Género: Superhéroes, fantasía, accion, comedia, aventuras, ciencia ficción
Creador: Geoff Johns
Reparto: Brec Bassinger, Christopher Baker, Meg DeLacy, Neil Jackson, Yvette Monreal, Trae Romano, Hunter Sansone, Amy Smart, Jake Austin Walker, Wil Deusner, Skyler Knight, Reagan Hausdorf, Christian Adam Garnov
Producción: DC Entertainment, Mad Ghost Productions, Berlanti Productions, DC Comics, Warner Bros. Television
Canal: The CW
País: Estados Unidos
El universo televisivo de The CW se sigue expandido en todas direcciones construyendo un multiverso tan amplio como el de los mismos cómics. De esta manera, el llamado arrowverso ha incorporado a su catálogo en los últimos años cabeceras como Black Lightning, Batwoman y la presente Stargirl. Y eso sin contar Superman & Lois que se estrenará en 2021, con Tyler Hoechlin nuevamente como Superman y Bitsie Tulloch como Lois Lane. Está claro que a The CW le está saliendo rentable este universo superheroico porque de otra manera un personaje como Stargirl quizás nunca habría tenido esta oportunidad, aunque la heroína ya había tenido otras apariciones en series precedentes como Smallville y Legends of Tomorrow. En esta última el personaje era encarnado por Sarah Grey, pero para esta nueva serie web en la que Geoff Johns y Melissa Carter ejercen de showrunners, la elegida para este papel ha sido una joven Brec Bassinger. La historia nos presenta el origen de Stargirl, pasando de convertirse en una simple estudiante de secundaria a abrazar el legado de Starman y la Sociedad de la Justicia de América. En la redacción algunos de nuestro redactores ya han podido ver la serie y a continuación encontraréis sus impresiones. En esta ocasión colaboran nuestros compañeros Gustavo Higuero, Jordi Molinari y Paulo Hernando. ¿Qué opináis vosotros de Stargirl?
La imaginación es una de las fuerzas más poderosas del ser humano. Imaginar es sinónimo de crear. Geoff Johns es un imaginauta, un hacedor de mundos, un contador de historias y creador de personajes, entre los que se encuentra uno especialmente emocional para el guionista, Stargirl. Y es que Courtney no es sino la forma con la que Johns rinde un sincero y emotivo homenaje a su hermana fallecida. No es de extrañar que sienta debilidad por su creación y se haya involucrado de forma muy activa en llevar esta adaptación del personaje a la pequeña pantalla. Y hay que hacer mucho hincapié en la palabra adaptación.
Johns y los responsables de la serie, no buscan trasladar a la Stargirl de los comics a la pequeña pantalla, buscan adaptar la idea, el concepto, la esencia del personaje a un entorno donde el ritmo narrativo y visual es muy distinto al que se puede experimentar en el cómic. Y adaptar implica recoger los valores y esencia del fastuoso mundo asociado a la JSA y plasmarlo de una forma que pueda sentirse válido para el espectador… y que mejor manera de hacerlo que a través de uno de los conceptos más sólidos de DC, el del legado.
Llevar a la JSA a la pantalla, grande o pequeña, es algo que exigiría un enorme esfuerzo argumental y económico para que los espectadores pudieran asentarse con comodidad en la idea de un grupo previo a la Liga de la Justicia. La mejor manera de tenerlo es que en la serie se hable de la JSA pero no salga a JSA, no al menos la que los lectores conocen, sino que sean los inspiradores de una nueva generación de héroes y heroínas. Una idea que no es nueva, pues en la DC precrisis se exploto el concepto con la serie regular Infinity Inc. un grupo de descendientes directos o indirectos de la JSA que asumían el manto de sus predecesores para encarnar una nueva generación de luchadores contra el crimen.
