Hoy os ofrecemos una entrevista que amablemente nos ha concedido Marcos Martín via mail. Marcos Martín ha realizado el apartado gráfico – junto con Álvaro López, Javier Rodríguez y Javier Pulido – del cómic DC de título Breach. Este cómic, a pesar de no haber tenido demasiado éxito comercial en USA, ha conseguido despuntar con alto nivel de calidad en todas sus facetas, tanto en el apartado de guión como de dibujo. Esta entrevista es un gesto más en línea con nuestra voluntad de promocionar un justo reconocimiento para esta obra.
Toni Boix: ¿Por qué dibujante de cómics?
Marcos Martín: ¿Por qué no? Para mí es el medio de expresión más moderno, potente visualmente e interesante a todos los niveles que existe hoy en día.
Y claramente es una profesión que reporta fama, dinero y reconocimiento social, ¿no?
Toni Boix: Hace años aparecieron en la revista Dolmen algunos dibujos de los cuatro mejores proyectos del fallido relanzamiento de la línea Laberinto que tenían que llevar a cabo Cels Piñol y Francisco Pérez Navarro. Aunque yo participaba en uno de esos cuatro proyectos junto a mi compañero Abel Carrasco debo reconocer que, cuando vimos los dibujos, ambos nos quedamos maravillados ante tus ilustraciones para la serie Houdini y no teníamos ojos para ningún otro trabajo. Estaban muy por encima en cuanto a calidad del resto de seleccionados. El diseño del personaje, cargado de fuerza, asociado a un nombre con tanto carisma como el del famoso escapista, resultaban de lo más sugerente. ¿Qué recuerdas de ese proyecto? ¿En qué consistía? ¿Cuánto trabajo llegaste a realizar para él? ¿Era tu primera experiencia editorial?
Marcos Martín: Houdini iba a ser una miniserie de dos números para Planeta con guiones de David Muñoz contando las aventuras de un ladrón de guante blanco en una ciudad retro-futurista.
No era mi primera experiencia editorial porque ya llevaba varios años realizando portadas e ilustraciones para Forum e incluso había dibujado ya mi primera historia para DC (en un nº de Batman Chronicles).
Sin embargo, sí que fue la primera vez que me enfrentaba a un proyecto de cierta envergadura con las necesidades y decisiones creativas que eso conlleva. Y, sinceramente, he de decir que yo estaba aún muy verde para afrontar un reto de ese tipo.
El proyecto se truncó por la cancelación de la Línea Laberinto, aunque llegué a dibujar poco más de un número (unas treinta páginas).
Toni Boix: Después de Houdini reapareces brevemente en Robin Año Uno y en la JSA, pero tu trabajo en esas dos ocasiones se diría hace gala de mucha menos personalidad. ¿A qué se debió ese aparente bajón? ¿La necesidad de adaptarte al estilo de Pulido en Robin Año Uno? ¿Plazos de entrega ajustados para la JSA? ¿Un estilo aún a la búsqueda de su aclimatación al gusto americano?
Marcos Martín: La única razón por la cual observas una diferencia en la calidad del número de la JSA (y por extensión en el resto de mis primeros trabajos) se debe a mi falta de experiencia y rodaje. Prácticamente no había dibujado una página de cómic a nivel profesional y me encontraba todavía dando tumbos a todos los niveles. Que estaba muy verde, vaya. Houdini también adolece de esa falta de experiencia aunque tal vez quedase más disimulado en las páginas que se pudieron ver.
Toni Boix: ¿A qué se debe el gran salto de calidad que se da entre esos dos trabajos y Batgirl Año Uno? ¿Hay un cambio de referentes en cuanto a dibujo en ese momento? Mignola parecía estar muy presente en tus ilustraciones de Houdini. ¿En Batgirl te acercas quizás más a Germán García?
Marcos Martín: Lo que existe entre el nº de la JSA y Batgirl es, sobre todo, una separación de dos años en el tiempo y unas cuantas páginas (tampoco muchas) de trabajo (Gotham Secret Files, Robin, Joker:Last Laugh, Birds of Prey).
