Dark Moon Rising: Batman & the Monster Men

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Matt Wagner vuelve al mundo de Batman, tras su trabajo en Trinity y sus portadas para la serie regular de Batman para explicarnos una historia situada directamente en la Golden Age. Wagner llega más allá que otras series que nos han contado aventuras ambientadas en la primera época de Batman (como Legends of the Dark Knight o Batman/Ra’s Al Ghul Year One) y sitúa Dark Moon Rising no sólo cronológicamente, sino también estilísticamente, en la Golden Age.

Después de realizar Trinity, narrando el primer encuentro entre Superman, Batman y Wonder Woman, quiso hacer una historia con cada uno de los protagonistas, comenzando por Superman. Quiso el destino que por entonces Mark Waid escribiese Superman: Birthright, que jugaba con el concepto que Wagner quería para su Superman Year One. Después de charlar con Waid vio que aún tenía mucho terreno por cubrir, pero ya no se sentía cómodo usando el título de Year One, que era gran parte del encanto del proyecto. Así, Dan Didio le sugirió que comenzase con Batman, dada la proximidad de Batman Begins y el hecho de que potencialmente este nuevo cómic tenía mucho en común con la película. Y nada, como a Wagner le encanta Batman y no es un novato con el personaje, no se lo tuvo que pensar mucho…

La serie estará formada por dos arcos argumentales que durarán un año en total, siendo el trabajo más largo de Wagner desde Grendel Warchild. Claro que, como él comenta, Trinity equivalía a 9 cómics de 24 páginas, así que esta no es mucho mayor y, de todos modos, no le asusta en absoluto que sea una obra extensa, es una de las exigencias de esta profesión que ha escogido, y está muy ilusionado con las ideas que tiene para la serie.

Dark Moon Rising está basada en dos relatos de la Golden Age anteriores a la aparición de Robin: Batman and the Monster Men (publicado en Batman #1 o en Dark Knight Archives #1) y Batman and the Mad Monk (publicado en Detective Comics #31 y #32 o en Batman Archives #1, éste publicado en España por Norma), actualizándolas para el público moderno, conservando su aire pulp y su inocencia…

Wagner nos explica la transición de gangsters y matones a los retorcidos criminales que más tarde darían lugar a los supervillanos. Antes de personajes como el Joker, el Hombre Murciélago se enfrentaba a villanos propios de seriales de la época, como científicos locos o la amenaza a la que se enfrenta en The Mad Monk

Aviso de Spoiler

un vampiro. En la mitología de Grendel los vampiros son algo aceptado, se nota que al autor le gustan estos clásicos monstruos. The Mad Monk, además fue versionada en Batman #349-351 por Gerry Conway y Gene Colan, en una inolvidable saga que convirtió al Señor de la Noche en un no muerto.

En la serie vemos un Batman muy distinto del que hemos visto en los últimos años, aunque es mucho más parecido al que James Robinson nos está presentando actualmente en su Face the Face. Wagner, con maestría, nos hace ver que si el carácter del personaje ha cambiado con los años, no es sólo por los muchos autores que lo han tratado, y que han sido arrastrado irremediablemente por el concepto «Dark Knight» de Frank Miller, sino que argumentalmente tiene mucho sentido. Dark Moon Rising se sitúa en una época en que Bruce Wayne era joven y un tanto arrogante, creía que llegaría un día en que su cruzada llegase a su fin. Hasta que empezó a encontrar enemigos tan retorcidos como él, y más, gente que no le tenía miedo.

Bruce cree que está ganando, cree que está cerca de su meta de limpiar Gotham de criminales, piensa que podrá tener una vida normal, que se podrá permitir el lujo de formar una familia… Y aquí es donde encaja Julie Madison, antigua novia de Bruce en la Golden Age, y que Wagner recupera y remoza para la ocasión. Ella es el contrapunto del carácter obsesivo de Batman, una chica inteligente y divertida, y que de verdad le ama, y no una de las cabezas huecas que solemos ver junto al playboy multimillonario. Su padre tiene relación con los jefes mafiosos de Gotham de aquella época, como Sal Maroni o Carmine Falcone, y será ésta junto con la que tiene con su hija y con Bruce, la que servirá de conexión entre The Monster Men y The Mad Monk, y como línea conductora de la historia.

Es con la integración de elementos como la presencia de Falcone en la historia que se aprecia la habilidad de Wagner para conciliar lo nuevo y lo clásico, sin destacar uno en detrimento de otro. Como parte de su actitud historiadora, Wagner nos presenta el primer encuentro entre Batman y Hugo Strange, y a la vez vemos el origen de la obsesión del científico por el héroe enmascarado. Esta obra nos ofrece un Batman icónico como no lo hemos visto desde la versión animada de los 90, o su traslación al cómic en Las Aventuras de Batman. Contiene la esencia del personaje, al mismo tiempo que nos explica una historia de terror y acción, y sienta las bases de un futuro que todos conocemos. No puedo dejar de hacer referencia a su versión de Alfred, que es más divertido cuando no pretende ser gracioso. Y si no, observad a su reacción la primera vez que ve el Batmóvil:

Realmente me sorprende que no haya añadido alerones a los guardabarros traseros y hecho un auténtico 'Bat-móvil'! - ¡Oh, Dios Santo! ¡Realmente lo está considerando!

Dado el estilo engañosamente sencillo de Wagner, a Batman & the Monster Men indudablemente le sienta bien el formato de tomo recopilatorio, como a la gran mayoría de trabajos de este autor. Su guión está sabiamente calculado para que no sobre ni una palabra, haciendo la lectura ligera, dinámica y más satisfactoria que la de Trinity, seguramente gracias a esa buena relación que mantiene con el personaje, y a poder centrarse exclusivamente en él en esta ocasión.

Es en los detalles donde la habilidad de Wagner llama más la atención, claro que no es una clase de talento que se prodigue en el mainstream, más que nada porque la mayoría de lectores buscan cosa smás espectaculares que una buena caracterización. La definición de los personajes es del todo creíble, y sus reacciones son siempre consecuentes con ellos mismos, las relaciones entre ellos cambian de una forma natural… La brutalidad de las bestias de Strange es mostrada de una forma cruda pero no efectista, buscando inquietar más que impactar.

En esta serie Wagner demuestra su gran talento en el uso de la luz y de las sombras, a pesar de ser un artista de línea clara, así como su dominio de las coreografías en las escenas de acción, haciendo en todo momento creíble lo que estamos viendo. Incluso su caracterización de las monstruosas criaturas de Strange es realista… El trabajo de Dave Stewart, uno de los mejores coloristas que he visto en los últimos años, adaptándose siempre a las necesidades del dibujante, es excelente, ya que otorga una calidez y una sobriedad a sus dibujos ideal para la historia. Las portadas de Wagner son de las mejores que ha hecho para el Hombre Murciélago; si queréis saber un poco de su forma de realizarlas, podéis visitar la charla que dio en Newsarama sobre el tema.

Además, el artista concedió en su momento entrevistas a Comic Book Resources, Silver Bullet Comic Books y Newsarama para hablar de su trabajo en esta miniserie. No dudéis en visitarlas para saber más.

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