Con eso en mente Johns tiene las herramientas para crear una serie con toque juvenil, libre de las ataduras de a JSA clásica, con la que poder elaborar una historia de corte sencillo, donde Johns vuelca todas su filias. Hay homenajes, hay guiños, hay infinidad de detalles perdidos entre las calles de la ciudad que aportan un sabor extra a una producción que no cae en los vicios de las producciones de CW.
Stargirl usa bien los tópicos del género para lograr que el espectador sienta que la serie es todo un canto de amor al noveno arte. Las aventuras se alejan de querer ser verosímiles, buscando más transmitir las emociones de unos personajes que no dejan de crecer a lo largo de toda la temporada. La caracterización es algo fundamental dentro del espacio al que se adscribe Stargirl. La evolución forma parte de la historia y de empezar siendo meros personajes encerrados en un prisma emocional muy concreto, acaban rompiendo sus propios límites, llegando a sentir como lo que parecía imposible puede acabar siendo posible.
La puesta en escena, la dirección y la historia recorren un mismo sendero en un sentido muy concreto, el de emocionar al espectador con una aventura con un estupendo sabor a la Edad de Oro, que mira sin vergüenza a producciones con pretensiones mucho más elevadas del universo CW. Sencillez y elegancia argumental, sin marcarse altas cotas inaccesibles, logran que este producto resulte muy accesible a cualquier público, sintiendo que el peso de la JSA es grande, pero no abrumador hasta el punto de crear una serie solo para entendidos.
Su equilibrio argumental, unido a su pasión por adaptar la esencia de las viñetas, del estilo visto en los comics, logran que Stargirl sea una serie de corte ligero profundamente encantador. Aquí no hay crujir de dientes, hay drama familiar, hay humor, no chistes incesantes y guiños constantes para satisfacer al espectador más entendido, mientras todo se adereza de forma muy especial con un elenco de villanos que son puro cómic.
Una serie para ver y disfrutar de la misma forma con la que Johns ha disfrutado plasmando todo su buen hacer en cada uno de sus minutos de metraje.
Al inicio tenía mis reticencias en ver otra serie de superhéroes. Tras haber dejado de lado todo el CWverso e incluso tener Gotham a medias, sólo Titans había llamado mi interés lo suficiente como para seguirla. Ni siquiera en la época de la que disponía de Netflix le di oportunidad alguna a las series de Marvel. Pero tras una conversación con un compañero, un día al mirar el catálogo de HBO España me animé a ver el primer par de capítulos de la serie.
Sin duda fue una de las mejores decisiones de este convulso año ya Stargirl resultó ser todo lo bueno de las buenas temporadas del CWverso sin la mayoría de sus defectos. Supongo que es la ventaja de no tener que rellenar una temporada de 23 episodios, aunque en Gotham habían mostrado como tener el «villano de la semana» de forma superficial mientras se avanzaba en el desarrollo de personajes y de tramas, en vez de reducirlo a 2-3 minutos de un episodio semanal de 40 minutos.
Pese a no haberme visto todos los pilotos de todas las series de superhéroes, me atrevo a decir que los primeros minutos de Stargirl son posiblemente los mejores hasta la fecha. Tras la derrota de la Sociedad de la Justicia tenemos el inicio de la recuperación de ese legado por parte de una nueva generación. Un grupo de adolescentes en una serie que se emite en CW, aunque producida por DC Comics, debería darnos un montón de dramas repetidos hasta la extenuación. En cambio, aquí el tiempo en el instituto es el estrictamente necesario para avanzar en la historia.
Lo importante aquí es el legado, ya sea el que heredamos por sangre o el que se es dado. La primera parte tiene una importancia vital, pues Pat Dugan no sólo tiene que hacerle de padrasto a Courtney Whitmore, sino que además como STRIPE tiene que hacer de mentor de Stargirl, quien se ve como la hija biológica de Starman y la heredera legítima de la Vara Cósmica. Sino, ¿para que la habría elegido tras estar inactiva durante una década? Y suerte de ello, pues la Sociedad de la Injusticia está a punto de completar su anhelado plan de control de masas.
