaac ya teníamos al Doctor Strange de Benedict Cumberbatch viajando por el Multiverso, junto a la Wanda Maximoff de Elizabeth Olsen, con su segunda incursión cinematográfica en solitario ahora es el debut de Khamala Khan el que ocupa su parcela de terreno dentro de la plataforma de streaming. Con Bisha K. Ali (Loki) como creadora, showrunner y guionista del primer episodio o los directores Adil El Arbi y Bilall Fallah (Bad Boys For Life) detrás de las cámaras la serie protagonizada por la primeriza Iman Vellani y un reparto en el que encontramos a Matt Lintz, Laurel Marsden, Rish Shah, Mohan Kapoor, Iyad Hajjaj, Shaan Merchant, Yasmeen Fletcher, Alyy Kahn o Saagar Shaikh entre otros no puede haber arrancado con mejor pie.

Ciñéndose bastante a los primeros números protagonizados por el personaje en su propia cabecera allá por 2013 con guiones de G. Willow Wilson y dibujos de Adrian Aplphona,con la salvedad de lo concerniente a los poderes y el origen de los mismos, este Generation Why desmuestra ser puro cómic desde el minuto uno de metraje. La guionista y los directores, estos últimas ya mostrando una soltura visual más que notable en la tercera entrega de las aventuras policíacas protagonizadas por Will Smith y Martin Lawrence, se entienden a la prefección a la hora de convertir el día a día de Khamala Khan en un collage en movimiento, la carpeta de un adolescente en fotogramas, el reel de un imaginativo insrtagramer que transmite una frescura y un flow al que es imposible resistirse. La influencia del trazo de Alphona está ahí, pero los responsables de la ficción saben llevarla un poco más lejos y juguetear a placer con la metaficción que les permite esa Avengercon no dejando de ser un recurso narrativo para incluir la afición por los superhéroes de nuestra realidad en otra en la que estos caminan por la Tierra como cualquier otro ser humano con la Capitana Marvel de Brie Larson como centro neurálgico.

El mayor temor de un servidor, que Iman Vellani supusiera un fallo de casting y su aproximación al personaje de los cómics un potencial desastre, desaparece durante los primeros minutos del episodio en los que muestra no solo soltura, naturalidad y desparpajo, si no los suficientes conocimientos sobre su la esencia de su rol como para saber capturarlo con un trabajo de composición impercable que todo apunta a que irá ganando intensidad cuando su arco dramático vaya desarrollándose con el paso de los capítulos. Por último mencionar que no solo Vellani ha sido todo un acieto en lo referido al equipo artístico de Ms. Marvel, sino que el resto de secundarios destilan tanta o más simpatía a la hora de dar vida a estas interesantes contrapartidas en imagen real de los personajes nacidos en las viñetas. Por ahora muy buenas vibraciones son las que me transmite este primer episodio que me deja con muchas ganas de que el próximo miércoles llegue lo antes posible.

Khaaaaaaaaaan!!, por Samuel Secades

Ya tenemos aquí a Kamala Khan, y la verdad es que no podía llegar en mejor momento. Las desventuras de la joven de familia paquistaní habitante de Jersey City y fan acérrima de la Capitana Marvel suponen un golpe de frescura no sólo dentro de las series de Marvel Studios (y más después de la intensidad de Moon Knight), sino dentro del propio MCU al que aporta una más que necesaria savia nueva para traernos nuevas generaciones de personajes. En el caso de esta Ms. Marvel, nos encontramos ante una serie que nos devuelve al nivel de calle, algo que la equipara con el Spiderman de Tom Holland (bueno, y con Spiderman en general), y nos da una perspectiva curiosa sobre cómo viven los ciudadanos de a pie tener a todos esos personajes en su universo, y ahí llegamos a uno de los grandes aciertos de momento de la serie: la relación de Kamala con su familia, más tradicional y apegada a su cultura y forma de ver el mundo, en un ejercicio que no sólo sirve para expandir los márgenes del MCU, sino para reflejar otras realidades y ampliar de una vez la representatividad en la cultura popular. Y qué mejor embajadora de todo ello que una Kamala Khan que ya nos encandila mucho antes de obtener los consabidos poderes, como lo hacía Peter Parker antes de que le picara la araña o Tony Star antes de descubrir que era un gilipollas.

Y es que, con Ms. Marvel, el gran acierto de la serie ha sido sin duda el fichaje de Iman Vellani, uno de esos increíbles casos en los que parece que la actriz ha nacido para interpretar al personaje, algo que Vellani ya demostró durante la promoción de la serie, con ese carácter tímido y deslenguado a la vez que hacía de cada entrevista una auténtica delicia; como ejemplo, la semana pasada leíamos cómo había llamado a Kevin Feige, con el que discute a menudo, para quejarse del trato a cierto personaje que admira en la reciente Doctor Strange en el Multiverso de la Locura, llegando a increpar a Feige sobre la auténtica continuidad del MCU con una actitud y socarronería que bien podíamos atribuir a la propia Kamala de los cómics. Todo ese carácter de Kamala (y de Vellani) está volcado en este espléndido primer episodio de Ms. Marvel, donde las tramas familiares y los pequeños/grandes dramas adolescentes se mezclan con el nuevo origen de los poderes de Kamala, que no desentonan en absoluto con los cambios con respecto a las viñetas.