Batgirl Año Uno supuso mi primera oportunidad real de plantearme un proyecto de consistencia durante un período largo de tiempo. Esa tranquilidad, unida a una cierta experiencia adquirida, me permitió concentrarme en aspectos como la narración o la búsqueda de determinadas soluciones gráficas para mi estilo de dibujo. Básicamente es una maduración a nivel profesional que espero que se viera reflejada en el trabajo.
Mignola o Germán siempre han sido referentes en mi dibujo pero ninguno de ellos estaba de manera concreta o consciente en mi mente a la hora de afrontar esos dos trabajos.
Toni Boix: ¿Podrías especificar algo más eso de buscar soluciones gráficas para tu estilo de dibujo?
Marcos Martín: Las soluciones gráficas se refieren, en realidad, a todas las decisiones que tomas como dibujante a nivel formal, o sea, la forma en que decides representar la realidad en base a tu planteamiento concreto de dibujo.
En mi caso, los recursos estilísticos (tipo de línea, planteamiento de sombras, distribución de masas de negro, etc.) que utilizo para solucionar los diferentes problemas que me plantea el dibujo, viene siempre determinado por mi decisión personal de entender el dibujo figurativo de una manera lo más simple, clara y limpia posible.
Toni Boix: El cuidado por los detalles de ambientación y vestuario se convierte a partir de Batgirl en uno de tus signos de identidad. ¿Qué crees que le aporta eso a las historias y dónde descubriste de la importancia de este aspecto que muchos grandes dibujantes desatienden?
Marcos Martín: Bueno, eso es parte del «diseño de producción» que yo considero importante en el tipo de trabajos que he realizado hasta ahora. En mi opinión, en el género de acción aporta no sólo una riqueza visual al aspecto formal sino que sirve también para añadir diferentes niveles de significado. Es decir, no se trata de adornar ni de rellenar los espacios para que quede bonito sino que la intención debe ser la de aportar significado a la historia tanto en un sentido puramente descriptivo como en un plano más evocativo. Pero es un elemento que depende mucho del cómo y el qué de la historia que estés contando y que no siempre tiene porqué ser necesario.
Toni Boix: Al menos en mi caso, como lector, pienso que ese recurso potencia la implicación en la historia. Algunos geniales autores de comic-books creo prescinden de ese detalle apostando por retratar unos héroes más arquetípicos, casi míticos, imagen adecuada para según qué casos. Por el contrario, esa cotidianeidad reconocible que tú sueles cuidar otorga una mayor verosimilitud a los personajes, facilitando que establezcamos una relación de empatía con ellos que haga que nos sea más significativo lo que les pase. La primera vez que recuerdo haberme fijado en eso con respecto a un autor fue con el John Byrne de justo antes de la Saga de Fénix Oscura.
Marcos Martín: Sí, creo que el Byrne de esa época posiblemente me influyó también en ese aspecto.
Toni Boix: Después de Batgirl te tomas tu tiempo antes de asumir ningún otro proyecto. ¿Tienes la necesidad de sentirte vinculado a las historias que dibujas?
Marcos Martín: Sí, me implico siempre mucho en todos mis proyectos cualesquiera que sean. Me vuelco en mi trabajo y le dedico mucho tiempo y esfuerzo, en gran parte porque en mi caso es la única manera de que yo quede mínimamente satisfecho con el resultado. Por eso, a medida que pasa el tiempo siento la necesidad de escoger más cuidadosamente los proyectos (siempre y cuando esa posibilidad exista, claro).
Toni Boix: ¿El panorama editorial americano ofrece suficientes posibilidades en ese sentido? ¿Por qué saltaste el charco y no cruzaste los Pirineos?
Marcos Martín: Nunca me planteé entrar en el mercado francés, en parte porque mis referentes siempre han sido mayoritariamente americanos, con lo que mi inclinación natural y mi interés siempre ha sido hacia ese mercado. Y en parte, porque nunca he creído que mi estilo pudiese encajar o atraer la atención de las editoriales francesas.