Los villanos tampoco se quedan atrás en una buena caracterización, en la que al no haber sido derrotados muchos aún no han pasado su legado a sus hijos, o incluso no tienen tal intención de hacerlo. Ser padre te puede afectar de muchas formas, incluso si eres un supervillano, y la escala de grises fluctúa en alguno de ellos, así como en sus hijos. Incluso cuando los superhéroes ven para que quieren usar su control mental, dudan de si están en el bando correcto. Hay quien dice que un buen villano es el que tiene motivaciones legítimas pero su forma de conseguir sus objetivos es lo que lo cataloga como malo. La Sociedad de la Injusticia en este sentido son unos grandes villanos.
Lo que diferencia a los superhéroes en Stargirl de sus villanos no es que no hayan sufrido. De hecho todos han sufrido traumas en el pasado o los están sufriendo en el presente. Es convertir todo ese dolor, esa frustración, esa tristeza, y convertirla en una fuerza para cambiar las cosas para bien. Además el elenco de personajes está bastante contenido, esperemos que siga así en las próximas temporadas y no se convierta en Titans, donde a veces da la sensación que prima más incluir más personajes del universo DC que desarrollar los previamente introducidos.
Seguramente la siguiente temporada será mucho más adolescente y con un presupuesto menor, cosa que no debería per se hacer perder su esencia y ese halo diferenciador con el resto de series emitidas por CW. Si termina siendo otra serie genérica más, se habrá perdido una gran oportunidad de elevar el producto, pero esto no quitará todo lo bueno que ha tenido esta primera temporada de Stargirl. Ha sido sin duda una de las sorpresas agradables de este 2020 que nos ha dejado con ganas de más aventuras de Courtney, Yolanda, Beth, Rick y el buenazo de Pat Duggan.
Stargirl es una serie que abraza el género superheroico sin complejos y que bebe muy a gusto y abundantemente de la base del héroe en mallas, los cómics. Desde su impactante escena inicial, al seguidor del material en papel le faltan ojos para vislumbrar a los integrantes de la JSA, guiños como este se verán a lo largo de toda la trama de manera moderada pero continua, en un equilibrio bien logrado entre satisfacer al lector de la editorial y al espectador ocasional. El ritmo y fluir de la historia se mantiene coherente y dinámico durante más de la mitad de la serie, adoleciendo mínimos problemas de ritmo hacia el final de la misma. La trama del serial no resulta novedosa ni imaginativa tornándose en previsible, prácticamente todo ocurre como es de esperar pero el camino seguido resulta muy ameno y gozable. Algo muy a tener en cuenta porque una serie en la que una pareja viuda se marcha a vivir con sus hijos, donde uno de ellos es una adolescente, puede dar lugar a un producto excesivamente basado en los problemas del instituto, el drama juvenil y familiar, quedándose muy corto respecto a los cómics, la acción o la épica. Tiene todos los elementos para convertirse en una serie más de la CW. Productos con su siempre valorable fanservice, pero dando protagonistas profundamente atormentados por la circunstancias de una trama que abraza la tragedia y la infelicidad en pos de crear interés por los personajes. Stargirl siendo semejante en apariencia, se aleja de esta corriente. La adolescente de la vara cósmica y su entorno no interesa por el drama y los problemas que acontecen a la familia, sin que por ello dejen de existir dichos elementos, siempre muy bien medidos, sino por la frescura que desprende, lo bien rodado de sus escenas de acción (dentro del presupuesto) y la buena sincronía que consigue con el espectador desde el primer momento apoyada en un reparto cumplidor y un guion ágil y conmovedor pese a su sencillez.
