Ms. Marvel es la sexta miniserie de Marvel Studios estrenada en Disney Plus y la segunda protagonizada por un personaje debutante en este universo junto a la anterior Caballero Luna. La serie creada por Bisha K. Ali está centrada además en uno de los personajes más jóvenes de la Casa de las Ideas, una superheroína de origen paquistaní con poderes metamórficos creada en 2013 por la editora Sana Amanat y Stephen Wacker, la escritora G. Willow Wilson y los artistas Adrian Alphona y Jamie McKelvie. Su adaptación audiovisual viene acompañada de una cierta polémica por el cambio sustancial en los poderes del personaje que ahora obtiene de unos brazaletes, pero que en los cómics desarrollaba a raíz de una mutación provocada por su exposición a las nieblas terrígenas. Esta miniserie está protagonizada por Iman Vellani que debuta así en el mundo de la interpretación y a la que volveremos a encontrarnos en la producción cinematográfica The Marvels en la que Kamala Khan se reunirá con la Capitana Marvel de Brie Larson y la Monica Rambeau de Teyonah Parris. El tercer episodio de esta miniserie tiene por título Destinada y en la que Khamala tomará una decisión arriesgada que tendrá sus consecuencias. ¡Estás son nuestras impresiones! ¿Qué os ha parecido a vosotros?
Ms. Marvel. Episodio 3 – Destinada
Djinn! Djinn! Djinn! ¿Está Khamala? , por Jordi T. Pardo
Ya hemos llegado con Ms. Marvel al tradicional episodio de mitad de temporada de las producciones televisivas de Marvel Studios que se suelen quedar en tierra de nadie. Tampoco es que la calidad del producto haya variado mucho respecto a los dos episodios iniciales, incluso tenemos momentos bastante interesantes y se han desvelado algunos de los misterios en torno a los poderes de Khamala. Hasta hay algunas escenas de acción más ambiciosas que ya se empezaban a echar de menos en la producción. Pero todo esto no deja de evidenciar que estamos en un episodio de transición y de caminos harto previsibles. No tiene porqué ser malo, mientras sea circunstancial… Pero algo preocupante es como esa narrativa más personal y distintiva con la que se presentaba el primer episodio de Ms. Marvel prácticamente ha desaparecido en el episodio de esta semana. Las cosas se han puesto más serias para la buena de Khamala y parece que el showrunner Bisha K. Ali no ha logrado que esto encaje con el tono con el que hasta ahora nos había encandilado la serie.
No obstante, cuando revisionemos el tercer episodio de Ms. Marvel una vez ya completa la serie, será más fácil percatarse de este es clave en el desarrollo del personaje. En él Khamala descubre -al menos en parte- el origen de los poderes y también se enfrenta por primera vez a los villanos de la función: ¡Clandestine! Pese a que había quién había comentado esta posibilidad, a muchos nos ha pillado con el pie cambiado. En cualquier caso, todo parecido con la ficción es simple casualidad como ocurre en estos casos. Los Clandestine que aparecen en Ms. Marvel tienen el mismo perfil low cost que muchos otros villanos que en ocasiones hemos visto por las producciones de Marvel Studios. El conflicto vuelve a tener relación con dimensiones paralelas, religiones, dioses y criaturas semidivinas, en la línea de lo que vimos en Caballero Luna, Shang-Chi y la leyenda de los Diez Anillos, Eternals, Spider-Man: No Way Home, Doctor Strange en el multiverso de la locura y, por lo que parece, la inminente Thor: Love and Thunder.
Lo mejor de este episodio siguen siendo los personajes, aunque en este caso más sus secundarios que la su protagonista Iman Vellani. En ese sentido, y como ya comentamos en anteriores reseñas, el elenco de Ms. Marvel es uno de los más interesantes y corales de los que hemos podido ver en las series de Disney Plus hasta la fecha. Por su dinámica, las series anteriores no tenían un acercamiento tan cotidiano a la realidad superheroica. Y esto no deja de ser curioso, porque siempre ha sido un punto fuerte de muchas de las creaciones de la Casa de las Ideas. Y pese a que esto debería hacer más fácil el trabajo de Vellani, en este episodio su interpretación pasa más desapercibida por los problemas que se ponen frente a ella y la manera de afrontarlos. El momentazo es ese uso más controlado que hace en un momento dado de sus poderes y que nos hace olvidar en gran medido al tema del brazalete.