A todo ello acompaña un apartado visual y un ritmo narrativo sobresalientes, con Adil El Arbi y Bilall Fallah encargándose de este arranque y del sexto y último episodio; todo en esta Ms. Marvel está impregnado del aura cartoon y adolescente que nos recuerda a la maravillosa The Mitchells vs. the Machines y esa Katie Mitchell que vivía la realidad a través del prisma de su creatividad. Kamala Khan hace lo propio con sus ensoñaciones adolescentes, y secuencias como la de la conversación de chat entre los dos jóvenes protagonistas o la representación de su desastroso plan de huida a la Avengers-Con nos dan una idea de las ganas de dar a la serie un empaque visual diferente, divertidísimo y totalmente acorde con un personaje al que ya estamos enganchados. Su inmediata conexión con la mismísima Capitana Marvel a través de videollamada y la definición de Brie Larson de Vellani como “la mejor de las Marvel” ya nos da una idea de ese pequeño huracán que ha entrado en nuestras casas y a la que, como reza el meme, no quiero que le pase nada malo aunque hace apenas cuarenta y cinco minutos que la he conocido. Bienvenida, Kamala. Estás en tu casa.

Tanto va el Khantaro a la fuente…, por Sergio Fernández

Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Marvel Studios sigue en velocidad de crucero. Sin apenas dejarnos reposar Caballero Luna y Doctor Strange en el multiverso de la locura, Kevin Feige y compañía nos han preparado un nuevo plato a riesgo de empachar al personal. Gracias a Disney +, el MCU tiene la posibilidad de vivir dos vidas en un instante. Esto es, bifurcar las vías para que la construcción se haga más grande y más rápida. Evidentemente, las producciones televisivas no cuentan con los colosales presupuestos de sus homólogas cinematográficas, pero permiten que nuevos personajes se unan a la causa. Kamala Khan toma el relevo de Marc Spector presentándose al gran público. Tras la oscuridad, llega la luz y el color.

Con Steve Rogers, Tony Stark y Natasha Romanoff fuera de juego, Marvel Studios tenía el reto de seguir realizando proyectos con viejos conocidos (Thor, Spider-Man, Doctor Extraño…) mientras rejuvenecía plantilla. Kate Bishop, América Chávez y, ahora, Kamala Khan se postulan para formar grupo a corto plazo y jugar en las ligas mayores a no mucho más tardar. Bilall Fallah y Adil El Arbi, responsables de Bad Boys for Life (tercera entrega de Dos policías rebeldes), dirigen el episodio bajo la atenta mirada de Bisha K. Ali, showrunner de la función. A diferencia del resto de productos marvelitas, Ms. Marvel destaca por su falta de rostros conocidos. Los grandes nombres se dejan a un lado para que otros desconocidos planten la semilla del futuro. Por lo que hemos podido ver, Iman Vellani es el gran descubrimiento. La actriz canadiense de ascendencia pakistaní rebosa de un entusiasmo que impregna a su personaje. Kamala es una adolescente soñadora, dispersa, con una gran imaginación y cuya vida gira alrededor de la Capitana Marvel. No es ningún secreto que Vellani formará parte de la segunda entrega encabezada por Carol Danvers (Brie Larson) y en la que también tendrá sitio reservado Monica Rambeau (Teyonah Parrish).

Vellani se fusiona con Kamala para regalarnos un personaje carismático que, como ya vimos en los cómics, tendrá los típicos problemas de instituto. A pesar de tirar de varios estereotipos y clonar diálogos que ya leímos en viñetas, Ms. Marvel es un producto fresco de ligera digestión que trata de conectar con la audiencia más joven. Un producto teen en simbiosis con el mundo youtuber a la par que homenajea a otros miembros de la casa. Las distintas animaciones que acompañan a la protagonista cuando se emociona junto a Bruno o la visita a VengaCon dan buena cuenta de ello.

Como ya ocurriera en Ms. Marvel vol. 3 #1 Fuera de lo normal, el episodio piloto ha servido para contarnos cómo era la vida de Kamala antes de adquirir sus poderes. Aunque lo suyo le ha costado, el MCU continúa abriendo el abanico multicultural. Si en 2008 nos hubiesen dicho que íbamos a tener una superheroína musulmana liderando un producto de Marvel Studios, no nos lo hubiésemos creído. Incorporar la diversidad global es algo natural que ayudará a las generaciones venideras en temas como el racismo o la xenofobia. Aunque pueda parecer algo inocente o políticamente correcto, nada más lejos de la verdad. Son pasos necesarios de dar. El hecho de que estas decisiones levanten ampollas así lo demuestra.

El mencionado Fuera de lo normal funciona a modo de espejo en muchas de las escenas que hemos podido ver en este primer capítulo. La relación de Kamala con sus padres, los cuales se muestran muy restrictivos con las actividades de la joven fuera del hogar, es prácticamente idéntica. Probablemente, lo que más haya cambiado es el dibujo de su hermano mayor, a quien da vida Saagar Shaikh. Aunque en la serie de televisión también se hace mención de su religiosidad, la imagen del mismo se ha occidentalizado un tanto.

Fuera de casa, Bruno, interpretado por Matt Lintz, es algo más que un buen amigo para la futura Ms. Marvel. La tensión amorosa flota en el ambiente aunque, por el momento, no ha sido resuelta. El plan ideado por Kamala para poder ir a la convención casi acaba en tragedia como consecuencia de los recién adquiridos poderes de la protagonista. He aquí el principal problema que nos encontramos en esta nueva serie de Disney +. A nivel visual, estas capacidades lucen bien poco, restando lustre al conjunto. Probablemente, el presupuesto limite, pero la espectacularidad queda puesta en duda si en los próximos episodios la cosa no mejora. Seguramente, cuando Ms. Marvel haga su debut en pantalla grande, la cosa cambiará. Hasta el momento nos quedan cinco episodios para que Kamala Khan siga haciendo camino al andar.