Brec Bassinger dedicada y mimetizada con el papel, entrega una Stargirl decidida y valiente, llegando a ser en no pocas ocasiones inconsciente, pero siempre inspiradora, reunirá un grupo de jóvenes para formar una nueva JSA. A destacar Ivette Monreal como Wildcat, cuya historia personal sirve de ejemplo de lo comentado anteriormente, su drama personal está perfectamente medido y ejecutado sin llegar a ser melodramático, bien interpretado por la joven actriz de origen mexicano-chileno. Un grupo de jóvenes actores donde la sobreactuada Meg Delacy como villana y el inexpresivo y poco convincente Cameron Gellman como Rick Tyler no lastran la buena labor del elenco. Los papeles adultos quedan reservados en gran parte para los villanos, a destacar la labor de Neil Jackson como Jordan Mahkent que entrega un enemigo con motivaciones y con el que es posible empatizar sin que por ello deje de sentirse peligroso en ningún momento. Un buen villano con matices e inquietante que tiene buena parte de culpa en el éxito de la serie. Pat Dugan, padrastro de Courtney y antiguo compañero de Starman, adquiere el papel de paciente mentor de la joven y del nuevo grupo superheroico, interpretado por un Luke Wilson serio y profesional que junto a su esposa en la ficción Amy Smart forman una gran pareja. A este redactor, el matrimonio le recuerda otra época de su vida, ni mejor ni peor, otra, donde la fuerza innata de la juventud y su inconsciencia volvían todo mucho más sencillo, en la que compartía piso con los amigos y veía películas como Old School o El Efecto Mariposa protagonizadas por estos actores. Un acierto de casting, al menos para mi generación, que contribuye a expandir el target de la serie.
A destacar la primera aparición de S.T.R.I.P.E., la visita al cuartel de la JSA, Sportsmaster, (¡qué gran escena de lucha!), Solomon Grundy (muy logrado dentro del presupuesto de la serie) y sobre todo la notoria mano de Geoff Johns en el guion que se deja sentir durante toda la historia acercando dinámicas de las viñetas a la pantalla y entregando un estudiado y ajustado fanservice que hará las delicias de los aficionados a la JSA. Como inconveniente queda el agotamiento de la trama hacia el final de la misma, es entonces cuando se acoge a los vicios recurrentes de este tipo de series (solo un poco) que tanto se habían esforzado en ignorar o disimular, privando a la filmación de resultar redonda en toda su extensión.
Una serie con buen guion, bien actuada y dirigida con solvencia que deja buen sabor de boca y ganas de la segunda temporada, ya programada para el canal CW. ¿Qué se puede esperar entonces de esta segunda entrega? Con el cambio de cadena muchos se temen lo peor, algunos preferimos ser optimistas y pensar que el buen hacer de su primera entrega, merece como poco, indulgentes expectativas. Además el pueblo de Stargirl, Blue Valley, también lo es de cierto pelirrojo susceptible de aparecer en la segunda temporada, esta nueva JSA aún no tiene su Flash. Por soñar que no quede.
VALORACIÓN GLOBAL
Gustavo Higuero - 8
Jordi Molinari - 8
Paulo Hernando - 7
7.7
Puro cómic
Stargirl convence a nuestros redactores que la defienden como una de las mejores producciones superheroicas del año, con un guion solvente y una propuesta con sabor clásico que rinde tributo a su personaje protagonista.
Al principio me emocioné, pero luego se me empezó a ser muy pesada la trama. Me gusta la relación de la protagonista y su padastro, obviamente similar al material original estando quien está detrás del proyecto, pero los miembros de la JSA me chirrían bastante y me sacan del todo del show. Confiemos en una mejora en la segunda temporada, porque la verdad esperaba más tras el buen sabor de boca de Doom Patrol y Titans.
Yo tengo curiosidad e interés por ver la serie, como fan de la JSA, bueno ver que las criticas son favorables. Espero que la segunda temporada les vaya igual de bien (como muchos han dicho que esté en manos de CW es bastante preocupante).
Opino igual que tu. Segun Jonhs (supongo que lo dijo para tranquilizar) de que la serie tendria el mismo presupuesto y tendria la misma onda que la primera temporada. Ya veremos… como bien dices