Nos quedan tres episodios de por medio y el esquema está claro: las dudas darán paso a la toma de conciencia por parte de nuestra heroína y con su nuevo traje nacerá oficialmente Ms. Marvel dando un buen puñetazo sobre la mesa -literal y metafóricamente- en el último episodio de la cabecera. ¿Habrá una posible escena postcréditos a lo Bollywood en la línea de la que hemos tenido en la boda de esta semana? En fin, esperemos, como decíamos al principio que este sea simplemente el tradicional episodio de mitad de temporada de las producciones televisivas de Marvel Studios. Porque con el acierto de casting de su protagonista, la galería de secundarios que la acompañan, la narrativa que nos había presentado en sus primeros episodios y las posibilidades que los aficionados de Khamala Khan sabemos que tiene, no se pueden al final quedar en nada, ¿no?
Mi Gran Boda Pakistaní, por Juan Luis Daza
Destined marca el ecuador exacto de Ms. Marvel, que recordemos fue ideada como una miniserie de seis episodios, y supune hasta ahora el más convencional después de los dos primeros que marcaron el tono vitalista y fresco de la propuesta ofrecida por Bisha K. Ali a partir del cómic de G.Willow Wilson y Adrian Alphona que aquí se abandona levemente. Después de un prólogo en el que se presentan a los personajes de los Clandestinos, muy diferentes de sus contrapartidas en viñetas, nos encontramos con la entrega de la serie más centrada en la vida familiar de Kamala con la boda de su hermano Aarmir como epicentro del relato. Justo después del clímax del episodio, con la encantandora secuencia musical durante la celebración del enlace, la historia torna en más oscura con la irrupción hostil de los ya mencionados Clandestinos.
Aunque si lo comparamos con los dos capítulos anteriores es el más ortodoxo en cuanto a lo narrativo, no deja de estar repleto de aciertos y decisiones inteligentes que ayudan a desarrollar la trama y hacer evolucionar a los personajes. Para un servidor uno de los mayores aciertos de la ficción es mostrar de manera totalmente orgánica y acertada las costumbres de la cultura pakistaní y cómo personas de otra raza o religión pueden sentirse integradas en este entorno. En solo tres entregas hemos hecho un recorrido por los hábitos y características identitarias de los Khan mientras Bisha K. Ali junto a sus equipos de guionistas y directores consiguen que todo fluya con naturalidad y diseñe un contexto espacial en el que la historia superheróica de Khamala siempre funcione y resulte creíble dentro del lore fantástico en el que se enclava.
Ms. Marvel funciona tan bien en todos los aspectos que, hasta en un episodio un poco por debajo del alto nivel que hasta el momento nos ha ofrecido, sus hallazgos y regalos de cara al espectador generalista y al ducho en sus aventuras en papel se suceden en sesión continua. Con todo no será un servidor quien baje la guardia, porque aun sintiéndome muy satisfecho con todo lo visto hasta ahora no me gustaría que el proyecto se alejera demasiado de la puesta en escena y las resoluciones audiovisuales que definieron su arranque en las dos semanas anteriores. Ahora toca disfrutar de los tres episodios restantes en los que Bisha K. Ali y sus colaboradores encarrilarán el producto hacia un final que ojalá nos deje con ganas de más para poder disfrutar al 100% de la presencia la cada vez más genial Iman Vellani en esa The Marvels que llegará a los cines en 2023.