Afortunadamente, el panorama editorial americano todavía es suficientemente amplio y flexible como para permitirme trabajar adaptándose a mi método y mis plazos de entrega. Pero mi ritmo de trabajo sí que supone una renuncia a cierto tipo de proyectos por mi parte.
Toni Boix: ¿Se te ofreció participar en Nightwing Año Uno?
Marcos Martín: No, creo que ése fue un trabajo pensado específicamente para Scott McDaniel y no tuve nada que ver con él en ningún momento.
Toni Boix: ¿Qué es lo que argumentalmente te atrajo de Breach?
Marcos Martín: A nivel argumental, lo más interesante para mí era esa sensación de tebeo de superhéroes de los años 70 y 80, con personajes y situaciones muy dramáticas, de culebrón o tragedia clásica, si prefieres. Pero todo ello visto desde una perspectiva de ciencia ficción, muy próxima a Expediente X.
Y tenía el atractivo añadido de poder trabajar con un personaje del Universo DC sin necesidad de tener en cuenta años de continuidad argumental.
Toni Boix: Aunque coincido en reconocer como cercano a las historias de los años 70 y 80 el dramatismo de la serie, no me decantaría por considerarlo próximo al culebrón. Precisamente creo que tu narrativa visual ha alejado la historia de estridentes estallidos emocionales propios tanto de esas historias de superhéroes como de los mencionados culebrones. Esa lentitud y esa atención al matiz en los gestos de los personajes de la que tú haces gala hace que todo sea muy auténtico, muy real, para nada sobreactuado. En ese sentido debo añadir que lo dicho se aprecia fácilmente si se compara esa narrativa tuya para Breach con la de Tom Derenick para la JLA, también a partir de los guiones de Bob Harras.
Encauzando otro tema, en Breach asumes casi un total nivel de responsabilidad a la hora del diseño de personajes y de la composición de página. ¿Te ha reportado el aprendizaje que esperabas?
Marcos Martín: Sí, sin duda. El hecho de trabajar con una variante del método Marvel me ha obligado a centrarme en aspectos como la distribución de la información o el ritmo narrativo. En definitiva, he tenido que buscar soluciones a distintos problemas de una forma que el guión completo no permite. En este sentido he aprendido mucho, a base de muchos errores y también algún acierto, espero.
Toni Boix: Personalmente opino que tu narrativa en algunos momentos de Breach es de las mejores que he visto últimamente en USA. Casi me atrevo a decir que la mejor en cuanto a españoles se refiere, sin querer desmerecer el excelente trabajo que hacen a ese nivel gente como José Luís García López, Pasqual Ferry y demás. En la entrevista que concediste a The Pulse reconocías que en este ámbito entremezclaste recursos propios del cómic en general y del manga en particular con otros más cinematográficos. ¿De qué autores sientes que has aprendido más en cuanto a narrativa visual y qué cosas aprendiste?
Marcos Martín: Bueno, gracias por la parte que me toca. La verdad es que se aprende de todo el mundo, pero en mi caso, he de decir que han tenido mucha importancia mis conversaciones sobre narración con otros amigos y compañeros profesionales con bastantes más conocimientos como Javier Pulido, Javier Rodríguez o Germán García.
Mi opción personal es la de plantearme el cómic como una unidad donde forma y contenido son indisociables. No se puede hablar de historia y dibujo por separado porque ambos tienen que trabajar unidos en la búsqueda de un mismo objetivo. Es decir, todos los elementos que conforman una historia se afectan mutuamente, con lo que tienen que pensarse de manera conjunta, teniéndose en cuenta unos a otros, porque el resultado final surge de esa conjunción. Esto significa, por ejemplo, que no se puede enjuiciar el dibujo en términos estéticos de «bueno» o «malo» sino de si es adecuado respecto a lo que se quiere transmitir con la historia. Forma y contenido, el cómo y el qué se complementan hasta el punto de fundirse. Y si hablamos de autores, la primera vez que recuerdo ser consciente de este pensamiento fue al leer el trabajo de David Mazzucchelli.Pero bueno, como he dicho ésa es mi visión personal y comprendo que haya muchas otras maneras de entender el medio.
