Zona Manga – Cibercafé a la deriva

 

Guión: Shuzo Oshimi
Dibujo: Shuzo Oshimi
Edición España: Milkyway Ediciones (2014)
Contiene: Hyōryū Net Cafe (漂流ネットカフェ) / Drifting Net Ca JAP (Futabasha / Manga Action, 2008)
Formato: Tomo rústica de 256 páginas
Precio: 8,00€

 

Hace ya algunos años, la editorial Ponent Món, era conocida por ser la editorial de manga «alternativo», por decirlo de alguna manera. Su autor insignia era, y sigue siendo, Jiro Taniguchi, pero también fue la editorial que apostó por el gekiga (el manga para adultos surgido en los cincuenta) de Yoshihiro Tatsumi, o incluso por autores tan especiales como Inio Asano, que parece ahora han tenido una segunda oportunidad. Pero en esa época, justo después de que el pico de publicación de tomos manga había pasado y se entraba en una caída en picado, Ponent Món anunció que iba a dejar de publicar manga, y solo Jiro Taniguchi se iba a salvar. Uno de los fracasos sonados de la editorial, y que dio mucho que hablar en blogs del mundillo, fue la publicación de Aula a la deriva, un clásico impresincidble del auténtico rey del manga de terror, Kazuo Umezu. La obra era de solo seis tomos, pero con cuatro publicados, Ponent Món emitió un comunicado en el que explicaba que los volúmenes cinco y seis iban a ser editados en una tirada limitada a los 500 ejemplares. Esto se debía al escaso éxito del título, pero también a la voluntad de la editorial de ofrecer la conclusión del mismo a esos 500 lectores que sí le dieron una oportunidad a este manga.

Han pasado ya unos cuantos años de esa debacle del primer y único manga de Umezu que por ahora hemos visto editado por aquí (una lástima), y quien sabe si algún día podremos ver otras de sus obras como Orochi:Blood o Makoto-chan (difícil…), porque no todo el terror en el manga es de Suehiro Maruo o Hideshi Hino. La importancia de Umezu y su Aula a la deriva queda patente en la obra que nos ocupa (después de tan larga introducción), y es que no deja de ser una especie de remake actualizado del mismo, un auténtico homenaje a uno de los mangas más aterradores y sorprendentes que un servidor ha podido leer. En la obra original, la historia se centraba en un colegio que de repente desaparecía, edificio incluido, sin dejar ni rastro. Los estudiantes, junto a los profesores, se encontraban enmedio de la nada, en un inhóspito lugar donde acechaban distintos peligros (que tanto podían venir de dentro como de fuera de la escuela). Como su título indica, Cibercafé a la deriva, este remake lleva la acción hacia el siglo XXI, y lo que desaparece aquí es un cibercafé con todos los usuarios que se encuentran dentro en ese momento. Ambas obras comparten también un protagonista que antes de entrar en el edificio no parece tener muchas ganas de volver a casa, y verá como sus deseos se hacen realidad.

Para aquellos que, como a mi, les gusten las típicas obras que transcurren en espacios «cerrados» (aunque en realidad aquí hay mucho espacio abierto) y que se centran sobretodo en explicar las relaciones entre unos pocos personajes que se ven obligados a convivir en una situación extrema, en Cibercafé a la deriva seguro que encuentran una historia a su medida. Como pasaba en el original, todo empezará siendo un caos, y poco a poco irá… a peor. La incredulidad ante lo que está pasando, mezclado con esa negación de la realidad que se nos hace tan japonesa, y que también hemos visto en mangas como I am a hero, pondrán de los nervios a más de uno, y se perderán los papeles. El lector, posiblemente comparta con los protagonistas el desconcierto y la angustia de no tener ni la más mínima idea de como salir de esa situación. Y es que si algo sabe hacer bien el autor es transmitir esas sensaciones de desamparo y agobio… y sobretodo el calor.

Aunque se puede considerar, hasta cierto punto, una obra coral, tenemos dos personajes principales, que llegan a esa situación con un bagaje importante en cuanto a su relación y sus propios conflictos internos. Si bien en el primer tomo poco sabemos de la chica protagonista, en comparación con el chico, estamos seguros de que en próximas entregas se irá desarrollando y ofreciendo algunas sorpresas. El protagonista masculino puede parecer un bobalicón y calzonazos, pero lo mismo podíamos pensar del protagonista de la obra de Umezu, al menos al principio. Y es que en realidad, lo más interesante está por venir, prueba de ello es la incómoda escena con la que acaba este primer tomo.

En definitiva, la obra de Shuzo Oshimi promete ser un muy buen homenaje a la obra de Kazuo Umezu, y aunque para aquel que haya leído la obra original es difícil no dejar de compararlas (y la historia se vuelve algo más predecible), lo cierto es que es una buena obra que se aguanta por si sola. La psicología de los personajes y el ambiente agobiante están muy bien llevados, y aunque el dibujo a veces puede resultar irregular, también es capaz de ofrecer muy buenos momentos. Por último, estaría bien que aquellos que nunca han leído Aula a la deriva se acerquen a este remake, y si salen convencidos, quizás conseguimos que les pique el gusanillo (metafóricamente hablando… los que ya la hayan leído lo entenderán). Por cierto, una vez más, bravo por Milkyway Ediciones, por apostar por mangas «distintos».