Livin’ on a Prayer, por Samuel Secades
De manera bastante discreta aterrizaba el tercer episodio de Ms. Marvel este miércoles, algo completamente lógico si pensamos que en su mismo vecindario se estaba celebrando un duelo de sables láser entre Obi-Wan Kenobi y Darth Vader. Muy pocos podrían competir o ni siquiera hacer sombra a un competidor del calibre de Star Wars, y parece que eso es algo que ha sufrido la serie de Ms. Marvel desde su estreno si nos fijamos en los datos de su audiencia, que esta semana eran noticia por ser los más bajos de una serie de Marvel Studios y Disney+. Recordemos que, a diferencia de sus hermanas, Ms. Marvel no cuenta con un bagaje previo en el MCU, ni tiene en sus filas a ningún personaje conocido por el gran público ni en su reparto a primeras espadas o nombres importantes. Y no sólo ha compartido día de estreno con Ewan McGregor y compañía, sino que la atención de los aficionados al MCU lleva ya unas semanas orientada más hacia el regreso a las pantallas de cierto asgardiano que hacia una joven pakistaní de Jersey City. Como dice la propia Kamala en el episodio de esta semana, esto de ser una superheroína no está saliendo como ella esperaba pero… ¿qué esperábamos nosotros?
La verdad sea dicha, en estos tiempos de expectativas desorbitadas e irremediablemente incumplidas (véase el caso de Obi-Wan), donde una serie tiene que ser la mejor serie hasta la fecha y la última película en estrenarse tiene que ser sin lugar a dudas la mejor de su género, es muy de agradecer que tengamos una serie sencilla y divertida como esta Ms. Marvel que no se avergüenza en absoluto de ser como es. Es más, a pesar de tener ante nosotros un episodio revelador, donde se nos cuenta en parte el origen de los poderes de Kamala y la historia de su familia, la serie sigue teniendo los pies en el suelo y sigue queriendo que nos acerquemos a sus personajes para entenderlos mejor; por el camino de esa historia de seres extradimensionales, malvados djinn y objetos de poder, Ms. Marvel toma la fantástica decisión de invitarnos a una boda y acercarnos una vez más a la cultura y al sentido de comunidad de Kamala y su familia. Y, una vez más, una preciosa conversación con la matriarca Muneeba (una sensacional Zenobia Shroff), nos recuerda la soledad y la incertidumbre de la inmigración, empatizando con un sinfín de espectadores sobre todo de ese Estados Unidos construido y trabajado por una enorme comunidad de inmigrantes. Del mismo modo, Ms. Marvel quiere construir a Kamala desde sus orígenes con unos cimientos sólidos de los que ya dotó al Peter Parker de Queens o al Steve Rogers de Brooklyn.
Ms. Marvel avanza segura y a su propio ritmo, y en esa habilidad para pasar de lo cósmico a lo familiar y de la fantasía al drama adolescente es donde reside su encanto; y nos recuerda que el personaje y su encaje en el MCU no tiene por qué necesitar de una audiencia masiva ni ser el próximo gran evento; de hecho, podemos leer la noticia de más arriba sobre sus bajos datos de audiencia de manera negativa, o ver el otro lado de la balanza y descubrir que la serie ha sido la que ha agrupado a un mayor número de audiencia juvenil y diversa; de momento, tan sólo le pedimos a esta Ms. Marvel que siga manteniendo su corazón en el sitio adecuado. Al hacer todo ese trabajo de fondo para conocer y hacer querer a sus personajes, para cuando lleguen las grandes revelaciones, los cambios de traje y, quién sabe, los esperados y cósmicos cameos, nosotros hace tiempo que ya estaremos en el equipo de Kamala.
Material inkahndescente, por Sergio Fernández
Llegamos al ecuador de la primera temporada de
En este tercer episodio se pisa el acelerador en cuanto a la trama se refiere. El prólogo del mismo nos sitúa en plena ocupación británica de la India a comienzos de los años cuarenta. La bisabuela de Kamala lidera un pequeño grupo de personas que se encuentra en plena partida de Arqueologic-Nova. Como ya ocurriera en Caballero Luna, los saqueos de tumbas milenarias están a la orden del día. Sin embargo, Aisha, Najma y compañía no tratan de lucrarse con los objetos descubiertos. La primera revelación del día pone sobre la mesa que estas personas en realidad proceden de la dimensión Noor y necesitan dos brazaletes para volver a casa. Así pues, durante largo tiempo han estado atrapados en un mundo que no es el suyo, deseando regresar aunque sin envejecer. Tras mucho tiempo de espera, han encontrado una de las llaves en la muñeca de Kamala y aunque en un primer momento parece ser gente de lo más enrollada, pronto descubriremos que todo es fachada. A los ocultos les da exactamente igual lo que ocurra en este planeta y a sus habitantes. El fin justifica los medios. Kamran, cuyo amor por Kamala es verdadero, se rebela ante los suyos para salvar a la joven.
