Asistimos a la culminación desastrosa, inesperada y sin embargo previsible del crescendo de sus ideas estúpidas señor.
Un ejército de clones de Elvis, dinosaurios, mafiosos rusos, veinte Zorglubs distintos, Fredorg, Zandra… ¿se puede pedir algo más divertido? Todo eso y mucho más lo encontramos en
La historia arranca con una visita de Zorglug y Zandra a Graceland, que el genio del mal aprovecha para hacerse con el ADN de Elvis. Lo necesita porque ha creado una máquina que le permite crear clones, para financiar este proyecto ha vendido un clon del mito del rock a un mafioso ruso. Pero como todos los inventos de Zorglub tienen algún fallo descubrimos que los clones tienen una duración limitada. Algo que no hace feliz al mafioso ruso cuando lo descubre, así que jura venganza y pone precio a la cabeza de nuestro protagonista. Para arreglar el problema decide experimentar con su propio ADN creando diferentes clones de sí mismo que reflejan un aspecto de su personalidad. Entre ellos estaca su parte femenina que da título al álbum y que supone una maravillosa aportación al creciente universo que está creando Munuera alrededor de Zorglub. Como todos los álbumes de la serie cuenta una historia autocontenida que se puede leer sin conocer los dos álbumes previos pero que se disfruta más si has tenido la suerte de leerlos.
La segunda mejor decisión, la primer es crear la serie Spirou por, que han tomado los responsables de Spirou en los últimos años es darle plena libertad a Munuera para hacer lo que quiera con el personaje. En los tres álbumes que lleva de la serie ha conseguido que esta tenga una personalidad marcada, sin necesidad de usar los personajes clásicos de la serie madre. Puede que los fans más viejos encuentren a faltar algún guiño a sus aventuras pasadas, pero Munuera ha optado, de manera acertada vistos los resultados, por hacer una serie autónoma. Zorglub es el mismo que vimo en Z como Zorglub, pero convenientemente actualizado. El historietista murciano ha sabido dotar a la serie de un gran casting de secundarios.
Lady Z es un cómic llevo de imaginación, acción y gags hilarantes (ha pasado bastante tiempo desde que una álbum de procedencía franco-belga me hacía reírme como lo ha hecho este) protagonizados por Zorglub, el científico loco por excelencia de la BD. En este álbum se convierte en el protagonista absoluto de la serie a diferencia de los dos primeros en los que compartía protagonismo con Zandra. Aunque su relación padre-hija sigue siendo el motor de la serie, como ya sucedía con Los Campbell. En ambas vemos como Munuera expresa sus inquietudes y temores como padre, pero vemos a una Zandra cada vez es más madura, a diferencia de su padre, que debe adoptar el papel de voz de la razón para impedir que los planes de Zorglub acaban en el desastre habitual.
El personaje de Lady Z es todo un hallazgo que esperemos se convierta en una presencia fija en la serie. Es tan arrogante y genial como Zorglub pero sin esa dosis de imbecilidad que le hace adorable y es su contrapunto perfecto. Su relación nos recuerda a las grandes comedias clásicas de la época dorada de Hollywood protagonizadas por Katharine Hepburn, pero adaptadas al siglo XXI. Su protagonismo en la resolución de la trama es uno de los aciertos del álbum ya que consigue huir de un final previsible.
Munuera consigue una historia como un ritmo endiablado en la que sabe equilibra de manera perfecta las partes de comedia con la aventura más frenética, añadiendo para la ocasión algunas gotas de intriga. Como siempre hay gags puramente físicos, pero también juegos de palabras y replicas chispeantes. Aunque queda hay espacio para una reflexión sobre los límites que debe tener la ciencia sobre todo a la hora de fabricar armas. Y también varios homenajes a músicos (la última viñeta me ha tocado el corazón), otros cómics como Los pitufos o a distintos medios como el cine.
Gráficamente Munuera está espectacular en todos los aspectos su estilo hace mucho que ha sabido integrar las influencias del manga y la escuela de Marcinelle para crear uno propio perfectamente reconocible. Todos sus personajes resultan increíblemente expresivos y desbordan dinamismo además de estar milimétricamente coreografiados tanto para los gags visuales como para las escenas de acción. También hay que destacar el gran trabajo de fondos y a la hora de dibujar la tecnología de Zorglub que a pesar de lucir moderno es perfectamente identificable con la que dibujaba Franquin. Y como siempre hay que destacar el gran trabajo de Seydas en los colores, en particular lo bien que trata la luz además de potenciar el dibujo.
José Luis Munera es un historietista nacido en Murcia en el año 1972. La mayor parte de su carrera la ha realizado en el mercado francobelga. Para el que ha dibujado más de una treintena de álbumes entre los que destacan las series Merlin con guion de Morvan (en breve aparecerá en nuestro país dentro de la colección Fuera Borda de Dolmen), Sir Pyle (Yermo) con guion de Morvan, El juego de la Luna (Astiberri) con guion de Enrique Bonet, Fraternity (Astiberri) con guion de Juan Díaz Canales o Sortilegios (Norma) con guion de Jean Dufaux. Su carrera da un giro en el año 2012 cuando parece el primer álbum de Walter el lobo (Dibbuks) su debut como autor completo. Faceta que siguió con los cinco álbumes de su serie Los Campbell (Dibbuks) y de la que Zorglub supone su consagración.
La edición de Dibbuks cuenta con buena reproducción y papel, además de unas guardas preciosas. Pero en esta ocasión no es tan buena como acostumbran ya que hay un par de bocadillos en blanco, aunque no son necesarios para comprender la historia, y han decidido prescindir de la tinta plateada que usaron en los álbumes anterior tanto para el lomo como para el título de la serie.
Lady Z es el mejor álbum de la serie hasta la fecha, con un Munuera que ha sabido dotar a la serie de personalidad propia y que cada vez es mejor guionista y dibujante. El resultado es una serie que puede mirar de tú a tú a los grandes clásicos de las comedias de aventuras de la BD. Ojalá podamos disfrutar de muchos álbumes de este enorme nivel.
Guión - 9
Dibujo - 8
Interés - 9.5
8.8
Diversión
El trabajo de Munuera es lo mejor que le ha pasado al cómic franco-belga heredero de la escuela de Marcinelle en muchos años. Una obra que demuestra que se puede retomar a cualquier personaje desde el cariño y el respeto, pero con la valentía para hacerlo tuyo.
Que le hayan quitado la tinta plateada en este 3º tomo me hace verlo, una vez colocado con los otros dos en la estantería, con bastante resquemor.
Es una pena, pero el interior es tan bueno que molesta menos.
Maravillosa serie y dibujo, con muchas ganas de leerlo
Hay un desplegable como en el anterior álbum?