#ZNSeries – WandaVision. Episodios 1 y 2 – Filmada con público en directo y No cambie de canal

¡Bienvenidos a Pleasantville WandaVision!, por Jordi T. Pardo

Los éxitos de Marvel Studios de los últimos años pasan por haber encontrado una fórmula para sus productos. El llamado método Marvel que en sus orígenes sirvió para apuntalar sus publicaciones se ha mimetizado en su traslado al medio audiovisual. Para muchos aficionados está fórmula ha convertido sus producciones en rutinarias y opuestas a la independencia creativa de sus creadores. Pero hablando de franquicias y superproducciones esperar algo diferente a ello resulta cuánto menos algo cándido. Todo esto viene a colación para hablar de la presente WandaVision, porque en el estreno de esta miniserie en la plataforma de Disney Plus tenemos una honrosa excepción a la fórmula. La nueva puerta que abren Marvel Studios y Walt Disney Television con esta propuesta puede -después del visionado de esta primera tanda de capítulos- depararnos más de una sorpresa. Hay que decir que WandaVision es una idea arriesgada -aunque no del todo original- para ser la primera miniserie que la plataforma nos propone a la hora de explorar el universo compartido de Marvel Studios.

WandaVision ofrece el espacio que dos personajes e intérpretes como Wanda y Vision y Elizabeth Olsen y Paul Bettany respectivamente, venían reclamando a gritos desde hace ya tiempo. Las producciones de Marvel Studios han estado vehiculadas a través de los grandes héroes de la Casa de las Ideas como el Capitán América, Iron Man y Thor, pero todos sabemos que la galería de personajes de las publicaciones de Marvel Comics es inmensa y llena de posibilidades. También está lleno de posibilidades un género como el superheroico del cual las producciones de Marvel Studios -y las de DC Entertainment, ya puestos- apenas nos han mostrado su vertiente más plana y épica. Pero hay muchas historias por contar con estos personajes, como han demostrado en los cómics obras recientes como La Visión de Tom King y Gabriel Hernández Walta que -muy acertadamente- sirve de inspiración para la presente WandaVision.

En sus primeros capítulos, la creación de Jac Schaeffer y Matt Shakman, nos propone un juego que pasa por convertir su premisa en una sitcom de los años cincuenta, aunque con una referencia clarísima a la posterior y mítica serie de Embrujada emitida en Estados Unidos entre mediados de los años sesenta y principios de los setenta. Los personajes se encuentran atrapados en esta realidad de risas enlatadas donde todo parece bucólico. El humor y las situaciones que plantea la serie juegan a deconstruir el concepto de familia americana tradicional como ya hacía el cómic de Tom King y Gabriel Hernández Walta, pero añadiendo un elemento de misterio y suspense deudor de la imaginería de Perdidos y de una cinta menor -pero tremendamente interesante para un servidor- como Pleasentville, dirigida en 1998 por Gary Ross. Estos referentes son utilizados como base para moldear una idea que tiene un jugoso componente metatextual, muy acertado al estar hablando de dos personajes como Bruja Escarlata y Visión.

En el apartado técnico tenemos una producción de evidente calidad. No estamos ante una historia superheroica al uso, por lo que los efectos especiales no buscan epatarnos sino adaptarse a ese contexto ficticio de sitcom de los años cincuenta que maneja. En ese sentido todo contribuye a mantener la ilusión, cabeceras animadas, el vestuario, la música, los anuncios de la época, los mismos poderes de Wanda y Visión, etc. Elizabeth Olsen y Paul Bettany desarrollan en WandaVision una química mucho más humana e interesante que la que hasta ahora habíamos podido ver las películas donde siempre había estado condicionada y forzada por los acontecimientos. Pero aquí ellos son los protagonistas y lo aprovechan para enamorarnos de la misma manera que ya lo hicieron en los cómics. Ellos son el corazón de esta propuesta cuyos misterios se nos irán revelando en las próximas semanas.

