…o «y ya dejamos de daros la lata con este cómic que nunca os había llamado la atención». Estaréis contentos, ¿no? Pues no os relajéis, que tarde o temprano volveremos a la carga. Estáis avisados.
Las Aventuras de Jack Staff. Así lo hubiese titulado yo, y mejor si hubiese tenido signos de admiración, que admiración es lo que he sentido hacia Paul Grist y esta re-creación suya. Grist ha estado jugando con todo lo que le gusta (y en el fondo a nosotros también): superhéroes, agencias secretas, vampiros, hombres robot, duros detectives… y aquí paro, que todo es más bonito si se lee con la sorpresa de la novedad.
Actualmente, por si nadie lo ha notado, el cómic de superhéroes se ha convertido en un lugar donde cosas terribles suceden, y el sentido de la maravilla desapareció hace tiempo. Se puede decir que es signo de los tiempos, porque no ha sucedido nada que no fuese deseo de los lectores. Con cada muerte, con cada masacre, con cada acto de gran brutalidad, las ventas aumentan… Por lo menos hasta ahora, ya que en el fandom se respira un aire de saturación, una actitud que dice “no nos lo haréis tragar de nuevo”, se oyen gritos que piden buenas historias… Claro que nunca llueve a gusto de todos, mientras unos piden actitudes más serias de los personajes, otros piden tradición, mientras unos piden sangre, otros piden respeto por los personajes, mientras unos piden muertes, otros piden más imaginación…
Para quién está dirigido Jack Staff se hace evidente desde las primeras páginas… Como evidente es que no es original, sino que «simplemente», está bien hecho. Sin pretensiones y ganas de hacer disfrutar a la gente. Casi nada…
Mi admiración viene precisamente por el valor que ha mostrado al atreverse con un cómic tan clásico, con un personaje desconocido. Evidentemente hace trampas, Jack Staff es una versión “con palo” de Union Jack, y no deja de ser el típico héroe abanderado que tan metido tenemos en el subconsciente, de forma que cuando nos encontramos a Jack por vez primera, nos resulta tremendamente familiar. Y esto es parte del juego de Grist, que usa todo lo que sabemos o creemos saber de personajes arquetípicos y lo convierte en algo nuevo, fresco y divertido. Como un ejemplo de esto echad un ojo a la evolución como personaje de Becky Burdock, la típica reportera que persigue al héroe pero que pronto se convierte en mucho más que eso. Y no me refiero a un interés sentimental, Grist es mucho más listo que eso.
Poco a poco, Paul Grist nos sumerge en ese mundo que ha creado tomando elementos de aquí y de allí, y que ha dotado de una personalidad tan grande que cuando vemos algún personaje que nos recuerda a otro mucho más conocido, el pensamiento que nos viene a la cabeza no llega a ser el de plagio, sino el de “qué tío tan majo es Paul Grist, que le gustan los mismos personajes que a mí”. No os perdáis, por cierto, las breves intervenciones del Druida, un Doctor Extraño que llega con el metalenguaje del cómic donde Grant Morrison no fue capaz con su Animal Man.
Pero… ay… He encontrado algún problema en este cómic que es de difícil solución. El recopilatorio no es el formato ideal para Jack Staff, estoy convencido de ello, pero su publicación en nuestro país sería absolutamente inviable, tanto por la poca comercialidad del trabajo como por lo breve que se haría cada ejemplar. Ahora está tan de moda el sacar cómics directamente en tomos, va tan bien para el bolsillo y es un placer tan grande leerse tantas páginas de cómic de golpe, que se está perdiendo el carácter serializado del que siempre se han caracterizado los comic-books. Parece que los cliffhangers son más odiados que amados y se están extinguiendo poquito a poco…
A Jack Staff el formato tomo le hace mucho daño: Grist utiliza las herramientas más clásicas, pulp y rimbombantes para presentar a cada personaje cada vez que aparece, con grandes títulos con su nombre, y sonoras frases con muchos signos de admiración, pero claro… cuando eso ocurre de un mes a otro se disfruta, y cuando pasa al cabo de pocas páginas no tarda en ser molesto. Yo recomendaría su lectura serializada, pero muchas veces tengo la impresión de que soy el único al que le gusta hacer estas cosas… Grist ha concebido Jack Staff de este modo, eso está clarísimo, del mismo modo que Alan Moore escribió su relato de Alan Quatermain serializado, o Jeph Loeb escribió su Largo Halloween para que durase un año. Bueno, es mi consejo, cada cual que proceda como guste, por supuesto.
Ocurre algo curioso con la serie una vez pasado el primer arco argumental, y es que el protagonismo de Jack se diluye en favor de la constelación de personajes que ha creado. Igual que en Sandman quien menos participa en las historias es Morfeo, o igual que Hellboy es quien menos peso argumental tiene en sus propios cómics, Jack Staff, el héroe, sirve de hilo conductor para las aventuras que Grist necesita explicar. Si bien no es necesario su protagonismo, y Grist nunca pierde de vista que es el héroe de la historia, se echa de menos tras la explosión con la que da inicio la serie.
De Paul Grist hemos visto bien poco en España. En Grendel Tales resultó un tanto decepcionante dada la poca fuerza de sus dibujos en una historia (bastante floja) que pedía algo visualmente más agresivo, y su Kane, aunque en cuanto a guión no me puedo quejar, la extraña sucesión de pin-ups/páginas/viñetas le restan fluidez a la lectura. En Jack Staff, sin embargo, se olvida de lo sesudo que pide la gente que sean los cómics, y se lo pasa bien, tan simple y tan importante como eso. Los personajes vuelan de una viñeta a otra, y las historias bailan entre las páginas a una velocidad pasmosa. Se nota que tenía ganas de hacerlo, y el entusiasmo llega al lector, un buen rato de diversión, y eso sí que es algo que echaba de menos con los superhéroes: pasarlo bien.
Este es el final de la primera trilogía de reseñas. Ahora estad atentos al pack con escenas eliminadas, efectos especiales mejorados y calidad digital. Ha sido divertido y espero que como mínimo a alguien haya picado la curiosidad y se atreva con las Aventuras de Jack Staff. Para quien aún quiera conocer algunos puntos de vista, podéis leer el del Blog Ausente, bastante detallada, y la del Tebeonauta en Un Tebeo con Otro Nombre, bastante negativa. Y por si alguien se lo ha perdido, aquí teneís los anteriores disparos: Fuego el uno y Fuego el dos. Entre unos y otros seguro que tendréis una imagen muy clara de lo que os espera cuando abráis las páginas de Jack Staff.