Toni Boix: ¿Añorarás no poder trabajar esos aspectos si tu próximo proyecto no se realiza al estilo Marvel?
Marcos Martín: Bueno, estoy trabajando para que mi próximo trabajo se ajuste a unos parámetros en los que tanto el guionista como yo nos sintamos cómodos. De hecho, espero perfeccionar el método que ya utilicé con Breach para que el proceso sea más satisfactorio para ambos.
Toni Boix: ¿Por qué opinas que Breach requería de un enfoque cinematográfico?
Marcos Martín: Más que cinematográfico debería haber dicho televisivo. Y es una decisión que tomé simplemente porque la sensación que tenía al leer el guión era precisamente de serie de televisión al estilo de Expediente X. De ahí mi enfoque, bastante convencional, con muchos planos/contraplanos, sin romper nunca el eje, con muchos planos cortos (las miradas y los gestos de las manos son muy importantes en esta serie), un ritmo pausado… Y también incorporé el recurso de los planos non-sequitur (viñetas que no guardan ningún tipo de relación lógica aparente entre ellas), más propios del manga, para contribuir a dar esa sensación de inquietud y desasosiego que para mí requería el tono de la historia.
Toni Boix: ¿La imaginería africana presente en el diseño de los entes “del otro lado” y en la mascara del Mayor Zanetti fueron consecuencia de la ambientación de parte del argumento en el Continente Negro o previas a ella?
Marcos Martín: El diseño de la máscara de Zanetti fue bastante anterior a la realización del guión y un poco fruto de la casualidad (me basé en unas fotos que me pasó Javi Rodríguez).
El aspecto de máscara africana de Herdsman (y posteriormente del resto de entes «otrodimensionales») sí que está claramente influido por la historia, aunque también me basé, en parte, en la serie de esculturas de figuras delgadas de Giacometti.
Toni Boix: Las ventas de la serie nunca fueron muy boyantes. ¿Cuánto estaba previsto que durase la serie si no tenía éxito? ¿Cuándo debía resolverse el flash-forward del primer número ambientado en el Lago Baikal?
Marcos Martín: Desde un principio se nos aseguró que la serie duraría doce números, independientemente de lo poco que vendiese y era en ese número cuando la historia debía enlazar con el flash-forward del nº1.
Toni Boix: ¿Qué pasó entonces para que se cambiaran los planes y qué pasa ahora con la conclusión del flash-forward?
Marcos Martín: No te puedo decir lo que pasó a nivel de la decisión editorial que se tomó porque sinceramente no lo sé.
En cuanto a la conclusión del flash-forward, barajábamos un par de opciones desde el principio pero no llegamos nunca a tomar una decisión al respecto. Lo que sí te puedo decir es que en ningún momento iba a tener nada que ver con las Infinite Crisis.
Toni Boix: En referencia a la frase que cierra la colección… ¿te arrepientes de algo con respecto a Breach?
Marcos Martín: No, la verdad es que la frase estuvo muy bien buscada y tiene un obvio doble significado. Creo que tanto Bob como yo la suscribimos plenamente.
Toni Boix: ¿Crees que Planeta podría estar interesada en su edición en castellano?
Marcos Martín: No tengo ni idea, la verdad.
Toni Boix: ¿Tienes en cartera algún nuevo proyecto?
Marcos Martín: Sí, algo tengo pero me temo que es muy pronto aún para hablar de ello. De momento, estoy haciendo las portadas para Runaways y acabo de terminar una historia corta de Doop (lápiz, tinta y color) con guión de Peter Milligan para un especial de I (HEART) Marvel.
Toni Boix: ¿Algo que desees decirle a tu público de habla castellana?
Marcos Martín: Que soy alto.
Toni Boix: Muchas gracias por el tiempo que te has tomado en responder esta extensa entrevista. Para nosotros ha sido un verdadero placer poder establecer contacto con un dibujante que se vuelca tanto en sus trabajos y les aporta un tan alto nivel de calidad. Mucha suerte.
Marcos Martín: Muchas gracias a vosotros por vuestro interés. Un abrazo.