Por ahora, WandaVision es una serie inteligente, ingeniosa y diferente a la mayoría del género que hemos podido ver hasta ahora en la pequeña pantalla. El viaje acaba de comenzar, pero por ahora resulta prometedor. Falta comprobar como esta serie se relacionará con el nuevo comienzo para el universo compartido de Marvel Studios que supone el desembarco de Wanda, Visión y muchos otros de sus compañeros en Disney Plus. Pero según sea el camino, puede que incluso eso nos llegue a dar igual.

I Love Wandavision, por Juan Luis Daza

Después de la despedida por todo lo alto de su Fase 3 con la titánica Vengadores: Endgame, Disney y Marvel Studios eran conscientes de lo afianzado que estaba ya su universo cinematográfico dentro del seno de Hollywood, convirtiendo en descomunales éxitos de taquilla, normalmente también recibidos con benevolencia por la prensa especializada, prácticamente todas sus producciones para la gran pantalla, incluso con personajes que antes de su debut en multisalas casi sólo eran conocidos por los aficionados a los cómics como Doctor Strange, Ant-Man, Black Panther o los Guardianes de la Galaxia. De manera que en la San Diego Cómic Con de 2019 dedicaron un panel, no sólo a todas las próximas producciones cinematográficas relacionadas con las contrapartidas en imagen real de los personajes de la Casa de las Ideas, sino también a las primeras series centradas en los mismos entre las que encontrábamos proyectos como Loki, Falcon & Winter Soldier, Hawkeye, What if…? o Blade y ya un año después otros como los futuros I’m Groot, Moon Knight, She-Hulk, Ms. Marvel o Secret Invasion entre otras.

De esa primera tanda de oficialización de proyectos destacaba notablemente la miniserie WandaVision, protagonizada por los personajes Bruja Escarlata/Wanda Maximof y Visión, que en películas como Vengadores: La Era de Ultrón, Capitán América. Civil War o Vengadores; Infinity War habían desarrollado una relación sentimental, aunque ella era una hechicera con inmensos poderes sobrenaturales y el un androide nacido de una IA diseñada por Tony Stark, que se vio brutalmente truncada cuando Thanos asesinó al rol de Paul Bettany ante la impotente mirada del de Elisabeth Olsen. Desarrollada para la plataforma de streaming por Jac Schaeffer, guionista de Timadoras Compulsivas o autora del argumento de la próxima Black Widow, cuenta en la dirección de los nueve episodios con Matt Shakman (Juego de Tronos, Mad Men, Fargo) y en el casting secundarios como Kathryn Hahn, Teyonah Parris, Emma Caulfield Ford, Debra Jo Rupp o Fred Melamed que acompañan a los ya referenciados Paul Bettany y Elisabeth Olsen.

Ayer mismo Disney + puso a disposición de sus suscriptores los dos primeros episodios de los que consta WandaVision y sólo con ver el primero podemos afirmar que no se parece a absolutamente nada de lo que hasta este momento hayamos degustar con el sello de Marvel Studios abriendo los títulos de crédito. Las promos nos hicieron pensar que podríamos encontrarnos ante una amalgama de la alabada serie Visión escrita por Tom King y dibujada por Gabriel Hernández Walta con pinceladas de Vengadores: Desunidos, el arco ideado por el guionista Brian Michael Bendis y el dibujante David Finch, y aunque algo de ello hay WandaVision, o La Bruja Escarlata y Visión en España por problemas de derechos con la productora española del mismo nombre, es otra cosa muy distinta y, como ya hemos apuntado, bastante rupturista. Lógicamente y lo procuro recordar siempre que colaboro en una entrada en la que sólo hemos visionado los primeros compases de un proyecto de más envergadura, con estos dos capítulos no podemos hablar globalmente de la obra, pero sí de su conceptualidad, intencionalidad y hacia dónde creemos que quieren ir Jac Schaeffer y sus colaboradores.