El capitulo filmado por Meera Menon se encarga muy bien de responder a las diferentes incógnitas que van surgiendo. A saber, el poder de Kamala Kahn emana de su interior, pero ella no es de esa lejana dimensión. No obstante, el misterio sigue creciendo como demuestra la llamada realizada por la abuela de la protagonista, extraña visión de un tren mediante. Próximo destino: Pakistán. Pero ¿qué ocurrió con Aisha? Tras colocarse el brazalete y ponérsele unos ojos más violetas que a Daenerys Targaryen… cual Keyser Söze… ¡plof! Desapareció.
De lo que no hay ninguna duda es que en esta fase iniciática, los enemigos de Kamala brotan como setas. La futura Ms. Marvel debe aprender sobre la marcha a pulir sus poderes mientras atiza a seres de otra dimensión y escapa como buenamente puede de los agentes procedentes de la secreta control de daños. Todo esto ha surgido para interrumpir una celebración de lo más bailonga (concierto de Brown Jovi incluido) que trajo a nuestra memoria la maravillosa Monsoon Weeding de Mira Nair. A pesar de tener más certezas que sospechas sobre los sentimientos de Kamala por Kamran, el bueno de Bruno siempre está ahí. A riesgo de convertirse en un pagafantas, Bruno se ha puesto a estudiar las posibilidades de viajar entre distintas dimensiones. A falta de América Chávez, bueno es Eric Selvig. El científico interpretado por Stellan Skarsgard en cintas como Thor o Los vengadores: La era de Ultron, es una muestra más de los vasos comunicantes existentes en el MCU.
El humor es otra constante en Ms. Marvel. El alivio que muestra Kamala al comprobar que Kamran tiene 17 años y no es un viejo verde bien conservado o el “djin tonic?” espetado por Bruno al enterarse de la historia interdimensional no tiene precio. Además este tercer episodio nos ha dejado una persecución en cocina que nos ha retrotraído a tiempos en los que Jurassic Park molaba en lugar de dar vergüenza ajena. En los tres capítulos restantes tocará sacar a la superficie las piezas que faltan de los antepasados de Kamala Kahn para que la heroína termine de definirse y comparta cartelera, más pronto que tarde, con Carol Danvers y Monica Rambeau. The Wonders (Women).
En capítulos anteriores…
Ms. Marvel. Episodio 1 – La generación por qué
Ms. Marvel. Episodio 2 – Pillada
Jordi T. Pardo - 6.5
Juan Luis Daza - 7
Samuel Secades - 7.5
Sergio Fernández - 7
7
Djinn
Para nuestros redactores el episodio de esta semana de Ms. Marvel baja un poco el acelerador, pese a las revelaciones y momentos destacados que nos presenta la serie. La propuesta sigue siendo entretenida, pero por alguna parte ha dejado de lado esa narrativa que nos encandiló en los primeros episodios. Esperamos que solo sea un bajón puntual.
Ya lo comenté hace unos días, en relación a la serie Ms. Marvel; me estaba gustando, pero temía que pasara como otras series Marvel/Disney, que fueran tan lentas, que al final se quedaran sin tiempo y sacaran un final precipitado. Visto ya el tercer capítulo, mis temores sobre eso van creciendo…
Lastima que se carguen otro concepto como Clandestine y los usen malamente. Al parecer estos nuevos guionistas de Marvel tienen algún tipo de alergia en leer los comics en que se basan. Algo igual les paso en el Caballero Luna. Si que me gusto la ultima peli del Dr Extraño ya que al menos Raimi y el guionista algo entienden de comics y se nota. Es obvio que como esta el panorama no van a sacar a la familia Destine tal cual los comics. Un patriarca ex-cruzado (algo asi para los musulmanes como un SS para los judíos) y una familia mas bien caucásica… pues si los sacaran los acusarían de apropiación cultural, por lo de los Djinn. Otro concepto desaprovechado y van unos cuantos