El primer episodio de WandaVision es un homenaje, casi un facsimil audiovisual, a las sitcom estadounidenses de los 50 y 60 como Yo Amo a Lucy o Embrujada, con su humor blanco, chistes solapadamente machistas, situaciones disparatadas, estilo retro o secundarios cómicos y sarcásticos viviendo «divertidos malentendidos». Pero estamos hablando de Bruja Escarlata y Visión y todos sabemos qué sucedió la última vez que se vieron, de manera que a lo largo de todo el episodio Jac Schaeffer y Matt Shakman van colocando pistas relacionadas con hechos previos acontecidos en el Universo Cinematográfico Marvel y pequeños pasajes en los que hay una ruptura de la irrealidad en los que los personajes comienzan a «comportarse de manera errática», fugas metaficcionales que no desentonarían en obras de David Lynch como Mulholland Drive o Twin Peaks: The Return. Entre chascarrillos, humor naif y canciones de The Coasters algo oscuro subyace bajo la superficie, como en aquella Lumberton idílica de Terciopelo Azul (David Lynch, 1986) con jardines ocultos infestados escarabajos.

El segundo mantienen las clásicas risas enlatadas y el blanco y negro, pero la puesta en escena abandona el encorsetamiento propio de las sitcom familiares cuya trama se desarrolla en pocas localizaciones, siendo la central la casa familiar, abundando secuencias en exteriores y demostrando sus máximos responsables que a pesar de mantener un tono y una temática la serie irá evolucionando poco a poco a en algo diferente, aunque todavía se mantengan homenajes a las comedias de los 60, esos títulos de crédito animados en homenaje a Embrujada, o las situaciones rocambolescas propias de estos productos reformuladas por los guionistas, como sustituir un posible caso de embriaguez en público por parte de Visión por un chicle que se queda atascado en su maquinaria y lo hace actuar de manera imprevisible durante el número de magia que comparte con Wanda. Entre guiños al UCM y homenajes a películas como Las Esposas de Stepford (Bryan Forbes, 1975) una vez más el espectador se percata de que algo inquietante anida debajo de esas imágenes idílicas que no son lo que aparentan, como nos confirma ese plano final que vuelve a reincidir en la naturaleza mutante de la que, casi con toda seguridad, va a hacer gala la serie.

Es tan de agradecer como osado que la primera serie estrenada por Disney + relacionada con el Universo Cinematográfico Marvel rompa el conservador y demasiado acomodaticio molde de sus producciones audiovisuales para la gran pantalla, por muy disfrutables que sean la mayoría de ellas. No queremos decir con esto que WandaVision vaya a revolucionar la ficción dentro de las plataformas de pago por visión en particular o el mundo de las series en general, nada más alejado de la realidad. Pero sñi propone algo original y fresco que adheriéndose a un microcosmos con unos códigos tan ferreos como los del género superheróico decida no sólo ir en una inesperada dirección, sino hacerlo homenajeando a las series clásicas televisivas de Estados Unidos y haciendo gala de un excelente reparto en el que brillan con luz propia unas Elisabeth Olsen y Paul Bettany que a simple vista sólo parecen estar rascando en la superficie psicológica de unos personajes que darán mucho más de sí en los siete episodios restantes de esta atractiva propuesta que esperemos se desarrolle y finalice transmitiendo las mismas buenas sensaciones que hemos experimentado con sus dos primeras entregas.

Deme diez, por Samuel Secades

Mira que es difícil ponerle nota a los dos primeros episodios de una nueva serie que va a tener siete capítulos más y que, a día de hoy, no tenemos ni idea de por dónde va a ir más allá de su curioso planteamiento inicial, y es que lo que propone Marvel Studios con su primera serie de televisión es toda una pirueta visual y argumental muy difícil de etiquetar, y más aún de evaluar habiendo visto tan poco de ella. De momento, tenemos dos pinceladas en las que se produce algo muy curioso, y es que Marvel Studios pretenda dar forma a su propia mitología provocando una doble visión (ba-dum-tuss!): por un lado, utilizando a los personajes de Wanda y Vision que ya vimos en el MCU, con su propia idiosincrasia y su personalidad, y a la vez utilizando el trasfondo de ambos en los cómics para dar una nueva perspectiva a la serie; y es que, de manera muy hábil, esta WandaVision se aprovecha del conocimiento que tiene el fan de los tebeos sobre el alcance de los poderes de la Bruja Escarlata y las consecuencias de su relación con el sintezoide, pero al mismo tiempo invita al neófito que descubrió a esos mismos personajes en las películas a especular sobre la trama.

Es por ello que creo que esta WandaVision está destinada a grandes cosas dentro del esquema del MCU, más allá de los típicos adjetivos de “arriesgada” o de ser considerar un proyecto marginal, y es que la base de esta nueva Fase del gran proyecto a largo plazo de Feige y compañía tiene que ver más que nunca con las nuevas realidades y los Multiversos (y de ahí parece obvio que nacerán las nuevas amenazas que sustituyan a la sombra de Thanos), pero más allá de descubrir quién es la misteriosa mano que opera los mandos delante de la pantalla cual villano del Inspector Gadget o el significado oculto de esos anuncios clásicos de productos con familiares apellidos de por medio, el verdadero valor de la serie reside, de momento, en el cariño hacia unos personajes y una historia (la del MCU pero también la de las viñetas) que aporten algo más allá de la mera continuidad de la marca. Marvel sabe que se labró el éxito a base de intentar cosas que no se habían intentado con anterioridad, y WandaVision viene a ser la reformulación de riesgos pasados; a pesar de que yo mismo, lo reconozco, haya tenido mis dudas sobre la capacidad de Marvel Studios de salirse de la línea del plan de Feige para homogeneizar a su universo, he de reconocer que el tiempo me ha ido quitando la razón, y los últimos anuncios donde el universo Marvel cinematográfico y televisivo se ramifica hacia lugares poco transitados alejándose de las grandes figuras no hace más que seguir quitándomela.

De momento, WandaVision avanza con pasos firmes, y tiene la fantástica capacidad de gustar tanto al recién llegado a las inquietantes desventuras de la pareja más extraña del universo Marvel como al acérrimo fan de las historias clásicas; ahora falta ver a qué tipo de puerto quiere llegar la historia, pero por el momento lo que están haciendo con los personajes de los maravillosos y comodísimos en sus roles Elizabeth Olsen y Paul Bettany es encomiable, y un ejemplo para el futuro: coger a dos personajes secundarios con escaso desarrollo en las películas y darles su propio altar para el lucimiento de sus historias puede ser todo un filón en el ámbito televisivo, porque nos va a permitir al fin tener esas pequeñas grandes historias que han dado forma al universo Marvel que son tan difíciles, por no decir imposible, de ver en la gran pantalla. Porque, reconozcámoslo, muchos de los grandes hitos de las viñetas no vinieron de los grandes eventos o crossovers, sino de las pequeñas historias que jugaban con los personajes, esas auténticas joyas de la corona de la Casa de las Ideas. Por eso creo que, en el fondo, da igual que esta WandaVision adapte a la Vision de Tom King, la Wanda de House of M o cualquiera de las otras grandes etapas de los personajes. Lo importante es que los personajes, y el cariño por los mismos, está ahí, en 2021 en una serie de televisión, y la están viendo millones de personas. La Bruja Escarlata y la Vision. Si se lo cuento a mi yo de doce años mientras ojeaba viñetas después del colegio, me tomaría por un loco. Pues no sabes la que te espera, chaval.

Prácticamente magia, por Sergio Fernández

Según la RAE, evolución es una serie de transformaciones continuas que va experimentando la naturaleza y los seres que la componen. Como si del Capitán América se tratase, el Universo cinematográfico de Marvel quedó congelado por fuerza mayor. 2020, el año de la pandemia, no contó con ningún estreno de La Casa de las Ideas en la gran pantalla. Tras la guinda del pastel que supuso Vengadores: Endgame tocaba volver a empezar. Sin saber muy bien por donde iban a ir los tiros, la Fase 4 estaba lista para servir en un escenario (Disney +) que, mandalorianos al margen, ha decepcionado en sus primeros meses de vida. Cambiando de medio, pero manteniendo el espíritu que insufla en las grandes producciones, Marvel demuestra tener cintura con una serie cuyo debut ha sido un huracán de aire fresco. ¡Viva la resiliencia!

¡A mí me daban dos!, decía el anuncio de Petit Suisse. Como en antaño, WandaVision ve la luz en una sesión doble con marcado sabor añejo. Sus creadores se arriesgan con una premiere en blanco y negro con formato 4:3, pero apostar por Marvel es hacerlo por la mano ganadora. Dos viejos conocidos como Elizabeth Olsen y Paul Bettany dan rienda suelta a su vis cómica recordándonos que, tras los fuegos artificiales del MCU, tenemos artistas de primerísimo nivel. Tanto Olsen como Bettany están más divertidos que nunca realizando una interpretación brillante. En este sentido cabe destacar el trabajo de Kathryn Hahn como Agnes, secundaria de la función que consigue estar a la altura de la pareja protagonista en las escenas compartidas.

Emulando a las antiguas sitcoms estadounidenses, como Embrujada, la serie creada por Jac Schaeffer, en su arranque, se convierte en una sátira del estilo de vida americano en las décadas de los cincuenta y sesenta. Sin embargo, a modo de muñeca rusa (o, en este caso, sokoviana), la ficción que vemos está dentro de otra ficción. El show de Truman superheroíco cuenta con gags sobresalientes e incluso spots que hacen referencias a elementos como Industrias Stark o Hydra y sirven de nexo con la realidad. Todo es una ilusión, como el nombre de Visión en el espectáculo de magia.

La vida es puro teatro. ¿No te preocupa que el público pueda descubrir esta pequeña farsa? Pregunta Wanda a Visión, aunque, realmente, está traspasando la cuarta pared, dirigiéndose hacia nosotros a modo de guiño. Realidad y fantasía se funden en una trama que, por el momento, resulta un wtf constante. Hay tantos mundos, tantas posibilidades… que solo podemos frotarnos las manos ante lo que está por venir. Pasan los años y el MCU no se estanca. Avanza creciendo a pasos agigantados, convirtiéndose en el gran coloso audiovisual de nuestra era.

Kevin Feige, Scheffer y compañía demuestran por enésima vez el cariño que profesan al mundo de las viñetas, desarrollando unos personajes que conocen al dedillo. Bruja Escarlata y Visión actúan como solistas en acción real por vez primera y lo hacen con una fórmula totalmente diferente. Aunque los trailers nos habían estropeado un poco la sorpresa, Marvel se la juega con una serie que recuerda por momentos al Legión de Noah Hawley por lo experimental dentro del género.

Si bien la comedia se apodera de estos dos primeros episodios, un par de momentos sórdidos nos recuerdan que nada es lo que parece. Algo marcha mal. La dimensión desconocida del universo Marvel promete sacar el máximo provecho de las posibilidades que nos ofrecen estos personajes. El misterio planteado, unido a la cadencia semanal de la serie, nos permite teorizar sobre lo que está ocurriendo realmente y quién se esconde tras la cortina de humo. Olsen y Bettany comparten premio a la actuación cómica inaugural del año tanto en la ficción dentro de la ficción, como en la ficción de nuestra realidad. ¿Nos estaremos montando una película de la serie que se han montado ellos?

El multiverso acecha y confirmada su presencia en la próxima entrega de Doctor Extraño, el personaje de Wanda se antoja crucial en esta nueva etapa. Decía Calderón aquello de ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son. Sigamos soñando, sigamos disfrutando.